Piso 8
[Has ingresado al octavo piso]
[Has llegado a la ciudad del octavo piso]
La ciudad del octavo piso era tan normal como las anteriores. Silvia y Marck estaban juntos después de lo sucedido en el piso 7, las cosas se volvieron un tanto caóticas con la interrupción de un administrador y un ángel.
Marck, quien había sido poseído por el alma de un dios traicionado por el rey de los dioses, se sentía confundido pero decidió no hablar sobre quién lo controlaba.
"Elizabet te espera en una cafetería."
"Gracias, pero ¿y usted a dónde va?"
"Debo regresar al piso 98. Nos vemos en el piso 10 pronto. Adiós."
Silvia desapareció por un portal que se abrió al instante en que dijo adiós. Marck caminaba mientras pensaba en Silvia.
"Ella era muy bella, incluso más que Elizabet. Supongo que así son las cosas, ¿no?"
Marck estaba frente a la cafetería donde Elizabet tomaba una taza de té.
"Hola, Elizabet."
"Por fin llegaste, Marck. Te esperé por una hora, ¿sabes?"
"Jajaja, tuve algunos imprevistos, pero ya están resueltos."
"Así es. Bueno, no importa. La prueba comienza mañana, así que descansa."
Marck se sorprendió al escuchar sobre el inicio de la prueba. Normalmente, las pruebas de los pisos suelen empezar una semana después de haber pasado la anterior, pero la del piso 8 era muy diferente.
"Por cierto, Marck, ¿qué pasó con tus ojos y tu cabello?"
"Oh, esto... pasó muy rápido, así que no sé cómo decírtelo."
Marck le habló sobre todo lo que pasó en el piso 7, sobre el dios que lo controló y la aparición de Silvia, una administradora de rango supremo.
Elizabet miró fijamente los ojos de Marck, viendo el espacio exterior reflejado en ellos.
"Nunca había visto estos ojos", dijo Elizabet.
Elizabet se acercó a Marck poco a poco, sus rostros estaban a punto de chocar, casi a punto de darse un beso, estando a solo 2 centímetros de distancia del rostro de Marck.
El rostro de Marck se tornó de color rojo al ver a Elizabet demasiado cerca.
"¿Qué pasa, Elizabet?" preguntó Marck.
"¿Tus ojos son algún tipo de habilidad?"
"Es verdad, no he visto mi ventana de estado desde hace un tiempo", se preguntó Marck para sí mismo.
[Ventana de estado]
[Nombre: Marck]
[Nivel: 99]
[Titulos:Asesino sin descanso, El que acecha en las sombras, El que ha visto la muerte
[Fuerza:607]
[Resistencia: 680]
[Agilidad: 703]
[Energia magica:0
[Energia del mana:0
[Habilidades:Depredación grado C+, Fuerza abrumadora grado F+, Ojo de dios grado Calamidad, asesino de las sombras grado S+, Corte celestial grado SS+, Golpe crítico grado AA+ Ocho Ojos del Trueno grado DIOS Mirada del abismo grado DIOS]
Marck miró sus estadísticas, aunque no había ningún cambio ni habilidades nuevas, ni alguna estadística nueva. Marck solo se sorprendió por los puntos de estadísticas que tenía, superando todas las 500 puntos.
Elizabet, que podía ver la ventana de estado de Marck gracias al ojo de dios, se sorprendió por lo fuerte que era Marck apenas estando en el piso 8.
Juntando las habilidades, estadísticas y títulos, Marck podía vencer a un oponente de nivel 400 actualmente.
"Si Marck sigue así, pronto nadie lo detendrá y los dioses tendrán que intervenir", pensó Elizabet.
"Por cierto, Elizabet, ¿quién es este dios que fue traicionado por el rey?"
Marck tenía ese pensamiento desde que llegó al piso 8 con Silvia, un misterioso dios que fue traicionado por el mismo rey de los dioses.
"No sé mucho, pero hace 10 mil años, un dios llamado Boro fue traicionado por el rey. Incluso este dios era capaz de usar las tres energías mágicas a voluntad", respondió Elizabet.
"Pero también se decía que podía usar una cuarta energía mágica que nunca fue registrada por la torre."
La explicación de Elizabet sobre el dios llamado Boro fue extensa, detallando todo lo que sabía sobre él, un dios traicionado que casi igualaba en poder al rey.
Durante la pelea en el piso 7, el dios Boro estuvo a punto de matar a un ángel de rango veterano. Silvia sabía que ese misterioso ser tenía el poder de un rango supremo en ese momento.
"Entonces, ¿me dices que este dios fue uno de los más poderosos de la torre e incluso tenía casi el mismo poder que el rey?" habló Marck, asombrado.
Marck se sorprendía cada vez que Elizabet le hablaba de Boro, el dios traicionado. Marck sabía que debía hacer algo, o de lo contrario, este dios lo controlaría por completo y causaría la muerte.
"Sé lo que estás pensando, Marck, y hay una solución, pero tenemos que ir al piso 15 en menos de tres años."
"¿Qué? ¿Por qué?" preguntó Marck confundido.
"Conozco a un dios que te ayudará, el problema es que se mueve cada 5 años, y solo quedan 3."
Marck entendió lo que decía Elizabet; ahora tenía que llegar al piso 15 lo más rápido posible antes de que el dios del que hablaba Elizabet se moviera.
Marck estaba sorprendido y reflexivo al mismo tiempo. Sería la primera vez que vería a un dios en persona, y sabía que el tiempo apremiaba.
"Pero ¿qué hace un dios en el piso 15?" preguntó Marck.
"Ya no es un dios, pero lo fue hace 10 mil años", dijo Elizabet.
Un nuevo objetivo se propuso Marck. Solo tenía 3 años para ver al dios que lo podría ayudar.
Marck recordó algo importante: su amiga de la infancia.
"Ella llegará dentro de 2 años. Espero verla muy pronto", pensó Marck para sí mismo.
Marck esperaba con ansias la llegada de su mejor amiga. Llevaba 10 meses desde que llegó a la torre celestial.
***
Piso 98
["¡Jajaja, qué interesante! Si no fuera por la intervención de Silvia, ese ángel habría muerto"] habló Hercules.
["¿Acaso no lo ven? Este jugador aumentó su poder hasta el punto de casi matar a un rango veterano"] dijo Poseidón.
Los dioses discutían sobre el repentino aumento de poder de Marck, aunque ninguno sabía por qué. Marck se volvió poderoso por un momento, incluso alcanzando el rango veterano de los administradores.
Los administradores se pusieron nerviosos al recibir advertencias del jugador Marck. Todos, desde los administradores de rango veterano hasta los novatos, recibieron una advertencia.
"¿Qué pasa con esto? ¿Por qué nos advierte este jugador?", habló un administrador.
Las advertencias fueron enviadas por los mismos dioses que estaban reunidos actualmente. Aunque los administradores no creían en el poder que Marck podía mostrar, al ser una advertencia de los dioses lo entendían.
"Tienes razón, pero si son los dioses, debemos tener cuidado."
"Ja, me gustaría conocer a este jugador."
"Señorita Isabell."
Isabell era de rango supremo y los administradores le tenían mucho respeto. Isabell podía pelear casi al mismo nivel que Silvia. Siendo un rango supremo, todos los administradores de rango veterano le respetaban.
"Es muy hermosa, como decían."
"Sí, tienes razón. Siendo un rango supremo, también es muy fuerte."
Isabell miró a los administradores que murmuraban a sus espaldas, aunque no les dio importancia, ya que hablaban muy bien de ella.
Isabell era muy hermosa, al igual que Silvia. Lo único que la diferenciaba era que Isabell era muy problemática a la hora de supervisar un piso de la torre.
Fuera del piso 98, exactamente en el piso 95, el ángel que fue a traer a Breit para un castigo estaba entrando al palacio de los ángeles administrativos.
Disculpe por llegar tarde, mi lord, pero hubo un gran problema.
[¿Qué problema?]
El jugador Marck casi termina matando al administrador Breit e incluso me atacó.
[¿Qué acabas de decir? Si ese jugador mata a un administrador, sería un gran problema.]
Descuide, la señorita Silvia se encargó del jugador Marck.
[Entiendo. Entonces, ella fue la que te salvó de ese jugador, ¿no es así?]
Sí, así es.
Los dos ángeles discutieron por un rato mientras que un ángel que Marck ya conocía escuchó sobre él.
"Pronto nos veremos, Marck, también a ti, Elizabet."
El ángel que ya conocía a Marck era nada más y nada menos que Pricilia. Ella fue quien le dio a Marck la misión de la flor dorada.
Pricilia esperaba a Marck hasta que llegara al piso 11, pero actualmente estaba en el piso 95, donde todos los ángeles viven.
***
Marck estaba en camino hacia la prueba del piso 8, que comenzaría dentro de tres horas.
"Marck, cuando lleguemos al piso 9, no te quitarás una máscara", dijo Elizabet.
"Pero ¿por qué?"
"En ese piso hay alguien que busca hombres fuertes y con talento."
"Qué extraño, Elizabet se preocupa por mí. Pero ¿quién será esa persona que busca solo hombres?"
Marck llegó al área de la prueba del piso 8, que era un campo de césped normal con árboles. Más adelante, había 30 jugadores esperando a que llegara el administrador.
"Esta vez son menos jugadores", pensó Marck.
*Sondeo sordo*
Un portal de color negro apareció justo arriba de todos los jugadores. Era el administrador, pero no cualquier administrador; este tenía el traje negro, lo que significaba que era un administrador de rango supremo.
"Es un rango supremo", dijo Elizabet.
"¿Pero como lo sabes, cómo se diferencian?" pregunto Marck
"Un administrador se diferencia por el color de traje que llevan. Los de blanco son novatos, los grises son élite, los grises oscuros son los veteranos y los negros son los supremos."
Con eso es fácil distinguir el rango de los administradores. Marck solo conocía el rango de los administradores, pero no sabía cómo diferenciarlos.
"Entonces, ¿los rangos supremos realmente tienen el poder suficiente para pelear con un dios?" pensó Marck.
Aunque no todos los administradores de rango supremo son capaces de dar pelea a un dios. Silvia es la excepción, al poder pelear con un dios, se ha ganado el título de la más fuerte entre los administradores.
El administrador descendía lentamente del cielo.
*Toc*
El administrador bajó tocando el suelo.
"Entonces, ¿es ese el jugador que puede derrotar a un administrador? Pero, ¿y esos ojos?" pensó el administrador.
El administrador caminó hacia donde estaba Marck. Marck se puso nervioso al ver al administrador acercarse casualmente.
"Así que tú eres el famoso jugador que es capaz de derrotar a un administrador."
"Ah, bueno, la verdad..."
"Mi nombre es Clarck. Es un gusto, jugador Marck."
"Ahh, sí."
Clarck estrechó la mano de Marck mientras ambos se miraban. Clarck empezó a aplicar más fuerza con el apretón de manos con Marck.
"Mierda, me va a destrozar la mano", pensó Marck.
"Jajaja, suficiente. Empezaré la prueba", dijo Clarck.
Clarck se elevó en los cielos, estando por encima de todos los jugadores. Marck solo lo miraba de reojo.
"Aquí no será la prueba. No queremos destruir este campo, ¿no es así?"
Los jugadores entendieron a lo que se refería Clarck. Serían llevados a otra área.
*Sonido sordo*
Un pequeño portal apareció frente a la multitud de jugadores. Este portal no era muy grande comparado con los otros que Marck había visto antes.
"Esta prueba será un poco complicada para Marck", pensó Elizabet.
Elizabet solo miraba a los jugadores cruzar el portal mientras miraba a Marck por detrás, pensando en él.
"Me gustaría acompañarte, pero hoy no podré", dijo Elizabet.
Elizabet abrió un portal, entró por él y desapareció al instante. Marck no se percató porque ya había cruzado el portal. Clarck solo miraba a Marck con una sonrisa.
"Veamos de qué estás hecho", pensó Clarck.
[Has entrado al Palacio de los Sabios]
El Palacio de los Sabios, un palacio gigantesco donde se realizará la prueba del piso 8. Marck se quedó maravillado por lo hermoso y grande que se veía el palacio.
"Es increíblemente grande", pensó Marck.
***
Estando dentro del palacio, los jugadores estaban sentados en una sala que parecía la de un cine o un teatro.
"¿Qué será de la prueba?" se preguntó Marck.
[Prueba del piso 8]
[Misión principal: Responder de forma correcta las preguntas de los sabios]
"¿Qué son preguntas? ¿Nada más? ¿No hay acción o algo parecido?" se preguntó Marck.
"Básicamente, esta prueba trata de responder tres preguntas que vivirás dentro de tu mente, lo que permite la acción del jugador que será la respuesta a la pregunta", explicó Clarck.
"Es como las preguntas en la escuela, solo que las vives dentro de la mente como una ilusión."
"Bien, esta prueba es fácil, pero también es difícil para aquellos que no tienen una mente clara", explicó Clarck.
"Tendrán solo tres preguntas; cada pregunta que hagan los tres sabios ustedes responderán dentro de un mundo de ilusiones.
[Inicio de la prueba del piso 8]
[Tiempo límite: ninguno]
Una prueba un tanto difícil para aquellos jugadores que no tienen una mente clara. Marck es uno de ellos, lo cual no le será muy fácil pasar esta prueba.
Aunque los jugadores no se preocupaban, Marck solo pensaba en cómo responder las tres preguntas de los sabios.
*Crujido*
Una puerta que estaba detrás de los jugadores se abrió, y tres personas con túnicas y capuchas entraron a la sala. Los tres caminaron hasta pararse al lado de Clarck.
"Muy bien, ya que los tres sabios llegaron, yo me retiro. Los estaré observando", dijo Clarck.