Cuando carlos se acostó a descansar y tomar aire salió la dueña de la tienda a tirar basura.
¡Hey, jovencito! ¿Que haces ahí? - Dijo la señora al ver a un chico tirando en el piso.
¡Ah!.. Es usted Sra. López. - Carlos se asustó al escuchar la voz pensando que podrían ser sus padres, Pero al ver quién hablo se tranquilizó.
¿Carlitos?, ¿Que hace aquí? - La Sra. López se acercó a Carlos para ayudar a levantarlo.
No es nada, señora, gracias.. no es necesario. - Carlos se levantó con la ayuda de la Sra. López y se fue intentando disimular su dolor.
{Este chico de seguro se metió en una pelea, hay está juventud de ahora} - Pensó la Sra mientras veía como se iba carlos.
-- 30 minutos después --
Carlos había llegado a su casa disimulando su dolor, ceno con sus padres alegremente y luego se fue a su habitación.
Tuve suerte está vez, pero estoy seguro que no corre con la misma suerte mañana. - Carlos estaba preocupado mientras veía el techo de su habitación.
(A la mañana siguiente)
~riiiiing~
~riiing~
Carlos se despertó agotado, pero emocionado ya que era sábado y era su primer día de entrenamiento.
Está vez, si me tiene que entrenar. - Carlos se levantó entusiasmado apretando el puño dirigiéndose al baño.
Después de alistarse bajo a desayunar y despedirse de sus padres, Pero cuando se despidió algo sucedió.
¿A dónde vas, jovencito? - La madre detuvo a carlos con esa siempre pregunta.
Ahh, bueno, iba a salir a entrenar. - Carlos se volteo con cuidado para explicar.
¿Encerio? - La madre se lo quedó viendo dudosamente para luego sonreír alegremente - Bueno cuídate y no vayas tan lejos del parque.
Pero mamá, no voy a ir al parque. - Carlos sabía que tenía que explicar bien a dónde iba a ir, sino se enojarían luego - voy a un dojo a entrenar y está un poco lejos.
¿Que tan lejos? - La madre dejo su taza de café.
Ehm... Cerca del.. centro. - Carlos estaba nervioso esperando que no hubiera problema.
Entonces, no puedes está muy lejos. - La madre volvió a tomar su café.
Pero mamá ya estoy grande para saber cuidarme, por favor, puedo ir. - Carlos insisto desesperadamente.
Puedes ir, pero no tardes entendido. - Hablo el padre que hasta el momento estaba leyendo un periódico.
Oye, que te pasa desafias mi autoridad. - La madre le dió un golpecito en el brazo al padre.
El padre solo se le acercó al oído y le dijo - Hay que dejarlo que salga y aprenda a moverse por la ciudad, déjalo, o sino luego puede que ni siquiera sepa cómo llegar al hospital.
La mamá lo pensó y al final aceptó que carlos salga, Carlos agradeció y salió emocionado en dirección de dónde sería su entrenamiento.