"Summer... Ésto es... Demasiado para procesar...". El hombre sentado detrás del escritorio frente a nosotros se frotó el puente de la nariz. Asimilando toda la información que Summer y yo le habíamos contado. Éste hombre no era otro que el director de Beacon. Ozpin. Un señor ya mayor, de pelo canoso y desordenado. Con unos lentes redondos bastante extraños. Sin embargo, creo que eso era lo de menos en este punto.
Junto a nosotros, se encontraba la que parecía ser su asistente, Glynda Goodwitch. Una hermosa mujer de mediana edad. Con el pelo rubio recogido en un modesto moño, vestida con una camisa blanca y una falda que llegaba hasta la mitad de sus muslos. Además de una extraña capa sobre sus hombros. También llevaba unas botas de tacón negras, las cuales, junto a las pantimedias que usaba, le daban una imagen de sensualidad y profesionalismo que no podía ignorar.
No ayudaba que ella fuera una mujer tan curvilínea. Además de que tenía una presencia bastante seductora. No sabía si ella era consciente de éso, pero estoy seguro que muchos de los estudiantes tienen las hormonas bastante alborotadas debido a ella.
Además de ella, estaba el tío de Yang y Ruby. Qrow. El cuál estaba parado junto a una pared con los brazos cruzados. Vistiendo una ropa muy parecida a la que llevaba la primera vez que lo ví. Él y Glynda tenían expresiones similares de desconcierto e incredulidad. Aunque bueno, no podía culparlos. Yo tampoco me creería si me dijeran todo lo que les acabamos de contar.
"Sé que suena bastante ridículo, pero es cierto". Dijo Summer, sentada a mi lado en uno de los asientos frente al escritorio del director.
"Te creo, Summer. Se que no me contarías algo así si no estuvieras segura de su veracidad. Sin embargo... Eso no lo hace más fácil de asimilar, por lo...".
"¿Ridículo que suena?". Comentó Qrow.
"No es la palabra que habría usado, pero la realidad es qué, sí... Suena bastante ridículo".
"Una diosa del sexo reencarnó a este chico a este mundo y él obtiene poder luego de tener sexo". Qrow repitió a su manera básicamente todo lo que habíamos dicho.
"Yo no dije diosa del... Éso. Dije una diosa del amor...". Corrigió Summer, algo avergonzada.
"El chico se hace más fuerte cuando folla, eso suena a algo que haría una diosa del sexo".
"¿Podemos por favor usar un lenguaje menos... Obsceno?". Glynda se quejó, luciendo incómoda por el tono de la conversación. "O mejor aún, hablar de otra cosa que no sea... Ésto".
"Pero, ¿No es ésto justamente de lo que deberíamos hablar?...". Preguntó Ozpin, cruzando sus manos sobre el escritorio. "El joven Gray fue reencarnado a nuestro mundo por una diosa desconocida, una diosa aparte de los dioses hermanos. Y además tiene el poder de aumentar su fuerza hasta un límite desconocido, si es que lo tiene... Y además, el joven Gray ha declarado su intención de ayudarnos. Me parece que no hay un tema más prioritario ahora mismo que este".
"Aún no me gusta la idea de que Gray peleé contra... Ella". Summer murmuró, sin embargo, todos en la habitación la escuchamos claramente.
Ozpin le dió una mirada comprensiva. Quizás entendiendo la razón detrás de esas palabras. "Summer... Sé que tu pérdida fué algo doloroso, sin embargo, el joven Gray podría ser nuestra mayor oportunidad de acabar por fin con esta lucha ".
Summer apretó los labios con una expresión complicada. Incluso si ella entendía el punto de Ozpin, aún así parecía tener sus pensamientos en contra. "Aún así...".
Ozpin resopló ligeramente mientras cerraba los ojos. "Bueno... Podemos hablar de eso luego si es un asunto incómodo. Por ahora, deberíamos pensar en cómo será la estadía del joven Gray cuando comience el próximo semestre". Dijo finalmente, mientras giraba su rostro para mirarme ahora a mí.
"Eso asumiendo que logre pasar su examen de admisión". No pude evitar comentar. No es que dude de mi fuerza, pero yo apenas había empezado a entrenar. No esperaba superar en capacidad a otros que posiblemente entrenaron durante gran parte de su vida.
"Me mal entiende, joven Gray...". Ozpin dijo, interrumpiendo mis pensamientos. "Usted ya tiene su lugar asegurado dentro de mi escuela. Puede tomar el examen si quiere, pero independientemente del resultado, le proporcionaré un espacio para usted aquí".
"¿No es eso demasiado...?". Pregunté.
"Para nada. Cómo dije, usted es nuestra mayor oportunidad hasta ahora para terminar con esta lucha contra Salem. Lo menos que puedo hacer es proporcionarle un lugar en donde pueda entrenar cómodamente para cuando llegue el momento. Me aseguraré de proporcionarle una habitación especial, apartada y amueblada para evitar que que alguien lo interrumpa mientras usted... Sigue aumentando su fuerza". Explicó el director.
"Ozpin...". Empezó Glynda, mirando al director con sorpresa. "¿Acaso estás pensando en prostituir a nuestras estudiantes?".
"Por supuesto que no". Aclaró él rápidamente. "Sin embargo, los jóvenes són como són. Y no podemos evitar que ellos, pues, exploren sus gustos en su tiempo libre".
"¿Así que dejarás que el chico folle con quién quiera?". Preguntó Qrow.
"Nunca dije éso. Pero si alguna de las estudiantes está interesada en asistir al joven Gray, siempre que ella esté completamente de acuerdo, no puedo evitar que ella disfrute de su juventud como le plazca...". Explicó Ozpin de forma uniforme. Con un tono demasiado calmado para estar hablando de dejarme tener sexo en su escuela. "Aunque debo recordarle, joven Gray, que espero que si hace algo de esta índole, sea con responsabilidad. ¿Entiende?".
Asentí ante su pregunta. No planeaba hacer nada que pudiera dañar la impresión que él tenía de mí, no cuando estaba recibiendo un trato tan bueno para entrar aquí.
Qrow silbó impresionado. "Nada mal chico. Tienes un lugar en la mejor escuela de cazadores del planeta y todo lo que tienes que hacer es follar para volverte fuerte...". Él se rió de su propio comentario, para disgusto de Glynda. Sin embargo, él pareció pensar en algo, ya que su expresión cambió. "Aunque ahora que lo pienso, ¿Como es que ya eres tan fuerte?. ¿Con quién lo has estado haciendo?".
Su pregunta hace que mi cuerpo se tensara por las implicaciones de la respuesta. No tuve que girar mi cabeza para saber que Summer estaba igual que yo. Su nerviosismo era casi palpable, haciendo que los otros tres adultos en la habitación adquieran expresiones de incredulidad al percatarse de la razón de ésto. Glynda abrió los ojos completamente, incapaz de pronunciar una palabra debido al desconcierto. Ozpin parecía sorprendido, pero no demasiado, como si él ya lo hubiera sospechado y la reacción de Summer simplemente confirmara sus sospechas.
Pero Qrow, él fué el más expresivo en su reacción. Riéndose de incredulidad al principio, como si quisiera creer que sus sospechas eran solo una broma. Para luego adquirir una expresión completamente seria. "... ¿Es una broma... Cierto?... Summer, dime qué no hiciste lo que creo que hiciste...".
"Y-yo...". Summer era incapaz de mirarlo a los ojos debido a la vergüenza.
"Sum... Es solo un chico, ¿Cómo tú... ". Él se frotó la cabeza con frustración. "Tu enserio... ¡¿En qué diablos estabas pensando?!".
"Qrow, cálmate". Ozpin intentó mediar la situación. Fracasando cuando Qrow volvió a gritar.
"¡¿Que me calme?!. ¡¿Cómo quieres que esté calmado cuando ella-...".
"Lo que Summer haya hecho en su privacidad es asunto suyo y sólo suyo. No está en nosotros juzgarla por tener... Gusto por los jóvenes".
"Tú, enserio... ". Qrow volvió a rascar su cabeza con frustración, antes de gruñir con molestia, decidiendo irse del lugar. Sus fuertes pisadas resonaron en la habitación mientras él se marchaba. Subiendo al ascensor sin detenerse a mirar atrás.
Cuando finalmente él se fué, la oficina quedó completamente en silencio. Ninguno de los presentes fué capaz de decir nada. Summer, debido a su vergüenza y Glynda y Ozpin por lo incómodo del momento. Por lo que decidí ser yo quién rompa este momento tan tenso.
"Realmente no es culpa de Summer... Al menos no todo. Cuando la diosa me trajo a este mundo, me dió una habilidad. Puedo generar placer en las mujeres con solo tocarlas. Así que puede que al principio ella se viera influenciada por éso".
Ozpin obtuvo una expresión pensativa por unos segundos. "Ya veo... Ésta habilidad tuya, ¿Tiene algún límite?. ¿Una condición de activación o algo que nos sea relevante saber?".
"Límite, creo que no. Se que puedo provocar el orgasmo a una mujer solo tocando su piel con mis manos...". No pude evitar sonreír levemente de ésto. Un poco orgulloso de poder hacer algo así, aunque sea solo por el poder de una diosa pervertida. "Y sobre alguna condición para activar, solo debo tener la intención de usarla para que funcione".
"Entiendo...". Contesta él, adquiriendo nuevamente una expresión pensativa. "Quisiera fiarme completamente de su palabra, pero sería bueno comprobar los efectos de esta habilidad, para saber si puede haber algún inconveniente...". Él giró su mirada lentamente hacia su asistente. La cuál no pareció entender el porqué en un principio. Hasta que la respuesta pareció llegar finalmente a su mente.
"No... ¡No!. ¡De ninguna manera-...!".
"Cálmate, Glynda. Debemos comprobar si está habilidad puede representar un riesgo para las demás estudiantes que también cursarán con el joven Gray. No quisiéramos que hubiera algún incidente, ¿Verdad?. Estoy seguro que una mujer como tú podrá sobreponerse a cualquier sensación que esta habilidad pueda producir".
Glynda cerró los ojos, suspirando de frustración mientras parecía aceptar la extraña lógica detrás de las palabras del director. Soltando un largo suspiro antes de finalmente decir. "Bien... ". Ella caminó hasta mi lado, extendiendo su mano hacía mí. "Si veo que haces algo extraño, no dudaré en mandarte volando por la ventana, ¿Entiendes?".
Asentí ante su amenaza sin dudar por un segundo de sus palabras.
Extendí mi mano lentamente hacia la suya, asegurándome de no hacer ningún movimiento extraño que se pueda malinterpretar. Cuando finalmente nuestras manos se tocaron, activé mi habilidad, tratando de no usarla con demasiada intensidad. Sin embargo, a pesar de éso, pude notar como ella se estremeció por un segundo, antes de volver a su porte profesional nuevamente. Ella soltó su mano, mirándola durante unos segundos.
"¿Y bien?". Preguntó Ozpin.
"La habilidad es real... Y es... Ejem... Bastante notable. No creo que una estudiante normal pueda sentirla y pasarla por alto". Ella explicó, aclarando su garganta entre medio.
"Ya veo... Bueno, joven Gray, espero que entienda que no debe utilizar esta habilidad en ninguna de las estudiantes sin su previo consentimiento".
"Por supuesto". Asentí, sin ganas de enfadar a la mujer rubia a mi lado que seguía mirándome con sospecha.
"Entonces, supongo que esto es todo por ahora. Luego discutiremos sobre los planes que podemos llevar a cabo a partir de ahora. Pero por ahora, nos tenemos que despedir". Él se puso de pie, caminando hasta nosotros, antes de extender su mano para un saludo final. "Fué un placer conocerlo, joven Gray".
"Sí. Igualmente...". Correspondí a su apretón de manos, aún sin créer que me había saltado todo el proceso de admisión en la escuela de cazadores más prestigiosa del mundo.
"Summer. Fué un placer volver a verte aquí, incluso bajo estas circunstancias tan extrañas".
Summer asintió de forma distraída. Aún sintiéndose avergonzada por todo lo revelado hace rato. Ozpin solo pudo darle una pequeña sonrisa compasiva. Él no parecía querer juzgarla por eso, pero Qrow y Glynda eran diferentes. Incluso ahora, Glynda parecía mirarla con cierta desaprobación. Y Qrow, bueno...
Con todo eso resuelto, ella y yo salimos finalmente de la oficina, tomando el ascensor para irnos.
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"¡Aaahh!. ¡Me quiero morir!...". Summer se quejó mientras ambos entrábamos a la casa. Luego de aquella reunión, ella había estado particularmente callada. Perdida en sus propios pensamientos mientras lo ocurrido seguía volviendo a su mente. O eso supuse.
Realmente no tenía problemas con que alguien se enterara de lo nuestro, pero entendía que ella pudiera estar mortificada por lo que los demás pudieran decir de ella.
Summer se desplomó boca abajo en el sofá. Murmurando incoherencias que no pude entender. Y tampoco necesitaba hacerlo.
"Ya, Summer. No es para tanto...". Intenté consolarla, aunque realmente no sabía que decir en éste momento. Me arrodille para estar junto a ella, mientras colocaba mi mano derecha en su hombro en un intento de mejorar su ánimo, aunque sea un poco. "Tarde o temprano alguien se tendría que enterar. Y es como dijo Yang, no estás haciendo nada malo. Simplemente estás disfrutando de tu intimidad. Incluso Ozpin parecía de acuerdo".
"Ozpin dirá lo que todos quieren oír. Estoy segura que solo dijo eso para no quedar mal contigo". Ella responde, con una mueca de disgusto en su rostro.
"Puede que sea así, pero eso no quita que sea verdad. No le debes explicaciones a nadie. Eres una mujer adulta, disfrutando de su sexualidad. No hay nada de malo en éso".
Ella me mira por unos segundos, procesando mis palabras lentamente. Hasta que una expresión resuelta se forma en su rostro. "... Tienes razón... No le debo explicaciones, no a Ozpin, ni a Glynda, ni a Qrow. Es más, me da igual lo que cualquiera tenga que decir, ¡Haré lo que quiera con mi vida!". Ella se levantó, con el puño en alto, mientras exclamaba con resolución aquellas palabras.
No pude evitar soltar una pequeña risa ante esto. No sabía cómo lo hacía, pero Summer podía ser muy adorable cuando se lo proponía.
Sin embargo, nuestro momento a solas se vió interrumpido cuando justo en medio de la sala en dónde nos encontrábamos, apareció un vórtice rojizo. La realización sobre de qué se trataba llegó justo a tiempo para esquivar un corte que salió dirigido a mí. Summer y yo saltamos a tiempo para evitar un segundo corte, el cuál rebanó el sofá en el que Summer estaba antes.
Mi corazón latía rápidamente ante el peligro. No necesitaba decir quién era la persona frente a nosotros. Aquella mujer que ya me había atacado antes había vuelto.
"Raven...". Summer pronunció el nombre de la mujer con frustración y enojo.
Raven solo le dedicó un segundo a mirar a Summer, antes de enfocar su atención en mí. La espada en su mano derecha descansó en su hombro, mientras ella me dirigía una mirada que parecía aburrida, pero que escondía un matiz de molestia y rabia pura. Ella me apuntó con su espada, obligándome a estar completamente alerta ante cualquier movimiento.
"Nos volvemos a ver... Maldito mocoso". Sus palabras salieron sin un ápice de buena intención hacía mí. Estaba claro que ella quería terminar lo que no pudo antes.
"¡Raven!. ¡¿Qué creés que haces en mí casa?!". Summer preguntó con molestia, dispuesta a enfrentar a la invasora. Sin embargo, tuvo que quedarse en dónde estaba cuando Raven le apuntó a ella con su espada.
"No te entrometas, Summer. Tengo asuntos pendientes con este maldito bastardo que decidiste adoptar".
"T-tú... Tú no puedes venir aquí y amenazar a alguien de mi familia. ¡Lárgate!".
"Je... Ya te encariñaste con él a ese nivel. Realmente te sedujo completamente... Pobre de tí. Pero no te preocupes, vengo a ponerle fin a ésto. Voy a matarlo y terminaré con cualquier magia extraña que haya usado contigo".
"¡¿De qué estás hablando?!. ¡Estúpida loca!". Summer quería seguir, intentar cualquier cosa para detener a la mujer peli negro, pero la espada que esta llevaba le impedía acercarse demasiado. Quizás su Aura pueda protegerla en gran parte, pero Summer estaba desarmada y en una sería desventaja.
Por lo tanto, era mi obligación actuar.
[ MODIFICACIÓN CORPORAL. (Activada).
-200. MANA.
-200. MANA. ]
Mi transformación no había terminado por completo cuando me lancé contra Raven. Mis músculos crecieron, hinchándose enormemente, rasgando mi ropa. Protuberancias óseas cubrieron mis nudillos y uñas, reemplazando estas por algo más similar a garras. Mientras, yo lancé un puñetazo hacía la mujer frente a mí, intentando golpearla y dejarla fuera de combate lo más rápido posible.
Sin embargo, ella demostró ser tan capaz para el combate como sospechaba. Usando su espada para bloquear mi puño, aunque esforzándose visiblemente en ello.
Un segundo puñetazo viajó hasta ella, el cuál ella esquivó, sin embargo, eso era algo que esperaba. Moviendo mi cuerpo con rapidez, logré tomarla del rostro, para completa sorpresa de ella. Sin esperar ni un segundo, la lancé a través de la ventana, sacándola de la casa.
"¡Busca tu arma!". Le dije a Summer, mientras corría detrás de Raven, sin intención de darle oportunidad de entrar nuevamente.
Cuando salí de la casa, la ví a varios metros, poniéndose de pie nuevamente, mientras su expresión se tornaba en una mueca aún más molesta. Ella apretó su espada en su mano, mientras se giraba lentamente para mirarme. Ni siquiera se molestó en limpiar la suciedad en su ropa. Todo lo que hizo fué ponerse en guardia contra mí.
"Éso te va a costar, mocoso...".
Resoplé ante su amenaza. "Eso debería decirlo yo. Vienes aquí otra vez, intentando matarme... No sé qué pretendes, pero no voy a quedarme mirando, esperando a que me mates. Y mucho menos que amenaces a Summer".
Yo también me preparé para atacar. Summer aún no había aparecido, por lo que debía hacer tiempo hasta que llegara. Podía hacerlo, ya había peleado con ella antes. Y aunque no destaqué tanto, tenía una idea de cómo peleaba está mujer. Podía retenerla lo suficiente.
Ambos nos miramos, expectantes de cualquier movimiento que el otro pudiera realizar. La tensión era prácticamente palpable en el aire. Pero contrario a lo que cualquiera de los dos hubiera esperado. La tensión se rompió cuando ambos vimos a Summer saliendo de la casa, desarmada, mientras caminaba de forma lenta pero decidida hacía Summer.
"Summer... ¿Qué haces?". Ella ignoró mi pregunta, siguiendo su camino.
Raven la miró confundida, confusión que pasó a nerviosismo cuando vió que Summer se estaba acercando peligrosamente a ella. Ignorando el hecho de que Raven seguía armada y le estaba apuntando con dica espada.
Summer se cruzó de brazos cuando estuvo frente a Raven. Ella se tomó unos segundos para mirar fijamente a la mujer frente a ella. Hasta que finalmente hizo una pregunta. "¿Por qué, Raven?".
Raven pareció desconcertada por aquella pregunta. Y no podía culparla, yo tampoco entendía bien esta situación.
No tenía idea de que estaba planeando Summer con ésto, pero debía estar preparado para lo peor. Si Raven hacía algún movimiento extraño, atacaría. Y solo por si acaso, invoqué uno de mis clones, para que fuera rápidamente a buscar mi arma. Incluso si no tenía munición, serviría para pelear contra ella.
Sin embargo, parecía que este no sería el caso. En lugar de atacar, Raven miró entre Summer y yo, pareciendo completamente perdida. "¿Qué estás-...?".
"Quiero saber el motivo por el que te fuiste. Que te llevó a abandonar todo, con tal de volver a esa tribu de bandidos. Quiero saber la razón por la que simplemente te fuiste sin decir nada, Raven". Su exigencia fué clara. Su tono no parecía dejar margen a ninguna excusa. No era una súplica como la vez anterior, Summer parecía estar decidida a conseguir respuestas ésta vez.
Raven la miró con una mezcla de sorpresa y confusión. Para luego soltar un suspiro de hartazgo. "¿Enserio sigues con éso?. ¿Qué importa el motivo?. Aunque te lo contara, ninguno de ustedes me habría hecho caso... Están demasiado embobados con las mentiras de Ozpin".
"¿Ozpin?...". Pregunta Summer con incredulidad. "La razón por la que te fuiste, ¿Fué por Ozpin?".
"Ya te lo dije, no tiene sentido contarte...".
"¡Por supuesto que lo tiene!. ¡Nos abandonaste, Raven!. Al menos dame un motivo por el que lo hiciste. Al menos así no pensaré que simplemente nunca te importamos". La voz de Summer parecía ligeramente quebrada al final. Quizás por miedo a que aquella posibilidad sea real.
La expresión de Raven se volvió complicada, una mezcla de culpa, ira y arrepentimiento. " ... No tiene sentido...".
"¡Claro que lo tiene!".
"No, estoy que la causa por la que Ozpin dice luchar, no tiene sentido...".
Ahora fue el punto de Summer y yo sé estar confundidos. "... ¿A qué te refieres?".
Raven soltó un resoplido desdeñoso mezclado con una risa. Cómo si estuviera explicando algo básico que escapaba de nosotros. "Salem no puede morir...". Raven guardó su espada, mirando a Summer fijamente sin un apice de el nerviosismo que tenía antes. "Es imposible matarla, Summer... Por éso me fuí. Ozpin nos mintió, nos engañó con sus discursos sobre salvar a la humanidad, pero la verdad es que no podemos hacer nada contra Salem".
Summer se quedó en shock por unos segundos. Asimilando las palabras de Raven. Ésto hubiera sido sorprendente para mí también, de nos ser por un detalle. La diosa me había asegurado que si era posible matarla. Mientras yo pueda seguir haciéndome más fuerte, podré llegar a matarla.
Está misma conclusión pareció llegar a Summer, ya que ella volteó a mirarme. Su expresión paso de preocupación a confianza, posiblemente recordando que la diosa también le había asegurado lo mismo. Ella volteó hacía Raven, la cuál parecía extrañada por el cambio tan rápido de actitud de Summer.
"¿Quién te dijo que era imposible?".
Cómo si se sintiera ofendida por la pregunta, Raven contestó con enojo. "La reliquia del conocimiento... ¿Te suena de algo?".
"¿La reliquia...?, ¿Cómo pudiste entrar en la bóveda?. Solo las doncellas pueden abrir las puertas".
"¿Qué importa cómo entré?. Lo que importa es que Ozpin nos mintió. A tí, a mí, al idiota de mi hermano... A Tai. Y éso le costó la vida...".
"¿Ahora te preocupas por él...?". La pregunta de Summer descolocó a Raven. "Lo abandonaste mucho antes de esa misión. No tienes derecho a culpar a nadie por su muerte".
"¡¿Acaso me estás escuchando?!. Todo lo que Ozpin dijo-...".
"Sí. Te escuché la primera vez. Sin embargo, que importa. Incluso si la reliquia dijo que no podemos matarla, hay alguien que puede".
"¿Qué...?". En éste punto Raven parecía completamente perdida con las palabras de Summer. La cuál no se molestó en responder la pregunta, en su lugar ella simplemente me miró. Raven siguió su línea de visión, dándose cuenta de lo que implicaba. "¿Él...?".
"Gray fué traído aquí por una diosa aparte de los dioses hermanos. Él puede hacerse más fuerte, tanto que eventualmente podrá derrotar a Salem, de una vez y para siempre".
"¿Una diosa...?". Raven repitió aquellas palabras, sin terminar de procesar lo que escuchaba. "P-pero... No es posible...".
"Lo creas o no, esa es la verdad. Gray no es un sirviente de Salem. Es de hecho su mayor enemigo. Y si lo que dices es verdad, el único que puede matarla".
El cuerpo de Raven parecía temblar ligeramente. Su expresión, de completa incredulidad. Era como si una gran verdad le fuera revelada. O más bien, como si una gran mentira en la que ella misma se había convencido de creer, fuera destrozada. Ella cayó de rodillas, incapaz de sostenerse sobre sí misma.
Ya no había ningún indicio de aquella confianza que exudaba antes. Ahora parecía una mujer frágil, completamente perdida, sin saber que hacer. Casi sentía lástima por ella... Casi.
Independientemente de cómo luzca ahora, no quitó el hecho de que ella ya intentó matarme dos veces.
Mi clon llegó, habiéndose tomado su tiempo, ya que ambos queríamos saber cómo se desarrollaba está conversación entre ella. Pero ahora, no había ningún motivo para seguir sin hacer nada. Mi clon corrió hacía Raven, con el arma en su forma de hacha, dispuesto a acabar con esta mujer de una vez.
Cosa que ambas notaron. Sin embargo, para sorpresa de todos, fué Summer la que se interpuso en el camino. Impidiendo que mi clon pueda atacar.
"¡Espera!... No la mates".
"Intentó matarme dos veces, Summer. Te atacó. Ésta mujer es una amenaza". Dije, caminando hacía ella. Incluso ahora, mi clon se mantuvo en guardia, observando cualquier movimiento que Raven pudiera hacer.
"Lo sé, pero... No puedes matarla. Sé que ella puede cambiar".
Miré a Summer con incredulidad ante sus palabras. Sabía que ella estaba apegada a Raven por ser su compañera en la escuela, pero claramente esta mujer ya no era la misma que conoció. Lo que es más, era miembro de un grupo de bandidos. ¿Que garantía había de que ella no vendría luego con refuerzos a matarme finalmente?.
"Summer, ella no está interesada en cambiar. Si lo estuviera no habría desaparecido por tantos años...". Intenté argumentar, pero la expresión decidida de Summer me dijo que eso no funcionaría. Solté un suspiro. "... Summer, sé que aún le guardas aprecio, pero ella no lo merece. Déjame acabar con ella".
Mis palabras parecen horrorizar a Summer. Ella procede a darme una bofetada que nos sorprende nuevamente a todos. Por unos segundos, no sabía qué pensar sobre esto. Realmente no dolió, pero el impacto del gesto en sí me sorprendió lo suficiente.
"Gray... Tú no eres así. No puedes decir algo como éso. Incluso con todo lo que ella hizo, sigue siendo una persona. No puedes simplemente matarla".
Sus palabras dan vueltas en mi mente por unos segundos, hasta que me doy cuenta de algo. Estoy demasiado calmado. 'La mente del jugador'. Pienso. Por eso estoy actuando de forma tan fría sobre la vida de Raven. Ni siquiera me había dado cuenta de cómo está habilidad me estaba afectando hasta que recibí la bofetada de Summer.
Suelto otro suspiro, dejando que la habilidad se desactive. "Perdón... Tienes razón. No debería hablar de esa manera sobre matar a alguien... Pero aún así, ella intentó matarme y a tí también. No podemos dejarla libre".
Eso pareció ser mejor para hacer entrar en razón a Summer. Ahora ella miró a Raven con una mirada compasiva. Quizás entendiendo que lo que yo decía era verdad.
"Deja que tú mocoso me mate...". Las palabras de Raven nos sorprendieron a ambos. Se veía derrotada. Podría haber escapado en cualquier momento de nuestra conversación, pero no parecía tener la voluntad de hacerlo. "¿Qué caso tiene?... Todo lo que hice... Todo... Fué un error... Deja que acabe conmigo...".
Summer se giró hacía Raven, cruzándose de brazos mientras la veía fijamente. "¿Vas a rendirte?. ¿Así como así?. Esa no es la Raven que yo conocí. La Raven que conocí no se hubiera rendido solo por algo como esto".
Raven pareció enojarse con las palabras de Summer. O más bien, frustrarse. "¿No trates de hacerte mi amiga otra vez?. ¿No lo entiendes?. Todo por lo que peleé, todo lo que abandoné, todo... Fué por eso... Jinn me dijo que nadie podía derrotar a Salem, así que simplemente... Huí... Abandoné todo por intentar sobrevivir de algo que pensé era inevitable y ahora aparece este chico y dices que puede matar a Salem... Entonces, ¿Qué caso tiene?... Ya no tengo nada. Mátame o deja que él lo haga".
En lugar de hablar, Summer se acercó a Raven, arrodillándose junto a ella. Para acto seguido colocar una mano sobre uno de sus hombros. "No voy a matarte, Raven... Vivirás con ese error y tratas de repararlo como puedas... Y yo estaré ahí para ayudarte".
"... ¡¿Por qué...?!". Preguntó. Casi como una súplica. "¿Por qué estás tan apegada a mí... Los abandoné, tú misma lo dijiste... Abandoné a todos...".
"Sí... Lo hiciste. Pero aún así, te ayudaré... Porque eres como la hermana que nunca tuve... Y como una buena hermana, es mi deber ayudarte a encontrar el camino correcto otra vez". Summer le sonrió. Tan radiante que casi provoca que Raven empiece a llorar, incapaz de controlar las emociones que estaba sintiendo.
Suspiré. Incluso si lo me gustaba, debía dejar que Summer haga lo que considere correcto. No era mi lugar decidir. Así que simplemente me crucé de brazos, girándome hacia el lado opuesto. Dando por resuelta ésta situación.
Solo para ver a Yang y Ruby llegando a la casa.
La rubia miró la escena frente a ella con completa incredulidad. La mochila sobre sus hombros cayó al suelo. Mientras ella era incapaz de pronunciar ninguna palabra. Summer y Raven notaron la llegada de ambas y no hizo falta decir que en ese momento nadie sabía que decir.
Hasta qué, para sorpresa de todos. Yang caminó hasta donde estaba mi clon, tomando el arma en sus manos. "Mamá, apártate de esa mujer...".
Y la situación volvió a complicarse otra vez...
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.
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Fin—.
Hmm… realmente no se que decir está vez. El capítulo estaba listo hace dos días, pero hay partes que no me terminaron de convencer, incluso ahora. Pero estoy muy enfermo para ponerme a reescribir algo.
Así que bueno, se quedará así.
Espero les haya gustado y si no, escucho sugerencias. Aprecio más los comentarios que las piedritas.
En fin. Hasta el siguiente capítulo.
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