Chereads / El mundo entre mundos. / Chapter 3 - Capítulo 3

Chapter 3 - Capítulo 3

Cuando desperté, me hallaba en una de las impolutas camillas de la enfermería. 

— Au... 

Mi dolor de cabeza persistía levemente, pero el fuerte sonido de una campanada lo intensificó. 

[¡Ding!] [¡Conexión restablecida!] 

 [...Procesando información] 

 [...Decodificando los chunks del terreno] 

 [...Cargando recursos] 

 [...Cargando entorno] 

— ¡¡MADRE SANTA!!... ¡¡AU!! ¿¡Quién fue!? 

De repente, una voz robótica resonó cerca de mí, provocándome un sobresalto tanto por el susto como por el dolor. A pesar de revisar a mi alrededor, no encontré nada lo suficientemente cercano para que la voz sonara tan próxima. La mesa de madera más cercana estaba vacía. 

¿Estaré alucinando? 

Sintiendo mi cabeza con extrañeza, atribuí la alucinación al estrés excesivo al que me había sometido últimamente. 

No obstante, una inquietud persistía en mi interior. 

Mis ojos percibían algo inexistente: sutiles cuadros casi transparentes que interferían con mi visión. 

Dentro de esos recuadros, se leían frases. 

[¡Ding!] [Activación completa.] 

[El sistema le da la bienvenida.] 

Aun frotándome los ojos, esas cosas no desaparecían. La sensación de malestar se instalaba. 

— Mierda, tengo esquizofrenia... 

Fue la primera explicación que se me ocurrió. 

[Empezaremos con la explicación del funcionamiento del SISTEMA] 

[Le informamos de antemano que habrá muchos cambios en su vida a partir de ahora.] 

[Nuestro objetivo es simplemente evitar la extinción de la humanidad, y para cumplir con este objetivo has sido seleccionado como el anfitrión del sistema. Para ello el sistema le bridara la ayuda necesaria para que el usuario sea capaz de hacerle frente a las amenazas.]

[Si no ha entendido nuestra explicación simplemente debe saber que el sistema tiene como objetivo principal salvaguardar el bienestar de la humanidad.]

[El nombre completo del sistema es: Sistema Inter-comercial de Suculentos Tesoros Efímeros Magníficos Antiguos, abreviado como; SISTEMA] 

Me quedé estupefacto.

¿Me estoy volviéndome verdaderamente loco? Los recuadros cambiaban, mostrando nueva información cada vez que terminaba de leerlos. ¿Cómo puede estar tan sincronizado con mi tiempo de lectura? 

El sistema prosiguió.

[Las mecánicas de uso del SISTEMA son sencillas.] 

[Se le proporcionará un espacio de uso personal llamado [Inventario]. Allí podrá guardar los objetos que crea ser los más importantes para su misión. Además, inicialmente solo tendrá cinco ranuras disponibles para guardar sus pertenencias.] 

[Para poder ayudarle a entender como evolucionara su fuerza el sistema tiene un apartado exclusivo para el usuario llamado [Estadísticas del personaje]. En ese lugar podrá ver la evolución de sus estadísticas.]

[Habrá personajes hechos exhaustivamente por el sistema llamados NPC pasivos que no lo atacaran cuando aparezcan, sin embargo, ellos le ofrecerán información acerca de misiones ocultas y/o le entregaran un regalo tras completar una misión.]

[Existen entidades hostiles al usuario, estas entidades se le conoce como NPC hostil que al ser derrotadas tienen una pequeña probabilidad de soltar objetos comerciables en la tienda.]

[La tienda es un apartado hecho únicamente para la compra del equipo necesario para ayudarlo en su misión.]

[¡Ding!] [Su actual misión principal es recolectar los fragmentos del falso profeta.]

[Cuando se detecte un fragmento del falso profeta cerca de su ubicación una misión segundaria será activada automáticamente.]

... 

Pasó un largo tiempo antes de poder calmar mi nerviosismo casi por completo.

Seguía viendo las palabras escritas en los recuadros con gran fascinación. ¿En verdad estaba viendo un recuadro flotante? Las palabras en los recuadros al principio carecían de sentido lógico. Esos recuadros describían cosas tan inverosímiles que me quedé callado sin saber que poder decir. ¿¡Como alguien como yo podría tener un mini almacén en para almacenar mis cosas!? Solo el pensar que eso era real me hace tener un fuerte dolor de cabeza.

¡Quiero decir, hace poco he llegado a la conclusión de que yo no soy alguien especial!

No se me es posible tomar las palabras de los recuadros con seriedad. No en realidad es absurdo siquiera considerarlo como algo serio. ¿Para qué intentar buscar tres pies al gato?

Me acomodé en la camilla sin darle importancia al supuesto sistema que había aparecido.

Solo me bastó reflexionar un poco para llegar a la conclusión de que todos esos recuadros eran solo una alucinación que estaba teniendo.

El dolor de cabeza ha de haber sido el responsable de hacerme alucinar cosas sin sentido.

No es como si mi capacidad de comprensión se hubiera visto mermada por el dolor de cabeza, simplemente me costó un poco más darme cuenta de esta alucinación. Sin embargo, no todavía no puedo ocultar el asombro que siento hacia mi imaginación, normas, recompensas, técnicas, inventario, estadísticas, todo se parecía a lo que se podría encontrar en un juego.

Diablos sí que tengo una muy buena imaginación.

Atrapado en un pensamiento un poco narcisista un sonido chirriante llamo mi atención. No se escuchó como algo lejano, sino que fue muy cercano.

Busqué con la mirada la procedencia del chirrido, pero una espesa niebla, que se filtraba de las comisuras de la puerta y las ventanas, me impidió poder ver más allá de unos cuantos centímetros.

De un momento a otro todo se tornó de gris.

El brusco cambio de ambiente me provoco miedo a lo que se podría estar oculto en la niebla.

Volví a escuchar el chirrido solo que esta vez pude escuchar claramente un carraspeo luego del chirrido, como si aquel que hiciera el chirrido tuviera una pequeña tos.

El chirrido persistió por un largo rato martillando en mi cabeza que seguía un poco aturdida.

Tuve un presagio, un sentimiento de miedo absoluto al responsable del ruido, pero no tenía a donde ir. Me quedé quieto en la camilla moviendo mis ojos de un lugar a otro tratando de captar el más mínimo movimiento en la niebla hasta que logré discernir de donde provenía ese sonido tan espeluznante.

Al frente mío.

Fijé mi mirada en esa dirección por un momento antes de ver como unas luces rojas casi al ras del suelo se abrían paso de entre la neblina.

¿Qué eran esas luces? ¿Un carro a control remoto? La pregunta flotaba en mi mente mientras trataba de levantarme de la camilla, sin embargo, me detuve al escuchar de nueva cuenta el siniestro carraspeo.

Me llené de incertidumbre sobre la identidad de quien o que era lo que se estaba acercando, haciendo esos ruidos tan molestos y terroríficos.

— ¿Hay alguien ahí...? 

Puede que se haya debido a mi falta de experiencia en estas situaciones, o quizás el mismo estrés no me dejo pensar con claridad, pero inocentemente lancé la pregunta a quien se acercara esperando una respuesta clara.

No obstante, solo después de haber dejado salir las palabras de mi boca me di cuenta de la insensatez e imprudencia de mis palabras.

¿En qué estaba pensando? En ninguna película de terror cuando el o la protagonista lanza esta pregunta el asesino o monstruo se detiene a decir "soy yo, no te preocupes".

¡Fui muy estúpido!

¿Y qué es lo que haría si por algún motivo desconocido el ente siniestro dice "soy yo, no te preocupes?" Sería un completo desastre porque yo sí me lo podría creer. Aun si no conozco a la persona que diga eso solo bastaría que dijera esas palabras para que bajara mi vigilancia.

¡Podría haber caído en la trampa muy tontamente! 

Lamenté mi ingenuidad por un momento al sujetar mi cabeza entre las manos. Me sentía demasiado abrumado por mi propia estupidez como para darme importancia a lo que sea que se esté acercando.

Espera, ponte a pensar por un momento, ¿qué son esas luces rojas? Lo primero que se me vino a la mente fueron los ojos de una bestia, ¿Podrían ser siquiera unos ojos? Por como brillaban las luces rojas no parecía ser unos ojos, pero algo muy dentro de mi no quería desechar esa idea.

Mis manos se cerraron en puños temblorosos ante el creciente miedo. 

— IHHK... 

De la niebla emergió la cabeza de un animal, una visión horripilante. 

Inconscientemente retrocedí ante la presencia del animal sin darme cuenta de que había sobrepasado la anchura de la camilla.

Mi cuerpo cayó al suelo dándome un fuerte golpe que me hiso despertar de mi miedo.

Miré a mi alrededor y vi como las paredes de la enfermería parecían estar cerrándose sobre mí y el animal empujando con ellas las camillas más lejanas hacia donde me encontraba.

Una de las paredes llego hasta mi empujándome con ella.

Luché para detener mi avance en vano, la fuerza de la pared sobrepasaba muchas veces la mía.

La saliva se acumuló en mi garganta al olvidarme de poder tragar.

Aunque el movimiento de la pared era lento parecía ser imparable.

En el centro, la cabeza de un animal deforme aguardaba pacientemente. Su pelaje grisáceo y ojos rojos denotaban su horrorosa presencia. Reconocí la especie, pero la realidad parecía distorsionada. ¿Cómo podía ser posible? 

El tamaño desafiaba cualquier lógica humana, descartando la posibilidad de pertenecer a un roedor conocido. La enorme cabeza, con dientes amarillos prominentes, me observaba. 

Mis nervios estallaron al pensar en el tamaño que debía tener el cuerpo de la criatura para soportar semejante cabeza emergiendo de la niebla. 

¿Qué hacer? Las paredes cerraban filas, limitando mis opciones de escape. Las camillas y cortinas se acercaban, estrechando mi espacio vital. 

— ¡¡¡IHHK...!!! 

La urgencia me impulsó a la acción. 

[¡Ding!] [Nueva misión.] 

[Misión del tutorial] [Obtén el fragmento del falso profeta guarda en el cuerpo de la rata radioactiva.] 

[Recomendación: Sobrevive]

La notificación del sistema se materializó, imponiendo una tarea angustiosa en medio del caos. 

Apretando los dientes de indignación, no me quedó más opción que seguir las supuestas instrucciones de la misión. No había pautas claras, solo la recomendación de sobrevivir.

No tenía ninguna indicación explicita por parte del supuesto sistema en que debía hacerlo, sin embargo, no podía quedarme sin hacer nada.

Antes pensé que estaba alucinando, pero ahora mismo que tengo al animal enfrente mío puedo sentir claramente el fétido hedor que desprende.

Con el espacio reduciéndose progresivamente el hedor tuvo mayor impacto dándome nauseas.

Con un último carraspeo, la rata desplazó su corpulento cuerpo fuera de la niebla. Dos camillas a sus costados no fueron obstáculo; las empujó con indiferencia y se detuvo frente a mí. 

La rata era gigantesca, casi alcanzando la longitud de mi brazo. 

Sudor frio resbaló por mi frente al ver la amenaza acercarse lentamente a mí.

Los chirridos perturbadores de la rata no desaparecieron en lugar de eso incrementaron su frecuencia.

Un recuadro más pequeño que los anteriores apareció flotando sobre la cabeza de la rata mostrándome algo de información sobre la rata.

[Rata radioactiva] [LvL: 15] 

[HP: 30] [ATK: 5-15] 

[NPC: Hostil]

El color rojo era completamente diferente al color verde de los recuadros informativos, además mientras la distancia entre la rata y yo se acortaba el recuadro fue parpadeando al cambiar a una tonalidad más rojiza.

Inmediatamente entendí que ese parpadeo significaba un ataque inminente.

Maldición, ¿qué puedo hacer en una situación como esta?

El tamaño de la criatura, distante de una rata normal de alcantarilla, me hiso titubear ante la idea de ser atacado por esa colosal rata. No debería vacilar en la única opción que tenía para evitar cualquier tipo de peligro, simplemente debería golpear al pequeño monstruo con lo que sea que este a mi alcance. Si lograba golpearlo muy fuerte, la rata como cualquier otro animal terminaría por asustarse de mi persona. ¿Pero con qué lo golpearía?

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al pensar en la falta de un objeto para defenderme. 

¡Mi cuerpo se quedó paralizado por el miedo!

En esta situación tan estresante el lento movimiento de las paredes no ayudó en nada. Solo ver como las camillas empezaban a chocar las unas con las otras incrementaron mi estrés.

Parecía como si las paredes blancas de la enfermería estuvieran conspirando contra mí para obligarme a tomar una decisión rápidamente.

¡Espera! Si el sistema es real muy posiblemente tenía la capacidad de detener todo esto.

¡Sistema, por favor, detén esto! 

No quiero pelear. Todos los niños que me conocían me decían que era la persona más pacifista que podía existir, y ellos no se equivocaban. El solo hecho de pensar en lastimar a alguien es algo que evitaré a como dé lugar, y eso también se extrapola a los animales.

Mi vida, a pesar de haber sido dura, fue marcada por una decisión tomada por mí mismo hacía mucho tiempo. No hacer uso de la violencia bajo ninguna circunstancia. Desde que fui un niño rechacé la idea de hacer daño a otro se vivó convencido por las enseñanzas de mis difuntos padres.

"Toda vida es sagrada y cualquier daño que infrinja a cualquier otro ser es un daño autoinfligido a uno mismo."

Esa era la frase que mis padres me dijeron hasta el cansancio para hacerme entender de su importancia. Ambos eran unos creyentes acérrimos por lo que no es de extrañar que yo, su hijo, también comparta esa manera de pensar.

Además, tengo asco solo de ver los extraños bultos amarillentos en su lomo pelado. ¡Da mucho asco! Tengo repulsión solo con verlo moverse con esas erupciones bizarras.

No pude soportar el asco al observar las ampollas anormalmente grandes y quité la mirada del animal.

Los chirridos se volvieron aún más fuertes.

Pobre animal, está sufriendo de dolor. ¿Quién no sufriría con tales aberraciones en la espalda? 

¿Sistema, puedes escucharme? Porque parece que el animal tampoco quiere pelear, solo quiere irse a un lado a sufrir solo.

Esperé la respuesta del sistema por unos momentos en los cuales solo permitió que el poco espacio restante de la enfermería siguiera disminuyendo.

Sin otra opción, mantuve la mirada fija en la rata. 

Ambos no queríamos atacarnos, ¿verdad? 

Sumido en conformismo interno, el tiempo para actuar como el primero se agotó. Las paredes de la enfermería terminaron por juntarnos al animal y a mi en un espacio tan reducido que se nos era imposible estar a unos pasos de distancia. 

El recuadro sobre la cabeza de la rata se tiñó de carmesí oscuro, y la criatura se lanzó hacia mí con furia. 

— ¡IHK! 

Mis ojos se abrieron con sorpresa al ver el repentino movimiento de la rata.

Pude ver claramente el movimiento del animal, logré ver también como la rata abrió ampliamente su boca y con una rápida deducción supe hacia a donde se dirigía su mordisco.

¡Mi cuello!

La adrenalina acrecentó mi velocidad. Retrocedí del susto cubriendo toda mi cara y cuello con mis antebrazos. Inmediatamente después de cubrirme un dolor electrificante recorrió todo mi cuerpo.

— ¡¡AHRG!! 

Un grito se escapó de mi boca tras haber sido mordido por la rata en uno de mis brazos. El peso, increíblemente desmesurado para el tamaño del roedor tiró a mi brazo hacia el piso.

La fuerza con la que fui jalado fue demasiada para mi endeble cuerpo, no pude soportar la fuerza que me tiraba y caí al suelo. 

La rata no se detuvo con eso. Sacudió violentamente su cabeza como un perro intentando desprender mi brazo de mí. El dolor invadió mi cuerpo mientras era sacudido por la fuerza de la rata. Mi sangre se escurrió por las comisuras de la boca del roedor, y varias gotas mancharon las blancas paredes de rojo. 

Con un dolor tan grande por los desgarres musculares que sufría en cada movimiento de la cabeza del roedor una notificación apareció frente a mis ojos.

[-15 HP] 

— ¡AAAAARGHHH! 

Los largos dientes frontales de la rata perforaban cada vez más profundo en mi antebrazo. Sus dientes llegaron tan profundamente que pronto, muy pronto llegaría al hueso.

Desesperado y agobiado por el tremendo dolor, como pude, reincorporé la mitad de mi cuerpo. 

Las creencias que hasta ahora habían guiado mi vida fueron desechadas. No tuve ningún pensamiento de no hacer daño al animal, en su lugar mi mente se llenó de pensamientos sobre como poder liberarme de las mandíbulas de la bestia sin importar el bienestar de quien me estaba haciendo daño.

Ni siquiera me importó pensar en cómo terminar con la vida de la rata. Simplemente deje de lado la filosofía y moralidad porque no tenía tiempo para ponerme a reflexionar sobre cosas tan triviales.

Mi mente trabajo para pensar en un plan.

Cerca mío, una de las camillas que había sido tumbada por la rata tenía una sábana blanca al alcance de una de mis manos. Eso me serviría, el único problema que había era que, con cada jalón por parte de la rata, más me alejaba de ella. 

[-10 HP] 

[-7 HP] 

[-10 HP] 

Las notificaciones se sucedieron una tras otra informándome de estar perdiendo HP rápidamente. Si no actuaba pronto m muerte llegaría de forma dolorosa.

No sé cuántos puntos de vida tengo, el sistema nunca dio una notificación sobre eso, pero ante la velocidad con la que estaba perdiendo mi HP más rápido que tarde terminaría muerto.

¡Maldición! Literalmente, en cualquier momento podría terminar muerto sin siquiera saberlo. 

La preocupación por el porcentaje de vida restante provocó mi desesperación. Este sentimiento me proporcionó la determinación suficiente para lanzar una sucesión de golpes dirigidos a la nariz de la rata, sin detenerme a pensar en las posibles consecuencias. 

Lo único en lo que debía concentrarme era en ganar un segundo. Un segundo que me permitiera llegar hasta la sábana. 

Con la desesperanza aumentando la fuerza con la que lanzaba los golpes, cambié abruptamente la dirección de mis ataques. 

¡Si la nariz no era suficiente, entonces atacaré en el único lugar que sé que le dolerá! 

Las enormes ampollas pulsantes fueron mi siguiente objetivo. Contrariamente a lo esperado, cuando el primer golpe llegó, la rata ni se inmutó. Supe de inmediato la razón de la insensibilidad por el dolor en mis nudillos. Esa parte de la rata era mucho más resistente que la misma nariz. 

Mordiendo fuertemente, resté importancia a la dureza de la piel que cubría las ampollas y seguí intentando perforar una. 

— ¡SUELTAME! 

Lancé varios golpes a la ampolla más grande en su lomo y sentí rápidamente cómo una sustancia se deslizaba en mis nudillos. ¡Puede que sea mi sangre o puede que no, no me importa! Toda mi concentración estaba en tratar de reventar esa ampolla con mis golpes. 

 [-13 HP] 

En ningún momento me doblegué y sin esperarlo, con uno de mis últimos golpes, la ampolla terminó por reventarse, dejando salir un hedor desagradable. Un chirrido escapo de la boca del roedor dejando por un momento libre a mi brazo. 

¡Te tengo, malnacida! 

Con mi brazo libre, me estiré hasta la camilla donde estaba la sábana. 

La rabia quemando dentro de mí me hizo hacer algo que pocas veces haría o siquiera pensaría. 

No pensé en las consecuencias ni tuve reparos en envolver la sábana blanca alrededor del cuello de la rata. Sencillamente seguí lo que mis instintos me pedían que hiciese para poder sobrevivir.

La rata se percató al instante de lo que estaba intentando hacer. Ella era más inteligente de lo que creía. Retorció su cuerpo para liberarse, desafortunadamente para ella me había encargado de envolver muy bien la sabana en su cuello. No importó cuanto trato de zafarse de la sábana, no pudo evitar se estrangulada por la sabana.

Uno. 

Dos. 

Contando siniestramente los segundos que pasaban la rata no detuvo su lucha.

— No desgraciada, ahora hemos cambiado de roles. 

Tres. 

Cuatro. 

[-3 HP] 

[-3 HP] 

Recibí varios rasguños en mis brazos como un último intento de escape, pero rápidamente la rata fue perdiendo fuerza.

Cinco. 

Seis. 

Incrementando la fuerza que tenía en la sabana una notificación apareció repentinamente.

[¡Ding!] [Se le recomienda al usuario extraer el fragmento del falso profeta del cuerpo de la rata radioactiva.]

Fui sorprendido por la notificación y la fuerza en la sabana desapareció.

Miré a la rata tener algunas convulsiones en el suelo.

¿¡Yo que estoy haciendo!?

Me quedé quieto temblando. Toda la adrenalina que antes me había ayudado a poder sobrevivir comenzó a desvanecerse sintiendo como un abismo se creaba muy en lo profundo de mí.

[¡Ding!] [¿Desea extraer el fragmento maligno del falso profeta en el cuerpo de la rata radioactiva?]

[Si/No]

— Si…

Casi de manera automática por mi desconcierto la respuesta salió de mi boca.

El cuerpo deforme de la rata se transformó en unas partículas verdes que entraron el mi brazo herido. En el lugar en donde estuvo la rata radioactiva cayo un pequeño pedazo de cristal negro que desapareció poco después.

[¡Ding!] [Felicidades por obtener el primer fragmento maligno del faso profeta.]

[¡Ding!] [Misión del tutorial completada]

[Resultados de la batalla.] 

[Experiencia: +15] [Objetos obtenidos: ---] 

[Felicidades al anfitrión por completar su primera misión.] 

[Calificación: B+] 

[Recompensa.] [Libro: Arts] 

[¡Ding!] [¡Felicidades ha subido de nivel!] 

Respirando con dificultad, dejé caer mi cuerpo al suelo. 

La enfermería volvió a estar como estaba, y yo, malherido, me quedé sentado en el suelo intentando procesar todo lo que acababa de pasar. Sin embargo, a pesar de las notificaciones brillantes en mi visión, no podía creer completamente lo que veía. 

— Esto... esto no puede ser real — murmuré para mí mismo, tocando mi brazo herido solté un quejido al confirmar que la herida era verdadera.

A mi lado un libro azul apareció, este era el libro de la recompensa llamado "Arts". Tuve una mezcla de incredulidad y confusión al ver la aparición repentina del libro, pero a pesar de eso todavía no podía sacarme de la cabeza lo que le había hecho a la rata.

El haber subido de nivel y el haber obtenido una recompensa no eran importantes mi cabeza estaba hecha un desastre.

¿Qué diablos estaba pasando? 

La voz artificial del sistema seguía resonando en mi cabeza, anunciando mi logro, pero mi mente se resistía a aceptar la realidad. 

— ¿Un libro como recompensa? ¿De verdad? — dije, más para convencerme a mí mismo de que todo esto era irreal que como una pregunta genuina. 

El brillo del nivel recién adquirido parpadeaba en mi visión, pero me sentía más perdido que nunca. La calificación B+ flotaba en una tarjeta virtual, pero la idea de que todo esto fuera parte de algún tutorial parecía surrealista. 

No estaba seguro de si debía aceptar la recompensa o simplemente negarme a participar en esta extraña realidad que se estaba desplegando ante mis ojos.