El ambiente era sumamente tenso, las miradas de los clientes se clavaban dolorosamente en su espalda, y el silencio de Seamus era agobiante.
*Gulp* Tragando saliva, la mano de Kael se movió hacia su cintura, mas por instinto que por voluntad. Para su desgracia, su mano no rozo más que el aire; su cuchillo no se encontraba ahí.
-"…" Ahora recordó que había salido de la posada sin sus cosas, por lo que deberían de estar en su habitación.
Sin armas, completamente rodeado y sin ninguna vía de escape, la situación de Kael no parecía muy prometedora.
*¡Clonk!*
-"¡AY!" Con un ruidoso golpe, la cabeza de Seamus fue golpeada y el sonido metálico de una sartén resonó por el lugar. A pesar de eso, ningún cliente se movió; sabían que nadie debería de meterse con esa persona, o experimentarían el mismo infierno.
-"¿¡Que fue—" En ese momento, el rostro de Seamus comenzó a perder color, hasta quedar aún más blanco que un fantasma. Su cuerpo comenzó a temblar ligeramente y sus piernas parecían perder fuerza.
-"C-Cariño, yo—"
-"¡Silencio!"
-"…"
Sin siquiera la oportunidad de poder hablar, el atacante—, Sile, gritó con una voz extremadamente potente al tembloroso Seamus, el cual palideció aún más.
-"¿¡Es que eres tonto!? ¡Ten un poco de cabeza, que estas asustando a la pobre Ciara! ¡Y nuestra regla es clara: Nada de peleas en mi posada!"
-"¿T-Tu posada…? Pero yo también—"
-"…"
Aun cuando Sile guardó silencio, Seamus todavía pudo sentir el peligro y el significado de su silencio: 'Una palabra más, y estás acabado'.
Sin querer rendirse, Seamus miro hacia los clientes, pero todos desviaron la mirada, fingiendo ignorancia.
-"¡U-Ustedes…!" Maldiciendo por lo bajo, esta vez busco aliados en otra parte: Ciara. Mirándola como si estuviera suplicando por ayuda, una sonrisa traviesa se formó en el rostro de la pequeña y desapareció tan rápido como apareció.
Reemplazando su sonrisa por unos ojos de cachorrito y pequeñas lágrimas en las esquinas de sus ojos, dijo:
-"¡C-Ciara no quiere que el abuelo Seamus y el hermano Kael peleen! ¡Deben llevarse bien! Sniff… sniff…" Ahora sí, las lágrimas comenzaron a descender por las mejillas de Ciara, haciendo que Seamus, Kael y los clientes entraran en pánico.
-"¡El señor Seamus y yo no estamos peleando, asi que no hace falta que llores, Ciara!"
-"¡Ti-Tiene razón, solo estábamos hablando! Así que no llores, ¿Si…?"
-"¡Mentirosos! ¡Waaah!" Al parecer las negociaciones habían fallado, y las consecuencias eran evidentes: Una presión aterradora sometió a Seamus y Kael.
-"Así que no fue suficiente con alborotar la posada, sino que además hicieron llorar a la pequeña Ciara, eh…"
*¡Clonk!* *¡Clonk!*
Una vez más, el doloroso sonido de la sartén resonó por la posada.
◈ ◈ ◈
-"…Asi que esa es tu situación. Gracias por compartirla. Y lamento lo de antes."
-"Sin rencores, creo que la sarten hizo que te entendiera mejor."
Un tiempo después del "incidente", tanto Kael como Seamus, con la 'gentil' insistencia de Sile, tomaron asiento en una habitacion libre para charlar. Por supuesto, Kael no le dijo toda la verdad, sino que omitió y alteró ligeramente algunas partes. Para resumir, Seamus ahora sabe sobre la pérdida de memoria parcial de Kael y que despertó en un bosque, pero desconoce la existencia del "Ser" y el humo negro. En cuanto a su brazo izquierdo, invento que de pequeño su casa sufrió un incendio y su brazo quedo atrapado entre los escombros, y que aún lo recuerda debido al trauma.
-"Mhmm… Bueno, supongo que ese tipo de cosas son más comunes de lo que uno esperaría."
A pesar de mostrarse dudoso en algunas partes, Seamus decidió creerle de momento.
-"Disculpe, señor Seamus, ¿Esta bien si le hago una pregunta?"
-"Adelante, es justo que yo también responda tus dudas."
-"Gracias… Antes, mencionaste algo que me llamo la atención: ¿Significa algo mi presencia en esta aldea?" Desde que Seamus lo menciono, aquellas palabras estuvieron rondando la mente de Kael, el cual sentía que había un significado más profundo del que parecía.
-"…Así que es eso, eh. Te lo diré, pero puede que sea un poco largo."
Con confianza, Kael dijo:
-"Tengo tiempo."
-"Jo, Jo. Está bien. — Con una pequeña tos y una expresión seria, comenzó a hablar —
-"Como mencione anteriormente, estamos en el Reino de Ealair, el cual está gobernado por la Familia Real Bolg. El nombre del actual rey es Connall, un rey querido por sus habitantes y que ha hecho mucho por el reino. El nombre de la reina es Riona, hermosa y con un intelecto sin igual, apoya perfectamente a su marido en todo lo que sea posible. Su hijo mayor, el siguiente en ocupar el trono, es el príncipe Cormac, un joven que al igual que su padre, demuestra grandes cualidades propias de un rey. Finalmente, la princesa Deirdre, digna y bella como su madre, es considerada la flor más hermosa del reino."
-"Mhmm… Esos nombres se me hacen extrañamente familiares… Pero, ¿Qué tiene que ver eso con la aldea? Y, por lo que dices, no parecen el tipo de personas que permitirían la esclavitud…"
-"Te advertí que sería largo, por lo que pido que escuches con paciencia."
-"…Esta bien, lamento interrumpir."
-"Ejem, ¿Por dónde iba…? ¡Ah, sí! Si bien la Familia Real es la que manda, lo cierto es que hay dos grandes familias más que ostentan gran poder y apoyan de manera activa al reino y la Familia Real: El Clan Draighean, que se encarga de todo lo relacionado a lo militar; Armas, soldados, defensa del reino, etc. A su vez, en su territorio tienen la mejor academia militar del reino, donde forman grandes guerreros. Aunque he oído que tuvieron algunos problemas con un asunto familiar… No, no importa, el siguiente es el Clan Féinneala, que, contrario al Clan Draighean, se encargan del comercio y transporte de mercancías por todo este reino y en otros. También, tienen una academia para eruditos, donde famosos investigadores y mercaderes se han graduado."
-"...Realmente aprecio que se tome el tiempo de hablarme de todo esto, pero aún sigo sin entender que tiene que ver con la aldea. Si no quiere hablar sobre eso, simplemente—"
-"Tranquilo, —Nuevamente, su voz se volvió extremadamente fría, carente de emociones — ahora viene lo importante."
Con un pequeño suspiro, como para intentar prepararse, comenzó:
-"Hace varios siglos, cuando apenas comenzaba la creación del reino, hubo una vez una gran y orgullosa familia, más antigua que los Dos Clanes y casi igual de poderosa que la Familia Real. Los primeros tiempos fueron de maravilla, las 4 familias estaban unidas y el reino lenta pero seguramente prosperaba. Lamentablemente, la codicia y la avaricia siempre dominaran la mente humana, haciendo que incluso el más brillante de los hombres quede cegado. – Entre más hablaba, más la expresión de Seamus se volvía complicada — Tal fue el caso del líder de esa gran familia, que inundado con nada más que pensamientos de riquezas y poder incomparable, hizo un 'trato' y siguió las ordenes de un 'Dios'. Sin embargo, fue engañado, desatando una maldición en todo el Reino de Ealair. Tal maldición, terrible como suena, obligaba que de cada 100 niños nacidos en el reino, 1 naciera con una marca de cadenas en el cuello, indicando que estaban 'esclavizados' y obligados a vivir bajo las ordenes de un 'amo', de lo contrario, encontrarían su final."
-"Entonces, los que vi en el camino hacia aquí…"
-"Si, probablemente eran esclavos."
Los puños de Seamus comenzaron a temblar, los cerraba con tanta fuerza que sangre comenzó a salir de ellos, a la vez que el desprecio en su mirada era evidente, aun así, continuó:
-"Despertando de su avaricia, aquel líder quedo horrorizado ante las consecuencias de sus acciones y, determinado a detener esa locura, encaro al 'Dios'.
La única respuesta que recibió fue la risa burlona del ser, y un 'trato': Si entregaba su alma, eliminaría la maldición. Consciente de que la culpa era suya, decidió aceptar, sintiendo como poco a poco su vida desaparecía y de él no quedaba más que un viejo cuerpo arrugado."
-"Sacrifico su vida para compensar su error…" El tono de Kael mostraba un poco de admiración.
Al oírlo, La expresión de Seamus se relajó un poco, y continuo luego de tomar un poco de agua.
-"Un periodo de paz volvió al reino, y el líder fue juzgado.
En paz porque pensaba que finalmente se había enmendado, acepto el final de su vida.
Lamentablemente, para aquel 'Dios' no éramos más que una fuente de entretenimiento, porque cuando volvió, fue para decirle que el 'trato' que hicieron no era válido debido a que la moneda de cambio, su 'alma', había sido utilizado en su 'trato' anterior."
-"Espera… ¿Quieres decir que…?" Sin darse cuenta, toda la atención de Kael estaba en la historia de Seamus.
-"Si. Al 'incumplir' con su parte del trato, este quedo anulado, haciendo que el 'Dios' volviera a esparcir la maldición por el reino. Ante esa situación, la Familia Real decidió enviar a lo profundo del bosque a la familia culpable del sufrimiento del reino, prohibiendo su entrada a todos los miembros de su familia y descendientes. Para hacerlo peor, por mero capricho, el 'Dios' lanzó otra maldición a esa familia, una marca completamente humillante y vergonzosa en toda su espalda, haciéndolos fáciles de identificar."
Luego de hablar tanto, parecía que Seamus estaba agotado, su respiración agitada y el sudor de frente lo delataban.
-"Yo… WOW… No tengo idea de que decir, es tanta información de golpe…"
-"Jo, Jo. No te culpo, es una historia larga y densa, después de todo."
-"Aunque… ¿Cómo es que el señor Seamus tiene tanta información? ¿Tiene algún libro o…?"
-"…" Seamus no respondió.
-"¿Señor?
-"Si… Supongo que puedo enseñártelo a ti, espero no equivocarme."
-"¿?" Kael no entendía de qué hablaba Seamus, así que se limitó a mirarlo en silencio.
Ahora de pie, Seamus comenzó a quitarse su camisa, confundiendo aún más a Kael.
Pero cuando Seamus finalmente quedo con su espalda expuesta, entendió absolutamente todo.
En su espalda, con letras grandes , tenía escrito:
"TRAIDOR."