Hoy es sábado, el 22 de junio del presente, y es mi cumpleaños número 13. Soy Edward Walker (pero llámame Edd). Y hoy se suponía que iba a ser un cumpleaños de lo más normal con tus familiares. Pero todo se fue al caño cuando de repente una extraña nave espacial llegó a la tierra en el pueblo de Oldentown. Y ahora te preguntarás del porque esta historia comenzó con un conflicto de inmediato. Bueno, si seguiste leyendo hasta aquí, prepárate, porque esto se va a poner más raro.
Todo comenzó hace 2 días en un jueves, antes de mi cumpleaños. Y estaba recién levantándome de una buena siesta a las 11:36 AM. No soy muy bueno en eso de dormir, y despertarme a una hora temprana. Me vestí con unos pantalones negros cortos que me llegaban hasta por debajo de las rodillas. Unas zapatillas Jordán rojas y negras que no usan cordones (porque detesto abrocharme los cordones). Y un suéter de rayas rojas y negras. De apariencia soy de piel tez blanca, con pelo corto de color café, ojos de color azul, delgado.Me dirigí hasta la sala principal de mi casa. Y estaban mis padres y mi hermano Billy Walker (es 2 años menor que yo) y se estaban terminando el desayuno.—buenos días a todos— dije.—hola Edd tuviste un buen sueño— dijo mi mamá.—sí, que bueno que esta semana estén canceladas las clases— respondí mientras me estaban preparando un sándwich, y un vaso de jugo de tutifrutilla.—su madre y yo iremos a trabajar, y no olviden que no pueden salir a la calle— dijo papa.—si papa— respondió Billy mientras se tomaba el jugo de tutifrutilla.Mis padres se fueron a trabajar. Y yo fui a encender el televisor para ver mis caricaturas, mientras me comía mi desayuno. Pero por desgracia no había señal.Una cosa que no les he contado, es que estos días de esta semana, han ocurrido unos accidentes en el pueblo. Que por suerte nadie salió herido. Y los accidentes ocurridos, eran la caída de las antenas telefónicas. Dejándonos sin señal en toda la semana. Por lo que la escuela decidió cancelar las clases en esta semana. Hasta que arreglen el problema.—ugh..., en serio, todavía no vuelve la señal— dije.—Aun no, debido a que hoy en la mañana se ha caído otra antena— dijo Billy.—en serio ya estoy harto, es bueno que no haya clases esta semana, pero tampoco quiero aburrirme si no tengo acceso al internet— dije mientras apague el televisor.Me fui a mi habitación, y saqué un comic para matar el tiempo leyendo. Pero después de unos minutos ni siquiera pude llegar a la mitad del comic. Por lo que decidí guardarlo. Por lo que decidí volver a la sala principal para jugar algún videojuego en mi consola. Pero por mí percate que Billy la usaba. Y por desgracia no pudimos comprar un segundo mando para poder jugar los dos. Además de que juega un juego de fútbol, y a mí no me gustan los juegos de deportes. Prefiero los de aventura, y estoy seguro de que Billy va a estar jugando con la consola hasta que se haga de noche.De pronto me vino una idea, y recordé que mi abuelo me regalo una vieja consola cuando tenía 6 años. Y de qué tan vieja estamos hablando. Cuando los gráficos eran de pixeles.