"Abigail se puso roja de nuevo, pero aún así hizo lo que él le dijo. Se sentó sobre sus rodillas, levantó una pierna por encima de su torso y la colocó al otro lado de manera que estaba montándole, tal y como se le instruyó.
—Bien —dijo él, sonriendo con satisfacción.
Abi miró el botón de arriba de su camisa. Su expresión seguía siendo tranquila, tan tranquila que hizo que los ojos de Alex se entrecerraran. Estaba a punto de desabotonarlos cuando Alejandro la detuvo de nuevo.
—Mírame a los ojos, Abigail. Desabotónalos sin apartar la vista de la mía —pronunció y Abigail simplemente asintió inocentemente.
—De acuerdo.