Media hora después.
—¿Entonces, no sucedió nada grave en casa de Suying? —preguntó Luo Bingwen.
—Dijo que llevaría a su abuela al cardiólogo, pero no parecía tener prisa.
Luo Bingwen detuvo su movimiento de saltear verduras en el sartén y miró de reojo al omega sentado cerca de la cocina. Por alguna razón, después de que omega se asustara y huyera, regresó y se sentó diez minutos después con una postura de niño que ha recibido una reprimenda y luego mira al suelo mientras confiesa su error.
—Un examen de rutina —Luo Bingwen apagó la cocina y retiró el sartén—, es un alivio.
Sirvió dos tazones de arroz frito para saciar el hambre de madrugada y se sentó en silencio frente al omega.
—Buen provecho.
—Gracias… igual —susurró el otro sin mirarlo.
A pesar de que en los últimos días la interacción entre ambos se había vuelto para él lo suficientemente buena, en estos momentos, por algo que desconocía, se hablaban como dos compañeros de trabajo que compartían la fatídica misión de soportarse mutuamente.
En un intento por aliviar esta densa situación, preguntó.
—Cuando fui a ver al alfa estaba dormido ¿cómo estuvo durante el día?
El omega pareció pensarlo.
—Bien, creo. El señor Li me preguntó sobre las castas y el resto de tiempo me dor-, se durmió.
Jeon Yu usualmente sufría de insomnio, pero quizás se debía a que casi no había dormido la noche anterior o a las emociones desgastantes que el abuelo Luo le había dejado luego de aquella conversación, que con solo volver a la habitación de Li Han y verlo recostado con los ojos cerrados, Jeon Yu también cerró los ojos y se durmió hasta la madrugada. Afortunadamente la madrugada coincidía con la tarde del País I, así pudo comunicarse con Alessandro sin problemas.
Luo Bingwen hizo un ruido de entendimiento.
—¿Pasó algo más?
—No.
La conversación se volvió a estancar. Sin embargo, aunque parecía haber una pared invisible dificultando la comunicación, Luo Bingwen mantuvo la mente tranquila y no insistió en querer saber la razón. Pensó, cuando el omega quisiera hablar, hablaría; de otra forma solo bastaría con observarlo.
Su única preocupación era que en su ausencia se hubiera producido algún forcejeo entre A y O. En cuanto a esto, viendo la actitud del omega podía decir que había algo fuera de lugar, pero no debido a un tipo de huellas sobre él. Sea cual fuera la preocupación del otro, se aclararía una vez la persona en cuestión quisiera aclararlo. No tenía nada que ver con él, así que insistir solo sería irrespetuoso.
Jeon Yu, por su parte, tenía la cabeza clavada en el plato para no ver al beta frente a él. En realidad decir que tenía un sentimiento ambivalente no era suficiente para describir su caos mental.
Su consciencia no podía estar más dividida, por un lado sacaba conclusiones donde Luo Bingwen podía ser un prófugo que luego de sufrir un accidente que lo llevó a una trágica enfermedad, ahora se escondía con una falsa identidad para huir de la policía. Después de tener la coincidencia de encontrar a un joven de una familia rica, el prófugo (sin tener la fuerza suficiente de someterlo por su cuenta) buscaría hacerle bajar la guardia para luego atraparlo de alguna manera y amenazarlo de muerte para que la familia depositara un dinero.
Esto tenía mucho sentido si uno tenía un tipo de paranoia, si había sido secuestrado un par de veces o si recordaba la habilidad con la que el beta (un supuesto ciudadano común) había torcido el brazo de un alfa dominante y lo había presionado contra el suelo. Nada importaba si se intentaba justificar con el débil estado del alfa, aun con eso, se podría hablar de la técnica en cuestión.
Jeon Yu solo practicaba artes marciales, pero habiendo visitado desde muy joven la casa de la familia militar más importante del continente, podía asegurar haber visto demasiados combates de práctica. Estaba tan familiarizado con ver dichas técnicas, que al verlo en esta situación y ser persuadido por la fiebre y la conmoción, había pasado de esta acción por completo.
Pero ahora lo sabía: el movimiento de Luo Bingwen… definitivamente no era algo que un simple civil pudiera aplicar.
Jeon Yu tenía la yema de los dedos blanca de apretar con fuerza innecesaria la cuchara y la mandíbula tensa de masticar como si quisiera romperse los dientes.
La razón por la que no había huido, y en cambio, había vuelto y se había sentado como un gato con orejas caídas, había sido porque si se marchaba dejaría a Li Han aquí y porque en el fondo de su paranoico corazón también había un sentimiento que le decía estaba exagerando. Quizá era esta misma cosa que le daba la sensación de que Luo Bingwen era una persona en la que podía confiar. Algo que no coincidía con él mismo, pero que lo había llevado a permanecer en este lugar durante varios días.
Este segundo pensamiento chocaba con el primero. Dicho con sus palabras, era así:
«Señor Luo, he preguntado cinco veces en menos de media hora, pero ¿te encuentras bien? Quiero decir, esta mañana su aspecto era mortal, dijo salir por la noche, y efectivamente, salió como un fantasma por la madrugada, ¿Cómo es eso posible? La alimentación dentro de la habitación debería ser nula y la recuperación debería ser poca, pero a simple vista se ve bastante bien ¿En realidad todo esta bien o siente algún dolor? Aunque puede que tenga demasiadas preocupaciones al pensar que debe de cuidar del abuelo Luo, un alfa discapacitado y un omega huérfano, pero en realidad no todo es tan malo. Comencé a moverme por mi cuenta, como joven maestro Jeon me encargarme en un futuro cercano de todo».
Jeon Yu movió la cuchara, viendo ir y venir parte del arroz todavía en el plato. Ya sea que Luo Bingwen fuera un tipo malvado o que solo fuera un tipo que le había tendido la mano, justo ahora estaba tan agotado mental y físicamente que sentía no podía seguir así. Todo era muy pesado y pensar era insoportable.
—Buenas noches, señor Luo.
Con la mente flotando se levantó, dejó el plato en el lavaplatos, se cepilló los dientes y entró en la habitación de Li Han. Luego se tiró sobre el sofá individual y poco después se durmió.
La fiebre volvió por la noche. El joven estaba durmiendo profundamente y no lo notó, pero el hombre sobre la cama lo supo de alguna manera. El hombre se movió lentamente de la cama, poniéndose de pie con algo de esfuerzo, procurando sostener su equilibrio mientras soportaba el leve temblor en sus rodillas.
Un paso, dos pasos, tres pasos.
Como si aprendiera a caminar, se apoyó en la pared y en los muebles hasta llegar al baño dentro de la habitación. Humedeció un paño de manos limpio que encontró dentro de un cajón y llenó un jarrón que contenía algunas flores falsas decorativas. Con estos utensilios volvió y colocó el paño sobre la frente del chico.
El chico tenía una expresión fruncida y el orillo de sus ojos estaba rojo.
Seong Ho recogió una cobija doblada del estante y lo arropó pensando su pequeño salvador podría tener frío.
Después de cambiar el paño cinco veces la fiebre finalmente bajó. Para este momento sudor frío recorría la espalda de Seong Ho. La dificultad de permanecer de pie con 79.5% de carga de personaje era absurda. Un paso mal y caería estrepitosamente sobre el suelo.
Asegurando la fiebre no volvería pronto, se dio media vuelta para volver.
Sus movimientos se detuvieron al sentir algo cálido tomando su mano.
Al volver la vista se dio cuenta eran los dedos de Chong Yu sosteniendo los suyos. La impresión inicial fue creer había sido descubierto y quiso retraer la mano, sin embargo, por alguna razón no lo hizo. Sintió que el toque de la otra persona era extrañamente reconfortante y sinceramente si la otra persona no alejaba su mano estaba bien para él.
Descubrió que la otra persona no retrajo su mano porque estaba dormido y su boca se frunció, decepcionado.
Chong Yu en realidad seguía dormido. Las pestañas parpadeaban milimétricamente y sus ojos estaban cerrados como si soñara con parpadear.
Seong Ho miró el rostro dormido durante largos segundos, luego estiró la otra mano queriendo frotar el cabello del chico.
Esta mañana descubrió que le gustaba su aroma, sus 'feromonas'.
Le hacían sentir algo que todavía no terminaba de entender, pero que no era necesario entender para tener esto claro.
Le gustaba ese aroma. No importa lo que significara, solo le gustaba.
Su mano se detuvo antes de alcanzar el primer mechón. De pronto pensó en lo incorrecto de venir y tocar a una persona dormida. Debía ser un acto irrespetuoso, pervertido, ilegal.
Anteriormente ya había pensado quizás podría estar siendo influenciado por el cuerpo escoria. Seguir este camino no era bueno así que simplemente volvió por donde vino y se tiró en la cama.
Al entrar al cuarto de control se dio cuenta el niño Sistema seguía dormido sobre la mesa, viéndose como una bola de la que solo se podía ver la cabeza blanca.
El niño también fue arropado con una manta.
Seong Ho limpió su mente de pensamientos inútiles y se sentó frente a la mesa. Siguió trabajando un par de horas más en los signos que parpadeaban de color verde y rojo frente a él.
•∆•
Hola, ¿cómo estan?
Esta nota, al igual que algunas por ahí, la dejé dentro del texto para que se pueda traducir en caso de que el lector no sea hispanohablante.
Ahora sí a lo que iba. Quiero aclarar algo respecto a los betas de este mundo.
Tal como alfas y omegas, los betas se dividen en recesivos y dominantes. Los recesivos son como nosotros (humanos fuera omegaverse), sin la capacidad de expulsar o de percibir feromonas. Un beta dominante, en cambio, puede percibir feromonas pero no reaccionar a ellas (de reaccionar, por ejemplo, sería se exiten porque les guste dicha persona, no porque su cuerpo naturalmente reaccione a ella). Los betas dominantes no poseen feromonas, rut, ni celo.