Breve epilogo de los sucesos una vez que regresé. –
En su forma es temible y bella.
Hechos que ocurren cuando regresé del hospicio. Un antes de Mei y un después de ella.
Regresé de la escuela...y de alguna forma me cautivó. ¿No sé quién es ella? Y fui conociéndola
Cuando la vi por primera vez quedé cautivado. Y sentí que no era la primera vez. Que ya había una vez, en que fue mi parte, y ahora no lo és. Fue en el hospicio, y la escuela, y la ciudad. No podría explicarlo. Quizás soy tan extraño como lo es ella. Pero su lúgubre forma y su alma que pena en los pasillos de la escuela me hicieron preguntarme si hay algo más allá esperándonos. Mi primer nombre es Octavio, y mi segundo nombre es, pues no vale la pena mencionarlo, y Mei me lo dijo. Los segundos nombres solo estorban. Son para mencionar algo más. Su excéntrica manera de ser iba de la mano con su maldición y su finura en expresarse. Fantasmagóricamente, mi cabeza la siente. Como he sentido otros u otras. -
Físicamente no era de notar, ni lo es. De hecho en el futuro, quizás ella sea así de escuálida con una piel que blande una palidez opaca en el exterior, pero si algo tiene un nimio de brillo, entonces hay una luz, mucho mayor de lo que parece exponer dentro de tanta oscura forma.
Su cuerpo languidece y carece de voluptuosidad en desarrollo, su ojo grande, y su cabello semi corto oscuro, que hace juego con su vestimenta al estilo gótico. Es callada, terriblemente callada, pero dentro de ese silencio conversa a través de las miradas, siempre dentro del campo de la plutónica forma de lo siniestro, como si sus músculos faciales no quisieran exponer más de ello. Viene de una familia que trabaja con arte vanguardista. Se dice que ella nació con una deficiencia. Eso no puedo determinarlo bien. Una discapacidad. Pero volviendo a su familia. Su padre, desapareció, y su madre la crió a ella, y su hermana. Sobre la desaparición solo se sabe ello. Ambos progenitores tenían una sala de arte. Sus cuadros denotaban figuras grandilocuentes, y formas inexplicables, pese a ello, no se le llamaba arte abstracto, sino más bien, arte del Medioevo., también entre las figuras, tenían esculturas de cera, muy bien delimitadas. Hoy en día se dice que está cerrado al público, ya que no hay alumnos. La familia invierte en otros productos; eso dicen.
Pero aún en el viejo galpón cerca de la calle Arevalo, esconden todos los elementos que fueron una vez apreciados por la plebe inmensa. Quizás visite aquel sitio de vez en cuando. Hay quienes no pueden alejarse de ciertos lugares. Quedan como atrapados por el simple hecho de existir aquel sitio. No podría explicarlo.
Un alma es complicada en muchos aspectos, la de Mei, tal vez sea la peor