"Mark estaba en la ciudad en busca de una máscara que Elizabeth le había dicho que consiguiera. Debido a que tenía los ojos y el cabello diferentes, necesitaba ocultarlo de la persona que buscaba hombres con talento.
"Creo que esta está bien, tiene un buen diseño", pensó.
La máscara tenía una sonrisa, y en los agujeros por donde se miraba, tenía dos rayas de color azul.
Tap, tap.
Mark se miró en un espejo; la máscara solo le ocultaba el rostro y dejaba ver el cabello blanco que sobresalía un poco.
"¿Por qué siento que me veo más encantador con esta máscara?"
"Creo que iré a la plaza de la ciudad."
Marck se encontraba en la bulliciosa plaza de la ciudad, sentado en una banca junto a una imponente fuente. Mientras hojeaba las páginas del libro del Dios Dragón Blanco, observaba a la gente pasar.
En la distancia, frente a él, una mujer de cabello amarillo, con porte de nobleza y vestida como una princesa, recorría el área con la mirada, como si estuviera en busca de algo o alguien.
"¿Quién será ella? Parece perdida. Debería ofrecerle ayuda", reflexionó Marck.
Decidido, se acercó a la mujer, cuya estatura era similar a la de Elizabeth, su amiga y confidente.
"Disculpa, ¿estás perdida?", preguntó Marck con amabilidad.
La mujer lo miró con curiosidad y preguntó: "¿Quién eres tú?".
"Perdona mi falta de presentación, me llamo Marck. He llegado hace poco a este lugar", respondió Marck con cortesía.
La mujer se sorprendió al escuchar el nombre de Marck y repentinamente tomó sus manos.
"¿Eres realmente ese jugador famoso que casi mató a un administrador?", preguntó con asombro.
"Jejeje supongo que si", confirmó Marck, sintiéndose algo incómodo.
"Perfecto. He estado buscando hombres con un poder excepcional y un gran talento, pero también busco a alguien guapo, ¿sabes?", continuó la mujer con una sonrisa sugerente.
Marck se sobresaltó al darse cuenta de que esta era la persona a la que Elizabeth le había advertido que no se acercara. Recordó la máscara que había comprado siguiendo el consejo de Elizabeth, pero en ese momento, se sintió indeciso sobre qué hacer.
"Me dijeron que el famoso jugador Marck tenía pelo blanco y ojos muy hermosos, y tú tienes pelo blanco. ¿Por qué usas una máscara?", cuestionó la mujer con un tono de curiosidad, mientras examinaba detenidamente a Marck.
Marck se sintió momentáneamente desconcertado. "A eso no creo que te confundiste. Dije que me llamo Marlon", respondió, tratando de mantener la compostura.
"No, escuché claramente que dijiste Marck", insistió la mujer, su mirada intensa fijada en él.
Ante la insistencia de la mujer, Marck sintió que su única opción era escapar. No sabía si la persona frente a él era un jugador o un administrador, pero la posibilidad de verse envuelto en una situación incómoda lo impulsó a actuar.
"Aunque solo le quedaba una opción: escapar", reflexionó Marck. Sin perder tiempo, aprovechó su agilidad y desapareció en un abrir y cerrar de ojos, dejando atrás a la mujer que lo observaba con sorpresa.
"Conque intentas escapar, ¿eh?", murmuró la mujer con una sonrisa intrigante. "Contaré hasta tres, pero si te encuentro, me harás caso. Uno, dos, y tres".
Mientras tanto, Marck se encontraba en otra parte de la ciudad, un poco exhausto por haber usado su máxima velocidad para evadir el encuentro.
"¿Quién era esa persona? ¿Y por qué Elizabeth me dijo que no me acercara a ella?", se preguntó Marck, mientras intentaba recuperar el aliento. La intriga y el misterio lo envolvían, dejándolo con más preguntas que respuestas.
Marck había tenido ese pensamiento desde que Elizabeth le mencionó sobre la persona que busca talentos, pero se sentía confundido. La mujer ya lo conocía por los rumores que circulaban en el piso 7.
"Esos rumores deben de haberse extendido por toda la torre, pero en ese momento no había nadie", reflexionó Marck.
De repente, una voz retumbó en el aire: "T-E A-T-R-A-P-E", seguida de una risa malévola.
Marck dio un salto por la repentina aparición de la mujer. Esta misteriosa figura tenía los brazos cruzados, sosteniendo firmemente a Marck.
"Oye, suéltame. ¿Cómo llegaste aquí tan rápido?", preguntó Marck, tratando de liberarse.
"Jajaja, soy una princesa, y es por eso que no soy nada débil", respondió la mujer con orgullo.
"¿Princesa? ¿A qué te refieres?", se preguntó Marck, sorprendido por la inesperada revelación.
La palabra "princesa" dejó a Marck atónito. Él no sabía nada sobre princesas en la torre.
"¿Por qué dices que eres una princesa?", preguntó, intrigado.
"Soy parte de una de las tres grandes familias imperiales que gobiernan tres razas", respondió la mujer con un aire de superioridad.
Marck se sorprendió aún más al darse cuenta de que una princesa lo tenía sujeto por el abdomen. Elizabeth nunca había mencionado nada sobre una princesa, lo que dejaba a Marck completamente desconcertado.
"Oye, ¿me podrías soltar y hablar en otro lugar?", propuso Marck, intentando mantener la calma.
"Ah, está bien, miedosito", respondió la mujer con una sonrisa burlona.
"Eh...", balbuceó Marck, mientras la mujer finalmente lo soltaba, dejándolo lleno de preguntas sin respuestas.
De vuelta en la plaza, Marck se encontraba en la misma banca de antes, pero esta vez con una princesa a su lado que no le soltaba el brazo.
"¿Qué pasa con esto? Parecemos una pareja", pensó Marck, sintiendo cierta incomodidad.
La princesa tenía agarrado el brazo izquierdo de Marck. Aunque a él no le importaba, estar en público así, con muchos jugadores mirándolos, lo hacía sentir un poco incómodo.
"¿Cuándo me soltarás, princesa? Además, aún no me has dicho tu nombre", preguntó Marck, tratando de romper el silencio incómodo.
"Es verdad. Me llamo Meliza Edgar y soy de la familia imperial", respondió la princesa con una sonrisa encantadora.
"¿Entonces eres una princesa, pero de qué reino?", inquirió Marck, intrigado por la revelación.
"Soy la próxima heredera del trono", anunció Meliza con orgullo.
"Una princesa que es la futura reina de los humanos dentro de la torre... Aunque esto no se aplica a la Tierra, ya que no es parte de la Torre Celestial", reflexionó Marck, asimilando la información.
Marck solo podía contemplar a la hermosa mujer que tenía a su lado. Meliza solo sonreía, pero Marck no sabía qué esperar de ella.
"Disculpa, pero ¿me podrías decir para qué me buscabas?", preguntó Marck, tratando de entender la situación.
"Bueno, como ya te dije, soy la futura reina y necesito un rey a mi lado que me ame, y yo a él también", respondió Meliza con sinceridad, mirando fijamente a Marck.
Marck quedó petrificado al escuchar a Meliza. Básicamente, ella le había propuesto matrimonio.
Marck se sintió sorprendido por la proposición tan repentina de una princesa.
"¿Qué pasa? ¿No te gustó?", preguntó Meliza, con una expresión de preocupación en su rostro.
Marck intentó explicar: "Oye, hacer ese tipo de propuestas... primero la pareja debería conocerse y salir por al menos un año".
"¿En serio? Pero eres muy guapo, aunque no te conozco... ¿Aceptas?", preguntó Meliza, con una mirada esperanzadora.
"Claro que no", respondió Marck con firmeza.
Meliza bajó la cabeza, su rostro reflejaba tristeza. Marck notó su desánimo, pero sabía que tenía que ser honesto.
"P-perdona, no quise decirlo así... Pero apenas me conoces, y yo nunca he sentido ese tipo de sentimientos, ¿sabes?", trató de explicarse Marck, sintiéndose un poco incómodo.
"Entonces, ¿quieres darme una oportunidad?", preguntó Meliza, con una mezcla de esperanza y tristeza en su voz.
"O-oye, espera, no quise decir...", Marck se interrumpió a sí mismo al darse cuenta de que había lastimado los sentimientos de Meliza. Sin embargo, ella se recompuso rápidamente, lo que hizo que Marck se sintiera un poco aliviado.
El ambiente se llenó de un silencio incómodo mientras Marck reflexionaba sobre la situación.
***
"La prueba comienza en un mes", dijo Elizabet.
Elizabet estaba sentada en un trono dentro de un gigantesco palacio, pero era obvio que era una reina.
"Una diosa dijo: '[Elizabet, tú que has estado con Marck, dime qué tan fuerte es ahora.]'"
"Bueno, él es muy talentoso en todo y es muy fuerte. Se parece a ti y a mí cuando éramos niñas", respondió Elizabet.
Una diosa misteriosa hablaba con Elizabet, pero al ser una conversación a través del sistema, no se veía el rostro de la diosa.
Hubo un sonido sordo.
La puerta que estaba frente a Elizabet se abrió, y un administrador con traje negro entró con dos copas y una botella de champán.
"Hola, Elizabet, te traigo esto."
"¿Qué haces aquí, Isabell?"
Era Isabell quien entró a la sala donde estaba Elizabet sentada. Elizabet solo miraba a Isabell, que se acercaba más y más.
"He escuchado que conoces a ese jugador, Marck, ¿verdad?"
"Sí, ¿y qué?"
Elizabet tenía una actitud diferente a cuando habla con Marck; esta vez era muy arrogante e ignorante. Isabell solo sonreía.
"Me gustaría conocerlo algún día, ¿sabes, Elizabet?"
"Pues encuéntralo por ti misma, no me busques, Isabell."
"Jajaja, no te preocupes, no tengo nada en contra de ese jugador. Solo me interesa porque Silvia lo tiene en la mira."
"Elizabeth sabía que Marck le dijo algo sobre Silvia, pero en ese momento no había escuchado bien el nombre de Silvia hasta que Isabell se lo mencionó.
"Entonces no escuché mal, pero ¿qué quiere Silvia con Marck?" pensó Elizabeth.
Ella solo reflexionaba sobre la posibilidad de que Silvia estuviera planeando algo en contra de Marck, pero no podía estar segura.
Sin embargo, la realidad es que Silvia busca a Marck con un solo propósito. En el piso 7, Silvia sintió sentimientos hacia Marck al ver lo guapo que es y lo fuerte que será en el futuro.
"¿Qué pasa? ¿Acaso te preocupa que te quiten a ese jugador?"
"No, no es eso, y además a ti no te incumbe", dijo Elizabeth un poco avergonzada.
Isabell notó la actitud de Elizabeth.
"Ja, es obvio cuáles son tus sentimientos por ese jugador. Después de todo, has estado con él casi un año", pensó Isabell.
Elizabeth había acompañado a Marck durante casi un año, durante el cual había desarrollado ciertos sentimientos hacia él, especialmente después del cambio de apariencia que tuvo Marck gracias al dios Boro.
"Marck se veía más guapo con el pelo blanco, aunque antes lo tenía negro, lo cual es un color normal en la Tierra.
"Toma, Elizabet, te he traído una copa para que bebamos, ¿o me dejarás así?"
Elizabet tomó la copa llena de champán.
"Por cierto, escuché que la princesa encontró a tu querido jugador, Marck. Me pregunto si ya le hizo la propuesta."
Elizabet se sorprendió cuando Isabell mencionó a la princesa Meliza.
"Le dije a ese idiota que evitara a esa mujer", pensó Elizabet.
"Bueno, yo ya me voy. Tengo que supervisar la prueba del piso 97. Adiós."
Isabell salió de la sala donde estaba Elizabet sentada. El rostro de Elizabet mostraba cierto enojo y celos.
"¿Qué estás haciendo, Marck? Si aceptaste, te mataré", pensó Elizabet enojada.
***
En un campo lleno de flores, dos personas estaban caminando. Una de ellas era una mujer, mientras que la otra era una entidad, la misma entidad que apareció en la prueba del piso 7 durante la ronda 3.
"Dime, ¿mi hermano pasó la prueba fácilmente?"
[Así es, mi señora. También en un momento desplegó un aura muy poderosa y mi presión no le hizo nada.]
Que entonces, mi querido hermano, te veré muy pronto.
Una mujer de cabello negro, ojos morados y una altura de 1.79 metros de altura. Esta persona era la hermana de Marck.
Señorita Lily, le traigo noticias sobre su hermano.
¿Qué pasa con mi hermano?
Su hermano ya se ha encontrado con Silvia y Meliza, y parece que Isabell también busca a su hermano.
El rostro de Lily se puso muy enojado mientras el caballero montado en un ginete le daba información sobre Marck; Lily solo escuchaba mientras se ponía enojada.
"¿Qué quieren esas mujeres con mi hermano?" pensó Lily.
Vamos, iré a buscar a mi hermano.
Lily caminó en dirección a un portal de color morado oscuro, mientras la entidad solo lo seguía, pero el caballero apenas se dio cuenta.
Señorita Lily, la prueba del piso 100 es en un mes. Si no viene en un mes, tendrá que esperar mucho tiempo.
No me importa ahora. Lo importante es buscar a mi hermano.
Lily, que misteriosamente ya se encontraba en el piso 100, decidió salir por un portal que servía para moverse de piso en piso.
***
"La prueba comienza en un mes, según lo que me dijo Meliza, así que esperaré. El único problema es Meliza, porque no se despega de mí", pensó Marck, mientras reflexionaba sobre los próximos eventos.
Han pasado ya unos días desde que Marck llegó al piso 9 junto a Meliza. Para él, solo queda esperar hasta que la prueba comience oficialmente.
Mientras Lily y Isabell continúan su búsqueda de Marck, este último se encuentra a punto de enfrentar la prueba del piso 9. Faltan apenas 2 años para que pueda encontrar al dios que le ayudará a evitar que Boro tome el control.
Volumen 1 Finalizado
El volumen 2 lo publicaré muy pronto