[Después de que Acedia se fuera]
Cómo la escapada del caído a quien sabe dónde fue demasiado natural y rápida para lo que él generalmente se mueve, fue suficiente para que ninguna de las chicas reunidas pueda salir de su confusión a tiempo para detenerlo y terminaron debatiendo que hacer ahora.
"Bueno, entonces me llevaré esto para callar a esos vejestorios" Claro que Aliyah al ser la más 'libre' entre todas no duró mucho con esa confusión y se adelantó rápidamente para tomar los documentos dejados por Acedia.
Cabe remarcar que ella no lo hacía por consideración o porque quisiera resolver rápidamente los problemas de Acedia...
¡Ella lo hacía por miedo!.
Terror proveniente de cientos de años de conocer y trabajar con Justine.
Aliyah sabía que Justine no bajo del cielo para solo darle una reprimenda a Acedia por sus acciones extremas. Aliyah, aún sintiendo envidia de ello, sabía que Justine podía lograr fácilmente que el caído vuele hasta su oficina con una llamada de ser necesario, entonces ella sabía muy bien que Justine solo vino aquí para castigar a una persona que no hizo bien su trabajo aquí en el Vaticano o que no podía ir a su oficina para recibir su castigo.
O en este situación... Siendo Aliyah ambos casos.
"¿Adónde crees que vas Aliyah?"
"Mierda"
Justine sonrió ampliamente mientras sujetaba fuertemente la mano que Aliyah extendió para tomar los papeles, haciendo que está última susurra maldiciones por su escapé fallido.
A pesar de que Aliyah generalmente le da a Justine 'peleas diplomáticas' por sus estatus jerárquicos similares, en esta situación, Aliyah, al ser la acusada no podía dar tanta pelea como siempre lo hacía y solo podía intentar apaciguar las consecuencias.
"¿Crees que puedes escapar Aliyah?, bajé del Cielo para verte especialmente a tí, no me iré hasta que esté satisfecha con tu castigo"
"Ajaja, Justine, incluso si fui un poco descuidada en mi trabajo de mantener el orden aquí, deberías saber muy bien que soy principalmente la protectora de Jeanne, por lo que mi trabajo de vigilar la zona del Vaticano suele tener altibajos"
Justine y Aliyah se dieron una grandes sonrisas a la otra mientras ponían más fuerza en sus brazos.
Una quería darle una lección a la chica que es muy libre mientras que la otra no quería doblegarse a la mujer recta.
Un espectáculo tenso para muchos espectadores ajenos, pero lamentable de ver para sus conocidos.
"Ahí van otra vez" Muriel suspiró al ver está familiar escena entre esas dos rivales.
"... ¿Otra vez?" Sienna miró con sorpresa a Muriel por esas palabras inesperadas mientras se perdía en sus pensamientos. "(Se supone que ellas son ángeles con reputaciones impecables... ¿Y aún así esto es normal?)"
"Simplemente ignora esto como esa chica de allí. Pasará más rápido así". Muriel aún indiferente a la situación ni siquiera intentó explicar esto y solo señaló a la mujer santa que todavía estaba perdida en su mundo.
"Eh?... ¡¿…?!" Sienna, confundida, miró hacia donde apunto Muriel solo para terminar temblando de miedo por un motivo diferente.
A la distancia se podía ver a una caballera sacra que estaba sosteniendo su frente con cansancio por averiguar cómo remediar la situación y a su lado estaba la Santa Jeanne Lavinia...
La Santa que tenía una sonrisa soñadora (perturbadora) que asustaría a cualquiera que la viera.
Jeanne desde hace tiempo no le importaba para nada la pelea entre esas dos angeles con poderes que podían barrer el Vaticano con facilidad. Ella simplemente estaba sonriendo con pura alegría, contenta por tener 'armas' para usar contra esos vejestorios que intentaban apartar a Acedia de ella a cada oportunidad.
"(Con esto podré incluso amenazar(extorsionar) a los malditos que intentaron increpar a mí querido Acedia injustamente... Jaja, jajajaja... Y si las extorsiones salen bien incluso podré ir tomada amorosamente de la mano con mi querido Acedia a plena luz del día sin ninguna maldita molestia proveniente de esos vejestorios que se interponga... Ahhhhh, que felicidad) Los pensamiento de la Santa se estaban saliendo de control debido a esta oportunidad dada por los cielos. Debido a eso ella incluso no se molestó en sonreír con todo su puro '(corrompido)' corazón con plenitud.
"Que felicidad".
"Ahh, se perdió"
"¡¿... Que mierda-?!"
Olvídalo, ella incluso no se dió cuenta que sus corrompidos pensamientos estaban saliendo de su boca sin ninguna censura.
"Sigh, Aliyah, ¿Sabes qué? Está bien, te dejaré ir con esto".
"""... ¿Eh?"""
Justine sin ningún motivo termino soltando la mano de Aliyah e incluso dejo de lado el supuesto castigo por el que vino.
Tal toma de decisiones dejo confundido a todas las mujeres reunidas en la habitación.
"¿Eh?, ¿Realmente eres tú Justine?, ¿O acaso esto es algún tipo de engaño para bajar mi guardia?" Aliyah con todo su cuerpo tembloroso por esa extraña actitud de Justine termino incluso desaprovechando ese momento para huir del lugar.
Tales acciones improbables de Justine termino incluso haciendo que la Santa Yandere recobrará la consciencia de la impresión.
Pero en contra de esa confusión Justine solo negó su cabeza mientras sonreía cálidamente a Aliyah. "Para nada Aliyah, simplemente reconsidere mis acciones sobre tu castigo mientras forcejeaba contigo"
Justine empezó a buscar algo en su bolsillo mientras continúaba hablando melosamente a su rival de hace cientos de años. "Ciertamente planeé estrangular tú cuello por tu incompetencia hasta que estuviera satisfecha ... Pero ya no..."
"... Estrangular" Aliyah comprendió lo sería que eran las palabras de Justine por lo que no continúo hablando. (No fue la primera vez que pasaba tal cosa)
"Ver tu rostro privado de oxígeno ciertamente es disfrutable a su manera... Pero pensé en algo que les dolería mucho más a ustedes dos"
"¿…?" Jeanne y Aliyah miraron confundidas como a la vez nerviosas por la gran sonrisa de satisfacción que mostraba el rostro de Justine.
"Tengo entendido que tener a tus rivales envidiándote es una de las mejores satisfacciones que hay en el mundo..." Justine saco su mano de su bolsillo del pantalón y luego lo apoyo en su mejilla mostrando así un nuevo y peculiar objeto ahora puesto en ella.
Un brazalete hecho de hermosas plumas negras y gemas obsidianas incrustadas estaba felizmente sujeto en su brazo
"Nee... Díganme, ¿Cómo se siente la envidia?" Justine aún con una voz melodiosa intentaba tapar su boca con su mano que portaba el brazalete para contener su sonrisa llena de satisfacción por lo que veía.
El solo ver cómo los hermosos ojos de esas dos mujeres perdían la luz a cada segundo que pasaba llenaba a Justine de satisfacción de haber bajado del cielo solo para esto.
Pero no sé detuvo ahí...
"Supongo que sería demasiado malvado de mi parte decir lo cálido que se siente ser tomada por sus brazos..."
""...""
"O los escalofríos de satisfacción que siento al ser besada por él..."
""...""
"Y mucho menos la cálida sensación al ser abrazada por sus suaves alas cuándo dormimos abrazados juntos en la misma cama... Ciertamente sería demasiado malvado de decir, ¿No creen?"
Justine solo termino lanzando flecha tras flecha a los corazones de esas dos damas con una amplia sonrisa que no parecía tener señales de desaparecer por un largo tiempo.
¿Esto es lo que una mujer madura haría contra sus rivales amorosos?
¿Esto es algo que alguien con decencia moral haría?
¿Ésto es algo que un ángel lleno de virtud haría?....
¡¡POR SUPUESTO QUE NO!!. ¡Pero eso no la detendría de continuar hablando!
"(A saber cuántas veces terminé renegando con estas dos mujeres en todos estos años... A saber cuántas veces quise quitarles esas sonrisitas petulantes que mostraban cuando lograban escapar de los castigos que les daba... Esto... ¡Esto es un momento dado por el cielo!... ¡¡Y NO LO VOY A DESAPROVECHAR!!)". La presa que contenía toda la amargura del pasado que Justine formó en todos sus años con ellas se termino derrumbando.
Pero las dos chicas no estaban dispuestas a rendirse tan fácilmente tampoco...
"B-bueno... e-esto es algo que que puedo-... No, es algo que ya estaba preparada de escuchar..." Aliyah, Incluso si tambaleaba un poco o incluso si su voz se quebraba a veces, habló con determinación.
"M-mientras pueda tomar la posición de segunda esposa está bien... Si, s-solo tengo que atacar más fuerte... Tengo que...' en contraste de Aliyah, Jeanne estaba dando todo de si para mantenerse serena planeando así cosas muy sombrías en su mente.
La noticia realmente las impacto demasiado... Pero gracias a las palabras de Jeanne, aún no terminaría.
"Ah, Jeanne, sobre eso..." Muriel termino mirando inexpresiva a Jeanne mientras también levantaba su brazo y mostraba así un brazalete idéntico al de Justine. "Es una lastima, pero ese puesto es mío"
""¡¿…?!"" Los dos ni siquiera intentaron mantener sus rostros serenos en ese punto y miraron incrédulas y con gran envidia a las dos ángeles que tomaron ventaja sobre Acedia.
"Además, tengo que estar de acuerdo con mi señorita, ser abrazada por Acedia mientras duermes es ciertamente relajante y cálido"
""…""
"Y ni hablar como somos tratadas durante las 'actividades nocturnas'... Hmm, lamentablemente no hay manera de explicarles eso" Muriel sonrió hacía Justine con suficiencia.
"Hmm, ni que lo digas... No hay manera de explicarles eso" Justine sonrió con suficiencia hacía su compañera al ver cómo se le unía contra el duo de mujeres del Vaticano.
Ese par de maestra y sirvienta estaban realmente podridas por dentro para hacer cosas tan bajas.
"¡¡…!!" La ira e indignación de Jeanne y Aliyah solo aumentaba a cada palabra de esas dos angeles descaradas.
Aliyah y Jeanne realmente estaban muy cerca de liberar su magia y provocar un altercado similar al que Acedia cometió contra esas dos chicas. Sólo se podía agradecer a la envidia que sentían y que las hacía llorar por dentro fuera el motivo de que no lo hicieran aún..
Pero eso fue hasta que una caballero sincera se unió accidentalmente.
Anna al ver que no había manera de intervenir en el asunto para mediar entre ellas, solo se mantuvo al margen mientras adoptaba una pose pensativa con su mano sobre su mentón, escuchando detenidamente los pensamientos de Justine y Muriel y comparándolos con los que vivió hace unos momentos atrás. "¿Umm?, ciertamente dormir con Acedia es más placentero de lo que parece. A pesar de que Acedia no entrena su cuerpo en ningún momento, pude sentir que su cuerpo estaba ligeramente musculoso, además sus alas no solo son suaves sino que incluso mantienen una temperatura ideal mientras se acomodan en tu cuerpo para no molestarte y puedas dormir más cómodamente... Y al parecer su habilidad [Pereza] incluso me estaba quitando todo los dolores musculares antiguos que quedaron en mi cuerpo y al mismo tiempo infligir un efecto somnífero en mí para que durmiera plácidamente... Algo realmente aterrador, incluso siento que podría volverme adicta a tal sentimiento si se repite varias veces... Ah-" Fue muy tarde para Ann el darse cuenta que estaba hablando en voz alta.
"""""...…"""""
Las palabras de la caballero fueron el último clavo en el ataúd necesario para cortar la cuerda de racionalidad que mantenía a Jeanne y Aliyah calmadas.
"¿Incluso tu Ann?..." Los ojos de Jeanne perdieron toda luz existente en ellas mientras miraba la traición proveniente de su protectora.
"Ya se me hacía que algo no cuadraba bien... Así que la tardanza sobre la llegada de Acedia aquí.... Fue porque ustedes estaban durmieron con él... ¿Verdad?" Un tic nervioso termino surgiendo en los ojos de Aliyah mientras liberaba sutilmente un aura sagrada.
El como el campo de entrenamiento subterráneo del Vaticano fue casi destruido hasta sus cimientos unas horas después perdurará como un misterio sin resolver para los demás miembros del Vaticano por un largo tiempo.
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[POV Kafziel Acedia]
[Withered Abyss - dentro de la primera muralla]
Muchos pensaran que yo huí cuando tuve la oportunidad de esa situación sabiendo las consecuencias que podrían suceder si me quedaba, ¡Pero no fue así!.
Realmente no sabía que la situación escalaría tanto en ese momento y no era mentira que necesitaba resolver un asunto rápidamente, debido a eso termine bajando a Withered Abyss nuevamente debido a que estaba muy corto de tiempo para resolver ese asunto antes de que ese sujeto intentará huir.
Y realmente hice bien en eso....
"Si que eres bueno en tú trabajo... A la mínima señal de peligro, huyes con la cola entre las patas tomando todo lo que puedes y quemando todo lo demás... Realmente impresionante" aplaudí halagando su previsión mientras hablaba sin emociones y miraba las pilas de documentos siendo quemadas en una oficina que estaba siendo desocupada apresuradamente.
Y entre todo ese desastre estaban un par de guardaespaldas fuertemente armados vistiendo ropas tácticas en precaución de imprevistos. Y en el centro de todo habia un fino hombre delgado a simple vista, de fácilmente unos 30 años vistiendo un traje casual negro azulado, un corto cabello negro y raros ojos rojos. Este hombre sería fácilmente descrito como un hombre de pocos amigos por la gran aura fría que emanaba su cuerpo y por su notoria cicatriz en su ojo izquierdo que bajaba desde su frente hasta los principios de su mejilla.
"Ja, ja, ja, bueno, esto es sólo uno de los gajes del ofició... Tu simple vista es prueba de ello" Ese tipo a pesar de hablar elocuentemente y mantener tanto su cuerpo como su voz serenas, era sencillo descubrir que no agradecía para nada mi imprevista llegada.
"Supongo... Que tienes razón... Fu,fu" sonreí levemente mientras imaginaba como se produciría la situación a partir de ahora.