En fin...
A veces, cuando pasas un momento ardiente, curiosamente la noche se siente fría, es gracioso, ¿No crees?, bueno el caso fue que así le sucedió a Esmeralda y su padre William, hasta el día de hoy me sigue pareciendo agradable ese mayordomo, "Walter".
Mientras Esmeralda y su padre seguían rumbo así a su hogar, Esmeralda la cual voltearía a ver a su padre quien la estaba mirando, entonces ella hablaría. "Debió haber sido Avaline la que ocasionó ese incendio". Diría Avaline un poco más centrada, aún que seguía algo decaída. "La verdad es que así cobra más sentido la ausencia de Robert en la reunión". Diría William quien al igual que su hija se encontraba pensando mientras ambos dialogaban. "No entiendo cuál fue el motivo del cambio radical en Avaline, señor". Walter hablaría expresando un tono confundido, a lo que Esmeralda y William se quedarían callados unos segundos pensando en lo que le acababa de decir Walter, sin embargo, Esmeralda era la que aún más confundida estaba respecto a Avaline, William quien observaba a Esmeralda, intuyó que Esmeralda se sentía culpable y sobre todo preocupada. "Bueno". Diría William acercando su rostro al de Esmeralda proporcionándole un pequeño y suave cabezazo. "¡Au!, ¿por qué hiciste eso papá?". Preguntaría Esmeralda confundida y sobándose la cabeza por el pequeño golpe, teniendo un gesto de molestia sin ser exagerado, a lo que su papá comenzaría a reírse de la reacción de Esmeralda bajo un tono agradable, a lo que Esmeralda haciendo un gesto igual de agrado al sonreír, mientras Esmeralda le regresaba un golpe el brazo a su padre, quien se quejaría por el golpe mientras reía más suavemente, hasta que sintió nuevamente el dolor en su espalda. "¡Agh!". Expresaría William, a lo que Esmeralda preocupada una vez más preguntaría. "¡¿Estás bien papá?!, ¡¿Estás seguro de no querer ir a ver a un doctor?!". A lo que William finalmente relajándose por el dolor, respondería de forma agradable y vacilando. "No, no hace falta, esto es a lo que podría llamar, "Karma"". mientras que Esmeralda luego de un rato de una expresión en su rostro, que confirmaba que no estaba muy de acuerdo con que su padre no fuera al doctor, finalmente comenzaría a reírse también, de una forma sutil, encontrándose con la mirada de su padre, mientras ambos se sonreían el uno al otro.
Finalmente, después de un largo viaje, llegarían a su destino, una mansión, la cual tenía una muralla de hierba alrededor de esta, por dentro había un jardín rodeado de flores, y en medio un camino el cual dirigía así a una fuente en forma de copa. Walter estacionaría el auto fuera de la mansión, y ayudaría a Esmeralda, abriendo su puerta ayudándola a bajar. "Con cuidado señorita". diría amablemente Walter, mientras Esmeralda le sonreía para después ayudar a bajar a su padre, quien se sentía un poco mejor después de haber descansado durante el viaje, a lo lejos una señorita venía apresurada, se notaba preocupada al ver a William, aquella chica llevaba puesto un vestido el cual simbolizaba que era una sirvienta de la mansión, no tardó mucho en llegar. "¡¿Se encuentra bien, señor William?!". Tenía el cabello oscuro, y su joven apariencia la hacía ver de 25 años. "oh, Alice, me da gusto verte". Diría William mientras era sostenido por Walter. "Pero descuida, les contaremos Esmeralda y yo una vez entremos a la mansión". Diría William, aun manteniendo su personalidad agradable, para no preocupar de más al resto, Alice aún preocupada, se dispondría a ayudar a Walter a ayudar a William para entrar a la mansión, mientras Esmeralda los seguía por detrás, sin embargo, Esmeralda miraba algo confusa a Alice, nunca le preguntó a ella si se encontraba bien, pero decidió no darle mucha importancia.
Una vez ademtro de la mansión, las luces y la ambientación natural de el interior, hacía que se sintiera cómodo el lugar, se sentía fresco, al entrar había una sala no muy grande, la cual tenía una televisión en frente. Alice y Walter ayudarían a William a sentarse en uno de los sofás en aquella sala. "Gracias chicos". Diría William agradecido con Walter y Alice. "No hay de qué señor". Diría Walter, Alice sonreria amablemente, para entonces ella decir. "Ahorita mismo voy con la Señora Sofía para que prepare algo para comer". Diría de forma aducada y alegre, sin embargo antes de irse William detendría a Alice con su voz. "Espera Alice". Alice confundida voltearia a ver a William confindida. "¿Sucede algo, señor William?". Preguntaría confundida aún manteniendo su amable actitud. "Ayuda a Esmeraldas a cambiarse el vestido, por favor, podremos cenar después de eso". Alice al escuchar esa petición miraría a Esmeralda, cuyo vestido estaba hecho un desastre por el incendio en el castillo, Esmeralda miraría a Alice esperando una respuesta de la orden de su padre. "Por supuesto que sí, señor William, ayudaré a Esmeralda a cambiarse el vestido". Diría Alice amablemente para acercarce a Esmeralda. "Venga por aquí señorita Esmeralda, le ayudaré a cambiarse el vestido en su cuarto". Esmeralda sin mucha opción, asiente para seguir a Alice, subiendo las escaleras que daban al piso de arriba, eran unas lindas escaleras, mientras subían por las escaleras, había un cuadro grande de una mujer pegado a la pared la cual estaba a lado de las escaleras.
Finalmente habiendo subido las escaleras Esmeralda y Alice, se encontraba el pasillo de las habitaciones, las cuales recorrían la mansión, mientras caminaban por el pasillo para ir así a la habitación de Esmeralda, Alice hablaría. "Parece que tuvieron una noche agitada, ¿No es así?". Alice preguntaría mientras mantenía una actitud amable. "Un buen baño sé que te ayudará a sentirte mejor". Diría Alice, para intentar motivar a Esmeralda. "No es necesario que me ayudes si no quieres". Diría repentinamente Esmeralda, con un tono directo, a lo que Alice se sorprendería por aquella reacción por parte de Esmeralda. Alice reiria un poco sutilmente. "No tienes porque ser dura conmigo, no me molesta ayudarte". Diría Alice mientras llegaban al cuarto de Esmeralda, mientras Alice abría la puerta suavemente.