Planta Procesadora de Agua Potable "Ocarto Power", Ciudad M.
De vuelta en el presente.
Una lluvia de flechas de hielo surcó el aire, dirigidas directamente hacia Su Ming. Al impactar contra cualquier superficie sólida, estas flechas transformaban instantáneamente lo que tocaban en esculturas de hielo.
Para protegerse, Su Ming desplegó una barrera de luz, que logró disipar gran parte del poder destructivo de las flechas.
Aprovechando el momento, se refugió tras la figura congelada de una persona que fue víctima del mismo ataque. Sin embargo, no se sentía del todo segura detrás de la frágil escultura.
Su intuición no falló.
El Guardián de Agua desmaterializó su arco y flechas, adoptando una postura que recordaba a la de un espadachín experimentado.
Acto seguido, transformó parte de su cuerpo en una imponente espada gigantesca que descendió con fuerza devastadora hacia el escondite de Su Ming.
Con apenas un instante para reaccionar, Su Ming esquivó el ataque justo a tiempo, aunque a un alto costo: varias esculturas de hielo se destrozaron en el proceso.
'Otra vez esa espada'. Pensó Su Ming reconociendo el arma que previamente le había quitado su capacidad de comunicarse con su sistema.
La espada no era ordinaria, estaba imbuida con el atributo superior Agua Purificadora, un poder que parecía capaz de neutralizar habilidades sobrenaturales.
Sin acceso a su sistema, Su Ming se vio obligada a analizar la situación por su cuenta.
Agua Purificadora: un atributo que, a primera vista, podía parecer invencible.
Pero si un poder era tan abrumador, debía de tener algún tipo de limitación.
Decidida, Su Ming comenzó a buscar pistas, observando atentamente los movimientos del Guardián de Agua.
Finalmente, notó algo: las dos piedras brillantes que actuaban como los ojos del Guardián de Agua empezaban a perder luminosidad con cada segundo que sostenía la espada.
'Esto podría ser la clave…'. Pensó Su Ming. Si sus sospechas eran correctas, el Guardián de Agua tendría un límite de tiempo para mantener activa la espada con el poder de Agua Purificadora.
Sin embargo, la duda persistía. ¿Ocurría lo mismo con el arco y las flechas que transformaban a las personas en hielo? La incertidumbre le hacía desconfiar, pero no podía permitirse titubear por mucho tiempo. Su Ming sabía que, para sobrevivir, debía aprovechar cualquier debilidad que encontrara.
Momento de distracción.
El filo de la espada del Guardián de Agua rozó la tela del traje de Su Ming, arrancando no solo un trozo de su ropa, sino algo mucho más valioso.
[El atributo superior Agua Purificadora te ha quitado tu habilidad para usar magia de Luz.]
En un instante, la barrera de luz que la protegía se desvaneció por completo, dejándola completamente expuesta.
Su Ming apenas tuvo tiempo de esquivar cuando la espada volvió a descender, esta vez casi arrancándole un pedazo de carne.
[El atributo superior Agua Purificadora te ha quitado tu habilidad para traducir de forma automática el lenguaje de este mundo.]
[El atributo superior Agua Purificadora te ha quitado tu habilidad para evitar la muerte.]
[El atributo superior Agua Purificadora te ha quitado tu habilidad para obtener fuerza sobrehumana.]
El torrente de notificaciones inundaba su mente, pero pronto dejó de entenderlas. Las palabras se transformaron en sonidos incomprensibles, como si el sistema mismo la estuviera abandonando.
Desde la distancia, Su Ming observó al Guardián de Agua deshacer su espada para volver a invocar su arco y flechas de hielo. El terror se apoderó de ella. Su cuerpo, antes lleno de energía, ahora se sentía pesado, inerte.
Por primera vez en su vida, Su Ming sintió un miedo profundo, visceral, a morir.
'¿Acaso este era realmente su final? ¿Iba morir así no más solo por tratar de arreglar su reputación?'.
El siguiente disparo del Guardián de Agua fue certero. La flecha impactó su hombro, liberando un frío que la consumió desde adentro. Su piel comenzó a cristalizarse, sus movimientos se volvieron lentos y torpes, y el hielo pronto la envolvió por completo.
Su Ming luchó con cada fibra de su ser, pero el hielo era implacable, consumiendo cada rincón de su humanidad.
Antes de que su corazón se detuviera, una visión atravesó su mente como un relámpago.
En ella, un chico estaba en el baño de su escuela, inclinado sobre el fregadero, con el rostro empapado después de haberse lavado la cara. Entre sus manos temblorosas sostenía una joya de color azul, brillante y misteriosa, que parecía latir con energía propia.
Por un descuido, la joya resbaló de sus dedos y cayó por el desagüe, desapareciendo en un instante.
La joya de color azul, arrastrado por las corrientes del sistema de alcantarillado, avanzó por túneles oscuros hasta impactar contra una roca cubierta de musgo.
Lo curioso era que esta roca no era común: incrustadas en ella había un par de cartas de monstruo que esperaban el momento adecuado para activarse.
El contacto entre el fragmento de estrella y las cartas desencadenó una explosión de luz azulada.
De ese destello surgió el Guardián de Agua, imbuido con el atributo superior Agua Purificadora. Con él, nacieron las armas que ahora atormentaban a Su Ming: el arco, las flechas y la espada, todas atadas al poder de estas cartas mágicas.
La visión se desvaneció justo cuando el hielo terminó de reclamar el cuerpo de Su Ming, convirtiéndose en una escultura de perfección trágica.
Para mala suerte de la protagonista femenina, no murió ese día.
En lugar de eso, ella cayó en un profundo sueño del que solo despertará si alguien está dispuesto a sacrificar algo por ella.
En el mejor de los casos, podría ser liberada si alguien derrota al Guardián de Agua, responsable de convertirla en una escultura de hielo.
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Autor: Fuego Sagrado y Agua Purificadora son catalogados como atributos superiores.