[POV Damian]
[hace unos días]
Mientras seguía bajando en esta escalera sin fin termine escuchando las constantes quejas del enano sobre lo molesto que era la existencia de Acedia y la mía.
"Realmente, ustedes dos son extraños... Ese tipo de por sí es una existencia que ninguno de los panteones puede explicar racionalmente, pero tú tampoco eres racional... Un ex inquisidor y Lilith... Sabía que no tendría clientes normales, pero ustedes son demasiado..."
"... Te recuerdo que estoy atrás tuyo"
"No me importa, el que tendrá dolores de cabeza con lo que sucederá después soy yo, así que aguántate las quejas"
"(Siento que yo debería de decir eso y no él)"
Realmente... Realmente tenía que dar todo de mí para no darle una patada ahora para que ruede por estás escaleras.
No fue hasta que terminamos en un final abrupto de las escaleras que por fin nos detuvimos.
Si no hubiera una antorcha justo al lado nuestro terminaríamos dando un paso en falso y caeríamos en una oscuridad sin fondo.
Termine sosteniendo la pared al lado nuestro mientras miraba la profundidad de la caída al frente nuestro con asombro y expectativa de algo fantástico. "Wow, realmente sería una horrible caída desde aquí si no tienen cuidado... Entonces, ¿Que hacemos ahora Harp?, ¿Acaso hay un hechizo oculto para crear un puente hacia alguna habitación oculta o acaso hay un botón para crear más escaleras?"
"Si~, si~, algo así" Harp parecía cansado como a la vez divertido con mi expectativas. "Simplemente mantente quieto si no quieres caer mal"
"Ciertamente, está sería una caída fea para cualqu-"
Patada
"Bueno, fue un gusto conocerte niño, ¡Buena suerte, la necesitarás!"
"¿¿¿…???"
Voltee mí cabeza incredulo ante lo que veía ahora mientras sentía la gravedad sobre mí cuerpo.
El maldito enano me había pateado.
"O.. oye... ¡Espera-!..." Mientras entraba en pánico y trataba de agárrame de la pared, pero lo sentí, no había manera de salvarme.
Pero había una cosa que realmente estaba carcomiendo mi conciencia más que el miedo a la muerte...
Mientras caía logré verlo, ví el maldito rostro sonriente del enano que me pateó... Cuando lo ví, mi mente quedó en blanco con un solo pensamiento.
"¡¡¡MALDITO ENANO DE MIERDA!!!"
"¡¡¡JAJAJAJA!!!"
Lo jure en ese momento.
Si lograba sobrevivir a esta caída, juraría que iba a borrar esa maldita sonrisa del rostro de ese enano.
...
...
...
"Ugh... ¿Que demonios sucedio?"
Sostuve mi cabeza al sentir como mi cerebro se partía por la mitad por algún motivo.
"... ¿Caí?... ¡¡¿Espera?!!" Al recordar todo lo que sucedió en ese momento terminé arrodillado y empecé a tocar todo mi cuerpo nervioso.
"¿Eh?... ¿Estoy entero?... Sigh" Suspiré aliviado al sentir cada parte en su lugar.
"(¡¿Que demonios sucede con ése tipo?!. No tengo duda de que no fui el primero en ser arrojado de ese acantilado)"
Sacudiendo esas ideas negativas de mi mente, me levanté y empecé a ver mis alrededores.
"... ¿Que diablos?" Quedé impactado con este paisaje.
Un campo de guerra, no... Siendo exactos los restos de un campo de guerra.
Lo que seguramente era gran pradera verde ahora era una tierra llena de cenizas, grandes pozos de explosiones, nubes rojizas contaminadas por este ambiente sombrío, montones de charcos de sangre y armas de todo tipo esparcidas por doquier.
Pero en todo esté paisaje oscuro había un detalle peculiar a la distancia.
Un gran y majestuosa puerta roja de casi 20 metros que parecía salir del mismísimo infierno.
"... ¿Estoy en el infierno?"
Realmente pensaba que eso era una posibilidad realista en este punto.
Conocí angeles, fuí víctima de demonios, ví seres de fantasía que pensaba que existía solo en libros... Fui compañero de un caído que fácilmente podría dormir en una cueva...
¡¡Ya no me sorprendería terminar varado en el puto infierno!!
Después de ordenar un poco mis pensamientos termine mirando el 'cielo' mientras me sostenía la cabeza por el severo dolor de cabeza que sentía por esta situación.
Tun tund thund
Pero entonces sonidos extraños empezaron a resonar en todo el lugar.
"¡Probando, probando!, bien, está cosa vieja sigue funcionando... Oye niño, ¿Que tal la caída?"
No... No eran sonidos extraños... Era la voz de un maldito enano siendo transmitido por un medio que desconocía en este momento...
"¿Umm, está cosa debería de andar?, ¿Acaso la caída te dejo más idiota chico incubo?" De nuevo Harp termino golpeando su medio de transmisión por mi aparente silencio.
Pero en mi cabeza solo había una cosa que quería hacer ahora... No era darle la satisfacción de responderle... Era algo más simple realmente...
Miré al cielo rojizo y sonriendo ampliamente levanté mi mano para hacer una seña muy conocida en el mundo que expresaba totalmente como me sentía mientras estaba a punto de desahogarme.
"¡¡MALDITO ENANO HIJO DE PUTA!!!, ¡¡¿COMO TE ATREVES A TIRARME DE UNA MALDITO ACANTILADO?!!!"
Me tenía que desahogar... Con tal de mantenerme cuerdo, tenía que desahogarme.
Pero mis gritos no fueron diferentes a las quejas de un niño para este enano.
"¡¡JAJAJAJAJAJAJA, VEO QUE SIGUES ANIMADO NIÑO!!" El desquiciado de Harp simplemente se divertía con mis gritos.
"¡¡Y una mierda voy a seguir animado!!, ¡¡Agradece que no estés frente a mí ahora!!"
"¡¡Jajajajaja!! Ahhh, hace tiempo no me reía así, en todo caso niño, ¡Será mejor que sigas con ese ánimo, lo necesitarás mucho en este momento!."
"Desgraciado aún te ries- ¿Eh?, ¿Que quieres decir?" Me asusté un poco por esa información. Ya no tenía duda de que ese tipo no traía nada bueno cada vez que me daba un consejo.
¡Rumble!
Pero antes de poder obtener una respuesta a esa pregunta, la tierra tembló.
Y con ello, Abrí mis ojos asustado por lo que ví...
Los charcos de sangre esparcidos en todo el terreno empezaron a alzarse anormalmente como si algo quisiera salir de ellos.
"Verás niño... Ese lugar es muy especial..."
Garras afiladas empezaron a salir junto con ojos de diferentes tamaños mirando a todas direcciones.
"Ese lugar podría denominarse como lo que los videojuegos humanos llaman mazmorra..."
Bestias cuadrupedas conformadas con sangre emergieron de los charcos de sangre.
"No sentirás hambre, no sentirás sueño y tus heridas sanarán cada cierto tiempo... Solo deberás cumplir con dos objetivos si quieres salir de ahí..."
Esos monstruos de diferentes tamaños no tardaron más que segundos en notar mi existencia y empezar a mostrarme sus fauces llenas de dientes afilados para despedazar a sus presas.
"Si quieres salir, si quieres sobrevivir... Toma un arma y atraviesa la quinta puerta de está mazmorra"
¡¡Grawwwww!!
Y con ese grito monstruoso comenzó mi pesadilla...
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[POV Acedia]
[Presente]
Realmente tarde un tiempo en tranquilizar la situación que surgió entre las mujeres cuando llegue.
Cuando me enteré del cómo surgió la situación, no pude evitar suspirar cansadamente al mismo tiempo que traté de hacer entender a Jeanne y Aliyah que no les daría un brazalete de mis plumas hasta las citas que les prometí antes.
"No tengo problemas en dárselos a ustedes dos... las quiero mucho a ambas y son irremplazables para mí, pero... Si les diera uno a ambas ahora, ¿No creen que se sentiría incomodo?... Ya ven... ¿No quisieran que ese momento fuera más especial o significativo que simplemente recibirlos por celos?"
Solo cuando dije eso fue que ambas soltaron mis alas que me obligaron a desplegar y dejaron de intentar arrancar mis plumas sin mi consentimiento mientras asentían comprendiendo lo que quería decir.
"... Ciertamente"
"...Es verdad"
Con esas palabras ambas se separaron de mí y volvieron a actuar como siempre... Claro que hubo una que otra amenaza a mi persona si no cumplía con mi palabra, pero eso no era importante ahora.
Ahora mismo por algún motivo terminamos teniendo una fiesta de té mientras escuchábamos de Ann sobre los arreglos que lograron con la información que traje antes.
Aunque la mayor parte de mi concentración estaba centrada en los documentos que recibí antes de Evander. Había demasiada información intrigante en estos documentos por lo que fue complicado no dejar de leerlos.
"Para resumir la decisión que tomaron los cardenales, apóstoles del Vaticano y demás sedes de la iglesia: Ambos lados se olvidarán el asunto del genocidio hecho por Kafziel Acedia en Withered Abyss, además establecerán puestos de emergencia en cada una de las murallas de la ciudad que antes se nos fueron negadas de establecer. Todo eso gracias a muchos descontentos de la seguridad de la ciudad y principalmente por los documentos traídos por Acedia que al parecer tenían fuertes relaciones con altos mandos de Withered Abyss... Lamentablemente no se pudo conectar totalmente su vínculo por lo que no fue posible aplicarles cargos duraderos, pero nos dieron ese beneficio de los puestos juntos con exención de impuestos durante los próximos 25 años con tal de no exponer por un tiempo su conexión en ese incidente..." Ann que estaba relatando los sucesos escritos en los documentos hasta ahora, termino deteniéndose en ese punto con un rostro sombrío sobre como abarcar lo que seguía.
Aunque en realidad necesito más de un segundo para tranquilizar sus pensamientos por la estupidez que leía como a la vez para volver a respirar en este ambiente que se volvía más pesado a cada segundo por las mujeres reunidas en la mesa.
"... Además... Al parecer tanto los altos mandos de Withered Abyss como de la distintas sedes de la iglesia esperan que Kafziel Acedia se presenté para dar una disculpa pública por la manera en que 'resolvió' ese 'pequeño problema' en la ciudad... Cómo a la vez esperan que prometa que nunca más se acercará a la ciudad de Withered Abyss y sus cercanías de nuevo..." Ann ya estaba empezando a sostenerse la frente excesperada por haber leído este último párrafo.
Técnicamente ese documento le decía a Acedia lo siguiente: Gracias por tu servicio a la iglesia y Withered Abyss, pero esperamos nunca volver a verte si es posible, gracias por entenderlo.
No había que ser un genio para imaginarse como se sentían las mujeres reunidas en ésa fiesta de té sobre este asunto. Incluso si todas tenían una sonrisa rígida en sus rostros, sus abrumadoras aura que rebosaban y agrietaban todo alrededor de ellas demostraban demasiado bien como de enojadas estaban.
"¿Están bromeando, verdad?"
"Señorita... Dudó que lo hagan"
"¿Las intenciones de esos inútiles no pueden ser más obvias?"
"Ésos malditos vejestorios... No tienen vergüenza alguna..."
""""¿Y si los purgamos?""""
Las cuatro chicas llegaron a un acuerdo demasiado extremo en poco tiempo.
Lo único que podía agradecerse era que la intérprete de la situación seguía manteniendo una actitud serena a pesar de leer todo ese documento...
"Sigh... No tengo dudas de que esos apóstoles también obtuvieron muchos más beneficios que los dichos en este documento y seguramente intentarán adherirse los logros de ésto a ellos y dejarle a Acedia todos las deshonras con tal de ensuciar más su nombre... Ésos perros no sirven más que para morder la mano de su señor y menear su cola cuando surge algo que podría beneficiarlos... Sigh, es una lastima que los únicos con decencia en el Vaticano este trabajando fuera del país en este momento" Ann ya no aguanto más y soltó sombriamente todos sus pensamientos internos.
En este punto sabía que si no intervenía y hacía algo para calmar a estas chicas, algo muy malo sucedería.
"Sigh... No es nada importante entonces..." Deje de lado todo el asunto mientras suspiraba aliviado ya que me esperaba algo como esto desde un principio.
"""""... ¿Que?""""
Todas quedaron impactadas y abrieron ampliamente sus ojos incrédulas por lo que dije.
"No es nada sorprendente... Ya me esperas algo así desde un principio..." No di muchas explicaciones y solo volví a leer cansadamente los documentos que traje.
"¡¿…?!, Espera, espera Acedia, ¡¿Entonces realmente dejaras que te hagan todo eso?!, ¡¿Estás bromeando verdad?!" Aliyah se levantó de su asiento y golpeó fuertemente la mesa con sus manos impactada por mí decisión.
No fue la única y todas la demás también me miraron esperando a que me retractara... Pero no estaban realmente en lo correcto...
Las miré a todas con cansancio y dije lo que pensaba tanto de los altos mandos del Vaticano como a la vez que tanto me importaba esta situación desde el principio...
"Ustedes saben lo poco que me interesa las órdenes de los 7 angeles principales... Así que... ¿Realmente piensan que me interesará un comino lo que digan unos humanos con títulos agrandados?... Y ni hablemos de eso altos mandos de Whitered Abyss... ¿Disculpa pública? Ja...". Miré al la ventana de la habitación mientras sonreía divertido cuando llegue a esa parte.
Pero... Para las mujeres reunidas en la habitación mi expresión actual parecía el rostro de un demonio viendo a sus víctimas a punto de sufrir.
"... Les tengo lastima a ambos lados... Queriendo ganar beneficios sin saber su lugar... ¿Acaso no les parece raro ese documento desde un principio?" Miré a las chicas esperando que se dieran cuenta. Pero como ellas parecían demasiado impactadas por mi expresión, termine simplemente sonriendo ampliamente mientras apuntaba al documento traído por Ann y las iluminaba con un detalle crucial.
"¿Realmente creen que Regina estaría de acuerdo con una basura tan grande como está?"
""¡¡¿...?!!""
Solo con esas palabras todas entendieron porque estaba tan indiferente a todo esto.
"Jaja... No quiero imaginarme el infierno que se desatará cuando ella se enteré... Realmente le tengo lastima a esos tipos de Whitered Abyss... No tendrán una muerte bonita"
Glup
Todas tragaron audiblemente cuando se imaginaron lo que esa chica sin escrúpulos haría al instante en el que se enterará de esté asunto.
"Agh... Ahora que lo dices, realmente no será nada bonito" Justine termino con un rostro sombrío al instante. Ella era quien más se reunía con Regina debido a sus posiciones jerárquicas... Por lo que sabía muy bien lo que estaba por venir...
"Si Regina se entera... No me sorprendería para nada que apareciera otra noticia de genocidio masivo en Whitered Abyss"