Blake se acostó boca abajo sobre la cama de su habitación. Soltó un largo suspiro, antes de que una pequeña sonrisa avergonzada adornara sus labios. Ella se acurrucó contra la almohada, gritando de emoción. Algo que no hacía en público, sin embargo, aquí, en la soledad de su habitación se sentía lo suficientemente segura para expresar libremente su alegría.
Ella jamás lo admitiría ante nadie, pero se sintió realmente decepcionada el día anterior, cuando no encontró al chico lindo de la cafetería. Cuando fué nuevamente al establecimiento, se encontró con la noticia de que él había faltado por temas personales.
Ella no preguntó el motivo, ya que no era de su incumbencia, pero no quitó que estuviera decepcionada. Así que, cuando se lo encontró hoy, no pudo evitar sentirse satisfecha. Incluso más aún cuando él, activamente le había pedido que lo acompañara. Haciendo más llevadero el hecho de estar rodeada de tantas personas.
No le gustaban las multitudes. No es que no pudiera tolerarlas. Pero se sentía incómoda rodeada de tantos humanos. Aún cuando su tapadera no había sido descubierta.
Blake llevó su mano derecha hasta el moño sobre su cabeza que cubría sus rasgos Faunos. Tirando levemente de este, ella deshizo el nudo, dejando libres al fin el par de orejas de gato del mismo color de su cabello.
Se permitió moverlas libremente, sintiéndose aliviada de no tener que ocultarlas. Al menos dentro del lugar seguro que era su habitación de hotel. Incluso si no era tan lujoso, al menos en este lugar no tenían ningún problema con alguien como ella. El dueño también era un Fauno. Un conocido de otro Fauno amigo de ella, el cuál tenía una pequeña tienda de libros que solía frecuentar.
Ella tomó su Scroll, mirando nuevamente el número de contacto del chico tan encantador que trabajaba en aquella cafetería. La tentación de llamarlo ahora mismo la invadió, pero eso sería algo demasiado apresurado e impulsivo. Aún no estaba en un nivel tan cercano a él para éso.
"Pero pronto...". Se dijo a sí misma.
Primero haría lo que le había prometido, le enviaría algunas recomendaciones de libros que seguramente le gusten. No lo conocía tan bien como para decir con certeza lo que a él le gustaría, pero conocía algunos libros buenos para alguien que se estaba iniciando en la lectura como hobby.
Luego, ambos podrían hablar de esos libros. Conociéndose un poco más en el proceso. Luego, ¿Quién sabe?. Quizás el la invite a comer nuevamente. Llevándola a ese mismo restaurante de sushi... Aunque a él no parecía gustarle demasiado el sushi...
Entonces quizás la invitaría a un lugar que a él le guste. Incluso con sus preferencias, ella no era quisquillosa con la comida... No demasiado.
Luego podrían hablar con más frecuencia. Y luego quizás él la invitaría a salir. No pudo evitar reírse de forma soñadora ante aquella posibilidad.
Blake miró su mano derecha, recordando el leve cosquilleo que sentía cada vez que tocaba a Gray. Jamás había sentido algo similar. Ni siquiera con Adam...
Un pequeño malestar inundó su estómago al recordar al chico pelirrojo. Aunque rápidamente ese malestar se fué al recordar nuevamente al encantador camarero de la cafetería.
Ella besó el dorso de su mano, imaginando que era Gray quién la besaba. Se preguntó si sus besos se sentirían tan bien como se sentía al estar cerca de él. O sus abrazos. ¿Cómo se sentiría ser abrazada por sus grandes brazos, sintiendo sus latidos tan cerca de ella?.
No sabía si lo que sentía era amor, pero quería creer que sí. Quería que un chico tan encantador, en el buen sentido, se fijara en ella. No como Adam, que tenía un encanto peligroso, siendo carismático en un sentido oscuro. Gray parecía tener un encanto diferente, como si simplemente fuera alguien bueno.
Sabía que no había personas realmente buenas, pero al menos quería creer que Gray era un buen chico. Un chico que era realmente tan amable como se mostraba.
Se preguntó si él tendría algún problema con que ella sea un Fauno. No quería pensar en eso, pero siempre existía la posibilidad de que Gray tenga alguna clase de prejuicio contra los Faunos. Sería bueno saberlo, antes de que ella se ilusione demasiado con el cómo podría ser él de novio.
Quizás se estaba apresurando al imaginar alguna clase de relación con él. Pero soñar no dañaba a nadie. Y quería creer qué, al menos a él le agradaba ella. Si no, no entendía por qué iría tan lejos como para invitarla a comer a un lugar desconocido para él, en lo que básicamente había sido una cita. Quería creer qué, al menos él la veía como una nueva amiga.
"Una que puede volverse algo más...". Volvió a murmurar con una pequeña sonrisa.
Finalmente decidió pararse de la cama, debía buscar esos libros que le recomendaría a Gray. Se los llevaría mañana mismo.
"Aunque mañana es sábado...". No pudo evitar sentirse decepcionada ante ese pensamiento. Dudaba que él fuera a trabajar mañana. Quizás tenía cosas que hacer. "Quizás si debería llamarlo...". Ella volvió a mirar su Scroll. La tentación de llamarlo volvió, más fuerte que antes. Pero logró anteponerse. No debía ser impaciente.
Ya llegaría su momento.
.
.
.
"Finalmente en casa...". Murmuré al entrar por la puerta. No es que estuviera agotado, pero trabajar se podía volver cansado, por mucho que disfrutaras de el.
Pero ya había terminado por hoy. Y mañana era sábado. Así que tendría mi cita con Yang, la cuál insistió, por algún motivo, que sea justamente en mi lugar de trabajo.
Aún no entendía por qué, pero tampoco pretendía entender cómo pensaba Yang todo el tiempo. Quizás la razón sea tan simple y evidente que jamás se me pasaría por la mente.
Ahora que lo pienso, debería pasar más tiempo con Ruby. Incluso cuando ella tomó el valor de confesarse, parece que ella no toma la iniciativa sobre el tiempo que pasa conmigo. Aunque también es culpa mía. Puedo clonarme a mi mismo y sin embargo, no uso esa habilidad tanto como debería. Aún cuando mis clones son más cómo extensiones de mi propia conciencia, que entidades aparte.
Esto incluso podría extenderse a mi entrenamiento. Podría simplemente clonarme y entrenar en todo lo que necesite. No sé por qué, a pesar de haber tenido esa idea antes, aún no lo hago.
¡Maldición!. Estoy desperdiciando mucho tiempo que podría aprovechar con este poder.
Activé la habilidad de clonación. Haciendo aparecer dos copias mías. No necesitaba darles órdenes. Ambos eran yo, sabían perfectamente lo que debían hacer.
Caminé dentro de la casa, viendo que Summer estaba en la cocina. Ella se percató de mi presencia, sonriéndome.
"Hola, Gray. Ya llegaste".
"Hola, Summer...". Me acerco a ella para darle un corto beso en los labios, el cuál ella aceptó gustosamente. "¿No es muy temprano para estar preparando la cena?".
"Ah. Pues, estaba aburrida aquí sola y quise hacer algo".
"Cierto... Lo siento, por éso. Pero quizás podrías buscar algún pasatiempo. También estaba pensando en mejorar más mi capacidad de clonarme, así podría aumentar el tiempo que duran y mandarlo al trabajo para quedarme contigo-".
"¡Hazlo!. ¡Por favor, hazlo!". Antes de que yo pudiera terminar de hablar, ella prácticamente se había abalanzado sobre mí. Agarrando mi camiseta de forma casi desesperada.
Solté una pequeña risa algo culpable. "No sabía que me extrañabas tanto durante el día".
"Por supuesto que te extraño...". Ella me abraza, descansando su cabeza sobre mi clavícula. "Me siento muy sola aquí durante todo el día...".
La culpa que sentía no hizo más que crecer. La rodeé con mis brazos, disfrutando del aroma de su cabello. "Lo siento. Prometo compensarlo. Trataré de mejorar la habilidad lo más rápido posible para poder enviar a los clones a trabajar y quedarme aquí".
Ella solo asiente, respirando lentamente mientras parecía demasiado cómoda con la posición en la que estaba. Hasta que finalmente dijo algo que me sorprendió. "Por cierto, finalmente hablé con Raven... Ahora tengo que hablar con Ozpin por algo que ella dijo".
"¿Qué dijo ella?".
"... Te lo diré cuando hable con Ozpin. No quiero sacar conclusiones aún. En cuanto hable con él, te lo diré, lo prometo".
"Está bien".
Summer soltó una pequeña risa antes de continuar. "Por cierto, parece que Raven también te extraña".
Eso me sorprendió aún más, aunque de una manera diferente. "¿Estás bromeando, verdad?".
"Ella no lo dijo, pero es obvio que así es...". Una sonrisa traviesa adorna sus labios. "Me pregunto cómo se lo hiciste, para que ella ya esté así por tí".
"...¿Quieres saber?". Le susurro al oído.
La sonrisa traviesa en su rostro creció al escucharme. Sus manos temblaron ligeramente mientras parecía fantasear con las posibilidades, mientras su respiración se volvió más pesada. Sus mejillas se tornaron rojas y su mirada se llenó de un deseo primitivo. Estaba claro cuál sería su respuesta.
[... Estado — EXCITADA (Alto) ... ]
"¿S-si~...?".
.
.
.
Era extraño escucharte a tí mismo teniendo sexo en una de las habitaciones, mientras estabas afuera de la casa, sentado en el suelo, intentando mejorar el control de Aura. Siendo consciente de ambas perspectivas, mientras al mismo tiempo tenías una tercera perspectiva de ti mismo haciendo entrenamiento físico.
Solo escuchándolo así, cualquiera podría pensar que no podrías concentrarte en ninguna de las cosas que hacías, sin embargo, era todo lo contrario. Era como si fuéramos seres separados, pero extrañamente, con una misma consciencia. Unida mediante algún tipo de conexión que nos permitía cierta autonomía. Pero siendo todos un mismo ser.
Nuevamente, era algo extraño.
"Ciertamente lo es".
Me sorprendió escuchar aquella familiar voz. No sólo porque tenía varios días sin oírla, si no porque nunca pensé que la escucharía desde el cuerpo de un clon.
"Incluso si solo eres una copia de mi pequeño mortal, sigues siendo mi pequeño mortal". Ella respondió a la pregunta no formulada. Riéndose, como si lo que hubiera dicho fuera algo obvio. "Es porque es algo obvio".
Solo solté una resoplido divertido. Ni siquiera planeaba discutir con ella.
"¿Estás disfrutando de la vista?". Pregunté.
"Bastante". Respondió ella, con lo que parecía una emoción genuina. "Te dije que tenías que hacer tuya a esa mujer. Es toda una ninfómana".
Solo pude asentir distraídamente, siendo consciente de cómo yo estaba obliterando a Summer sin piedad, mientras ella suplicaba por más. Todo mientras jugábamos a ése juego de dominación que había tenido con Raven, aunque en el caso de Raven no fué precisamente un juego.
"Sin embargo...". Comenzó la diosa. "Me pregunto cuando te animarás a llevarlas a todas a la cama al mismo tiempo...".
"Yo-...". No pude evitar avergonzarme ante aquella idea. No diría que no se me pasó por la mente, pero nunca se lo propuse a ninguna, ya que no estaba seguro de que reacción tendrían. Yang y Ruby se querían como hermanas, y Summer y Ruby eran madre e hija. No creo que esa idea sea siquiera factible para ellas.
"¿Qué hay de la rubia y la mujer?".
"Yang y Summer...". Antes, mi respuesta hubiera sido la misma, eran madre e hija, sin embargo, sabiendo que la verdadera madre de Yang era Raven, no estaba del todo seguro.
"La rubia ya tiene pensamientos lascivos con la mujer, y la mujer, bueno, solo le falta un pequeño empujón en la dirección correcta"
Realmente no debería hacerle caso a la diosa. Ésto simplemente era demasiado. Tenía miedo de que si era muy codicioso con las chicas, ellas terminarían enojandose, o peor, abandonandome. Sin embargo, algo dentro de mí, muy en el fondo, me decía qué; ¡Al diablo todo. Quiero follar con las tres al mismo tiempo!.
"Se que quieres, mi querido mortal...". Me estremecí un poco al escuchar como ella parecía susurrar directamente en mi oído. "No tienes que negar tus deseos. Vé con todo y llévalas a las tres a la cama".
[ NUEVA MISIÓN.
Lleva a más de una mujer a la cama al mismo tiempo.
RECOMPENSAS
+ 1 NIVEL.
+ HABILIDAD ACTIVA.
+ MAXIMIZAR UNA HABILIDAD A ELECCIÓN.]
"Y mira que coincidencia".
Vi como Yang y Ruby se acercaban, caminando tranquilamente hasta donde estaba. Me puse de pie para recibirlas a ambas con un abrazo, acurrucandolas a ambas contra mí.
"Hola Gray. ¿Que hacías ahí tirado?". Preguntó Yang, separándose un poco del abrazo.
"Estaba practicando mi control sobre mi propia Aura". Respondí, acariciando el pelo de Ruby mientras ella seguía pegada a mí.
"¿Y dónde está mamá?". Pregunta ahora Ruby.
"Arriba...". Responde el otro clon, llegando hasta donde estábamos. "Con... Uno de nosotros".
Ambas tardaron unos segundos en comprender, pero finalmente, la realización de lo que implican esas palabras llega. Un enorme sonrojo adorna sus mejillas, ganándose una risa de ambos yo.
"Aún falta un rato para que Summer termine allá arriba...". Empiezo el yo que abrazaba a Ruby. "¿Qué tal si damos una vuelta mientras?".
Ruby no se resiste. Decidiendo que estaba demasiado avergonzada con el hecho de tener a su madre teniendo sexo mientras ella estaba en la misma casa.
Con eso, solo quedamos Yang y el otro yo. Yang parecía avergonzada, pero había algo más en su mirada. Curiosidad. No pude evitar pensar en lo que la diosa le había dicho al otro yo. Que Yang tenía pensamientos sobre Summer. Pensamientos lascivos. Lo cuál me dió una idea.
"¿Quieres verla...?". Le pregunto, acercándome lentamente a ella con una sonrisa llena de picardía. Su sonrojo creció aún más, sin embargo, ella ni siquiera hizo el intento de negar mi propuesta. En su lugar, ella parecía estar considerando seriamente la idea.
Por lo qué puse mis manos suavemente en sus hombros y la guíe dentro de la casa. Ambos caminamos lentamente por la sala, hasta llegar a las escaleras. Ahí ya se escuchaban los sonidos lascivos de Summer y yo mientras lo hacíamos. Lo que sólo hizo que Yang se avergonzara aún más.
A medida que subíamos las escaleras, Yang parecía más insegura sobre lo que hacía, sin embargo, el hecho de que yo esté con ella parecía ser suficiente para que ella continuara.
Finalmente llegamos hasta la puerta de la habitación de Summer. Los sonidos húmedos de ambos cuerpos chocando contra el otro eran más claros que nunca. Lo único que nos separaba era una puerta de madera, la cuál abrí lentamente, dejando sólo el espacio suficiente para que Yang pueda ver claramente lo que sucedía ahí dentro.
Summer completamente desnuda, recostada boca abajo sobre su cama, aferrándose desesperadamente a las sábanas, mientras mi yo original estaba detrás, también desnudo, sosteniendo sus caderas mientras empujaba mi entrepierna con fuerza contra su enorme culo.
Summer gemía como un animal, inconsciente de que estaba siendo observada por su propia hija. Demasiado sumida en el éxtasis para percatarse de nada más que el placer que yo seguía enviando a su cuerpo.
El yo original miró en nuestra dirección, sonriéndole a Yang, para aún más vergüenza de esta. Él bajó su cabeza hasta el oído de Summer, susurrándole algo. Summer volteó la cabeza en nuestra dirección con confusión, la cuál se tornó en vergüenza al ser consciente finalmente de quién la estaba viendo.
Ella intentó ponerse de pie, sin embargo, mi yo original no se lo permitió. "¡G-Gray...!". En lugar de éso, él aumentó la intensidad de sus embestidas. Lo que hizo que Summer se estremezca con fuerza.
Summer se tapó la boca con ambas manos al ver cómo su madre gemía con más fuerza. Incapaz de controlar su voz al sentir el inmenso placer que seguía invadiendo todo su ser. Ella tragó, y parecía algo indecisa sobre que hacer. Yo la tomé de los hombros, invitándola a entrar en la habitación.
Yang parecía insegura al principio, pero luego de ver nuevamente a su madre, ella decidió entrar. Ambos caminamos lentamente hasta estar frente a la cama de Summer. Mi yo original tomó a Summer por los brazos y la levantó hasta que ambos estuvieran de rodillas sobre la cama. Con Summer mirando justo hacía nosotros.
La vergüenza creció nuevamente en la cara de Summer, ella intentó voltear la vista, pero mi yo original tomó su rostro con una de sus manos, llevándola a mirar nuevamente a su hija frente a ella. La cuál aún parecía no poder creer lo que veía.
"Y-Yang... No... Nngh~... Por favor... ¡Aaah~!... ¡No mires!".
A pesar de sus súplicas, Yang parecía incapaz de mirar a otro lado. El sonrojo en su rostro solo era comparable a lo excitada que parecía estar. Ella no pudo evitar que sus manos bajaran a su zona inferior, hasta su zona íntima. Yang parecía sumida en un trance, incapaz de ver a ningún otro lado que no sea frente a ella, mientras sus manos jugaban frenéticamente con su intimidad.
Por algún motivo, ésto pareció excitar aún más a Summer, ya que mi yo original sintió como ella apretaba aún más contra su miembro.
Mi yo original abrazó a Summer por debajo de sus pechos, embistiendola con incluso más fuerza. Los pechos de Summer rebotaban con cada empuje, mientras su voz parecía casi ronca por sus constantes gemidos. La visión de cómo su vientre se abultaba con cada empuje, mientras mi pene removía su interior era casi hipnótica.
Nunca lo había hecho con Yang con tanta intensidad, pero estaba seguro que está visión frente a ella despertó su curiosidad.
"Haaahh~. Aaah~. Nghh~. Mnnhh~. ¡Oooh~!. Me corro... ¡Me corro~!. ¡Aaaaaahh~!".
Summer finalmente alcanzó su límite. Su cuerpo se estremeció con fuerza, mientras sus jugos vaginales fluían cuál cascada contra las sábanas, empapando la entrepierna de mi yo original. Este no tardó en correrse también. Con un último empuje, este descargó todo en el interior de Summer. Los chorros salieron disparados directamente en el útero de Summer, inundando su interior por completo. Su vientre se hinchó a medida que las gruesas descargas continuaban, cayendo desde su coño hasta las sábanas, mezclándose con los propios fluidos íntimos de Summer.
Cuando finalmente el clímax de ambos terminó, mi yo original sacó su pene del interior de Summer, dejando que todo el semen dentro de ella saliera. Summer gimió y jadeó pesadamente. Parecía pérdida en el éxtasis, tanto que no opuso resistencia cuando Yang se acercó aún más a ella, tomando sus mejillas lentamente con ambas manos, para acto seguido acercar su rostro contra el de ella.
Lo que le siguió fué un beso tan pasional y lleno de lujuria que nos sorprendió a los tres. Yang no se contuvo en lo más mínimo. Llevando su lengua dentro de la boca de Summer, en un intercambio húmedo que fué suficiente para que ella se olvide del éxtasis que sentía debido a la sorpresa. Sin embargo, el placer tomó nuevamente sus sentidos. Aún demasiado sensible luego de la sesión con mi yo original, ella no pudo hacer más que jadear en los pocos momentos que Yang se tomó para respirar.
Yang bajó sus manos hasta los grandes pechos de Summer, apretandolos mientras profundiza aún más el beso entre ella y Summer.
Summer jadeó profundamente cuando finalmente se logró separar de Yang, intentando recuperar el aliento mientras intentaba decir algo. "Y-Yang... Espera... ¡Espera-!".
Sin embargo, Yang hizo caso omiso a su madre, bajando su rostro hasta los pechos de Summer. Ella llevó sus labios hasta sus pezones, empezando a chuparlos ávidamente mientras de éstos empezaba a brotar un poco de la leche materna de Summer.
"¡Haaah-!... Dioses, ésto es... ¡Aaah~!". La leche de Summer chorreó cuando Yang apretó sus pechos con más fuerza. Ella continuó chupando ambos pechos, demasiado sumida en su propia lujuria para prestar atención a nada más.
Por lo que no se percató cuando me acerqué a ella, arrodillandome para estar justo frente a su trasero. Ella se sorprendió cuando sintió mis manos subiendo su falda mientras bajaba sus mojadas bragas. Y se sorprendió aún más al sentir mis labios y lengua contra su coño empapado de sus jugos íntimos.
"¡Aaahh~!...". Un dulce gemido escapó de sus labios. Sus piernas empezaron a temblar ligeramente, mientras ella se apoyaba en su madre. Sus jadeos se mezclaron con sus gemidos mientras sentía como mi lengua jugaba con sus labios inferiores, provocando que de éstos salieran más de sus dulces jugos de amor.
Summer miró a su hija, abrazándola de forma casi desesperada mientras sentía como yo lamía sin parar su feminidad. Y algo despertó dentro de ella, la vergüenza y la sorpresa que sentía antes se esfumaron cuando ahora fue ella la que llevó sus labios contra los de Yang, tomándola de las mejillas mientras llevaba sus labios contra los de Yang.
No fué un beso tan desesperado como el de Yang, había una cierta ternura en el. Un cariño maternal, mezclado con un deseo prohibido. Aunque pronto la lujuria las fué consumiendo a ambas. Las dos profundizaron aún más en el beso, dejándose llevar por el deseo y la lujuria que parecían sentir la una por la otra.
Sus jadeos se mezclaron con los gemidos ahogados de cada una. Yang continúo jugando con los pechos de Summer, mientras esta continuaba besando ávidamente a Yang.
Yang parecía demasiado sumida en el cuerpo de Summer, por lo que decidí hacer las cosas un poco más divertidas. Activando mi Modificación Corporal, hice que mi lengua se extendiera hasta más del triple de su tamaño, aumentando también la viscosidad de esta.
"Ghu-... ¡¡Oooooh~!!". Ella gimió con fuerza al sentir como mi lengua se adentraba en su interior, revolviéndose de forma serpenteante. Todo su cuerpo tembló cuando mi lengua empezó a amenazar con invadir su zona más profunda.
Ella se apoyó contra los pechos de Summer, incapaz de mantener el equilibrio por sí misma. Summer la abrazó, sosteniéndola en sus brazos para evitar que pudiera caerse. Sabiendo éso, no tuve piedad con ella.
Mi lengua se movió dentro de su interior, asegurándome de lamer absolutamente todo, buscando sus puntos más sensibles. Los cuales estaban al parecer en la parte más cercana a la entrada de su coño. Por lo que enfoqué ahí mis lamidas. Sin dejar de acariciar las demás partes con mi lengua.
"Aaah~... Nnghh~... Haaah~... ¡Aaaaah~!" Sus gemidos, apenas amortiguados por los pechos de Summer resonaron en la habitación, excitandome aún más
Mis juegos con su zona más íntima continuaron hasta que sentí como ella se estremecía más a cada segundo.
"Me... Corro... Me corro. ¡Me corro!. ¡¡Aaaaaaaah~!!
Finalmente Yang no pudo soportar más, llegando al clímax con un fuerte gemido. Tuve que sostener sus piernas para evitar que terminara cayéndose cuando su cuerpo se estremeció con fuerza. Sus jugos íntimos fluyeron contra mí rostro, empapandome completamente con ellos. Cuando la cascada de fluidos de amor se detuvo, moví mi lengua lentamente fuera de su vagina.
Ella se estremeció con cada mínimo movimiento de mi lengua, jadeando pesadamente mientras sus piernas apenas podían mantenerla de pie.
Cuando finalmente saqué mi lengua de dentro de su vagina, ella soltó un suspiro mezclado con un pequeño gemido. Summer soltó una pequeña risa, acariciando el rostro de Yang con ternura. Ella volvió a darle un pequeño beso, soltando otra pequeña risa mientras miraba a su hija mayor.
Finalmente me puse de pie, Yang volteó a verme, sudada y jadeante. Pero con un deseo por continuar con lo que habíamos empezado. Lo mismo con Summer. Toda su renuencia y vergüenza se esfumaron por completo, aceptando la situación en la que se encontraba.
"Entonces...". Empezamos mi yo original y yo al mismo tiempo. "¿Segunda ronda?".
.
.
.
Fin—.
Finalmente empiezan los tríos… Aunque ésto sea técnicamente una orgía más que otra cosa. Pero bueno, detalles. Honestamente no sabía cómo abordarlos. Incluso este capitulo no sería así, pero mientras escribía, se me ocurrió ésto. Y bueno, aquí estamos. Los siguientes capítulos deberían ser puro lemon. Faltaría terminar la escena entre Yang y Summer. Además de que falta ver lo que hará Ruby en los alrededores del bosque. Y luego empezaré a hacer algo con Blake.
Y bueno, nada más. Espero que les haya gustado. Será hasta el próximo capítulo.
:3