Chapter 38 - Parte 37

Las poderosas familias siempre habían sido un tema del que la gente común quería hablar.

Por supuesto, esto iba más allá de cualquier noticia o comentario sobre víctimas y victimarios en redes sociales. Originalmente los comederos de melón solían perseguirlo debido a que era como perseguir la historia misma. La gran influencia que habían tenido a lo largo de los siglos, hasta el día de hoy, era algo de lo que simplemente era fácil sentir fanatismo. Comenzando por el primer Imperio, cuando las primeras civilizaciones registradas se dividieron y los alfas más fuertes se levantaron como guerreros contra la injusticia del primer Emperador. E incluso antes, cuando la humanidad todavía vivía en manadas, los cuatro hitos ya estaban allí.

Conocidos coloquialmente como los cuatro pilares del país A; actualmente los Rong controlaban las áreas políticas, los Jeon el mercado, los Zhou la milicia y los Seong el exterior.

Antiguos guerreros evolucionados para controlar la economía de un país.

Pero aunque era cierta la nobleza del espectador al querer vigilar los movimientos que podrían cambiar el territorio, si no el mundo… ¡Los viejos y jóvenes en realidad también quería saber el chisme caliente de familias ricas!

—¡Los cuatro emblemas están allí!

Viendo programas de trasmisión en vivo, un sin números de comederos de melón parloteaban.

—Esto no es solamente un programa de entretenimiento, sino la oportunidad de Omega para ser escuchado —Frente a un Tribunal Supremo abarrotado de gente y de entidades de seguridad, un newtubwer de cabello decolorado obviamente O llamado Young Mian habló seriamente.

—¿Derechos alfa contra omega? Meh, demasiado difícil para mí —Otro newtubwer llamado Diyilomax (B) comentó en su propia red— ¡Lo más importante es que el heredero Seong no llegó ja, ja, ja! ¡¿No gané la apuesta del foro?! Hey, bruja madame, gané dos mil grandes ¿no vas a decir nada?

La newtubwer Madame Susu no se conectó esta vez. Diyilomax se cruzó de brazos y bufó aburrido.

Las afueras del recinto estaban inundadas de espectadores comunes y camarógrafos y reporteros de canales conocidos, frenados por el ejército nacional y la familia Zhou.

Los jefes alfa de los cuatro pilares ya habían entrado, acompañados por sus familiares cercanos. A excepción del propio demandante Jeon Qi quien no asistió por indisposición, y el acusado, cuyo paradero era desconocido.

Hasta que…

…un movimiento anormal atrajo la atención de todos.

Varias camionetas estacionaron al mismo tiempo, cuatro docenas de hombres de traje negro estacionaron y un hombre vestido de blanco y anteojos bajó.

Si no fuera porque la situación estaba muy presente en sus mentes, todo el mundo lo habría confundido con una celebridad.

El alfa de dos metros y espalda ancha limpió los guantes blancos que envolvían sus manos y sonrió al público.

Una sonrisa incómoda que fue percibida como triste.

—Es… —Al newtubwer Young Mian le temblaron las manos casi como si hubiera olvidado cómo hablar.

—No puedes ser… —Diyilomax se tomó la cabeza ¡Su apuesta!

—Apareció… ¡Apareció! —Madame Susu, quien había estado viendo escondidas desde unos arbustos, saltó y gritó.

Diyilomax se volteó a verla con incredulidad y ella le mostró el dedo medio con una sonrisa.

—¡Fílmalo bien! —Los reporteros se apresuraron— Queridos televidentes, en estos momentos algo insólito acaba de suceder…!

—¡El heredero de la familia Seong esta aquí!

Los camarógrafos apuntaron. Los guardaespaldas rápidamente rodearon las cámaras, deteniendo al gentío y a los militares, dejando un camino libre para él.

Cuando los guardaespaldas empujaron las puertas dobles y apareció una alta y prominente figura vestida de traje blanco, los tres hombres que discutían políticamente frente al juez quedaron en silencio.

El juez desvío la mirada del fiscal y de los abogados mientras un suspiro ahogado se condensó en las personas restantes, todos menos por la sonrisa que comenzaba a ampliarse en los labios de Seong Guanying y la emoción en los ojos de Seong Mao.

El escenario dramático permaneció durante mucho tiempo debido a que Seong Ho no encontró ninguna frase que causara un giro argumental.

«¿Cuál sería?» Seong Ho lo había estado pensado mientras se dirigía allí. Como trasmigrado, había llegado a la conclusión de que si estaba dentro del mundo de una novela, entonces debía actuar como tal, pero pensar que lo pensaría era muy diferente a hacerlo realmente ¡Él no era un personaje de un libro y no recordaba ninguna línea con el tono de este carne de cañón! ¡Sabes cuántas personas lo están mirando y lo incómodo que es!

Ocultando su pesar, Seong Ho pensó en el pequeño Sistema y lo útil (no hablando literalmente) que sería en estos momentos ¿a dónde había ido ese niño?

—¿Señor Seong Ho? —El juez lo hizo volver en sí luego de al menos diez segundos.

Seong Ho se aclaró la garganta y entrelazó los dedos detrás de la espalda.

—Vine a comprobar mi inocencia.

Palabras tan simples, tan...

Se elevaron murmurios. El juez levantó la barbilla con interés, y justo cuando el abogado denunciante y el fiscal quisieron objetar, el juez golpeó el maso y preguntó:

—¿Por qué viene hasta ahora? ¿Parece que este es el tipo de lugar en el que se puede irrumpir sin consecuencias?

A Seong Ho le pareció percibir una especie de burla del juez, pero no pensó en ello y en cambio explicó:

—Las circunstancias que contaré a continuación son suficiente para justificarlo.

El juez se inclinó para atrás y se incorporó nuevamente, apoyando los codos sobre la mesa.

—Bien. Interrupción aceptada.

Seong Ho se aclaró la garganta por segunda vez, haciendo tiempo para ordenar la mente. Sinceramente, para un hombre que no tenía familiares, amigos y solía tener empleos donde poco hablaba, tener la atención de tantas personas era de hecho una situación bastante incomoda. Después de tomar aire dijo con aparente tranquilidad.

—Si me permite-

—¡Cómo que interrupción aceptada!

Una voz saltó desde alguna parte del auditorio.

Seong Ho había tenido en cuenta que tendría interminables demandas y quejas, por lo que no se alarmó cuando un hombre con la apariencia de omega y el rostro lleno de resentimiento se opuso.

Tuvo la sensación de haberlo visto en alguna parte, pero realmente era la primera vez que se encontraba con un hombre tan delicado y escandaloso. La idea de ser influenciado otra vez por el cuerpo original hizo que frenara aquella línea de pensamiento. Nada bueno saldría de ello. Mejor repasó mentalmente la información que había obtenido la noche anterior.

En un mundo donde las feromonas alfa tenían el poder de someter forzosamente a las feromonas omega, los derechos O habían sido algo que hasta hace menos de un siglo ni siquiera existían. Teniendo en cuenta tal situación, en realidad incluso el villano, que era un alfa millonario, habría podido salir ileso de tal demanda si solo pagaba una suma de dinero. Sin embargo, para su suerte, el protagonista no era un omega común sino el amado hijo de una poderosa familia que unió fuerzas con otras dos para destruirlo.

«Un amado hijo…» Este era el hombre que había dado a luz al protagonista.

La mirada de Seong Ho decayó. Inclinó la cabeza hacia el desconocido y respondió a la lluvia de quejas que ahora caían por la sala.

Él dijo:

—Debido a que tratamos con un tema tan delicado, no me aferraré a nada que no sea justo. Entregaré las pruebas y testificaré bajo juramento.

El hombre refutó.

—¡A quién le importa un juramento hecho por un escoria como tú! ¡Cómo te atreves a…!

—¡Ni una palabra más a mi hijo! —Seong Guanying no pudo seguir sonriendo y se levantó en dirección al hombre casi tres cabezas más bajo que ella, quién fue obstaculizado instintivamente por el alfa de cabello castaño que estaba a su lado. Seong Guanying miró al hombre de rostro frío y lo amenazó— Jeon Qian, cuida lo que dice tu omega.

Jeon Qian no dijo nada, pero su mirada tenía la frase "Cuida lo que haces" inscrita en todo su rostro.

El omega no fue intimidado por la alfa y no cayó en la protección de su esposo, rodeando a Jeon Qian hasta quedar nuevamente al frente.

—Solo digo lo que es. Tu hijo lastimó al mío así que para mí no es una persona, sino un monstruo que debería morir.

Jeon Qian pareció querer calmar a Nang Ye, pero ya se había avivado el fuego. Los líderes de la familia Seong y los Jeon ya se habían levantado, los guardias estaban intercediendo y el sonido del maso quedó sepultado ante el bullicio de altos funcionarios quienes ahora se enfrentaban unos a otros.

—¡Orden! ¡Orden en la sala!

La seguridad de la familia Zhou se dispersó y detuvo el crecimiento del altercado.

Para cuando el caos cesó, Seong Ho apretaba la mano de un alfa de uniforme militar y cabello lila, quien no intentó disimular que había intentado atacarlo. El alfa no retrocedió. Abrió la mano, dejando colgar el objeto que sostenía.

El desconocido habló tranquilamente mientras sus ojos, fijos en Seong Ho, estaban inyectados en sangre.

—La ley número 883 de la regulación de castas dice que durante un juicio si alfa es la parte denunciada deberá utilizar una inyección inhibidora. Por supuesto, si este es dominante, el método será un collar inhibidor de feromonas de rango tres.

La intención asesina y el cómo no aflojó su fuerza, fue suficiente para intuir que aquel hombre debía ser alguien que odiaba al cuerpo original.

Seong Ho empujó al otro y ambos se separaron.

El objeto en la mano del alfa eran tan grueso como una correa con espinas, y por las palabras que siguieron al juez, parecía que lo que había dicho era cierto.

Un collar inhibidor nivel tres.

Un nombre que produjo que incluso aquel omega guardara silencio y sonriera.

—¿Tienes algún problema con usarlo? —preguntó el juez con un brillo invisible en los ojos.

Rodeado por miles de miradas y cámaras de trasmisión, Seong Ho recordó lo que le había dicho Tao Kwan y respondió con calma.

Tao Kwan, quien "había descubierto" su amnesia, le había explicado las leyes básicas y los posibles métodos de interrogación y/o protección que utilizarían en el juicio. El collar inhibidor era un dispositivo de alta tecnología capaz de bloquear las feromonas dominantes, pero quien lo usara sufriría perdida parcial temporal de feromonas.

Una humillación para cualquier alfa.

—Estoy dispuesto si con ello puedo limpiar mi imagen.

Seong Ho no mostró resentimiento al militar. Casi como si quisiera insinuarle «¿Crees que esto es suficiente para afectarme?» Aunque la realidad no era muy diferente.

Especialistas se acercaron y colocaron el collar. La sensación fue innecesariamente asfixiante y los suspiros que vinieron lo fueron aun más.

—¿Jura usted decir la verdad y solo la verdad?

En el asiento del acusado, y con la compañía de su abogado, Seong Ho levantó la mano.

—Lo juro.

El juicio reanudó.

Los rostros llenos de escepticismo, el parpadeo de las cámaras, la manera en la que el fiscal desfiguraba cada pregunta con la intención de hacerlo caer en su trampa.

…Así llegó el receso del mediodía.

La primera parte del juico se resumió en repetir las cosas que se habían dicho. En pocas palabras, se explicó paso a paso los días antes y el día del incidente. Se dijo que el acusado había estado dejando obsequios y mensajes a la víctima constantemente, frecuentado también lugares a los que solía asistir la víctima. Finalmente presionándolo al punto en el que la víctima accedió a verlo en algún lugar de la Zona V.

"¿Puede el señor Seong Ho negarlo?"

Seong Ho se tiró agua en la cara, recordando las últimas palabras del fiscal. ¿Negarlo? Aunque no era él, no podía negarlo. El otro Seong Ho lo había hecho en el libro, y según la trama, sus acciones cada vez serían más obsesivas hasta terminar consumando varios actos atroces.

"Lo hice, pero…"

Pero aunque hubiera sido el Seong Ho de este mundo, ese Seong Ho ya no estaba. No sabía a dónde había ido su alma o si había desaparecido, pero frente al espejo, el rostro húmedo que era casi igual al suyo, no era nadie más que él.

"... soy inocente"

Soltó un suspiro, apoyando las manos a los lados del mármol.

Siendo hora del almuerzo, había entrado al lavado para descansar del molesto tipo que el juez le había encomendado por ley para vigilarlo.

Tras otro suspiro, sacó el celular que Chong Yu dijo Luo Bingwen le había dejado para llamarlo en caso de emergencia y marcó.

—¿Aló, Li Han? ¿Pasó algo? —escuchó la voz nerviosa pero animada del chico y se sintió de alguna manera aliviado— He tenido cosas que hacer y por eso salí sin avisar, lo siento, en un rato iré…

—Estoy bien —No hubo prisa—. Llamaba para - saber cómo estás.

—Ehm, ah, ¿es así?—Chong Yu no respondió por un tiempo hasta que una suave sonrisa le siguió—. Bien. Estoy bien. Gracias por preguntar.

La sonrisa del chico fue contagiosa, haciendo que sin saberlo, Seong Ho se viera sonriendo.

—Me alegra – escucharlo. Sé que ahora - no soy de mucha ayuda - pero prometo devolverte todo lo que haz hecho por mí —Con palabras lentas y cortadas, Seong Ho dijo—. Por eso cuídate y no te sobre exijas demasiado. Eres un buen chico, Chong Yu.

En el auto, los labios de Jeon Yu temblaron.

—¿Ocurrió algo? —Sin querer ahondar en el dolor que renacía en su pecho, Jeon Yu preguntó— ¿Por qué de repente el señor Li…?

—No es nada —Jeon Yu sintió como si la voz baja de Li Han acariciara su oído—, solo quería decírtelo.

Jeon Yu se despidió ahogando el ardor en el orillo de sus ojos y sintiendo la garganta seca. La emociones que había vivido con Rong Wei todavía estaban presentes, dejándolo en un estado inestable, haciendo que escuchar la voz de Li Han fuera un golpe a su lado vulnerable.

«Incluso cuando le dije a Rong Wei cómo me sentía, nunca intentó preguntar… en cambio Li Han… él fue la primera persona en hacerlo»

En aquel momento cuando lo conoció en el antro lo había recibido con esa pregunta.

Tan fácil, tan tonta, tan pesadamente desalentadora.

«No me siento bien, definitivamente no me siento bien, pero prefiero no mostrarle esta parte de mí»

Para Jeon Yu, Li Han, Luo Bingwen y el abuelo Luo eran un mundo dónde no debía ser aquel imbécil que solo sabía maldecir a todos. Naturalmente tampoco quería cargar a ninguno con estas maldiciones.

—¿Por qué llegas a esta hora?

Al llegar al tribunal, Nang Ye lo recibió con una expresión furiosa apenas contenida en su rostro.

Jeon Yu lo ignoró y se dirigió a los servicios higiénicos.

Los baños para omega estaban separados de los baños para alfa por unos cinco metros.

—Solo hago mi trabajo.

La voz de Zhou Dijan.

Volvió la cabeza al escuchar la voz con eco de Zhou Dijan. Lo encontró en la entrada del baño para alfas, con una expresión desafiante y los brazos cruzados sobre su pecho.

Jeon Yu instintivamente dio un paso atrás, parándose detrás de la pared y viendo a escondidas.

Un alfa de cabello negro recogido en un moño de bailarina y traje blanco, salió del lavado y pasó junto a Zhou Dijan con la manos en los bolsillos. Zhou Dijan chasqueó la lengua, siguiéndolo a través del pasillo que se perdía a la distancia.

Jeon Yu los vio alejarse. La espalda del otro alfa le resultó familiar, pero además de la leve fragancia de Zhou Dijan, no habían feromonas del otro hombre.

No podría ser...

¿Seong Ho realmente había aparecido?

Era el único que usaba el cabello peinado tan patéticamente y al único que se le conocía por vestir únicamente de blanco.

«Un imbécil con letras mayúsculas» Jeon Yu se burló. Realmente había creído que aquel tipo era un poco más inteligente y quizás intentaría huir al exterior, pero… «Ese idiota va a terminar mucho más jodido de lo que parece tener en cuenta»

Pensando en el espectáculo que vendría más tarde, se sintió de buen humor. Sería bueno que a todos los idiotas le llegara el día del juicio.

Related Books

Popular novel hashtag