Me desperté con las mejillas llenas de lágrimas y un espacio vacío en la cama a la mañana siguiente. Me levanté y me di cuenta de que había dormido con mi vestido y el corsé. Realmente debo estar acostumbrándome, mimo con una sonrisa mientras me levanto de la cama. Estaba a punto de desvestirme cuando oi un golpe en la puerta. Se abrió revelando el cabello castaño de Yasimin.
—¡Buenos días, su alteza! —Yasmin saludó alegremente.
Le devolví el saludo con una sonrisa.
—Buenos días, Yasmin.
—Te han llamado para desayunar. —Yasmin me informó y me quedé helada al escuchar eso.
Si me han convocado a desayunar, significa que Ivan está cerca y desayunar también significa enfrentarme a otros invitados y no estoy segura de estar lista para eso, todavía.
—En realidad, Yasmin, si no te importa, simplemente desayunaré en mi habitación.