Claire Latreia nació como hija mayor del Conde Ralkan Latreia. Fue educada de manera estricta por su madre en las costumbres, y se volvió una chica obstinada y rigurosa consigo misma. Odiaba la injusticia por sobre todo y solo respetaba a las personas justas y rectas.
Sin embargo, al crecer y al pasar de ser una mujer hermosa en su juventud (parecida a Zenith, Norm y Therese), ningún chico estaba dispuesto a desposarla debido a su actitud poco amable. Cuando cumplió 18 años, ya había hablado de que sería monja, al no haber conseguido novio.
Esto casi se cumple de no ser porque una noche, cuando su madre estaba en casa de sus abuelos, su padre, el Comandante de los templarios Ralkan Latreia, llegó borracho, acompañado de un joven oficial llamado Carlise Grantz. Claire rompió en rabia y regañó a su padre por su condición; sin embargo, Carlise salió en defensa de su comandante, ya que habían perdido a un soldado y bebieron en su memoria. Ralkan se sentía culpable y se bebió de más.
Al escuchar el regaño del oficial, Claire agachó la cabeza; sin embargo, no se disculpó. Ella sabía que estaba equivocada, pero su férrea tostudes no le permitía pedir disculpas.
Luego de quitarle la armadura, Claire acostó a su padre y le dio agua , mientras este se disculpaba con su hija. Por lo general, la madre de Claire hacía esto para que Claire no la viera.
Una vez, se despidió de Carlise, quien tenía unos 14 años en esa época. Este le dijo que ella no era una mala persona en el fondo y le dio una sonrisa.
Unos días después, en la mesa, Claire le habló a su padre.
—Padre, ¿quién era el joven oficial que te trajo la otra noche?
—¿Carlise? Oh, es un chico que salió hace poco de la academia. Pronto cumplirá 15 y será adulto. Es hijo de unos campesinos; los caballeros sagrados le enseñaron a leer, y el comandante de ellos vio talento en el, y lo envió a estudiar a la academia militar. Hace poco se graduó y entró a la orden del templo.
—Ya veo.
—¿Te interesa, hija?
—¿Qué? Claro que no, soy 4 años mayor y es solo un campesino.
—¿Y eso qué? Tienes casi 19 años, ¿realmente te vas a hacer monja? Además, solo tengo hijas y el apellido Latreia se perderá; y ese chico no tiene apellido, ademas es un buen oficial.
—No es cierto, se presentó como Carlise Grantz.
—Ese apellido se lo dieron en la academia, a él y a varios chicos talentosos que llegaron de familias humildes. Si te casas con él, se volvería un Latreia.
—Mmmmm, ya te dije que seré monja, y es mi última palabra—dijo estoica y subió a su cuarto.
Sin embargo, Ralkan empezó a invitar al joven oficial a la finca, y si bien tenía otras hijas más cercanas a la edad de Carlise, siempre lo ponía cerca de Claire. De alguna manera, Carlise lograba controlar los arrebatos de Claire con lógica, y si bien esta no se disculpaba, aprendía de su error y no volvía a hacerlo. No pasó mucho tiempo cuando Carlise cumplió 15 años y Claire 19, que ambos se casaron, y al poco tiempo nació Edgar. Le siguieron Anise, Zenith, Saula y Therese, la menor.
Todos los hijos de los Latreia tuvieron diferentes destinos: Edgar se volvió oficial como su padre y abuelo.
Anise se casó con un noble, Zenith, quien era la favorita y el mayor orgullo de Claire. Se volvió aventurera, provocando una gran decepción para Claire. Saula se casó con un noble, pero murió en una intriga política a manos de asesinos junto a su esposo, poco antes de que Zenith se fuera. Y Therese, la menor de todas, se volvió oficial, lo que provocó la ira de Claire, quien la expulsó de la casa. Sin embargo, cuando se volvió capitana y guardia de la bendita, la recibió de regreso; aunque , jamás se disculpó por hecharla.
Así pasaron los años, pasó el incidente de maná y los sucesos que todos conocen. Paul ya se había marchado rumbo a Lapam a rescatar a Zenith junto con sus hijas y Lilia. Pasaron varios años en los que Claire y Carlise ya se estaban volviendo ancianos, y los nietos, hijos de Edgar y Anise ya eran adultos. Claire pensaba mucho en Norm y se arrepentía de cómo trató de educarla. Incluso pensaba en Aisha y se preguntaba cómo estarían, hace años que no habían niños paseándose por su casa. Fue ahí cuando se dio cuenta de que Zenith apenas pudo criarlas; ellas solo tenían 3 años cuando su madre desapareció.
Tal vez por eso Asiha se comportaba así y no sabía su lugar; pensaba con su retrógrada enseñanza de Milis. También pensaba en Rudeus; nunca lo había conocido, pero por lo que sabía de Lilia, el chico era fuerte. Llevaba a la chica Boreas a su hogar y luego iría a los territorios del norte a buscar a Zenith. Claire se preguntaba cómo estarían; a estas alturas ya debe tener unos 16 o 17 años y las chicas unos 10, pensó. Hasta que un día, mientras bebía el té, con Carlise en el jardín, una carta llegó.
—Mi señor, mi señora tiene correspondencia.
—Déjela, la leeré luego —dijo Claire.
—Mi señora, es de su nieto Rudeus Greyrat.
Rápidamente, Carlise la abrió.
—¿Qué dice querido?.
Estimados conde y condesa Carlise y Claire Latreia:
Tengo buenas noticias: hemos rescatado a mamá, quien se encontraba encerrada en un cristal en el Laberinto de teletransportación de Lapam en el continente Begarit. Ella está viva; sin embargo, mi padre Paul y yo quedamos gravemente heridos. No obstante, estamos bien al momento de escribir esta carta, estamos viviendo en la Ciudad mágica de Sharia, en el reino de Ranoa .
Mamá, por otro lado, ha perdido la memoria, aunque no estoy del todo seguro de eso. No puede hablar, no muestra emociones y su mirada está vacía. La he hecho revisar por los mejores doctores de Ranoa y, si bien su salud es óptima, no saben si podrá recuperar su antigua condición. Sin embargo, quiero que sepan que la llevaré a todos los doctores que pueda y trataré de curarla. Ahora mismo estoy en la universidad y voy a averiguar cómo ayudarla; no duden de eso. Aun así, mamá es autosuficiente: come por sí sola, hace sus necesidades y comparte en familia. Por sus acciones, se que ella nos reconoce y sabe quiénes somos, aveces sonríe, o nos da una reprimenda a papá mis hermanas o a mi.
Quiero que sepan que ella está bien y la cuidaré con mi vida.
Espero verlos pronto y llevarla de visita en Algún momento.
Atentamente,
Rudeus Greyrat.
Carlise agachó la cabeza en señal de tristeza; sin embargo, Claire tomó papel y lápiz y escribió una carta.
—¿Claude?
—Sí, mi señora.
—Envíe esta carta inmediatamente a la ciudad de la Sharia en el reino de Ranoa, y pague para que se envíe de inmediato.
—Sí, mi señora —dijo el mayordomo y rápidamente partió al gremio.
—La voy a curar. Seguro debe haber algo para su condición.
—Escucha, Claire estuvo atrapada en un cristal por 7 años; la gente pierde la razón cuando eso pasa.
—No, no Zenith, yo la voy a curar. Ranoa es un país de bárbaros; ¿qué saben ellos de medicina? .
Y así Claire paso los siguientes años hablando con sanadores, médicos y sacerdotes; sin embargo, todos le decían lo mismo: esa condición es casi imposible de curar. Sin embargo, Claire no se dio por vencida, partió a la biblioteca y leyó todo sobre maldiciones, cristales y laberintos, incluso leyó textos escritos por demonios, que ella consideraba una blasfemia y lo más bajo, pero su desesperación era tanta que estaba dispuesta a olvidar su odio a todo lo demoniaco, un día buscando en los libros se topo con algo, se trataba de una elfa, una historia de hace 400 años, una elfa fue dejada en el gran bosque por Kalman y Perugius en persona, la habían encontrado encerrada en un cristal, ella no recordaba nada, sin embargo, cuando empezó a tener relaciones sexuales con muchos hombres eventualmente recuperó la memoria, obviamente se trataba de Elinalise, y ella jamás recuperó la memoria, sin embargo el que escribió esta historia, seguramente escuchó la versión tergiversada.
Aun Así Claire se quedo pensando en ello, la idea le repugnaba, pero y, ¿ si no había otra opción?, ella sabía que estaba mal lo que planeaba, y lo pensó por años antes de decidirse a que hacer.
Mientras Carlise seguía en su trabajo, esperando el día de volver a ver a su hija y averiguando sobre sus nietos, un año antes de que llegara Zenith, le llegaron noticias de su nieto. Aunque algunas cosas de las que se enteró no le gustaron para nada.
—Mmmm, 3 esposas, una de ellas un demonio, general de la reina Ariel Anemoi Asura. Vaya, mató a Aubert Corvette y a la diosa del agua, amante de la reina de Asura. Pfffff, se nota que es hijo de Paul. Vaya, participó en la guerra de Shirone contra el país de la zona de conflicto. Mmmmm, esto es malo: mejor amigo del nieto de papá Cliff Grimoire, amigo personal del príncipe Zanoba Shirone, vaya, discípulo de Perugius Dola en persona, y el tipo lo llamó amigo durante una cena en Asura, nada mal. Emperador del Norte, Rey del cauce, santo del norte, Emperador de agua y santo en todas las magias de ataque, —impresionante—, se hace llamar general del ejército del dios dragón, a escrito varios libros y los vende muy barato, uno de ellos enseña a leer contando la historia de un demonio, mmmm ya veo debe ser de ese Superd que estaba con el hace años atrás, a inventado varios objetos que le permiten crear muchos libros, a los reinos Nórdicos y a Asura, esto será un problema . Maldita sea, el muchacho es poderoso, pensó Carlise con una sonrisa de orgullo... Mmm, sin embargo, creo que borraré mucha cosas como ; lo de las 3 esposas y lo de amante de la reina antes de darle el informe al papa y el cardenal —pensaba para si Carlise mientras escribía el informe omitiendo lo de sus esposas y el rumor con la reina.
Esos días, Carlise regresó a casa y Claire le contó del tratamiento, lo que llevó a una gran discusión con su esposo, el cual le prohibió hacer eso. Aun así, Claire tenía muchas dudas.
Hasta que un año después , su mayordomo le dio una noticia.
—Mi señora, Aisha fue vista en la entrada este; venía acompañada del nieto del papá, Lord Paul, y una mujer con las características de Lady Zenith.
—Ya veo —dijo Claire—, y así pensó qué decir. No quería lidiar con Paul sobre el tratamiento, pero aun asi, se preparó para recibirlos. Pero poco después, le llegó otro informe.
—Mi señora, no se trata de Lord Paul; el hombre es joven, y Aisha le decía hermano, es su nieto.
Claire se sintió aliviada; estaba segura de que su nieto era un tipo más sensato. Le agradecería por traer a Zenith y le preguntaría por el tratamiento y su opinión. Sin embargo, cuando al otro día vio el estado de Zenith y a Aisha sentada junto a ella, su racionalidad se fue al demonio.
Ni siquiera miró a Rudeus, que se presentaba, y se centró en Zenith. Mandó a su doctor a examinarla y, por primera vez, vio el carácter de Rudeus, que quitó al doctor de un tirón del lado de su madre. Por un segundo, le recordó a Carlise; si no fuera porque es idéntico a Paul, lo que avivó los sentimientos negativos contra el padre del chico, y aún más al ver a Aisha ahí, vestida como una noble. Cuando Claire regaño a Aisha recordándole qué es una bastarda, Rudeus estalló en cólera, lo que la sorprendió, y aún más cuando, este le dio sus títulos. Claire no tiene idea de rangos militares pero en el fondo, se sentía orgullosa de su nieto, pero entró la duda: ¿cómo le explicaría el tratamiento que tenía planeado para Zenith? Además, este chico iba a abrir una sucursal de su empresa y era un alto oficial Asurano; eso le traería problemas si aceptaba el tratamiento. Así que no lo pensó muy bien y decidió enemistarse con él unilateralmente para protegerlo de posibles repercusiones si su plan salía mal. Así que tuvo la muy mala idea de quitarle a su madre y expulsarlo de su casa.
Lo que pasó a continuación hizo que Claire sintiera pánico por primera vez en su vida: su nieto estalló en ira, les dio una paliza a sus guardias personales y la insultó como nunca lo habían hecho. Estaba furioso; de hecho, fue Aisha la que tuvo que calmarlo. El chico era poderoso: hizo flotar todo en la sala mientras electricidad salía de su cuerpo. Fue una escena aterradora, y luego se marchó llevándose a Zenith.
Cuando finalmente Claire se calmó, ordenó no decirle a Carlise sobre este incidente y planeó cómo arrebatarle a Zenith. Sin embargo, ella no lo odiaba; es más, estaba orgullosa de cómo defendió a su madre. El chico es una mezcla del carácter de Paul y Zenith, quien siempre fue la única hija que la enfrentó sin miedo. Pero aún así, Claire pensaba que Zenith era una carga para ellos y estaría mejor al cuidado de ella.