Chapter 8 - THE THIRD

(Other)

Se oye un sonido.

Es difícil determinar sí es alguien llorando o siendo arrastrado.

Ese sonido es el único que se escucha.

Aquí solo hay materia en una plena y total descomposición.

Las paredes de piedra lucen frágiles como un árbol podrido y el aire es repugnante, cómo si hubieran dejado que la carne de un animal se decompusiera bajo el sol.

Los seres vivientes en el suelo se encuentran desparramados como fruta madura, incluso el tiempo mismo se encuentra podrido, ignorando voluntariamente todo tipo de regla en este lugar.

Esta oscuridad es la tumba de todos aquellos que no fueron llorados en su propia muerte, debido a la tenacidad de cierto linaje.

—Parece ser que los siete se han reunido.

Y en el centro de toda la decadencia que vemos, se encuentra temblando la más decadente de todas.

El sonido de los gusanos y el aroma de la carne podrida abundan en este lugar.

El amo de este lugar que no debería poder llamarse sótano, está podrido desde las raíces, pero se mantiene con vida, lleno de estos gusanos que provienen de otro mundo.

Los gusanos que se arrastran a sus pies succionan la piel de los tobillos para consumir la carne y hacer de ella su madriguera.

No hay más de un centenar de estos gusanos.

Si una persona se encontrara con esta alfombra negra de gusanos, no duraría ni un minuto.

Los gusanos tomarían toda su carne y huesos, así sólo quedaría el cuerpo que caería como un saco de piel inerte.

—No es suficiente, necesito cambiar de gusanos pronto—

Pero aún así, esa cosa no se desmorona.

No, entre más gusanos entren a su cuerpo por las piernas, más completo se vuelve.

-------Esa cosa no está siendo consumida por los gusanos.

Son los gusanos que se anidan en él los que termina siendo consumidos.

La cantidad que aquí habita podría durar hasta al menos unos cien años.

Sí este algo come solamente gusanos, su vida se vería prolongada enormemente.

—Aún quedan oportunidades. No significa que esta sea la última. Sí las condiciones no son óptimas, simplemente tendré que observar lo que reste. Aún así. . .

Su proyecto, debería funcionar, ya que sí bien él se quedará observando, aquella cosa que tiene su propia esencia podrá lograr lo que él no ha podido hasta ahora.

El ganar la Guerra del Santo Grial, e inclusive sí el Cura o el Servant del Templo Ryuudou interfieren, no importa, puesto que mí creación logrará el objetivo.

—Hm. Aunque tenga otra oportunidad, esa cosa no durará mucho tiempo más. La recibí varios años después de que naciera, así que no esperaba que saliera tan bien.

El experimento clasificado como "Ukrasa" había dado tantos éxitos que parecía algo perfecto, tal cómo sí hubiera sido creado desde su nacimiento para ser un experimento de esta talla.

Aunque, de cualquier manera su fin termina en ser desechado.

Es más, que sea destruido en la batalla menos le podría importar.

—Entonces, sólo tengo un problema. Cuál será la motivación para que se mueva.

Este experimento odia los conflictos, a diferencia del prototipo llamado "Isjnhi", que reprime conscientemente su verdadera naturaleza, sus sentimientos reales, que sólo anhelan el destruir todo a su alrededor y el pervertir la existencia misma, algo que él mismo considera como un fallo, razón por la cual dañó sus recuerdos apropósito y dejó que un mísero trauma le diera el toque final.

—Pero.. creo que ya tengo la fórmula, la abertura para lograr la ruptura en mí experimento. Lo he intentado por once años sin efectos, pero ahora.. tengo todo lo que necesito para acabar con su actitud pacífica.

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(Third)

—. . .

El joven movió lentamente los ojos, abriendo y cerrando sus párpados, pronto vio que se encontraba nuevamente en su pieza y encima del mueble colocado al lado de su cama se encontraba su Walkman. Matou tomó este último y le dio "cuerda" a la canción que seguía en la lista de reproducción del disco.

—¿Alone Again? Esa es una buena canción.

Shinji soltó en un susurro mientras notaba que aún tenía el uniforme puesto, a lo que simplemente agarró sus cosas y se marchó de su habitación sin dudarlo, ya que nada lo ataba a este lugar.

Y así el chico caminó por los pasillos del que se suponía que debía llamar "hogar" pero que sólo podía sentirse vacío al estar allí. Sintiendo que no podía quedarse más tiempo allí fue que Shinji abrió la puerta de la salida

—Máster—Fue la voz del Servant de clase Jinete quién detuvo al joven de cabello azul de marcharse de ese lugar.

—¿Qué es lo que necesitas de mí, Rider?—Preguntó Shinji—. No creo que haya algo que Sakura no pueda responder por mí.

—Quería preguntarle sí es una obligación el informar de todas nuestras actividades al Patriarca Matou—Preguntó Rider con su postura siempre irrompible, algo que Shinji en su fondo despreciaba, por el simple hecho de que su verdadera naturaleza quería quitarle todo atisbo de voluntad en su cuerpo, algo que incluso él mismo consideraba un acto del que no había vuelta atrás.

Aunque Rider no era la única en la que Shinji pensaba de esta forma, de hecho, toda mujer con la que Shinji tenía una relación, ya sea sanguínea o amistosa e inclusive las del tipo formal, todas estas figuras eran destrozadas por la verdadera naturaleza del joven Matou quién aborrecía esa bondad que todos mostraban, clamando que eran falsos rostros y falsas actitudes.

Pero regresando al punto de inicio, Shinji sintió que ellos tenían que contarle sí o sí todo lo que sucediera al Señor Matou, después de todo, era eso o el. . .

El. . .

El. . .

—Tsk—Automáticamente Shinji se colocó su Walkman y le dio reproducción a lo que decidió comunicarse a través de la conexión con Rider.

—Comunícate con el Patriarca respecto a lo sucedido la última noche—Dijo Shinji.

Pero, cuando Rider estaba por irse caminando fue que el chico se corrigió, o más bien, cambió las condiciones para este informe.

—Sólo.. No le digas sobre la identidad del Máster de Saber. Eso es algo que debe quedar entre nosotros, ¿Entendido?

El servant asintió y se marchó, a lo que Shinji también se marchó, con un rumbo claro a Homuhara.

Por lo que el chico caminó durante varios minutos, pasando por varias calles e inclusive el lugar en dónde Saber había enfrentado a Berserker, aunque Shinji claramente sabía que el intruso habías sido el Servant de Tohsaka, Archer.

—Un proyectil de ese tamaño, no tengo dudas, debe ser del Servant de clase Archer, quién está en manos de la master de la familia propietaria de Fuyuki, los Tohsaka.

Shinji sabía que tarde o temprano se vería enfrentada a esa chica, ya que la información de que los Tohsaka eran una familia que regían Fuyuki hace mucho era algo qur tenía sabido de antemano, sólo que ahora la amenaza se había convertido en parte de la realidad.

—¿Será que ella salvó a...?

Shinji dudó por un segundo, pero luego negó con la cabeza.

—No importa, sea quién sea, es mí obligación como el heredero Matou el derrotar a todos los Masters y Servants de esta guerra.

Se reconfortó a sí mismo el chico de apellido Matou. Este cerraba sus puños con fuerza y seguía con su camino.

—¿Es mí deber?... Sí, es mí deber. Tiene que serlo.

Caminando por las calles, Shinji ve un nuevo diario por ahí, las muertes se hacen más prominentes, ahora parece que han empezado a aparecer algunas personas con poca sangre en su cuerpo, tal cómo sí un vampiro se las hubiera drenado.

—¿Un apóstol? No, no creo que justamente se involucren en un momento como este. De todos modos, debo prepararme.

Lanzó en un murmullo Shinji, en el que la duda carcomía su lengua tal como una comida picante.

—Rider. Protege a Sakura, con Servants como estos no podemos dejar que salga herida.

Se comunicó el chico con su Servant mentalmente, este último respondió afirmativamente para alivio de Shinji quién se mantuvo siguiendo su camino.

Al final, Shinji logró llegar al Club de Kyudo, en dónde se encontraba Mitsuzuri, tal como de costumbre.

—¿Mm?—Reaccionó de primeras la capitana al oír la puerta abrirse—. Oh, eres tú, Shinji.

Shinji levantó una ceja y respondió rápidamente.

—¿Cómo que "Oh. Eres tú"? ¿Acaso esperaba a alguien más, Taicho?—Claramente Shinji no se veía contento según Mitsuzuri, aunque tenía algo de sentido. Después de todo, a nadie le gustaba ser la decepción de algo no sucedido o de la inexistencia de la llegada de otra persona, era algo simplemente molesto—. ¿Y? Responda, Taicho.

Puede que también Shinji se encontrara molesto porque ellos eran compañeros, y que Mitsuzuri prefiriera estar junto a otra persona e incluso se regocijara con alguien más le producía molestia en lo más profundo de su ser, normalmente esto no afectaría su actuar, pero desde que se había levantado sus emociones estaban algo.. desequilibradas, eso era algo que el mismo Shinji no notaba.

Cómo sí Shinji lentamente empezara a soltar algo de lo que siempre había tratado de reprimir.

—Fue sólo una reacción, Shinji—Por otro lado, Mitsuzuri habló con una ligera sonrisa en su rostro—. No te enojes por cosas tan pequeñas, o te saldrán canas.

Sin nadie en el Club, fue que Shinji pudo concentrarse en la voz de Mitsuzuri que logró tranquilizarle temporalmente, soltando un suspiro de cansancio seguido de eso.

—Bien—Sin aceptar que se había enojado sin motivo aparente, Shinji avanzó dentro del Club ignorando la situación acontecida.

—Jaja, el mismo Shinji de siempre—Se rió Ayako a lo que Shinji apretó un poco sus dientes tratando de aguantar su molestia.

—Lo que usted diga, Taicho.

Fue así que ambos empezaron con sus actividades normales, Mitsuzuri siguió esperando la aparición de ese conserje falso, pero jamás llegó, algo desmotivada siguió el día, aunque no fue por mucho, ya que Shinji con sus enojos sin ningún tipo de motivo aparente, sin duda le daban a la chica algo con qué reírse un rato.

Y así, ambos jóvenes pasaron las siguientes horas allí, entrenando, hablando, y divirtiéndose juntos.

Ese día Sakura no había ido al club, algo extraño para Ayako, pero no para Shinji quién alegó que era por sus.. bueno, días, sí, de esos. Ayako entendió automáticamente y pasó del tema, cómo si nunca hubiera sido mencionado desde un comienzo.

Cuando todo llegó a su fin, ya era tarde, y cada uno se proponía el ir a sus hogares, pero esta vez Shinji se despidió de Ayako.

—Adiós, Taicho. Tenga buena noche. Y no se preocupe por mí, ya sé que tiene la costumbre de hacerlo, pero de todas formas le recomiendo que no lo haga, o la que tendrá canas será usted. Aunque puede que le queden igual de bonitas que su cabello normal—Comentó Shinji en un tono entre burlón y sincero del cuál Ayako no supo responder, ya que no sabía distinguir entre qué era un chiste o qué era un comentario sincero, por lo que la chica se giró molesta y se fue por su cuenta.

—Bueno, una cosa menos—Se dijo Shinji en un suspiro, mientras procedía a guardar todo en su lugar teniendo en mente la idea de cerrar el dojo lo más rápido posible.

Cuando Shinji terminó todo decidió tomar una acción aleatoria para variar, es decir, el patrullaje, algo que sería visto como una idiotez ya que él no tenía a Rider cerca suyo, pero sería algo simple, nomás caminaría por las calles y ya, no mucho más.

—Entonces.. adelante—Se dijo a sí mismo el administrador de los Sellos de Rider mientras empezaba a caminar por las calles de Fuyuki.

Caminando por las calles de Fuyuki, Shinji no encontró nada útil, no sintió nada ni mucho menos vio algo, por lo que considerando esto como un fracaso, se propuso el llegar a su hogar, y tocando el botón de "play" en su Walkman fue que lanzó la siguiente canción en la lista.

—¿Con que "Find your Way" del VIII, Eh? Es una buena, no lo voy a negar—Susuró el joven Matou mientras veía que cada vez el frío llegaba con más fuerza, por lo que sacó de su mochila una bufanda la cuál colocó por alrededor de su cuello con tal de no sufrir tanto frío—Uff. Y eso que todavía no estamos en la época más gélida del año.

Así, el que fue "adoptado" por los Matou prosiguió con su viaje hacia casa, y cuando estaba por el vecindario pudo sentir un dolor en su mano.

Shinji estaba seguro, no había dudas en su conjetura, esta sensación era de un..

—Máster enemigo.

Rápidamente Shinji empezó a movilizarse con velocidad pero con cautela.

Sin saber.. que su enemigo sería alguien al que no querría enfrentar.

—Ya estoy cerca.. Hah. Hah.

Shinji respira de manera errónea, aunque sabiendo de esto lo ignora, ya que su objetivo es perseguir esta presencia, conocer su identidad, después de eso simplemente deberá invocar a su Servant y verificar sí es correcto el atacar en ese instante.

El chico corrió hasta el parque en su vecindario, la energía mágica de aquél lugar era fuerte y daba mala espina según Shinji.

Al llegar, se esconde en una pila de árboles cercanos al conflicto, y escondido en un arbusto logra visualizar a sus enemigos.

Pero.. en parte, se equivocó.

—. . . Imposible—Pensó Shinji para sus adentros al ver a un Servant vestido de negro, con cabello tal como el de Rider, era idéntico, por lo que darse cuenta de la situación fue lo que lo hizo caer en cuenta de lo que había hecho dicho Servant.

Había una mujer civil desangrándose en el suelo, y Rider tenía del cuello de la ropa de esta con una de sus manos.

Cómo un.. vampiro.

Justo como Shinji había leído en los diarios, no había sido un apóstol, sí no un.. Servant buscando una fuente de alimento. Su servant se estaba alimentando de un inocente.

La piel de la civil parecía grasosa, ni tampoco es que estuviera siendo comida literalmente, sí no que Rider se encontraba digiriendo las memorias y emociones de la civil.

Shinji había sido traicionado por su propio Servant.

Y sin que Shinji hiciera algo, se empezó a reproducir "Persecussion of the Masses".

.....

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.....

(First)

«De acuerdo Máster, seguiré sus palabras mientras sea su Servant».

Mentiras.

Traidora.

Eres..

Eres..

¡Eres como el resto!

¡TU MENTISTE!

¡MENTIROSA!

¡MIENTES MIENTES MIENTES MIENTES!

¡DIJISTE QUE NO MATARÍAS!

¡TÚ. . .!

¡TÚ LO DIJISTE!

¡FUE TÚ MALDITA PALABRA!

¡MALDITA SEA!

¡TÚ..!

¡TRAIDORA!

—Responde, Servant. ¿Por qué haces esto?

Todos..

Todos mienten.

Inclusive Emiya el que ahí se para, todo bien organizado, pensando que su verdadera naturaleza es ser un héroe.

—. . .

Es un mentiroso.

Todos lo son.

Su tío..

Sakura..

Tohsaka..

Ahora Rider también.

Él no podía confiar en nadie.

—¡Responde! ¿¡Porqué la mataste!?

Todos usan máscaras para ocultar sus verdaderas identidades.

Sus verdaderas emociones.

Él repugna eso.

No puede confiar en nadie.

No puede tener amigos.

—... Tsk. ¡Saber! ¡Debemos detenerla!

Maldita sea..

Maldita sea, Rider.

Yo.. yo.

Yo.. pensé qué.

Yo pensé que tú eras mí Servant.

—A sus órdenes, Máster.

¿Acaso no tengo derecho a confiar en alguien?

—Vamos a encontrar a su Máster, y a detenerlo.

Máster.

Sí, eso es.

¿CÓMO NO PUDE VERLO?

¡JAJAJAJAJAJA!

YA LO ENTENDÍ TODO.

La única persona.. capaz de darle órdenes a Rider aparte de mí mismo..

Es..

Mí pariente, aquella a la que se supone que debo llamar hermana.

...Matou Sakura.

Ella ordenó todo esto.

Rider sólo ha sido utilizada.

Rider no tiene culpa.

Ella es inocente.

Tal..

Tal como él mismo.

—¡Agh!

La batalla se mantiene, Rider es superada de manera abismal por Saber, y pese a dar pelea, un ataque final le da el fin a la batalla.

Un tajo desde arriba en dirección hacia abajo cruza todo el pecho de Rider, y esta ve las estrellas mientras su cuerpo sale despedido por el ataque, cayendo en el suelo.

Él, atónito, ve como la gran herida corta a Rider.

Y por primera vez en mucho tiempo..

Sus sentimientos perversos se convierten en miedo, en puro miedo.

Sus manos tiemblan, no, más bien todo su cuerpo lo hace, y al ver que Shirou se dirige rápidamente hacia la civil, usando uno de sus sellos de comando, Shinji pronuncia en un mero susurro.

—Trae al Servant Rider ante mí en un acto de teletransportación. Yo, Máster de Rider, te ordeno suceder, Sello de Comando—Ante esto, veo como su Servant se desvanece en partículas rojas y aparece sobre sus brazos, ambos, escondidos entre los árboles.

No tienen mucho tiempo, ella ha empezado a desangrarse.

Cargo a Rider sobre mis brazos, y pese a no ser muy fuerte, aún puedo llevarla.

Empezando a correr, me alejo de la batalla reciente, sabiendo que Emiya se preocupará más por la civil que por Rider.

—M-máster. U-usted..

Una parte de mí quiere despreciarla, y denigrarla.

Por otro lado, otra parte simplemente siente que debo protegerla.

Mí bufanda está rodeando el cuello de Rider ahora que lo noto, ignorando dicho detalle, sigo corriendo, siento que mis brazos empiezan a cansarse, pero me da igual, sacando fuerzas de dónde no tengo, sigo movilizándome a la máxima velocidad que puedo.

No podemos regresar.

Eso acabo de realizar, ya que nos espera Matou Zouken y Sakura, ambos deben haberse arreglado para darle más poder a Rider.

—. . .Máster.

Rider sigue balbuceando, sus ojos tapados por esa venda negra se mantienen mirando el cielo, puedo ver su rostro pero no debo, mí deber es el sacarnos de allí.

Corriendo y corriendo, eso es lo único que hace.

Las calles están vacías, tal como en un pueblo fantasma, pero eso no lo tranquiliza, es más, le pone los pelos de punta.

Porque yo no sé en qué momento podría aparecer un bendito Servant, tal como Archer o Lancer, y rematarlos a ambos con tan sólo un ataque.

Ambos están indefensos, yo lo sé.

Pero ahora mismo no queda nadie que pueda salvarlos.

Emiya es su enemigo, Sakura ha mandado al muere a Rider, el Señor Matou debe ser la mente maestra de este asunto, así que al ver como Rider falló querrá rematarla él mismo.

Y la iglesia no le da buena espina, así que ni siquiera se acercará a ese lugar.

—¿Por qué?

Esa pregunta era la que repetía Rider continuamente, y él no sabía que responder tampoco.

¿Eran camaradas?

¿Máster y Servant?

¿Amigos?

¿Aliados siquiera?

No podía definir su relación, aunque quisiera.

Pero sí había algo que podía decir y es que...

No podía dejarte morir.. yo.. yo. Simplemente no pude ignorarte, sentí que sí lo hacía, estaría haciendo lo mismo que todos hicieron conmigo. No podía dejarte sola.

Sentí como Rider se agarró con un poco más de fuerza de mí, era irónico, antes, ella me cargó a mí, ahora, la situación estaba dada vuelta.

Soy.. soy solamente una herramienta. No debería arriesgarse de esa forma tan estúpida por algo como yo.

Suficiente palabrería, habían llegado.

El único lugar en donde él podía confiar que estarían bien.

Una alcantarilla.

Después de unos minutos, ambos estaban en el piso de las alcantarillas en la oscuridad, sentados uno al lado del otro, ya habiendo cerrado la alcantarilla al entrar.

Revisé en mí mochila y encontré lo que buscaba.

—¡Ajá!—Prendo el dispositivo que es una literna y ahora podemos ver en la oscuridad.

Rebuscando nuevamente en la mochila saco unas gasas y vendas, que siempre llevo por sí alguno de los principiantes resultase herido en las prácticas, al fin y al cabo, era su responsabilidad.

Aplicando dichas gasas, para luego poner vendas por encima de estas, veo como Rider ya se encuentra por completo vendada.

—Tienes suerte de que sepa utilizar estas cosas, sí no estarías en un aprieto, ¿Sabes?

Me quité la parte superior de mí uniforme y lo coloqué hecho bolita específicamente debajo de la cabeza de Rider, no sin antes acostarla en el suelo, después de hacer esto me senté a un lado de ella.

—Ya estás, ahora.. recuperate.

Rider respondió con un sonido afirmativo y él asintió de igual forma.

Pasaron minutos en los que ellos se mantuvieron en total silencio, solamente oyendo el sonido del agua fluir y las ratas moverse.

En un momento...

Sentí que debía responder.

—Me preguntaste por qué me preocupé tanto por un.. objeto como tú, ¿Verdad?

Inicié mientras recostaba mí espalda contra la pared y miraba el techo iluminado por mí linterna.

—Yo.. toda mí vida, he estado reprimiendo una parte de mí que sólo quiere herir a los demás.

Aunque fuera imposible, debía hacerlo, o quién sabe que podría hacerle el Shinji "real" a los demás.

—Y contigo no era la excepción. Pero...

Puse la mano con los sellos sobre mí cara.

Sentí que eramos iguales. Ambos hemos sido condenados a un destino inevitable, y aún así, al verte tan indefensa, por primera vez no sentí satisfacción al verte sufrir. Simplemente tuve miedo, miedo de lo que pudiera pasarte.

Rider se quedó callada, pero su respiración me hacía saber que estaba despierta.

—No sé qué hacer con mis emociones, sin embargo, sé que debo protegerte. Y ahora con toda esta situación.. soy el único en el que puedes confiar y viceversa.

Con un silencio abundante por segundos, decidí rematar todo aquello con una última frase.

—Y para responder a tú última pregunta.. sí confiara en algo, sólo podría confiar en una persona. Así que para mí eres una persona.

Sin importar todo lo que pasaba, suspiró aliviado al sincerarse con alguien.. nunca había hablado con alguien de lo que sentía. ¿Sinceramente? Se sentía bien.

—Una persona.. ¿Eso soy para usted?

Nunca le habían preguntado esas cosas.

Sintió que su corazón se llenaba de alguna forma, con la luz apuntado hacia arriba, yo podía ver la expresión de Rider con dudas.

Eres la única persona que me importa... Creo que nunca le he dicho eso a alguien.

Qué calor, ¿No hacía frío hace nada de tiempo? No tiene sentido, porque Rider se estaba aferrando con fuerza a esa bufanda que le había dado, una de color negro, un color que le daba comodidad desde que tenía memoria.

—. . .Entiendo. Gracias, Máster.

Le molestaba esa forma de llamar, ahora que habían hablado quería cambiar eso, así que respondió con su voz honesta.

—Llámame Shinji. Te daré ese honor.

Soltó un ligero chiste al final, al que el Servant no pudo evitar darle una sonrisa, esto le dio algo de calor en su corazón, sin duda alguna, era la sonrisa más bonita que había visto en toda su vida.

Gracias. . . Shinji.

Escucharla decir su nombre le sacó una sonrisa, para luego realizar que ella debía estar muy cansada.

—Descansa, Rider. Yo haré guardia.

El Servant quería oponerse, pero ambos sabían que no tenían otra opción.

Así qué con la temperatura bajando, Rider se durmió al lado suyo mientras yo me mantuve recostado contra la pared.

Poniéndome el Walkman, puse la siguiente canción, queriendo descansar sabiendo que le era imposible en esta situación.

—Yo juro.. que te protegeré, Rider. No importa lo que suceda.

Esas fueron las últimas palabras que dijo antes de caer en el silencio eterno que fue la noche mientras oía música repetidamente.