A veces se le da el poder a la persona equivocada, pero ya es como una tradición para las personas dejarse manipular por cosas como el dinero, todo depende de una condición, incluso para el amor.
Todo esto comenzó por una apuesta en el país de Inglaterra en el año de 2016, cuando dos chicas decidieron apostar por ver quien obtendría la corona algún día. Hacía tiempo que el rey y su familia habían sido asesinados por completo, no hubo rastro de algún culpable, ya que ni siquiera los herederos del rey sobrevivieron a ese evento…
En un día 30 de agosto, se supo que Hubo una reunión entre las familias más importantes y ricas del país, quienes se reunieron para discutir sobre el "próximo heredero al trono", en el castillo del rey. Fue una larga noche ese día, en este mundo, la forma de acceder al trono era distinta, ya que el antiguo rey nunca esperó su trágico desenlace.
Hubo algunas familias en amistad que rompieron fuertemente en aquella importante reunión, fue entonces cuando cayó un rayo de luz el cual casualmente estaba atravesando el techo del gran salón… Claro, sigo preguntándome si era necesario que eso ocurriera adentro del castillo…
En fin... El caso fue cuando apareció una hoja dorada encima de la gran mesa, la cual estaba situada en medio del gran salón, provocando que aquella hoja dorada haya iluminado todo el gran salón en cuanto apareció.
Ante la aparición de aquella hoja dorada, todas las personas que se encontraban dentro de aquella reunión en el gran salón, todos quedarían en silencio por unos breves instantes, hasta que finalmente, un señor de mediana edad tomaría la decisión de tomar aquella carta con sus manos, haciendo que aquel señor decidiera comenzar a leer aquella carta dorada en voz alta.
"Saludos humanos, hemos decidido enviar esta carta desde los cielos. Entendemos su preocupación por la ausencia de su rey, y es debido a esto, que quienes gobernamos por encima de ustedes, hemos tomado una decisión". Leería aquel señor al cual su voz se le notaba confundida, se le notaba preocupado mientras leía aquella carta, todo el salón estaba en completo silencio, todos teniendo su atención en aquel sujeto que leía la carta.
"Hemos desarrollado un juego, el cual cuya recompensa será la corona, y quien reinará por el resto de su vida en el país de Inglaterra, sin embargo, quienes participarán en este juego serán los hijos que han criado durante sus vidas. La primera condición que tendrá este juego será que ninguno de sus hijos que están presentes dentro de este salón deberán tener 18 años o más, antes de que de inicio el juego". Ante aquella primera condición mencionada que estaba escrita dentro de la carta dorada, las demás personas que escuchaban atentamente lo que el señor leía en voz alta dentro del gran salón, la mayoría de aquellas personas expresarían algunas reacciones de formas variadas mientras el sujeto estaba leyendo.
La mayoría de aquellas personas expresarían una reacción molesta, debido a la primera condición que había mencionada por aquel señor, condición la cual estaba escrita en aquella carta dorada, algunas de las otras personas que se encontraban escuchando al señor que leía la carta dorada en voz alta, se mostrarían decepcionados, e incluso algunas de las personas presentes en la reunión, no pudieron evitar sentir tristeza, debido a que esa primera condición les había jugado en contra, a la mayoría de las personas que se encontraban en aquella reunión dentro del gran salón.
Debido al coraje que a la mayoría de la gente le comenzó a sentir, muchas de aquellas personas situadas en el gran salón, comenzarían a protestar en contra de aquella carta dorada, ocasionando que aquellas personas no tardaran mucho tiempo en comenzar a discutir entre ellos.
Se escucharía a mucha gente gritándose entre ellas, y es debido a este acontecimiento, que no dejarían que el señor que estaba leyendo la carta dorada, pudiera continuar leyendo debido al gran alboroto que se había originado dentro del gran salón, además de que debido esta misma condición que venía escrita en aquella carta dorada, ocasionó que aquel sujeto que leía la carta dorada, haría que también terminara molestándose, provocando que aquél señor arremetiera en contra de aquella carta dorada, a la cual arrojó así a el suelo, mientras la maldecía con algunas palabras de desprecio.
Fue entonces que justo cuando aquel sujeto estuvo a punto de pisotear aquella carta dorada... todos desaparecieron.
Dejando solamente a 5 familias dentro del gran salón, todas las familias restantes se habían quedado en total silencio e impactados, por la repentina desaparición de todas las demás personas que se encontraban en aquél gran salón.
La única explicación a todo esto, fue que las 5 familias restantes que no habían desaparecido de ese gran salón fueron las únicas familias que contaban con un hijo menor a 18 años en aquella gran reunión, dentro del gran salón.
Después de un breve momento en el que las familias restantes se encontraban en silencio debido a lo que sucedió, pronto las familias restantes decidieron acercarse unas a otras, todas las familias yendo junto a sus hijos para continuar leyendo la carta. Fue entonces que una niña solitaria que se encontraba entre las familias que quedaban aún presentes, ella sin haber dicho una sola palabra, ella se ofrecería voluntaria para tomar la carta del suelo y leerla en voz alta, curiosamente, era una de las niñas que fueron seleccionadas para participar en el juego de los dioses, sin embargo, ella era la única niña que no contaba con unos padres presentes en aquella reunión. Ella era pequeña y delgada teniendo 16 años de edad, ella llevaba puesto un vestido azul, su cabello lucía lacio y le medía hasta la espalda, además de que su cabello era de un color oscuro, su forma de leer era bastante centrada calmada y elegante, ella al mirar aquella carta dorada, parecía lucir contenta y emocionada por leer aquella carta dorada.
"Continuaremos con las siguientes condiciones". Leía aquella niña en voz alta, mientras todas las demás personas estaban prestando atención a lo que la niña leía de la carta. "El juego consiste en encontrar a la persona indicada para asumir el puesto como rey o reina de este país, pero para ello, los niños seleccionados deberán recorrer el mundo en busca de personas fieles, para apoyarlos en la guerra que iniciará al acabar de leer esta carta". En cuanto la niña acabó de mencionar la segunda condición del juego por la corona, todas las demás familias que estaban a su alrededor habían quedado aún más impactadas que antes, por aquella repentina condición que acababa de mencionar aquella niña mientras leía aquella carta dorada, las demás familias presentes no esperaban tener que enfrentarse en una guerra para obtener la corona, sin embargo, una vez que la niña terminó de mencionar la segunda condición que venía escrita en aquella carta dorada, a aquella niña se le formaría una sutil sonrisa en su rostro, como si esa condición le hubiera parecido una muy agradable noticia, sin embargo, aquella niña daría un suspiro, para mantener su compostura frente a todos los presentes en el salón, para entonces continuar leyendo sin quitar aquella sutil sonrisa de su rostro. "Si alguno de los presentes había pensado en abandonar este lugar ahora, se les deberá informar que está guerra, no tendrá una opción de escape, y las personas que tomen la decisión de abandonar el juego incluso antes de haberlo empezado, obtendrán un castigo, y este será pagado con sus vidas, por haber violado las órdenes de sus superiores".
Mientras aquella niña continuaba leyendo tranquilamente, era muy notorio que las demás familias no estaban cómodas escuchando lo que la niña leía de aquella carta dorada, sobre todo que ahora todas las familias dentro de esa reunión sabían que estaban bajo una amenaza, y que no tenían otra opción más que seguir el juego de los dioses, haciendo que las familias presentes, no tuvieran otra alternativa, más que seguir escuchando lo que la niña estaba leyendo en voz alta.
Mientras la niña continuaba leyendo aquella carta, comenzaría a llover por fuera del castillo, empañando las ventanas del gran salón. Mientras tanto, la niña continuaría leyendo la tercera condición que venía escrita en aquella carta dorada. "La tercera condición conociste en que los participantes dentro del juego solamente tendrán un plazo de 5 años para reunir a sus más leales aliados alrededor del mundo, ya que, al terminar esos 5 años, todos los candidatos que aún estén con vida, sin importar sus condiciones, serán forzados a tener una batalla entre ellos y sus aliados en un lugar que no será revelado hasta haber pasado esos 5 años". La niña continuaría leyendo en voz alta. "La cuarta condición conociste, en que con el pasar de esos 5 años, habrá más candidatos secretos que lucharán también por la corona. Será responsabilidad de los candidatos actuales lidiar con sus nuevos enemigos. Y, por último, la quinta condición, la cual conociste en que nosotros los dioses, en ocasiones querremos intervenir a favor de algún candidato, si desean nuestro apoyo, ustedes deberán esforzarse si quieren estar bajo nuestros ojos. Para terminar, algunos de ustedes serán enviados a diferentes partes del mundo con una insignia que simbolizará su candidatura a reinar en Inglaterra. Les deseamos buena suerte. Atentamente, los dioses".