Recuerdo que, aquella niña, era bastante llamativa. Ella al terminar de leer aquella carta, su mirada se enfocaría en las demás familias, la sutil sonrisa que estaba formada en los labios de aquella niña daba escalofríos, su mirada parecía comprometida... Me sigo preguntando, "¿Por qué habrá estado sola ese día?".
La niña al terminar de leer aquella carta, 3 de esas 5 familias desaparecieron sin dejar rastro, según las indicaciones de los dioses, debieron haber sido enviados a otras partes del mundo, dando a entender que... la guerra, había comenzado.
Aquella niña (la que leía la carta), cruzaría miradas con la hija de la segunda familia que quedó en el castillo, alargando su sonrisa al mirarla como si ya se conocieran. La otra niña tenía una mirada firme, algo parecía desagradarle de aquella niña con el vestido azul. "¿Qué sucede Esmeralda?" aquella niña de vestido azul hablaría en un tono altanero, y con un tono vacilón, parecía referirse a la otra niña como, "Esmeralda", aquella niña (Esmeralda), tenía un vestido amarillo, y el cabello midiéndole hasta la espalda de un color castaño oscuro, además de llevar puesto una diadema azul en su cabello. "¡¿Cómo puedes estar tan tranquila en una situación como está, Avaline?!". Esmeralda reaccionaría de una forma molesta en contra de la chica de vestido Azul, la cual su nombre era, "Avaline", así confirmando que ambas ya se conocían desde antes, a lo que, Avaline, respondería de una forma despreocupada así a el comentario de Esmeralda. "Oye. ¿Por qué te molestas conmigo?, yo no fui la que ocasionó todo esto". Avaline hablaría con un tono insinuando que se estaba burlando de Esmeralda, Esmeralda se mostraría arrepentida por haberle gritado de una forma poco comprensiva a, Avaline, sin embargo, ante la burla de Avaline, el padre de Esmeralda respondería de una forma molesta, aquel sujeto, era de una apariencia alta, y delgada. Él parecía realmente disgustado por la situación, haciendo que él, también le reclamara a, Avaline, por su clara burla así a su hija, Esmeralda. "¡Deberías dimensionar más las cosas Avaline!, ya que tú has sido amiga de mi hija por 2 años. Y ahora, deberán luchar ustedes dos a muerte por una maldita corona". Ante las palabras del padre de Esmeralda, Avaline, cerraría los ojos, aun manteniendo aquella sutil sonrisa en sus labios, ella no parecía preocupada en la más mínimo, Avaline, daría un pequeño suspiro. "Bueno. ¿Qué se le va a hacer?, no puedo rechazar las ordenes de los dioses, al final acabaría muerta si hiciera eso, además de que...". Avaline, daría una leve pausa mientras hablaba, para entonces cambiar su mirada a una más fría y seria, enfocando aquella fría mirada así a Esmeralda. Así, Avaline mostraría su verdadero rostro, para entonces decir. "No me importa". Ante aquellas palabras de Avaline, Avaline se acercaría así a Esmeralda, a lo cual su padre de Esmeralda miraría con desprecio así a Avaline. "Todo este tiempo, te había considerado mi única amiga". sin titubear ni retroceder, Esmeralda le diría eso a, Avaline con una actitud decepcionada. Pese a la firmeza de Esmeralda, realmente en ella en el fondo sentía dolor por toda esta situación. "Vives bajo un mundo de esperanza absurdo, Esmeralda, todo este tiempo no he tenido de otra más que soportarte desde que perdí a mis padres". Avaline le hablaría con desprecio a Esmeralda, pese a que, Avaline, aún trataba de mantener la compostura, la mirada de, Avaline, era profunda y llena de resentimiento. Esmeralda reflejaría en su rostro una expresión decaída por un momento, ya que, Esmeralda, había recibido una fuerte revelación, de alguien, a quien Esmeralda consideraba importante.
Avaline, retrocedería un poco para voltear a ver así a, un sujeto grande, el cual poseía piel morena, y tenía bastante masa muscular, aquel sujeto, llevaba puesto unas gafas oscuras en sus ojos. Aquel sujeto, grande, estaba recargado en uno de los pilares del gran salón, él, se encontraría observando todo en silencio.
Aquel sujeto de piel morena, no se encontraba presente durante la reunión en el gran salón, sin embargo, Esmeralda y su padre sabían claramente quien era. "¡Robert!, ven aquí, es hora de irnos de este horroroso castillo". Avaline, le hablaría con un tono superficial, y de una forma altanera así a aquél, sujeto moreno, ella, (Avaline), ordenándole de una forma directa, a lo que Robert como todo un buen asistente, se acercaría para estar al lado de Avaline. Esmeralda y su padre estarían sorprendidos de ver a Robert en ese lugar, a lo que ambos, (Esmeralda, y su padre), estando confusos y preocupados al ver a Robert, el padre de, Esmeralda, sería el primero en reaccionar. "¿Desde cuándo está Robert aquí?, además de que no recuerdo haberlo visto en toda la reunión". Robert se mantendría totalmente callado, él, parecía solo una piedra, la cual solamente obedecía las ordenes dé, Avaline. "Él, estaba ocupado haciendo algo que, yo, le pedí antes de venir. Ya que, yo, no tengo pensado perder ninguna oportunidad, para poder ganar este juego, y estoy dispuesta a hacer lo que sea para poder lograrlo". Diría Avaline mientras una vez más, sonreía sutilmente.
Avaline, nuevamente estaba aparentando ser alguien generosa, sin embargo, la duda de sobre, "¿Qué le habrá pedido hacer, Avaline, a su asistente Robert?". Era una duda muy fuerte entre Esmeralda y su padre. Avaline, se acercaría una vez más así a Esmeralda, con una sutil sonrisa en su rostro, sin embargo, la mirada que tenía Avaline así a, Esmeralda, era de desprecio, a lo que una vez, ella al estar junto al oído de Esmeralda, le susurraría lo siguiente. "Te voy, a hacer pedazos. Y yo, no voy a permitir, que seas tú, la que logre ganar esa corona, y no dejaré, que nadie más lo haga, solo yo voy a ser, la que obtendrá esa recompensa, y a mí, no me importa, sí para eso, tengo que deshacerme de todos los estorbos que interfieran, en mí camino". El padre de Esmeralda, quien, al estar junto a su hija, él, lograría escuchar todo lo que, Avaline, le susurraba a, Esmeralda. Él, (el padre de, Esmeralda), tomaría del hombro a su hija, Esmeralda, para alejarla de Avaline, la mirada del padre de Esmeralda así a Avaline, era de desprecio y decepción. "Ya fue suficiente, Avaline, no dejaré que toques a mi hija, y tampoco considero necesario que tengan que luchar entre ustedes". Diría el padre de, Esmeralda, así a Avaline, a lo que, ella, miraría de una forma antipática a el padre de Esmeralda, para entonces, Avaline, hablaría para interrumpirlo de forma descarada. "Oh señor William...". Diría Avaline al referirse al padre de Esmeralda. "Yo no hice las reglas del juego, las cosas deben suceder de este modo, si usted decide abandonar el juego, solamente estará arriesgando la vida de su hija". Avaline, demostraría tener una personalidad genocida, y egoísta.
Avaline, y Robert, comenzarían a dirigirse así a la puerta principal del gran salón mientras, Esmeralda, miraba así a, Avaline, sintiéndose culpable por haber perdido a su mejor amiga, Avaline. Una vez, Avaline, y Robert cruzaron la puerta, la puerta del gran salón comenzaría a cerrarse por sí sola, mientras la puerta se cerraba, Avaline mostraría una sonrisa de psicopatía y placer, mientras Avaline, miraba a William, y a Esmeralda.
William, y Esmeralda, reaccionarían de una forma alterada y confundida al mirar a, Avaline, y a la puerta cerrándose por sí sola, sin perder el tiempo, William, correría para intentar detener la puerta, sin embargo, el vestido de Esmeralda hacía que se le dificultara correr, a lo que William al darse cuenta de esto, se detendría, para voltear a ver a su hija, sin haber tenido el tiempo suficiente, para poder detener, la gran puerta, quedando completamente cerrada.
Mientras, William, y Esmeralda, escuchaban los pasos de Avaline, y de Robert al alejarse del lugar, y, sobre todo, se escucharía, una risa, la cual era producida por, Avaline, su risa era de satisfacción, y de maldad.