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Chapter 4 - La Educación

¿Eh?.. ¡Ah! Si, Lo siento - Carlos volvió a reaccionar y se fue corriendo.

¿Que le ocurrirá a ese chico? - Se Preguntó la chica en voz baja.

Hija, ¿Que has comprado? - El señor miró a su hija con curiosidad para luego seguir con sus compras mientras ella le decía lo que ya había comprado.

Carlos corrió por todo el mercado mientras Roberto lo perseguía junto a los demás, Mientras tiraban los productos de algunos vendedores.

¡Maldito Carlos!¡Crees que no me enteraría de lo que hiciste! - Roberto empezó a correr más rápido para alcanzar a Carlos.

¿No sé a que te refieres? - Carlos se esforzo mucho para correr más rápido.

¡Nos acusaste de copiar en el examen! - Roberto acorraló a Carlos, se quedó quieto mientras esperaba que llegaran los demás ya que los dejaron muy atrás.

y..yo no h...hice e...eso. - Carlos estaba temblando mientras pensaba que en el momento en que lleguen los demás sería su fin.

Cuando llegaron los demás chicos se lanzaron contra Carlos mientras Roberto solo los veía y se reía.

Estos Jóvenes de hoy, ya no tienen modales. - Roberto escucho una voz atrás de él, haciendo que voltee enojado porque lo interrumpieron.

¡¿Que quiere anciano?! - Roberto al ver que nada más era un simple Señor, se enojo más de que los interrumpieran.

¿No vieron que tiraron los productos de los vendedores? Quiero que vayan y recojan su tiradero. - El Señor se acercó a los chicos con una mirada aterradora.

Pero a Roberto y los demás chicos no les importaba la mirada, olvidándose por un rato de Carlos para "enseñarle" al Señor a no meterse en los asuntos de otros.

Uno de los chicos le lanzó una patada al Señor, pero este solo la esquivo mientras se acercaba a Roberto los chicos intentaron evitar que se acercará a su líder así que entre todos le lanzaron patadas, jabs, golpes rectos y patadas altas.

El Señor solo esquivo los golpes y los redirigió para que se golpean entre ellos, en menos de un minuto todos los chicos estaban en el suelo heridos por los golpes de sus amigos.

Bueno hijo, ¿Vas a ayudar a recoger la mercancía que tiraste? - El Señor se paro enfrente de Roberto, lo que hizo que este se asombrará ya que el media 1.85 y nunca llegó a pensar que tendría que alzar la mirada por alguien.

Aunque Roberto tenía miedo el no se iba a dejar humillar y lanzo golpes consecutivos a la cara del Señor seguido de una patada giratoria.