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El rey demonio Badigadi y Kishirika

Una vez, papá nos contó a mi hermana y a mí sobre el antiguo mundo demonio y cómo murió el Dios demonio original, así como de cómo el Dios humano nos dio refugio en su mundo.

Antes de escapar al mundo humano, mi padre, Necross Lacross, salvó a la hija del Dios demonio y de su esposa, la emperatriz Kirisis Calisis. Antes de morir, el Dios demonio la había nombrado Kishirika Kishirisu.

Pasaron unos miles de años en los que nació mi hermana Atoferatofe y yo, quien era considerado un demonio sabio. La mayoría de los demonios eran unos idiotas, incluidos papá y mi hermana, pero yo siempre me pregunté de dónde veníamos y quería saberlo todo.

Durante la primera guerra humano-demonio, que surgió de los constantes roces con los humanos, papá. Que era el comandante de las fuerzas de Kishirika y esta también fueron asesinados por un humano llamado Ars, que posteriormente sería el primer rey de Asura.

Aunque siempre estuvo la duda de cómo ese humano era tan poderoso. Los humanos son frágiles y, en ese tiempo, apenas si sabían usar la magia, pero Ars era diferente; papá sospechaba.

Que ese tipo fue entrenado por el Dios Dragón o tal vez era el Dios Dragón en persona, disfrazado. Durante esa guerra, varias tribus ferales y humanas que pelearon del lado demoníaco fueron expulsadas a la parte del mundo más árida de todas, donde los monstruos abundan; después sería conocida como el continente demoníaco. Lo que yo no sabía en ese momento es que detrás de esa guerra estaba el Hombre Dios, que aconsejaba a la emperatriz a través de los sueños.

Los humanos son frágiles, pero también son listos, aunque a veces son idiotas. Papá me contaba que había muchas tribus humanas: los orejas cortas, los enanos, los altos elfos casi inmortales, los elfos regulares que vivían muchos siglos, los hobbits, que parecían niños, y los Migurd. Estos últimos ahora son considerados demonios por traicionar a los humanos en la primera guerra. Poco después, esas tribus humanas se separaron y, de hecho, los orejas cortas, que eran la tribu humana con menos atributos y menos esperanza de vida, fueron la que más prosperaron y ahora cuando se habla de humanos, solo se refieren a los orejas cortas, dejando de lado a los demás que ahora se consideran razas aparte, a pesar de que esas tribus humanas tenían más compatibilidad con la magia que los orejas cortas, sin embargo estos últimos a pesar de que sus vidas son un suspiro, se reproducen más rápido y aprenden más rápido también, al principio los encontrábamos débiles, no tienen garras ni fuerza y además viven poco , pero Ars nos hizo darnos cuenta de que cuando pelean juntos, son tan fuertes como la raza dragón, ademas qué son muy listos, lo que carecen de fuerza lo compensan en inteligencia .

Pasaron cerca de 3000 años y Kishirika, por fin, se había vuelto adulta nuevamente, recuperando su inmenso poder. Ella siempre moría por las cosas más estúpidas, como olvidar comer, pero por fin había recuperado su forma más poderosa y llevó nuevamente a los demonios a la guerra contra los humanos. Esta vez, nuestras victorias fueron aplastantes y yo, como el rey demonio más sabio, comandaba uno de los ejércitos de Kishirika. Fue cuando soñé con él por primera vez; me dio consejos que me hicieron aniquilar a los ejércitos humanos. La victoria parecía asegurada, cuando habíamos arrinconado a los ejércitos humanos en Asura y el continente Este, donde un humano llamado Milis resistía, donde desembocan los dos grandes ríos del Gran Bosque. Fue entonces cuando apareció una fuerza horripilante, que masacró a mi ejército sin compasión y nos provocó grandes derrotas. Se llamaba Aldebarán y portaba una armadura dorada. Ese tipo nos masacró, obligando a las fuerzas de Kishirika a retirarse a lo que hoy es el continente demoniaco.

—Jajajajajaja, ¿por qué nunca sonríes, Badigadi? No eres como tu hermana o tu padre; ellos siempre reían .

—Lo siento, alteza, no es momento para reír. Fuimos derrotados por el ejército humano, muchos reyes demonios están muertos, Atoferatofe fue sellada, y Aldebarán resultó ser el Dios dragón.

—Jajajaja, no te preocupes, soy inmortal, la hija del Dios demonio. Moriré, pero renaceré de nuevo. Sin embargo, no volveré a ir a la guerra contra los humanos; ese maldito hombre-dios me engañó. Nunca dijo que Laplace fuese Aldebarán. Y solo me uso para divertirse, el no está del lado de humanos ni demonios, solo le divierte ver como nos matamos, ; jajajajajaja sabes eh estado pensando que incluso, y no me extrañaría que Laplace fuese Ars, y si los humanos siempre tuvieron la protección del dios dragón, estábamos condenados a la derrota .

—¿Laplace? ¿Quien es el, majestad?

—El segundo Dios dragón es mitad demonio y dragón; su pelo verde delata su ascendencia demoníaca. Era amigo de tu padre en la era antigua y es el hijo adoptivo del primer Dios dragón. Jajajaja, si los seis mundos no se hubiesen ido al demonio, es probable que hubiese terminado casada con ese tipo. Jajajajajaja.

—Ya veo.

—Vamos, Badigadi, ríete, bebe licor, hazle el amor a una mujer. El hecho de que seas un demonio inmortal no quiere decir que debas ser un aburrido.

—Yo solo te amo a ti, emperatriz.

—Jajajajaja, ¿es eso cierto? Jajajaja, fuiste mi mejor general, rey demonio Badigadi, y el más leal. Cuando renazca nuevamente, nos casaremos. Jajajajajaja.

—Cuando dije eso, me sentí muy feliz, pero ; esa noche soñé con el hombre-dios.

—¿Cómo estás, Badi?

—¿Tú? ¿Qué quieres? Fuimos derrotados.

—El dios dragón Laplace vendrá pronto a matar a Kishirika. ¿Quieres salvarla? .

—No puedo derrotar a Laplace.

—Ya no tiene la armadura. Si la tomas, tendrás una oportunidad.

—¿Estás seguro? .

—Así es, pero también debes ser inmune a sus ojos demoníacos; él podrá encontrarte donde sea si los usa, pero tengo una solución.

—¿Cuál? .

—Ve al oeste, a las montañas más allá del bosque oriental, y entra al laberinto de esa montaña. Ahí encontrarás una pócima; bébela, te hará invicible a los ojos demoníacos de Laplace, de Kishirika o de cualquier persona. Luego ve al laberinto pozo del Dios dragon, que se encuentra en las montañas del wyrm rojo y salta ahí. Yo te guiaré, y cuando derrotes al Guardián, toma la armadura del Dios dragón .

Obedecí al pie de la letra al Dios humano y me dirigí tan rápido como pude a los lugares indicados. Ahí encontré esa pócima que me hizo invisible a los ojos demoníacos y luego llegué al laberinto, donde salté desde la cima de la montaña. Gracias a las indicaciones del Hombre Dios, llegué a la armadura y me la puse. Sentí que un poder corría por mi ser y me dirigí a toda velocidad a la guarida de Kishirika. En el camino, masacraba a cualquier soldado humano que se me aparecía. Cuando llegué, Laplace hablaba con Kishirika. El tipo era alto, de pelo verde con mechones plateados y ojos dorados, con algunas escamas verdes en su cuerpo. Cuando me vio, abrió los ojos.

—"Espera, Badi"—, dijo Kishirika, pero yo estaba poseído por una furia incontrolable. La batalla duró semanas y, finalmente, herí de muerte al Dios dragón, sin embargo, se las arregló para darme un golpe tan fuerte que creó un cataclismo que formó el mar de Ringus. Cuando miré a Kishirika, había caído herida de muerte por mi mano; en mi sed de sangre, había perdido el juicio. La armadura estaba viva y se había apoderado de mi mente.

—Majestad, esto es mi culpa.

—No te preocupes, Badi. Jajajajajaja, volveré a renacer y, cuando lo haga y recupere mi fuerza, nos casaremos. Adiós.

En ese instante, Laplace estalló con una fuerte explosión que separó el continente demoníaco y el continente central. Pasaron casi mil años antes de que mi cuerpo se volviera a unir por completo. Durante ese tiempo, el hombre dios apareció para burlarse de mí, aunque nunca supe por qué, ya que salvé a Kishirika; ella es inmortal y renacerá eventualmente. Cuando le pregunté por qué me ayudó, me confesó que quería matar a Laplace. Ese tipo quería asesinarlo, hacía que su futuro se viera negro, pero ahora podía ver su futuro muy claro como el agua.

Simplemente le agradecí, y él pareció confundido por mi reacción; no lo volvería a ver en miles de años. Pasaron siglos hasta que Kishirika renació. Pero había perdido todo su poder. Los demonios fuimos todos relegados al ahora llamado continente demoníaco, y el continente Este, ahora llamado continente Milis, se dividió: el sur en un reino humano y el norte en dominios ferales, de enanos, hobbits y elfos.

Nunca me casé con Kishirika, pero no porque nos amáramos. Desde que renació, siempre muere por alguna razón estúpida y demora siglos en renacer. Así pasé mi vida como rey de la región de Biegoya en reemplazo de Kishirika, hasta que algo inesperado pasó. Un demonio muy poderoso nació y empezó a unificar a las tribus de demonios; incluso destruyó el sello con el que el dios dragón encerró a Atofe, y esta se unió a su ejército. Cuando sus tropas llegaron a Biegoya, los Superd y los Migurd se unieron a él.

Cuando llegó a pedir la lealtad de Kishirika, este lo reconoció como Laplace, pero no se parecía al Dios Dragón. Tenía el pelo verde, pero no tenía mechones dorados ni ojos dorados; no era un dragón, se parecía a los Superd.

¿Eres Laplace?, dijo Kishirika

—Laplace, eh, jajajajajaja, me gusta ese nombre. Desde hoy seré el Dios Demonio Laplace, jajajajajaj.

—No puedes llamarte así, Laplace fue el enemigo de los demonios. Un Dios dragon .

—Ya cállate, emperatriz. ¿Te unes a mí o te mueres?

—Oye, oye, ¿quién te crees que soy?

—Solo eres una niña idiota sin poder. Únete a mí y masacremos a los humanos.

—Es una mala idea. Hemos estado en paz por 4000 años. No volveré a llevar a mi pueblo a la masacre. Vamos, eres un chico lindo, podrías hacer otras cosas por los demonios —le dijo Kishirika, guiñándole el ojo.

—Lo siento, niña —dijo Laplace antes de matarla de un solo golpe.

Me lancé contra él, pero él hizo estallar a mil pedazos. Ese maldito tipo es casi tan poderoso como el Dios Dragón Laplace, pero no usaba aura de batalla; después supe que no podía usarla.

Pensé que me había matado

Luego de regenerarme, uní fuerzas con demonios disidentes y nos enfrentamos al Dios demonio Laplace. Sin embargo, sus ejércitos Superd masacraron a nuestras fuerzas, y tuvimos que reagruparnos en el noreste del continente demoníaco mientras Laplace intentaba invadir Asura.

Pero llegó una noticia: el nuevo Dios dragón Urupen, el rey dragón Perugius y el Dios del Norte Kalman, junto con el rey Gaunis, que había derrotado a los ejércitos de Laplace en la batalla de Roa. Habían acorralado al Dios demonio y lo habían sellado. Al parecer, esto le había costado la vida al nuevo Dios dragón, aunque se profetizaba que pronto llegaría el Dios dragón más poderoso desde la era antigua, aún más poderoso que el mismo Dios dragón Laplace.

Así se firmó la paz entre humanos, demonios y el resto de razas, y se permitió el libre tránsito de demonios por el continente Milis y central. Así llegó una nueva era de paz, aunque la idiota de mi hermana siguió con sus estúpidos ataques hasta que Kalman la derrotó.

Increíblemente, ella se casó con este humano y tuvieron un hijo. Pensé que era una broma hasta que un día la visité y bebí con ellos. Debo decir que nunca me imaginé ver a mi hermana enamorada, y menos de un humano. Es más, tuvieron un hijo, mi sobrino Alexander, o como lo llamabam Carl y Atofe , Alex, el futuro Kalman II.

Y ahí me di cuenta de que Kishirika tenía razón: siempre sale un humano sobresaliente. Kalman me podía derrotar fácilmente en combate. De hecho, yo soy poderoso, pero sin la armadura dorada no puedo hacer mucho contra mi hermana. El dios de la Lucha aparece en 3r lugar de los siete grandes poderes, sin embargo la armadura es el Dios de la lucha no el portador.

Pasé mi vida bebiendo, riendo y acostándome con hermosas mujeres, hasta que nuevamente Kishirika renació. Pero murió casi de inmediato cuando un monstruo la mató. En fin, pasaron unos cientos de años cuando el hombre-dios volvió a aparecer.

—Hola, Badi, amigo.

— Wuajajajaja, Vaya, mucho tiempo sin verte. ¿Qué quieres? .

—Nada, ¿supiste que Kishirika renació Está en el noreste del continente demoníaco.

— Wuajajajaja Iré de inmediato.

—Espera, galán. Cuando vayas, encontrarás a una elfa cachonda, un enano y una migurd que buscan a un chico. Kishirika lo conoció; ella te hablará de él. Cuando lo haga, quiero que acompañes a uno de ellos a buscar al chico; lo encontrarás al norte del continente central.

Rápidamente me dirigí a esa región, donde encontré a la elfa, a la que le di como un campeón toda la noche. A la mañana siguiente, mi chiquita me habló del chico; según ella, tiene más maná que el Dios demonio Laplace , así que acompañé a la elfa a buscarlo. Sin embargo, decidí dejarle la misión a la elfa y visité la isla ogro, donde estuve unos años bebiendo, riendo y disfrutando con las hermosas mujeres ogro, hasta que me llegó una carta de la elfa que me decía que estaban en la universidad de Ranoa.

Cuando conocí al chico, resultó tener más maná que Laplace e incluso podía usar aura de batalla. Me hice amigo del chico y pasé un año con él, vigilándolo. Era un tipo realmente sorprendente; me agradaba el chico y su amigo, el flaco.

Hasta que un año después, cuando iba a desayunar con Rudeus, me topé frente a frente con Ruidjerd, el comandante de los Superd en la guerra de Laplace. Ese maldito aniquiló a varios de mis amigos en la guerra. No lo ataqué por respeto a Rudeus y regresé a la universidad a dormir, pero ahí el hombre dios me habló.

—¿Qué te parece el muchacho? .

— Wuajajajaja Increíble, será sin duda una potencia mundial.

—Jajajaja, lo sé, tiene el mismo o más potencial que Reidar. Sin embargo, cuando me le aparezco , él no confía en mí.

—Y hace bien, eres un bastardo hijo de perra, Wuajajajajaja.

—Sí, pero no venía a hablarte de él, es sobre el Superd.

—Gggg, ¿qué quieres con él?

—Laplace, los maldijo, no fue su intención atacar a tus tropas como lo hizo y solo quiere volver con su pueblo.

—Nadie sabe dónde están los Superd.

—Están en el reino de Biehril, en el bosque al norte de ese país. Llévalo ahí.

—¿Qué intenciones tienes? .

—Ninguna, solo hazme este favor y luego puedes hacer lo que quieras. Me dijo sonriendo.

—Sí, porque no, ya me cansé de ser universitario Wuajajajaja .

—Bien, nos vemos, Badi.

Al otro día, me topé con Ruidjerd cuando se dirigía al santuario de la espada.

—¿A dónde vas?

—¿Quieres pelear, majestad?

— Wuajajajaja No, ya pasaron muchos años. ¿Qué haces, Ruidjerd Superdia ?

—Busco a mi gente.

—Pues no están en el. Santuario de la espada , están en Biehril. Yo te llevaré wuajajajaja .

—¿Por qué confiaría en ti?

—Eres amigo de Rudeus, y no daño a los amigos de mi amigo.

—Así que lo conociste.

—Así es, el chico es fantástico, es igual de poderoso que Laplace Wuajajajaja .

—Mmmm, lo sé.

—Y cuéntame, ¿qué has hecho estos años, Ruidjerd superdia?

—Pues vagar y...

Y así inició el viaje de Badiga y Ruidjerd rumbo a Biehril, al encuentro con los Superd.