Finalmente, llegué a un bar en un rincón del continente demoníaco. Cuando entré, lo vi de inmediato. Ya había vaciado las 10 barriles de cerveza. Nada raro, considerando que es un Rey Demonio inmortal. Su piel negra tenía un tono marrón rojizo debido a la borrachera.
— Eso es mucho alcohol, amigo.
— Sí, está delicioso, —dijo sonriéndome.
— Oye, sabes, ¿significa algo para ti el nombre de Hombre Dios?
Cuando dije eso, el tipo se puso muy serio, al punto que casi me cago en los pantalones.
— Mmm, ¿dónde escuchaste ese nombre?
— Donde mismo lo escuchaste tú: en tus sueños.
— Escucha, te daré un consejo: no confíes en él y no le hagas caso. Si lo haces, se va a cagar en lo que más amas.
— Lo sé, ya lo hizo. Me hizo hacer algo y por culpa de eso, un Rey Demonio mató a toda mi tribu.
— Y aún confías en él, eres alguien peculiar, amigo. ¡Wuajajajaja! O un completo imbecil.
— Escucha, él te necesita.
— Wuajajajaja, sí, ya me lo dijo. Ve a Ranoa. Conocerás a un mago con más poder que Laplace, —luego me dijo que llevara a Ruidjerd Superdia con su tribu en los bosques cerca de la segunda ciudad en el reino de Biheiril. Y después regresé al continente demoniaco a beber. Ya no debo hacer mas. ¡Wuajajajajaja!.
— Tú aún le debes una. ¿Recuerdas cuándo te ayudó a salvar a Kishirika? ¿Recuerdas Cúando estaban al borde de la derrota, él te ayudó a encontrar esa armadura con la que derrotaste al Dios Dragón Laplace? . ¿Recuerdas Cuando el Dios Dragón y los humanos los arrinconaron en la segunda guerra humano-demonio y llorabas como una nena, asustado por la mujer que amabas? , ¿recuerdas quién te ayudó?
— No lo he olvidado, y tengo una deuda con él, pero no iré a la guerra ahora. Estoy en paz. Ni siquiera combatiré cuando llegue el Dios Demonio Laplace. No me interesa.
Si estoy en deuda, pero eso no quiere decir que voy a volver a pelear con por el. Ya cumplí con llevar a Ruidjerd con los Superd. ¿Pero por qué me quiere en su equipo?
— Tiene miedo. El Dios Dragón y su general están formando un ejército para matarlo.
— Wuajajajaja, bueno, a todos nos llega nuestro fin, y ese bastardo se lo merece.
— Sin ti no puedo derrotar al jefe, ni menos al Dios Dragón.
— ¿El jefe?
— Rudeus Greyrat. Orsted lo nombró comandante de su ejército, y el chico es emperador en magia de agua y emperador del norte.
— Creí que el chico era un lacayo del Hombre Dios.
— Nunca lo fue. Nunca confío en él, y descubrió que el Hombre Dios quería matar a su esposa, una demonio Migurd. Según el Hombre Dios, esa niña que tuvieron ayudará a matarlo.
— Wuajajajajajaja, ya veo. Jajajajajaja Wuajajajajajaja jaja. Así que está asustado. Jaja, bien, si tiene que morir que muera, —dijo bebiendo de su cerveza.
— ¿No hay manera de convencerte?
— No, a menos que le derrotes en un duelo.
— Yo no te puedo ganar. Mírame, soy un debilucho.
— Wuajajajaja, no todo es pelea.
De pronto se me ocurrió. Este tipo lleva bebiendo todo el día. Tal vez si pueda vencerlo.
— ¿Qué tal un concurso de bebida?
— Jajaja Wuajajajaja. Solo Kishirika puede derrotarme en beber. ¿Estás seguro, cara de mono?
— Claro, —dije. Pero rápidamente me di cuenta de que no podría ganarle, hasta que se me ocurrió una idea. Las reglas no dicen que no puedas vomitar, así que después de cada trago vomitaba el alcohol. Por un momento, pensé que me iba a morir, hasta que finalmente Bagaddi se rindió.
— Wuajajajaja, eres listo, cara de mono. Me agradas. Me uno a tu causa, ¿qué debemos hacer?
— Matar a Rudeus Greyrat y al Dios Dragón.
— Wuajajajaja, yo no puedo derrotarlos. No soy tan poderoso como crees.
— No, pero eres un demonio inmortal, y puedes volver a usar la armadura del Dios de la Lucha.
— Ya veo, así que esa es la idea. Y una muy mala, por cierto. Esa maldita cosa puede destruir el mundo. Así que así de asustado está como para sacar esa maldita cosa de su encierro.
— Así es, pero tú solo deberás matar a Orsted. Tengo otros planes para Rudeus.
— ¿Cuáles?
— Recluta al Dios del Filo y al Dios del Norte, Kalman III.
— Wuajajajaja, mi sobrino nieto es un imbécil. Como mi hermana. No lo vas a controlar.
— Como sea, una vez muerto Rudeus, ayudarás a Gal Farion y Aleksander a matar a Orsted.
— No será fácil. Dicen que este Dios Dragón es más poderoso que el mismísimo Dios Dragón Demoniaco, Laplace. Y ese ser era aterrador. De hecho, la armadura era de él. Imagínate que el Dios Demonio es solo la mitad de su poder. No creo que entre los 3 matemos a Orsted.
— Tranquilo, aún falta reclutar 2 personas más.
— OK, ¿y qué hacemos ahora? Pues ven conmigo. Debemos viajar al continente celestial y entrar al laberinto Infierno.
— Wuajajajaja, estás demente, Geese. Wuajajajaja.
— No te preocupes, vamos por el Guardián, el es el otro apóstol .
— ¿Quién es?
— El Rey Abismal Vita.
— Wuajajajaja, así que ahí se escondía del Dios de la Muerte Laxus. Wuajajajaja. Maldito cobarde, Laxus murió hace varias décadas.
— Así es, vamos por el, su capacidad de controlar a las personas nos será útil.
— ¿Sabes qué hizo Vita?, le pregunto Badigadi a Geese con la intensión de contarle la historia.
— No, ¿qué hizo?
— Los limos podían vivir con como parásitos : un limo dentro de ti te ayudaría a mejorar intelectual y físicamente y te haría un individuo más poderoso, de hecho fueron muy útiles el la segunda guerra humano demonio, de hecho Kishirika recompenso a un comandante Limo con un ojo demoníaco.
Qué un limo te parasitara era una gran simbiosis, permitia hacer de un demonio común y corriente un gran guerrero .
Pero Vita es diferente, el es un niño bendito, puede controla al 100% al huésped poniéndolo en coma, algo que los limos no hacen.
Como sea, un día tomó el cuerpo de un Rey Demonio poco después de la guerra de Laplace, y cometió crímenes y violaciones a destajo. Pero un demonio leal a ese rey demonio llamado Laxus, se dio cuenta, y mató al rey demonio controlado por Vita en batalla, cuando este pensé que podría con Laxus, pero fue derrotado y apenas logró escapar parasitando un perro . Cuando el rey demonio recuperó la conciencia antes de morir, le explicó por lo que Vita lo hizo pasar, Laxus le prometió que lo mataría y se dedicó a cazarlo por siglos. Wuajajajaja. Casi lo mata varias veces, pero Vita escapó y Laxus jamás lo pudo encontrar, pero se vengó de él, masacró y extinguió a la tribu de los limos, salvo por el Rey Demonio Beethove Tovetha del laberinto de la biblioteca, que es un tipo pacífico, y el propio Vita. Wuajajajaja. Laxus encargó a su sucesor, como Dios de la Muerte, mi sobrino humano Randolph, eliminarlo, pero Randolph está más preocupado de cocinar que de matar a ese idiota. Wuajajajaja.
— Como sea, necesitamos de Vita para nuestros planes.
— Bien, andando, —dijo Bagaddi, que empezó a correr a una gran velocidad, con Geese a sus espaldas, rumbo a dónde se conecta el continente demoníaco con el continente celestial.
Unos meses después, Geese y Badigadi habían llegado a la última sala del laberinto Infierno , donde estaba el Guardián: un enorme monstruo de tiempos antiguos.
— Majestad, soy Geese. Vengo de parte del Dios Humano.
— Ya lo sé, —dijo la enorme bestia. — Él ya me habló por mis sueños. Me dijo que un cara de mono y el mismísimo Badigadi vendrían aquí. ¿Es cierto que el dios de la muerte está muerto?
— Si preguntas por Laxus, murió hace varias décadas. Tuvo una muerte horrible. Fue asesinado por su propio discípulo.
— ¿Ah, sí?
— Sí. Wuajajajaja. Laxus era un asesino, pero tuvo la mala idea de tomar de discípulo al nieto del Dios del Norte Kalman II . Wuajajajaja. Cuando lo entrenó en todas sus técnicas , Laxus quiso asesinar a Kishirika y a unos aldeanos y le pidió a Randolph acompañarlo, planeaba cortale la cabeza A Kishirika y vender sus ojos demoniacos, pero Randolph es diferente a como pensaba Laxus . El No es un asesino frío como lo era tu enemigo . De hecho Randolph fue entrenado por su abuelo, Kalman II, en persona, y a pesar de su aspecto terrorífico, es un buen tipo. Así que cuando el dúos de la muerte iba a matar a Kishirika, Randolph mató a Laxus y salvó a mi chiquita. Wuajajajaja aja jaja, sin embargo Randolph de todos modos te matará si te encuentra, pero no te preocupes el esta lejos más preocupado de cocinar y es un caballero al servicio dle reino Dragón, el no vendrá por ti.
— Ya veo, —dijo el monstruo, que de pronto se durmió, y de su boca salió una sustancia azul.
— Mucho gusto. Soy el Rey Abismal Vita. Con gusto los ayudaré.
— Muy bien, —dijo Geese. — Espero que no se ofenda, majestad, pero ¿puede entrar en este frasco?
Vita no tuvo problemas y entró en él.
— ¿Y ahora qué, cara de mono?
— Ahora nos reuniremos con los demás en Biheiril , pero antes iremos a la Isla de los ogros a hablar con el Dios ogro Malta.