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Chapter 12 - La situación de la aldea.

El temor de antes fue reemplazado por confusión y duda. 

-"…Eres Sile, ¿verdad? Pero creo recordar que ayer eras más joven…" Su mirada se clavó en ella.

-"Ay, eres muy directo. Me alaga que un jovencito tan atractivo como tú me diga que parezco joven, pero ya estoy casada." Extendió su mano, mostrando un modesto pero elegante anillo de bodas.

-"Ca-Casada, dices… ¿Con quién…?" 

-"Jo, jo. Ese sería yo, joven Kael. Tengo la fortuna de estar casado con esta maravillosa mujer desde hace 20 años. Oh, aún recuerdo lo hermosa que te veías con ese vestido…" Seamus tomo la mano de Sile, mirándola de forma afectuosa.

-"Jefe, harás que me sonroje. Ya no me veo como antes…" 

-"¡Tonterías! Para mí, ¡siempre serás tan hermosa como el día en que te conocí!"

-"Jefe…"

-"Sile…"

-"Umm… ¿Hola…?"

Ignorando completamente la existencia de Kael, ambos crearon su propio mundo, casi podían verse los corazones flotando a su alrededor.

Los otros clientes silbaban en modo de burla, gritando cosas como:

-"¡Vayan a otro lado! ¡No coman frente a los pobres!"

-"¡Es bueno ver que aún se amen después de tantos años!"

-"¡Waaaah, extraño a mi esposa!"

En tan solo unos momentos, el ambiente se animó y los borrachos bebieron aún más, mientras que los sobrios comenzaron a emborracharse. Sin saber qué hacer, Kael lentamente se puso de pie y salió del bar, sentándose frente la entrada.

-"Haaa… No entiendo nada. Sile está… ¿Viva? Pero ayer era una joven alrededor de mi edad y ahora es una anciana. Más confuso aun, ¿20 veinte años casada con el señor Seamus? Joder, parece que lo único que hago es preguntar y nunca obtengo respuestas."

-"¡Señor Kael! ¡Buenos días!" Con su habitual voz chillona y sus pequeños saltitos, Ciara saludo a Kael con un abrazo.

-"Buenos días, Ciara. ¿Descansaste bien?" Acaricio un poco su cabeza, sintiendo como nuevamente su mente y alma se recuperaban gracias a su inocencia.

-"Sip, Me fui a la cama temprano y me desperté en cuanto salió el sol." Soltó a Kael, haciendo una pose orgullosa con ambas manos en su cadera y una sonrisa en su rostro.

-"Ya veo. Me parece algo bueno, ¿Pero tus padres no se preocuparan si sales tan temprano de casa?"

-"¡Ciara no tiene padres, así que no hay problema!"

-"Uhh, entiendo, disculpa por haber preguntado." Kael sintió un pequeño pinchazo en su corazón.

-"¿Mmm? ¡No te preocupes! Nunca conocí a mi padre, y le prometí a mi madre que no estaría triste cuando se fue lejos. De hecho, esta canasta era de mi madre, la usaba para vender flores bonitas y se las regalaba a los que parecían tristes para que sonrieran. — Acercó la canasta a su pecho, abrazándola con fuerza. — Por eso Ciara se levanta temprano, ¡Es para que todo el mundo pueda volver a sonreír gracias a mis flores!"

-"Realmente eres una muy buena niña, espero que puedas hacer que toda la aldea sonría." Kael acaricio su cabeza, como forma de felicitarla. Bueno, realmente no conocía otra forma de felicitar a un niño.

-"Je, je… ¡Ah! ¡Ciara no es una niña!"

-"Lo siento, lo siento. Quise decir señorita. Entremos, ¿sí?" Conteniendo una risa, Kael se puso de pie y le señalo a Ciara la entrada al bar.

Aunque parecía algo insatisfecha, la pequeña accedió.

-"… Está bien, Ciara ya tiene hambre de todos modos."

Dentro del bar, el ambiente parecía al fin haberse calmado, como si el caos de hace unos momentos fuera mentira. Como el día anterior, tomaron asiento en la barra, donde Seamus los saludo.

-"Bienvenida, Ciara, llegas justo a tiempo. Ya tenemos tu almuerzo listo."

-"¡Yey! ¡Gracias abuelo Seamus!"

-"Jo, Jo. No hay problema pequeña. Ahora se una buena señorita y espera tranquilamente."

-"¡Okey! Mhmm♪ Mhmm♪" Balanceando sus pies, comenzó a tararear una pequeña canción. Tanto Seamus como Kael sonrieron al verla.

-"Oh, cierto, lamento lo de hace un momento, Kael. A veces nos perdemos en nuestro propio mundo y es difícil salir." 

-"Tranquilo, señor, es bueno ver que aún se lleven bien." Kael forzó una sonrisa despreocupada, como para indicar que no había problema.

-(Aun así… No sé nada, tanto del porqué del cambio de Sile, ni de la causa del estado de la aldea. No creo que se deba simplemente por la falta de comerciantes… Espera, el carruaje que encontré en mi camino hacia aquí, por su tamaño y los papeles del conductor, parecía transportar algún tipo de mercancía, pero no hallé nada. Y los bandidos tampoco tenían nada encima, solo habían cadáveres—)

-"!!" Como si completara un rompecabezas, las piezas poco a poco se unían en la mente de Kael.

Seamus, viéndolo con una expresión complicada, le pregunto:

-"¿Qué pasa? ¿Estás bien?"

-"…Señor Seamus, ¿Puedo preguntarle algo?"

Aunque confundido por el repentino tono serio de Kael, asintió.

-"Me comentó sobre que los comerciantes no pasaban por aquí hace un tiempo, ¿Recuerda? — Seamus asintió nuevamente— Por casualidad… ¿Esos "productos básicos" de los que hablaba… eran personas?"

Una clara expresión de sorpresa se reflejaba en el rostro de Seamus, esa pregunta lo tomo con la guardia baja.

Silencio.

Ninguno de los dos hablo, solo se miraron el uno al otro, hasta que…

-"…Si, es tal como dices. Esperábamos personas… No, esclavos, para utilizar a los hombres de mano de obra y a las mujeres para que los jóvenes aliviaran un poco de 'estrés'."

Los puños de Kael se cerraron, su respiración se volvió áspera y el sudor comenzó a caer por su frente— Pero antes de que pudiera hacer algo, un increíble dolor de cabeza lo detuvo. Eso no duro ni dos segundos, pero la mente de Kael estaba en calma y todo su cuerpo se relajó.

Habiendo visto esto, Seamus lo miro con lastima y le dijo: 

-"…Así que tenía razón."

-"…"

-"Tu… no eres de aquí, ¿Verdad?" 

-"¿Qué quieres decir?"

-"Tu modo de hablar, y el hecho de que estés en 'esta' aldea me hacen pensar que no eres de este reino. Además, cuando mencione que la mercancía eran esclavos, parecía que estabas a punto de saltar sobre mí."

-"…Me disculpo, no pensaba atacarte. ¿Pero cómo puedes hablar tan tranquilamente sobre las personas como mercancía? ¡Eso no está bien!"

-"Que no está bien, eh… Dime, muchacho ¿De casualidad no serás del Reino de Celestora? Solo alguien de ese lugar pensaría mal de la esclavitud."

-"¡De donde sea no tiene nada que ver! Ese tipo de cosas no—"

-"Joven —La voz de Seamus, tan cálida y familiar hace unos momentos, ahora era tan fría como el invierno más cruel— Cualquiera que haya crecido aquí, en el Reino de Ealiar, sabría que la esclavitud es algo de todos los días. Así que, o eres de otro reino, o vienes aquí con un propósito—" 

El silencio descendió en el bar luego de que dijo esas palabras, y los hombres que disfrutaban de su bebida hace un momento, miraban con cautela a Kael, con sus manos cerca de sus armas. 

-"Si es lo segundo… ¿Cuál propósito?"