-"Eso es todo por hoy."
-"Uuff… La clase de hoy fue más larga de lo normal. Me duele el trasero de tanto estar sentado."
-"Jo, Jo. Como aprendes rápido, pensé que sería buena idea acelerar un poco el ritmo. Falta poco, aguanta."
-"¡Gracias por la clase de hoy!"
Tal como los últimos días, Seamus pasó unas horas enseñándole a Kael, que para su sorpresa, aprendía increíblemente rápido, como si fuera una esponja absorbiendo agua. A este paso, no tardaría más de uno o dos días en obtener más conocimientos que un adulto promedio.
-"Señor Seamus, ¿puedo hacerle una pregunta?"
-"Claro, adelante."
-"¿Cómo o donde podría conseguir información?"
-"¿Información? ¿De qué tipo?"
-"De una persona, por ejemplo."
-"Mhmm… ¿Buscas a alguien?"
-"Eh… Podría decirse, sí. Entonces, ¿Sabe algo?"
-"Información sobre una persona… Si, puede que en ese lugar…"
-"¿'Ese' lugar? ¡¿Es decir que es posible?!"
-"Si. El lugar con más cantidad de información a la venta y con una de las redes de inteligencia más conocidas del reino: el territorio del Clan Féinneala. Allí deberías poder conseguir lo que sea que necesites, además de productos de todo el reino."
-"El Clan Féinneala… ¿Cómo llego a ese lugar?"
-"Pásame el mapa."
-"Aquí."
Extendiendo el mapa en la mesa, Seamus señalo un lugar del mapa —"La aldea esta en este punto del mapa, y si vas en esta dirección."— Movió el dedo hacia abajo, deteniéndose rápidamente.
-"Deberías encontrar una pequeña ciudad, marcando el límite entre el territorio del Clan y el 'resto'. Una vez que pases la ciudad—si es que puedes—, veras las murallas del territorio."
-"Ya veo, puede que sea un viaje algo largo…"
-"Si vas en caballo y sin detenerte, tardarás tres días aproximadamente."
-"Tres días… ¡Bien! Es menos de lo que esperaba. Creo que dentro de poco podré irme, ya llevo más de dos semanas ayudándole, Señor Seamus."
-"Mhmm… Si…"
-"¿? ¿Pasa algo?"
-"N-No, lo siento. Tienes razón, en poco tiempo podrás irte, es tiempo de que te deje marchar y mi investigación está en su fase final de todas formas."
-"Es bueno escuchar eso. Bueno, iré a preguntarle a Sile si necesita ayuda en algo."
-"Oh, ella no está, así que no hace falta."
-"¿No está?"
-"No, se tomó el día para encargarse de unos… asuntos personales. Pero no te preocupes, estará de regreso en la mañana."
-"Ah… Entiendo. Nos vemos mañana."
-"Si."
Seamus observo a Kael salir de la habitación, en el momento en que la puerta se cerró con un suave *clac*, dejó escapar un pesado suspiro, sentándose en la cama mientras su mirada vagaba por todo el lugar.
-"…" Su expresión se oscureció.
En la mañana siguiente, tal como Seamus había dicho, Sile estaba trabajando como de costumbre.
-(¿Qué carajos está pasando…?) Al menos para los otros clientes, ya que para Kael, la 'Sile' frente a él no debería de estar con ellos, después de todo el— el Ser la mato.
-"¿Q-Que pasa, Kael?" Dándose cuenta de que Kael la observaba Sile, la 'joven' Sile se sonrojo, como si no recordara el hecho de que atravesaron su pecho.
-"Dime, Sile…"
-"¿S-Si?"
-"Tu… ¿No eras más vieja? Quiero decir, casi como una anciana."
-"¡¿Eh?! ¡¿Por qué dices eso, Kael?! ¡N-No puedo creer que seas tan cruel!" Con una mezcla de indignación y enfado, el rostro de Sile se volvió extremadamente rojo.
-"Jo… Pensar que dirías algo así, pensaba que eras más delicado, joven Kael."
-"¡Tiene razón, deberías ser más considerado con las mujeres, mocoso!"
-"¡Si, si no la quieres, dámela a mí!"
-"¿Pero qué dices, imbécil? ¡Tienes esposa y un hijo!"
Por culpa de la pregunta, comenzó un alboroto en el bar, gritos, insultos e inclusos algunos golpes volaron por el bar. No parecía que Seamus fuera a intervenir, debido a que su rostro se puso pálido y sudor recorrió su frente. Cuando Kael decidió hacer algo—
*CLONK*
-"¿Qué creen que están haciendo en mi posada…?"
No es que Seamus se sintiera mal o tuviera miedo de los clientes, no. Lo que el temía, era algo completamente diferente.
Sile, aunque definitivamente más joven, desprendía la misma presión que su otra 'versión', haciendo temblar tanto a los clientes como a Kael.
El sonido de la sartén resonó durante un tiempo acompañado por gritos de ayuda.
Luego del pequeño 'incidente' Kael terminó de prepararse para salir, se dio cuenta de que no había visto a Ciara en toda la tarde. A esta hora, ella estaría esperándolo en el piso de abajo o subiría directamente a despedirse.
-(Me pregunto dónde estará… También esta lo de Sile… Maldición, cada que pienso que algo está resuelto, algo mas sucede.)
-"…Es hora de bajar."
Al bajar las escaleras, no quedaba ni un solo cliente, los únicos que estaban eran Sile, que al parecer se enfadó con Kael, y Seamus, limpiando los vasos.
-"Saldre un rato, nos vemos mañana."
-"Ten cuidado." Seamus lo despidió con una sonrisa.
-"Hmph." Mientras que Sile ni siquiera lo miro.
-"Ja, Ja…"
…
Terminando la recolección de 'ingredientes', Kael le entrego la bolsa con las Bestias a Seamus. Una vez que Seamus se alejó, Kael planeaba hacer lo mismo, cuando sintió un toque en su hombro. Era 'Aldeano A'.
-"¿Qué pasa, Aldeano A?"
-"A-Aldeano A…? Uh… No importa. Quería hacerte una pregunta."
-"Adelante."
-"¿No sientes curiosidad sobre lo que podría estar haciendo el Señor Seamus con los cadáveres?"
-"Mhmm… Ahora que lo menciones, pues sí. Pero mi única tarea es traer los ingredientes."
-"¡Por eso mismo! ¿No quieres ir a ver lo qué hace? Creo que tenemos el derecho ya que somos nosotros los que traemos sus preciados 'ingredientes'.
-"Mm… Ahora tengo mucha curiosidad…"
-"¡Ja, Ja! ¡Sabía que me entenderías! Ven, vamos."
-"Oye, espera—"
-[No.]
-"¿Eh?"
-[No vayas, no debes ir.]
-"¿De qué hablas? ¿Por qué debería—"
-[Esto no es una pregunta, ni un aviso. Es una orden. No vayas.]
Notando la rara seriedad en la voz del Ser, y a pesar de no gustarle la idea de obedecerlo, decidió hacerle caso. Después de todo, ¿Quién no obedecería a una extraña voz en su cabeza?
-"¿Qué pasa, no vienes?"
-"N-No, recordé que tenía algo que hacer. Sera la próxima."
-"Bueno, tú te lo pierdes. Nos vemos."
Con eso, Kael miro por unos segundos como corría en la dirección en donde Seamus había ido. Decidiendo que era mejor volver, volvió a la posada.
-"¡Ja! No esperaba que fuera un cobarde. Bueno, es mejor de esta forma, puedo vigilar tranquilo."
Tras seguirlo alrededor de 15 minutos, Seamus finalmente se detuvo y bajo la bolsa, sacando los cadáveres y poniéndolos a un lado.
-"Me pregunto que hará con los cadáveres…"
Seamus comenzó a sacarse la camisa y los pantalones, dejando puesto solo su ropa interior. Arrodillándose y murmurando algo, se puso de pie con las manos apuntando al cielo y dijo con una voz lo suficientemente alta como para que 'Aldeano A' escuchara.
-"Encárguense de la pequeña 'rata'."
-"!!" Antes de poder entender esas palabras, un intenso dolor asalto su abdomen y bajo la mirada solo para encontrar…
Una mano.
Una pequeña y aparentemente frágil mano, machada con sangre, su sangre, atravesando completamente su cuerpo.
-"¿Que… Paso…?"
Con gran dificultad, dio vuelta su rostro, en un intento de ver al culpable. Sin embargo, casi deseo no haberlo hecho.
-"Si…le… ¿Por qué…?"
-"…"
La única respuesta que recibió fue la fría mirada de la joven, indiferente ante las palabras y quejidos del hombre.
-"¿Qué estás haciendo? Acaba de una vez."
-"…Entendido."
Con un simple movimiento de mano, el cuerpo del hombre fue partido en dos, dejando nada más que una desagradable vista y las miradas desinteresadas de Seamus y Sile.