Chapter 37 - Capítulo 37 – Masacre

El enojo me había abrumado. Estos sucios y feos goblins se atreven a comer carne de cisne mientras son ranas. Sin importarme más seguir ocultándome entre a la caverna subterránea.

Todos los goblins se detuvieron al instante al notar mi presencia. Indignados por mí, todos se detuvieron y empuñaron sus armas. Sin dudarlo todos se abalanzaron contra mí en una carrera feroz. 

*Chirrido

Esta vez había testigos por lo que no podía ser descuidado y usar mis garras. Tuve que sacar mi espada y correr hacia ellos. 

La magia de refuerzo estaba activa haciéndome parecer borroso ante la vista de los goblins. Algunas cabezas de goblin volaban por los cielos mientras sus hermanos trataban de alcanzarme. En medio de la turba los goblins con lanzas intentaron empalarme vivo. Saltando realicé una acrobacia en el aire cuando caí apunté mi espada hacia abajo matando a otro goblin.

-  ¡Gobuuuuuuuuuu!

Ante el grito todos los goblins se lanzaron en sin descanso contra mí. Viendo que esta situación era peligrosa incluso para mí, me vi obligado a recibir algunos golpes. 

Pequeños cortes habían destruido mi camisa y la sangre roja la manchaba.

-  Gobu Gobu Glob

Al ver mis heridas los goblins se emocionaron. Pensaban que era una presa fácil que iba a caer pronto. Lo que no sabían era que mi inmortalidad había sellado la herida y sanado casi al instante. Lo único que me molestaba era el dolor por lo que aun esquivaba sus molestos ataques. 

Las únicas formas posibles de matar a un vampiro serían decapitándolo y para estos tipos sería imposible. No había forma de que muriera por alguien como ellos. Los minutos pasaron y la cantidad de goblins fue mermando. Ahora solo quedaban diez y ellos ya no representaban una amenaza. 

Al ver que no eran suficientes el líder goblin se vio frustrado y atemorizado. Sin otras opciones realizó un grito que me sorprendió.

-  ¡GOBUUUUUUUUUUU!

De las profundidades de la cueva una criatura se había despertado de su sueño. Mientras tanto yo terminé de asesinar a todas estas criaturas restante a excepción de su líder quien corrió a las profundidades de la cueva.

*Chirrido *Clanck *Clank

Podía escuchar los pasos de dos criaturas acercándose a mí. Podía inferir que uno era el goblin que se escapó, pero el otro parecía ser diferente a él y arrastraba alguna especie de arma u objeto metálico.

Cuando se acercaron lo suficiente pude ver lo que parecía ser un humano entrenado con una gran espada en su mano. Junto a él estaba el goblin normal ambos con taparrabos.

Lo único que diferenciaba a esa criatura de un humano era su piel verde y colmillos inferiores que sobresalían de su boca. Este era un hobgoblin, una criatura diez veces más fuerte que un humano. Solo por sus estadísticas sabía que estaba en problemas. Aun así, no me iba a rendir.

Había matado a miles por no decir millones de este tipo de criaturas en el juego. Solo requería de una oportunidad y podría matarlo. 

El hobgoblin se fijó en mí. El goblin a su lado dijo algo que no podía entender e inmediatamente después el hobgoblin gritó.

-  ¡ARHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHGHHHHHHH!

Levantó su pesada espada y corrió hacia mí. Esta vez no pude darme el lujo de apagar mi refuerzo corporal. El hobgoblin era rápido y feroz. Cada balanceo de su espada se estrellaba con una estalagmita destruyéndola en cientos de pedazos. 

-  ¡Gobu! ¡Gobu!

El goblin que huyó ahora tenía una mirada victoriosa como si ya hubiera ganado. Silenciosamente conduje al hobgoblin hacia él. Tenía una idea bastante divertida. Sin que se diera cuenta el Hobgoblin continúo atacándome indiscriminadamente.

Cuando estuve lo suficientemente cerca el goblin finalmente notó el peligro e intentó huir. Sin embargo, no le iba a dar la oportunidad. Corrí hacia él y lo agarré de la cabeza lanzándolo hacia la espada del hobgoblin que caía descendentemente partiéndolo a la mitad. 

Su cara mostraba el miedo a la muerte y lo último que vieron sus ojos fue mi dedo medio que saqué. El hobgoblin notó que mató algo, pero no le importó y siguió atacando. Para ser una versión evolucionada era muy tonto. 

Si su nivel de inteligencia era bajo era probable que evolucione como un minotauro o un ogro. Esta era una amenaza que tenía que ser eliminada de raíz. Este bosque estaba muy cerca de la ciudad y si se le daba el suficiente tiempo para evolucionar se necesitaría una fiesta de aventureros de oro para matar a un minotauro. 

Sin esperar a que continuara lanzando ataques sin sentidos un círculo mágico con varios símbolos y líneas apareció en mi mano. El hechizo había sido completado y una llama emergió disparándose a la cabeza del monstruo.

*Ruido sordo

El fuego había dado de lleno a su cabeza. Mientras intentaba apagarlo soltó su espada. Este fue el momento perfecto para atacar por lo que balanceé mi espada y corté sus piernas. El hobgoblin quien sintió el peligro acercándose a él intentó retroceder. Aunque lo hizo una de sus piernas había quedado en su lugar anterior y su sangre verde se derramaba. 

Sin uno de sus puntos de apoyo cayó inmediatamente al piso. Ya no tenía forma de seguir luchado por lo que enterré mi espada en su espalda y atravesé su corazón.

Este fue el final de la pelea. Sintiendo el cansancio caí de culo al piso y respiré con dificultad. Corrí por alrededor de 10 minutos mientras luchaba contra esa cosa y tenía activa la magia de refuerzo. Estaba agotado física y mentalmente. Como todo estaba oscuro dudaba que estas mujeres siquiera pudieran ver lo que pasó o pasaba. Por lo que sigilosamente movilicé la sangre derramada de los goblins y la bebí el silencio.