Still is
Así, el tiempo pasó, ya que Shinji persiguió todo instinto o algo que pudiera ayudarlo, pero nada fue suficiente para llevarlo a la raíz de las sensaciones de que algo andaba mal que obtenía el chico de cabello azul cada un par de minutos, cómo sí su cuerpo le estuviera diciendo que algo andaba mal con sus alrededores.
Como sí algo estuviera fuera de lugar.
tAl cOmO sU rOsTrO
eL qUe tUuuU oLvIdAsTeE
En una reacción instintiva, Shinji se puso su Walkman y lo puso en reproducción una vez más, con tal de ignorar lo que le acababa de suceder.
—T-tienes que concentrarte, Shinji. Simplemente.. simplemente concéntrate.
Prosiguiendo con el tiempo que corría como en una maratón, Matou ignoró lo sucedido y siguió caminando hasta escuchar un tipo de pasos bastante rápidos que lo hicieron detenerse.
Shinji empieza a perseguir el sonido presa de la curiosidad cómo también de la preocupación que de algún lado sale.
Entonces..
Shinji se detiene.
Y realiza lo que ha hecho.
—Shirou. Él.. no, él ya debe haberse ido. Y sí fuera así, ¿Porqué estaría corriendo? No tiene sentido.. no, no puede ser Shirou.
¿Y sí el Servant causante de las cuerdas invisibles había elegido este lugar para traer la atención de otro Servant? Así este tendría una batalla directa. Shinji al pensar en lo verídico que esto podía ser fue que empezó a correr hacia el lugar de dónde provenían las pisadas de alguien corriendo.
Pero.. cuándo Shinji llegó, rodeó el camino y sin darse cuenta se puso enfrente de algo, ya que lo que se había encontrado era con un.. un.. un...
Un.. un.. un..
—.. Shirou.. arriba.
El primer comentario que lanza Shinji.
—. . . T-tienes cosas qué hacer.. tú.. tú..
Shinji toma la mano de Shirou entre las suyas y la lleva a su frente con tal de que esto cubra su rostro.
—E-eres.. un maldito idiota. Te odio. Te odio. Te odio. ¡MIERDA!
Shinji no siente el pulso del tipo al que jamás pudo considerar su amigo.
—Maldito seas, Emiya.. ¿Qué debo decirle a Sakura ahora sí tú. . .? Yo.. yo..
La única palabra que sale de la boca de Shirou es una que recordaba perfectamente.
—A-ayuda.
Soltando las manos del tipo al que jamás pudo entender, Matou Shinji se levanta y se acerca a la ventana, viendo a un tipo de azul con una lanza moviendo su boca.
Apretando nuevamente sus puños, las uñas de Shinji perforan la palma de sus manos, dejando fluir parte de la sangre de estas al suelo, para entonces empezar a regresar de dónde vino, sin ningún tipo de rumbo.
—Yo.. yo.. yo..
Ha perdido todo rumbo, todo objetivo, es más, pareciera cómo si sus ojos estuvieran vacíos, sin ningún tipo de vida en ellos.
Camina, ya que no tiene ningún tipo de rumbo o camino el cuál seguir.
Es más, Shinji jamás tuvo una motivación. Le habían quitado todo desde hace tanto tiempo, inclusive un lejano sueño que alguna vez tuvo, nada le quedaba, y ahora iban a por la felicidad de su hermana.
Shinji era incapaz de odiar a Sakura, y ahora la culpa se sentía inmensa sobre sus hombros, cómo también la culpa por no haber hecho nada por Shirou.
—¿Cómo podría salvarlo?.. Ni siquiera soy un Magus, no soy nadie. Yo.. no puedo salvar a nadie, nunca he salvado a nadie.
Mientras el chico avanza, ramea los pies, por lo que cuándo le toca bajar por las escaleras no tarda en tropezar y rodar por los escalones hasta el suelo.
A Shinji le duele todo, siente su mente resquebrajada, cómo también su cuerpo.
El Walkman nuevamente se encuentra en el suelo, alejado de las manos del hijo de la familia Matou. ¿Acaso importa? No, en lo absoluto que no importa.
Y mientras se arrastra, toma el Walkman con una de sus manos, continuando con su arrastre por el suelo hasta conseguir el escape de las instalaciones.
Sin algún sentido o motivación, Shinji empezó a caminar lentamente, abandonando el arrastrado accionar que tenía previamente, por lo que se movilizó por Fuyuki con unos ojos más vacíos que un mismísimo agujero el cuál no tuviese un final.
Para cuando Shinji recobró algún tipo de sentido sobre sí mismo, pudo notar que se encontraba entre los árboles cerca de una colina que llevaba a la iglesia del padre Kotomine.
Ante tanto que le había pasado, Shinji reflexiona por unos segundos y comenta con una voz rota mientras unas lágrimas caen por su rostro.
—Maldita sea.. ni siquiera después de tanto tiempo pude salvar a alguien. Sigo siendo tan inútil como en ese entonces..
Quedándose un rato ahí, Shinji se permite sufrir en silencio pero entre ello lanza un mensaje a Rider para que vaya a su ubicación, el Servant obedece y en unos cuántos minutos llega a su posición en su forma astral.
Y cuándo eso sucede, Shinji se queda callado ya que oye pasos, para segundos siguientes esconderse entre los arbustos acostado en el piso con ojas sobre su cuerpo.
—Rider, quieta.
El servant obedece pese a la intención de atacar que normalmente podría producirse en una situación de alta tensión, y pese a que no sepa lo que ha sucedido, aún así puede leer los sentimientos de su Master, viendo una mezcla.. demasiado extraña.
Ira, tristeza, culpa, pena, miedo, todas esas emociones recorren cada centímetro del cuerpo de Shinji según lo que podía leer Rider, pero esta no habló de esto ahora que estaban juntos, más bien prefería evitar el incomodar a su Master.
Con lentitud, tanto Rider como Shinji se retiran de allí, para lo que pronto notan que las personas que hablaban y caminaban se marcharon a otro lado, Shinji sin saber a dónde se fueron, decide ir a por el puente.
—Adelante, Rider—Dice a través de la conexión que los une, a lo que el Servant de clase Jinete obedece.
Y cuando Shinji termina de caminar, nota que se encuentra en la intersección que divide el hogar de... ese tipo, con el suyo y el hogar de Tohsaka.
Sin previo aviso, Shinji puede oír una voz.. tan reconocible que sí no pudiera saber quién es, sería una vergüenza para sí mismo.
—¿Tohsaka?—Dijo el tipo que se suponía que debía estar muerto.
Pero antes de que Shinji pudiera decir algo, sus instintos despegan y Rider lo lleva a un lugar oscuro de la intersección en dónde no puedan notarlos, específicamente dentro de las hojas de un árbol grande de dónde pueden ver la situación por completo.
—--------Hey, ¿Ya han terminado de hablar?
Shinji siente dolor en su mano, pero cierra su boca ya que sabe que cualquier sonido revelaría su posición, y estando en brazos de Rider, sigue observado la situación.
Una joven voz atraviesa la oscuridad de la noche, siendo la joven iluminada por la luz de la luna y la luz de los postes.
Sus miradas son atraídas a la cima de la colina. Nadie sabe cuándo las nubes se dispersaron, pero la luz de luna está más fuerte que nunca.
------Allí, hay una gran sombra.
En una ciudad llena de sombras y fantasmas, una figura como esta no debería existir para empezar, pero aún así, lo hace.
—. . . .Berserker.
La chica de gabardina roja murmura algo que Shinji no logra oír pero Rider sí.
Todos lo saben inconscientemente, esa cosa, es un Servant.
Y al mismo tiempo, una intención asesina comparable a la que sintió aquella noche es diminuta junto a la que siente ahora mismo con la imponente figura en la cima de la colina.
—Buenas noches, Onii-chan. Es la segunda vez que nos encontramos así—La niña sonríe mientras lo dice con una inocencia que produce un escalofrío en la espalda de Shirou.
—¡___________________!—
Decir que fue un rugido sería quedarse corto, más bien fue una trompeta del apocalipsis.
La niña dice algo sobre el Servant de la chica de gabardina roja que Shinji no puede ver muy bien desde ese árbol, pero sí escuchar.
—Encantada de conocerte, Rin. Yo soy Illya, Illyasviel Von Einzbern. El apellido que dije te es familiar, ¿Cierto?—Dice mientras hace una reverencia inapropiada para la situación en la que se encuentran los jóvenes.
Shinji abre los ojos al saber que Rin, la misma Tohsaka que conoce, es una Máster, ya que sí no, no existe una explicación para su haber en este lugar y preciso momento.
—Entonces. . . vamos. Adelante, Berserker—Illya da una orden a la extraña figura detrás de ella como sí cantando estuviera.
Es así que el enorme cuerpo de Berserker vuela por los aires en dirección a Shirou y compañía.
El Servant de la clase.. ¿Saber? de armadura azul y gris levanta su arma contra el inmemsa hacha de Berserker quién continúa rugiendo.
—No debemos hacer ni un ruido—Dice Shinji a través de la conexión con Rider, quién obedece.
La batalla continúa, Saber pelea fervientemente hasta un punto dónde se encuentra gravemente herida y cuándo debería prestarle más atención a la pelea, Shinji fija sus ojos en alguien que debería estar muerto, este último se mueve con la intención de defender a Saber, pero antes de actuar ve como Illya revela la identidad de Berserker.
—Heracles..
Rider se muestra molesta al decir esas palabras a través del nexo mental entre Shinji y ella.
—Rider, prepárate, estamos interviniendo.
El servant le mira con una expresión de reproche y duda, ya que ambos saben que es imposible ganarle a un rival como este.
Pronto, un proyectil cae del cielo, a una velocidad que ni siquiera Saber pudo reaccionar en un estado como ese.
El rostro de Berserker explotó, y su sangre manchó el suelo, a lo que Illya apretó molesta los dientes.
—... Esto es realmente molesto. Odio a los metiches; vamonos de aquí, Berserker.
La figura entonces se desaparece de la vista de todos allí, a lo que la niña se inclina ligeramente a un lado y dice con su tono recurrente.
—Sí te vuelvo a ver no dudaré en matarte, Rin. Recuerda eso—Al terminar de decir esto se marchó volando sobre la "nada misma" que resultó ser Berserker en su forma astral.
Cuándo la niña se fue, Shinji entonces dijo a través de la conexión que ambos tenían—. . .V-vamonos de aquí, Rider. No hay nada más que decir o hacer—después de decir estas palabras el primogénito de los Matou miró una vez más a Emiya.
El servant de cabello morado miró curiosa a su maestro, antes de tomarlo en sus brazos y pegar un salto que los alejó de toda esa situación sin ser notados por el Servant de clase Saber, pero sí por cierto arquero de piel quemada con cabello blanco y vestido de color rojo.
Mientras ambos viajaban, el Servant notó como lentamente su Master se acomodaba tal cómo si se fuera a..
—Dormir.
Matou Shinji, el hombre que compartía el título de Master con su pariente, Matou Sakura, estaba durmiendo plácidamente entre los brazos de Rider mientras ambos subían y bajaban producto de los ligeros saltos de esta por encima de los techos y terrazadas de los hogares aledaños.
—Incluso sí trato de ignorarlo.. te pareces bastante a ese hombre que acabó con mí vida—Dijo Rider mientras trataba de reflexionar por lo que había sucedido, aunque también tendría bastante que informar a aquél desagradable ser que comandaba a los dos jóvenes—. Espero.. que no te dejes llevar por lo que el resto dice de tí como él, ya que sí eso sucediera.. tal como esa vez, tendríamos que enfrentarnos el uno al otro en una batalla en dónde sólo uno saldría vivo.
Subiendo y bajando. Saltando en la oscuridad de la noche fue que Rider se presentaba en la escena, con su Máster dormido y muchas dudas aún persistentes en su cabeza, pero que sabía que no podía obligar al destino a darle las respuestas.
Ya que al final, sí el destino se quedaba esta noche, ella debería aceptar este sentimiento del cielo como una ley.