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Chapter 36 - 36: Un mal momento.

[POV Justine Raguel]

"Eso es inhumano"

"Un monstruo"

"¿Cómo está tan tranquilo con esa matanza?"

"(Cállense)" Mi mente se sentía pesada a con cada palabra que escuchaba.

"¿Por qué ese caído sigue con nosotros?"

"Incluso para mancillar la dignidad de una Reliquias Sagrada"

"Incluso cuando ya es denigrante que le permitieran usar una Reliquia Sagrada... Para que la use de una manera tan espantosa"

"(¡Callarse!)"

"¿Y se supone que trabaja con nosotros?... ¿Acaso nunca aprendió sobre los límites que nunca debemos cruzar?"

"¿Trabaja con nosotros, dices?. Nunca fue nuestro compañero en primer lugar"

"Ja, veamos el lado bueno de esto. Luego de esto no hay manera que ese caído vuela a poner un pie en el Cielo"

¡Thund!

"""¡¿...?!"""

Un fuerte retumbar resonó en la recepción. Pero ese sonido no fue la mayor causa del silencio de los angeles reunidos.

Sino la mortal aura helada que mi cuerpo emitía inconscientemente a todos los angeles presentes causándoles un terrible miedo de volver a hablar.

Aunque creía que su miedo era más por mi inusual reacción que nunca revelaría tan públicamente... Pero ahora esas cosas no me interesaban en lo más mínimo.

Esas palabras... Esas malditas palabras terminaron rompiendo mi último hilo de paciencia que tenía por esta maldita gente.

"¿No es nuestro compañero?, ¿No pertenece aquí?, ¿Desde cuándo ustedes...?, no, ¿Quien demonios les dió el derecho de decidir eso?, no saben ni las circunstancias de este suceso... ¿Y aún así se atreven a juzgarlo?". Mis palabras salían sin piedad ni consideración de darles una voz en esto.

Incluso si alguno quiso darme la contraria a esas palabras, no le di ninguna importancia y continúe juzgando sus actitudes.

"El es nuestro compañero... Acedia pertenece aquí en el Heaven... ¿O acaso alguno de ustedes está intentando negar la decisión del padre celestial?

"¡¿..?!"

Todos los angeles temblaron con la mención de nuestro Señor. Ninguno de estos angeles reunidos se atrevería a ir en contra de esa persona.

Pero para mí, ese temblor que mostraron no es más que una muestra de lo patéticos y desgraciados que pueden ser los angeles...

"(Ja... A pesar de que criticaron y renegaron reconocer esa orden desde el comienzo, cuando se menciona al Padre Celestial no se vuelven nada más que unos malditos sin cerebro y vergüenza alguna de sus actos... ¡Es por esto que...!)" Tuve que cortar mi linea de pensamiento antes de que mi enojo me lleve a hacer cosas inútiles.

No importa cuánto tiempo pasará, cuanto esfuerzo haga o cuánto aportará Acedia al Heaven... Ellos simplemente nunca estuvieron dispuestos a aceptarlo.

"¡Dejen de perder el tiempo con charlas inútiles y averigüen como aplacar está situación! ¡¡AHORA!!" Grite esas órdenes mientras trataba de encubrir mi enojo.

Pero al parecer no pude esconderlo bien ya que al segundo siguiente se pudieron ver cómo esos angeles corrieron desenfrenados a todas direcciones con tal de desaparecer de mi linea de visión.

"Sigh..." Suspiré cansada de todo esto y di un último vistazo a la pantalla que mostraba la situación de Whitered Abyss.

"(A pesar de que dije que podías pedirme ayuda, vas y creas un desastre... No, ¿Simplemente que estaban haciendo Muriel y Aliyah para dejar que esto sucediera?)" Froté mi frente con gran frustración por como todas mis esperanzas para mantener a Acedia fuera de peligro fueron destruidos como si nada hubiera pasado.

"S-señorita Justine... ¿C-como manejará esto?"

Mire cansadamente a la chica que me había avisado de esta situación y que ahora estaba intentando seguir trabajando a pesar de estar totalmente asustada de mí.

"(Yo también quisiera saberlo... Espera)" Abrí mis ojos por la idea que surgió.

"¿S-señorita?"

"Necesito que me consigas un poco de ropa normal para la chica que está en mi oficina"

"... ¿Ropa?... ¿Señorita Justine, que piensa hacer?"

A la chica casi pareció salirle un signo de pregunta de su cabeza por mis palabras, pero no tenía tiempo para darle una explicación por lo que simplemente resumí lo que haría con una gran sonrisa.

"Iré al Vaticano a estrangular a una ángel incompetente"

"..... ¿Eh?"

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Luego de huir de las explicaciones tarde un tiempo en preparar un poco de ropa normal y viajar del Heaven al Vaticano.

Aunque la vista de sacerdotes y clérigos corriendo a todas partes me decepcionó demasiado...

"¿Ahora se dignan a hacer bien su trabajo?" sostuve fuertemente mi frente con la creciente frustración del día de hoy.

Aunque ese no fue todo el motivo de mi cansancio...

"Al fin... ¡Ropa normal!" Sienna se abrazo fuertemente a si misma con tal de sentir bien la fina tela que extrañaba desde hace días.

Pero a mí, esa actitud suya solo me molesto más.

"(Estamos aquí para verificar una grave situación ¡¡¿Y ella solo se preocupa por su ropa?!!)" la presión de mi dedo en mi frente solo incrementaba más a cada momento.

Para calmarme un poco la agarre fuertemente del cuello de su abrigo y la jale hacia el interior del Vaticano.

Mientras caminaba por los pasillos termine viendo muchas personas con expresiones muy amargas, tanto de disgusto, frustración o incluso desprecio obvio.

Ya tenía una idea del porque de sus expresiones, pero para confirmarlo termine tomando a una de esas personas.

"Responde, ¿Que sucedió para que todos tengan esa expresión?"

"¿...?, lo siento pero es información confidencial-!!" El tipo molestó termino temblando cuando le mostré la insignia de Santo inquisidor de ocho alas especial. "¡J-j-Jefa del juicio celestial!, v-vera, hace un momento el 'Fallen' llegó a las instalaciones y muchos estamos disgustados por como la iglesia aún lo protege después de lo que hizo en Withered Abyss. Oh, ¡¿Usted seguramente vino a expul--?!!" El tipo se detuvo de hablar asustado por la expresión sombria que tenía.

"¿Dónde está ahora?"

"A-al parecer lo vieron en las habitaciones de los s-santos inquisidores. Específicamente en la habitación de señorita Anna Claraval.... ¡¡Hiii!!"

"Ya veo... Gracias por la información, puedes irte ahora"

Al ver que mi rostro se oscureció más con esa información, el tipo no dudo en correr como si de su vida dependiera de ello, incluso Sienna que se mantenía serena en esta situación termino retrocediendo por miedo al frío aura que expulsaba.

Sin dudarlo me dirigí directamente a esa habitación.

Incluso ignore totalmente el como las personas que cruzaban cerca mío rápidamente cambiaban de dirección a pesar de que yo 'sonreía' con total despreocupación...

Okey, eso era una total mentira, mi estado mental estaba corriendo a mil por hora.

"(Ese tipo... Después de causar todo un caos, ¿Va directamente a la habitación de una chica?... ¡¿A veces no entiendo su ritmo de pensamiento?!... ¿Que estaba haciendo Muriel en todo este tiempo?. No... ¡¿Solo en que demonios pensaba Acedia?!... ¡¡Si hubieras querido descansar en la habitación de alguien, debería ser en la MÍA!!)"

Bien, reconozco que mis pensamientos se fueron para otra dirección de alguna manera, pero aún así tenía derecho a quejarme un poco sobre eso.

"Lo juro, si Acedia está haciendo algo extraño con esa caballero me las pagará" Inconscientemente termine soltando esa sentencia mientras giraba el picaporte de la puerta.

Y la escena me dejó impactada.

Un caído estaba durmiendo plácidamente mientras abrazaba estrechamente la cintura de dos bellas mujeres con ropas muy ligeras para el gusto de Justine.

Ella no sabía que era lo peor de todo esto, que se lo esperaba de alguna manera, que esas mujeres hayan posicionando sus cabezas cómodamente en los hombros de Acedia o que conociera a ambas mujeres...

No, todo eso era malo en si.

"Ann.. Muriel..."

""¡¡...!!"" Ambas mujeres terminaron mirándome con terror en sus ojos por mi llegada.

"¿Últimas palabras?"

"¡¡E-espera señorita Justine, esto no es lo que parece!!"

"Muriel... Nuestra comodidad anterior no nos da una gran defensa"

Muriel estaba dando todo de sí para darme una excusa plausible de esta situación, pero como Ann dijo, su comodidad mató cualquier escusa para calmarme.

"Muriel, no me importa que sucedió para que esto sucediera, en este momento, yo solo quiero arrancarlas de ahí "

No sé que tipo de rostro estaba haciendo o cuánta energía sagrada estaba expulsando en este momento. Solo supe que no era nada bonito para que incluso logrará que ambas mujeres temblaran con unos muy notorios rostros pálidos.

Sin esperar alguna explicación de su parte empecé a acercarme a ellas con una garra helada formada inconscientemente en mi mano.

O eso intenté... Hasta que sentí como mis sentidos eran apagados y caía inerte hacia adelante.

"¡Señorita Justine!"

"¡Espere señorita-!"

"¿Eh-?"

No entendí lo que sucedió en ese instante.

En un segundo sentí como la oscuridad me tragaba y mis sentidos se apagaban como si el cansancio acumulado hasta hoy me afectará y al otro instante veía como unas alas negras tomaba delicadamente mi cuerpo para al sigue momento ser jalado hacia la cama.

Solo cuando todo eso termino fue que mis sentidos volvían en si y me daba cuenta de la vergonzosa situación en la que me encontraba ahora.

De alguna manera termine acostada encima de Acedia.

"¿Eh, espera, que sucedió?" Por el nerviosismo termine intentando levantarme rápidamente, pero por algún motivo no logré hacerlo como quería... "¿Por qué no me puedo mover?"

"Es por eso que dije que había una explicación" La voz cansada de Muriel resonó a mi izquierda.

"Señorita Justine, haga lo que haga, no se mueva" Ann terminó lanzando esa advertencia por algún motivo extraño.

Cuando estaba apunto preguntar el porque de su negativismo en su voz, inconscientemente termine moviendo demaciado mi cuerpo a la izquierda para mirar a Ann.

Y con eso, sin perder un segundo, las seis alas negras de Acedia terminaron desplegándose nuevamente.

"¿Eh?"

"Mierda"

"¿Otra vez?"

Un suceso realmente extraño y vergonzoso termino sucediendo en ese momento...

De algún manera, esas seis alas se movieron hábilmente como si fueran manos y empezaron a hacer lo que quisieron con nosotras tres.

Acomodaron las sábanas de la cama, las almohadas, nuestras posiciones y además, como si no fuera nada.... ¡¿Incluso nos cambiaron de ropa a las tres como si nada?!

¡¿Esté tipo realmente está dormido o solo está burlándose?!

Desafortunadamente ese pensamiento fue olvidado en todo este vergonzoso proceso grupal debido a la impaciencia para que termine más rápido.

"""...…""" Cuando las cosas terminaron y ya estábamos con ropa verdaderamente escasas y muy pegadas al caído que fue el causante de todo esto fue que quedamos en silencio mientras aguantamos la vergüenza y pensábamos en que hacer ahora en esta situación.

O eso intenté hasta que recordé como nuestros cuerpos no respondía como queríamos y la aparente incapacidad para usar la magia. Debido a eso volví a mirar a Muriel con cansancio.

"... Entonces~, dijiste que esto tenía explicación, ¿Verdad?"

Muriel me miró con resentimiento. "... ¿Ahora está dispuesta a escuchar?"

"... En mi defensa no es que podamos hacer algo más... Además, ambas sabemos que Acedia no despertara hasta un mínimo de 6 horas"

"Eso es verdad... Sigh... Bueno, no es una historia tan larga así que-

"Cohon... Disculpen, señorita Justine y Muriel, incluso si esto es normal para ustedes dos... Para mí es un poco más complicado saben" Ann terminó hablando con vergüenza por primera vez en esta situación.

Debido a esas palabras recordé que ella también estaba en esta situación, y siendo sincera entendía su vergüenza un poco.

Según tenía entendido de las veces que venía aquí antes, sabía que Ann era relativamente cercana a Acedia, pero su relación con él no era tan concreta como la mía o la de Muriel por lo que sabía que ella se sentía ligeramente más avergonzada y cohibida que nosotras...

Además, no podía decir que terminar durmiendo en la cama abrazada con un caído en un vestido que casi mostraba totalmente su ropa interior fuera normal... Bueno... No en el caso de este caído perezoso.

Cuando estaba por disculparme con ella de parte de Acedia por ser metida en esto, termine escuchando las palabras de Muriel...

"Señorita Ann, esto no es muy frecuente para nosotras también. Además, si lo piensas bien, esto es más fácil que el desfile de ropa vergonzosa que le dimos a Acedia hace un rato, ya vez... Esos trajes extraños o el remarcado traje de conejito es mucho más vergonzoso si lo piensas bien"

"… Ah... Ciertamente... Ya lo había olvidado..."

La voz de ambas sonaba sin vida por alguna razón que desconocía... Pero aún así...

"¿Traje de... Conejita?... ¿Que demonios sucedió este día?" Mis cejas temblaban por tan pocos detalles de información que parecía demasiado importante como para dejarlo ir.

"Mi señora no debe preocuparse por eso... Es una historia muy larga para contarla ahora"

"Ah, si... No es nada interesante tampoco por lo que lo podemos dejar de lado... Si, nada importante"

"¡¡NI INTENTEN ESCAPAR USTEDES DOS, GRACIAS A ESTE TIPO QUE NO DESPERTARA HASTA MAÑANA TENEMOS DEMASIADO TIEMPO PARA HABLAR DE ESO!!"

Juraría que mis gritos de indignación fueron escuchados por todo el edificio, pero debido a toda está extraña situación termine olvidando algo importante...

"¡¡Bien, vayamos de compras!!" La maldita ángel castigada que tenia que vigilar aprovecho esta situación para huir y no terminar metida en todo esto.