Tras casi un mes en Ars, Nina Farion regresó al santuario de la espada. Mientras viajaba, recordaba todo lo que había pasado allí: la opulencia de Ars, la hermosura y amabilidad de la reina Ariel, los días con Isolte, el libro que compró y con el que poco a poco estaba empezando a aprender palabras, pero sobre todo, la familia de Eris. Nina jamás se imaginó a Eris como una madre o esposa, ni mucho menos tener una relación tan buena con otras tres mujeres.
"Si yo hubiese sido la mujer de ese idiota, jamás le hubiese permitido tener otra esposa. Bueno, tampoco lo hubiera abandonado como esa tonta de Eris", reflexionaba Nina. Además, ese tipo le dejó muchas dudas; algo ocultaba. En el combate en dios del Cauce donde Isolte lo derrotó le dejó muchas dudas , Rudeus ocultaba algo. Nina no sabía qué, pero en esa pelea logró engañar a Isolte y Eris. Sin embargo, Nina se dio cuenta de que Rudeus... Mmmmm, será mejor no pensar en eso, pensó Nina. Tal vez son solo conclusiones sin sentido que tuve por el miedo que me da ese tipo.
Sin embargo, esos días en Ars
Fueron clarificadores para ella. Pudo ver la rutina de la familia de Eris, cómo era su relación con la hermosa elfa de pelo blanco y esa chica demonio de pelo azul, con las cuales tenía una relación de pareja como si fueran sus esposas. Era un matrimonio raro, pero funcional, pensaba Nina.
La chica de pelo azul le dejó dudas también. Ella sabía de los orígenes de su familia; sabía que su antepasado Al Farion era un mestizo demonio-humano de cabello azul. Su padre había sido un espadachín al mando de Laplace, que tuvo una aventura con una mujer humana de apellido Farion. Esta chica Roxy le comentó que su bisabuelo era espadachín en el ejército de Laplace. Cabía la posibilidad de que... Dios, me esta doliendo la cabeza, pensaba Nina, mientras bajaba del caballo y prendía una fogata para pasar la noche.
Mientras se acercaba al santuario de la espada, las imágenes de Eris con sus hijos invadieron su mente. La perra rabiosa era una buena madre, no perfecta y algo brusca, pero se notaba que amaba a su hijo y a los hijos de las otras dos a los cuales consideraba sus hijos tanto como a Ars, de hecho tenía algo de favoritismo por la hija de la elfa.
Nina solo pensaba para sí: "Yo quiero lo mismo". Se sentía derrotada nuevamente frente a Eris. Nina pensó que Eris, al casarse, se estancaría en esgrima, pero de hecho era tan fuerte como su tío Timothy Britts, si no más fuerte, y aun así era madre de familia.
"Yo también puedo hacer eso", pensó Nina. "Esa mujer no puede derrotarme en esgrima y ahora tiene una familia". Nina Farion, por primera vez en su vida, quería lo mismo y sentía envidia nuevamente por Eris.
Mientras se acercaba al santuario de la espada, pensaba en Jino Britts. Él es el único con quien Nina se imaginaba formar una familia, pero había un pequeño, no gran problema: Gal Farion. Nina no estaba segura de que el Dios del Filo aceptara una relación de su hija con su sobrino. Nina pensó muchos días sobre esto, pero al fin sacó fuerzas y decidió enfrentarse a su padre.
Cuando Nina llegó al santuario de la espada, se encontró frente a frente con Jino, que sacaba la nieve con una pala.
—Hola, Nina, ¿cómo te f...?
—¿Jino, quieres casarte conmigo?
—Pfff, aaaaa, ggggghh. Cof, cof, cof, ¿qué?
—¿Quieres casarte conmigo, Jino? .
—Sí, sí quiero —dijo de pronto Jino. Nina se bajó del caballo y besó a Jino. Esa noche durmieron juntos por primera vez. Luego del delicioso donde Ambos perdieron la virginidad , hablaron:
—Uffff, qué rico, Nina. Hagamos esto otra vez.
—No, me duele. Esperemos unos días.
—Bien, ¿Qué te hizo querer que nos casáramos, Nina? .
—Vi a Eris feliz y ser una espadachina no es incompatible con tener una familia. Ella es madre y al mismo tiempo sigue siendo poderosa, ademas tu eres el único con el que siempre imagine casandome.
—Ya veo. Bien, supongo que debemos hablar con el tío Gal.
—Sí, eso me aterra. No sé qué va a pensar.
—Mañana a primera hora hablaré con él —dijo Jino.— estuvieron en silencio unos minutos hasta que Jino nuevamente rompió el silencio —¿Y qué te pareció Ars?.
—Es gigantesco. La ciudad es hermosa, Isolte me la mostro. Conocí a la reina Ariel; ella es una mujer muy bella.
—Sí, es muy linda. Su pelo rubio, sus ojos azules, ese cuerpo delgado pero curvilineo, su hermosa sonrisa ... ¡Aucht, eso dolió Nina ! —se quejo Jino dee un fuerte codazo en las costillas .
—Estás conmigo ahora, Jino. No soy como Eris, solo yo seré tu esposa.
—Bien, bien, no estaba diciendo nada malo. No te enojes.
—Vi al esposo de Eris. La reina se ve muy apegada a ese tipo.
—¿En serio? Crei que Rudeus tenía 3 esposas.
—¿Tiene 4?.
—¿4? Vaya, que afortunado. Aucht, deja de golpearme .
—¿Cómo que afortunado?, dijo Nina molesta.
—No quise decir eso, me refiero a que es afortunado tener tantas esposas y que no acabará con su matrimonio.
—Oh, eso. Sí, supongo que tienen una relación rara esas mujeres.
—Entonces, ¿Rudeus también está con la reina? .
—Es un fuerte rumor; todos en Ars comentaban que el tipo es amante de la reina, y ella lo mira todo el tiempo de la misma manera en que Eris lo mira .
—¿Quién lo diría? —dijo Jino, mirando al techo mientras sonreía.
—¿Te estás imaginando a la reina desnuda, no, Jino? .
— ¿ Que?. Claro que no, solo te amo a ti, Nina.
—Eso espero, pronto tendremos una familia.
—¿Y cómo estaban Isolte y Eris?
—Las malditas son más poderosas que yo. Eris ya está en nivel imperial; podría derrotar al tío Timothy, e Isolte lo mismo.
—¿Cómo es que Eris siguió mejorando?
—Su, esposo. Ese Rudeus es emperador del Norte, y su suegro, un triple santo, entrena con ellos todos los días. Además, ese Rudeus es entrenado por Orsted en el estilo dios del cauce.
—El tío Gal dijo que ese tipo está en un nivel divino en esa escuela.
—Así es, ahora Rudeus es su aliado y está haciendo alianzas para derrotar a Laplace, que renacerá e 80 años. De hecho, Rudeus dijo que vendría a hablar con papá pronto.
—Vaya, será genial verlo; quiero una revancha, el tipo me agrada.
—Es aterrador, me venció fácilmente. Perdió con Isolte cuando lo retó a un duelo solo en el Dios del Cauce, pero...
¿Pero qué?
—No se, me dio la impresión de que se dejó perder a propósito. Eris me comentó que Rudeus mató a Feher Galvius y rechazó el puesto de Dios de la Muerte.
—¿Qué? ¿Mató al anterior Dios del Filo?
—Sí, su esposa Roxy, la demonio de pelo azul, me contó de esa batalla. Apenas pudo derrotarlo, pero cuando Feher amenazó con matar a su hija, Rudeus se volvió loco y lo mató a golpes de puño. El miko de Shirone y el propio Dios de la Muerte tuvieron que calmarlo.
—Mierda, eso es genial.
—¿Cómo puedes encontrar eso genial, Jino?
—Papá me contó que Feher era un idiota fanático de Milis. Todos celebraron cuando el tío Gal lo derrotó. Papá dijo que el tío debió matarlo, pero lo dejó irse para humillarlo más. Vaya, ese Rudeus es sorprendente; hablaré con él cuando venga.
—¿Cómo es que te agrada?.
—Porque es fuerte, lo vi matar a Dani, y su método de pelea es algo que no se ve desde Reidar Reí . Bueno, al menos eso dijo papá; incluso el mismo Kalman II dijo que el tipo es talentoso.
—Como sea, espero que no se te peguen sus malas costumbres .
—¿Como cuáles?
—Tener más mujeres y una amante real.
—Claro que no, solo te seré fiel a ti, Nina.
—Eso espero. Buenas noches, Jino.
—Buenas noches, Nina.
Al otro día, Jino y Nina tuvieron una audiencia con él, el Dios del Filo.
—Bien, ¿a qué debo esta audiencia? Al fin reconocen que se aman y se van a casar —dijo Gal con burla.
—Bueno, tío, yo...
—¿Cómo estuvo Ars, Nina?, interrumpió Gal Farion.
—Eh, bien, padre, es una ciudad grande.
—¿Viste algo interesante?
—Bueno, conocí a la reina y vi a Eris.
—¿Ah, sí? , pensé que estaba muerta.
—No, de hecho, su esposo está aliado con Orsted. Están buscando aliados para enfrentar a Laplace dentro de 80 años ; de hecho, vendrá a visitarte pronto.
—Pfffff, malditos tontos, debieron matarlo, no aliarse con él... Mmm, así que Laplace renacera pronto, eh, ¿y qué más viste?
—Bueno, el santuario del Dios del Cauce, y a ese tal Rudeus, hay muchas historias sobre ese tipo.
—¿Ah, sí? ¿Como cuáles?
—Bueno, que es amante de la reina y que mató a Feher Galvius.
—Pffff, Galvius ya era un anciano, eso no tiene gracia.
—Papá, la verdad, con Jino queríamos hablarte.
—¿De qué? Ya hablen.
—"Dios del Filo", dijo Jino, "yo quisiera pedir la mano de Nina en matrimonio".
—Jajajaja, así que quieres casarte con Nina, eh... Mmmmmm, no lo permitiré, eres muy débil.
—Pero, papá, yo...
—Cállate, Nina. Si quieres la mano de mi hija, debes derrotarme, Jino, ¿entiendes?
—Está bien,— contestó Jino.
—Vaya, te crecieron las pelotas, veamos qué tienes, dijo Gal, tomando una espada de madera y poniéndose frente a Jino.
Gal lo derrotó de un solo golpe.
Jajaja, cuando puedas derrotarme, podrás tener la mano de mi hija y el título de Dios del filo, solo así podrás casarte con ella, ¿entiendes? .
Jino se puso lentamente de pie, hizo una reverencia y salió de la sala de audiencias.
—Papá, ¿por qué no nos dejas?
—Jino es débil, debe llegar mínimo a emperador y lo dejaré casarse contigo. Han pasado años y aún es Santo Espada; tal vez esto lo motive.
Nina salió tras Jino, que había tomado su mochila y empacado sus cosas.
—¿Te vas?
—Así es, regresaré cuando me haga fuerte y así tomaré tu mano en matrimonio.
—Espera, huyamos esta noche. Vámonos lejos. La Reina Ariel me ofreció trabajo en Ars como una caballero dorado; vámonos ahí y formemos una familia. Incluso Eris podría ayudarnos si es que vamos a la Sharia .
—No, lo haré como dice el Dios del Filo. Me haré fuerte y regresaré por ti, te lo juro, Nina. Te amo —le dijo mientras la besaba y subía a un caballo.
Nina lo miró mientras desaparecía en el horizonte.
Pasaron varios meses y no había rastros de Jino. Timothy tampoco le quiso decir dónde había ido.
Mientras Nina seguía practicando un día de pronto, Jino Britz había regresado. Cuando Nina lo vio, él se veía diferente.
Su rostro era diferente; se veía adulto y sus ojos estaban afilados. Su aura era aterradora. Nina corrió hacia él, lo abrazó y lo besó.
—¿Dónde estabas, Jino?
—Hola, Nina. Te extrañé. Estuve en los bosques al noreste, entrenando con dragones de las nieves y explorando laberintos por mi cuenta, haciéndome fuerte.
—Jino, esta noche huyamos a Ars.
—No es necesario, nos casaremos —dijo mientras se dirigía a la sala de entrenamiento.
Cuando entró, todos se quedaron en silencio.
—Vaya, regresaste, Jino. ¿Ya eres más fuerte?
—Así es, señor.
—Bien, si me derrotas, podrás casarte con Nina. ¿Eso te parece bien?
—Sí.
—Jajajajaja, veamos qué tienes —dijo Gal, poniéndose de pie y tomando una espada de madera.
Se pusieron en posición y solo se vio un destello. El silencio inundó el santuario de la espada. Ahí, de pie, estaba Jino Britts, y en el suelo, con la espada de madera destruida, Gal Farion con los ojos muy abiertos, mientras Jino tenía su espada de madera en su cuello.
Nina miraba todo esto atónita.
Gal Farion se puso lentamente de pie sin pronunciar palabra, miró a Jino a los ojos , le hizo una reverencia, se dio media vuelta y se marchó; nunca más regresó al santuario de la espada . Mientras tanto, en la sala de entrenamiento, Timothy Britts se arrodillaba frente a su hijo.
—Estoy a tu servicio, Dios del Filo.
Nina siguió su ejemplo e hizo lo mismo:
—Estoy a tu servicio, Dios del Filo.
Jino apenas se dio cuenta de lo que pasó; en su mente, solo pensaba que ahora podría casarse con Nina.
Pocas semanas después, Jino y Nina se casaron, pero la felicidad duró poco porque, siento de idiotas, había llegado a retar a Jino por el título de Dios del Filo.