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Chapter 6 - El orgullo del aventurero.

Tras conversarlo decidí ingresar al torneo, aunque era más como una arena de combate improvisada por así decirlo.

Pesé a lo que uno podría esperarse eran pocos los aventureros que decidían ingresar a los combates, no había más que una docena de participantes a lo sumo.

Claro que, eso era si no se contaba a los participantes que ya habían participado o decidieron retirarse a medio camino.

«Me pregunto... ¿estará bien que haga esto? Digo, decidí participar estando confiado, pero ahora que lo pienso hace poco casi fui comida de lobos, ¿no? ¿Acaso tengo algo en que respaldar esta confianza?».

Los aventureros que esperaban su turno en el campo parecían estar mirándome.

—Oye. ¿Qué haces parado ahí? Ven a registrarte.

Confundido empecé a registrar los alrededores.

«¿Esa voz?».

—Vamos, no sé por qué decidiste participar, pero no puedes dar vuelta atrás ahora, ¿no?

Finalmente localicé la voz.

—Oh, pero si eres tú Feng, sabía que esa voz se me hacía conocida.

Feng sostenía una lanza que parecía ser bastante cara.

—Ya deberías acostumbrarte, somos colegas aventureros sabes, ¿entonces? ¿retrocederás o continuaras?

Dudé por un momento, parecía que sus ojos estaban juzgándome, pero... aún así, sabiendo que en realidad era débil, me inscribí en el torneo.

Agotado mentalmente me senté en el suelo, las agobiantes miradas que me juzgaban se habían desviado, pero aún sentía un gran peso sobre mis hombros.

Feng se sentó a mi lado.

—En serio, tanto tú como Gell. ¿Porqué decidieron participar en este evento? ¿Si saben que son los aventureros más atrasados de nuestra generación? Casi todos los líderes de grupo han ascendido a rango bronce y para empeorar las cosas solo han ido a cazar una vez y les salió mal.

«Oye, eso es hiriente sabes».

Empecé a reír nerviosamente mientras sostenía mi insignia.

—Oh, es así. Solo esperó no terminar humillado por mi oponente.

Feng se puso de pie, parecía estar enojado.

—Lo que sea, ¿ya sabes cómo usar el ether?

Tomé mi daga.

—Todavía no, sinceramente no sé por dónde empezar.

Feng colocó su mano sobre mi hombro, repentinamente una onda expansiva me sacó volando por los aires.

—¿Qué fue eso? ¿Eres un usuario de chi?

Feng empezó a reírse.

—No, está es mi forma de usar el ether, no todos usan círculos mágicos o simples hechizos. Te daré un consejo... no des nada por sentado, tampoco asumas algo y por sobre todo, nunca te confíes. Bueno, en realidad ese es el lema de mi familia, pero estoy seguro de que puede ayudarte.

Mientras trataba de encontrarle sentido a las palabras de Feng escuché una voz proveniente desde el interior de mi cuerpo.

—Úsame... siente... el ether.

Sabiendo que eso podría ser una respuesta, decidí cerrar mis ojos y tratar de alcanzar esa voz.

Empecé a sentir una energía embriagante proveniente de mi cuerpo, me concentré para tratar de sentir su origen, poco a poco el sonido del ambiente se desvanecía, era como si todo empezase a desvanecerse.

—Has llegado... Amo.

Abrí los ojos, un ser de luz que se parecía a la aventurera de cabello rojizo se posaba ante mi vista, todos los alrededores estaban cubiertos por pequeños puntos de luz, parecían pequeñas luciérnagas, aunque más bien parecía ser un líquido.

—¿Quién... qué eres?

A pesar de que no tenía rostro, pude sentir amabilidad en aquel ente.

—Usted ya lo sabe amo.

Intenté recordarlo, lo único que podía venir a mi mente era el ser de luz que se introdujo en mi cuerpo, el espíritu artificial.

—Tú eres...

El espíritu me interrumpió, parecía que pudiese leer mi mente.

—Exactamente, yo soy el espíritu que sirve al amo Hayato, la representación de sus deseos, se podría decir que soy parte de su propia alma, incluso mi aspecto esta influenciado por usted.

Al escuchar la última parte me sonrojé.

—Bueno... puedo ver eso. ¡Espera! Casi se me olvida el motivo de mi llegada... dime, puedes enseñarme a usar el ether.

Sin previo aviso el espíritu tomó mi mano y hizo que tocará una de las luces.

«Es cálido, puedo sentir un gran poder proveniente de esto».

—De momento, debe recordar esa sensación amo Hayato, estoy segura de que podrá hacerlo.

«Espera un momento... ¿segura? ¿Es una mujer?».

—Soy lo que usted quiera que sea señor.

«... Esa habilidad para leer mi mente puede ser molesta».

—Hasta luego amo, su combate comenzará en breve.

Como si una fuerza me repeliese todo empezó a desvanecerse y sentí como si cayese dentro de un vacío. Justo antes de tocar el suelo recobré mis sentidos, estaba sentando en el mismo lugar, había un par de aventureros viéndome fijamente.

El ejecutivo del gremio que fungía como juez terminó el combate que estaba sucediendo en ese momento.

—¡Aventurero novato Hayato pasé al frente!

Caminé nerviosamente por el campo, había muchas personas amontonadas para ver el espectáculo, tantas miradas hacían que me diesen nauseas, pero me recompuse al ver a mi oponente.

—No puede ser verdad.

Ojos rasgados, cabello negro con una coleta de guerrero y una lanza de acero adornada por una pieza de tela debajo de la hoja, ropas tradicionales del imperio Qin como armadura, no cabía duda.

—Hola Hayato, tienes mala suerte, amigo.

Tomé mi daga y me preparé para luchar.

—Si... no esperaba tener que pelear contra ti Feng.

No sabía como decirlo, pero de alguna forma Feng emanaba una fuerte presión que se extendía con cada paso.

Quería retirarme. Mis piernas estaban débiles y temblorosas, pero por alguna razón decidí esperar a mi oponente.

«¿Qué me pasa? Debería retirarme, no pasaría nada, no es como si alguien me conociese... no, creo que debo enfrentar este desafío, de lo contrario, nunca seré fuerte y lograré que Aoi y Gell se lastimen de nuevo».

Subí mi postura, recordé la enseñanza que me dio el espíritu.

—Debo recordar la sensación.

Feng se detuvo a medio camino, parecía haberme escuchado.

—¿Vez? Puedes hacerlo si lo intentas.

Conforme me concentraba un calor reconfortante cubría mi cuerpo, mantuve mis ojos sobre Feng en todo momento.

«¿Eh? ¿Qué es esto?».

Miré a muchas de esas luciérnagas reunirse alrededor del lugar, Fen también estaba rodeado por ellas, ¿estaba bien llamarlas luciérnagas? No, no importa.

Una de ellas se posó sobre mi brazo y posteriormente se desvaneció.

«Así que esto es el ether».

No sabía muy bien de lo que era capaz actualmente, así que decidí observar a mi oponente, pues Feng parecía saber cómo usarlo.

—¡¿Estás listo Hayato?!

Su tono era un poco más amistoso.

—¡Ven!

Tras eso no hubo una sola palabra, simplemente empecé a correr hacia Feng, el portaba una lanza así que debía ser especialmente cuidadoso con él.

Estando a unos dos metros de distancia algo llamó mi atención, el ether empezaba a reunirse en los pies de Feng, de repente él se abalanzó creando una onda expansiva, reunía las luces condensándolas en un solo lugar y cuando las pateaba estas desaparecían en una explosión.

Incluso cuando Feng se aproximaba a gran velocidad no pude evitar sentirme maravillado, aunque de alguna forma sabía que mi espíritu no aprobaría eso.

—¿Qué debo hacer? Se acerca rápidamente, no sé si pueda esquivarlo.

Imité su técnica, no sabía el porqué, pero las luces a mi alrededor parecían seguir mis órdenes.

En cuante se acercó salté una vez y luego posicioné las luces para hacer una plataforma, pude saltar a su punto ciego y darle una patada.

Por alguna razón, el ether no había explotado violentamente como el suyo, de hecho, solo aquello que fue tocado por mis pies se había desvanecido.

«¿Puedo usar esto?».

Feng volvió a cargar una estocada en mi contra, cada vez iba más rápido.

«¿También puedo causar esas explosiones? Debería ser capaz de hacerlo ¿no?».

Concentrado en eso condensé las luces en un solo lugar y con la imagen en mi mente decidí colocarlas frente mía.

«Esperó que funcione».

Conforme las luces o mejor dicho el ether continuaba reuniéndose y comprimiéndose en un solo lugar pude notar como el rostro de Feng se llenaba de temor.

—¡Detente Idiota!

El usó explosiones más fuertes y sin que me diese cuenta ya me había empujado lejos de la esfera.

Feng me tiró lejos y repentinamente la esfera de energía acumulada finalmente estalló.

La onda expansiva hizo que volase lejos y me lastimase todo el cuerpo, las luces a mi alrededor empezaron a disminuir y no podía moverme para nada.

Feng tampoco parecía poder levantarse.

—¡¿Eres un idiota?! ¡¿Como se te ocurre reunir tanto ether en un solo lugar?! Mierda, no puedo levantarme.

La muchedumbre empezó a abuchearnos, parecía que la batalla no era de su agrado.

El ejecutivo ordenó al personal que nos cargasen hasta el lugar.

—¡Inesperadamente esta batalla ha terminado en un empate! ¡Eso es todo por hoy, pueden irse a otro lugar mientras limpiamos todo esto!

Me sentía apenado, no tanto por mí, sino por Feng, el era claramente superior a mí, pero dejó todo atrás para protegerme, probablemente esa explosión me hubiese matado.

—Supongo que solo tratabas de darme una lección, lamento las molestias.

Feng parecía estar despreocupado.

—Mira, para la próxima trata de no copiar mi técnica, me costó mucho crearla y tampoco pareces ser un genio, además... parece que a tu espíritu no le gusto la naturaleza de esta.

Recordé a mi espíritu.

—¿A qué te refieres?

Feng logró sentarse, al parecer no estaba tan lastimado.

—Mira, según el profesor Lance los espíritus generalmente están atados a cierta naturaleza y él usuario debe adecuarse a ella, pero en nuestro caso fueron ellos los que se adaptaron a nosotros. Puede que sea cosa tuya, pero parece que tu alma se rehúsa a la naturaleza de mi técnica.

Miré hacia el cielo.

—Pero, entonces. ¿Qué se supone que debería hacer?

Volteé a ver a Feng en busca de una respuesta, parecía estar frustrado.

—Eres bastante molesto, como dije, tarde un buen tiempo en perfeccionar mi técnica, al parecer tu no intentaste buscar una guía durante estos días. ¿No es muy arrogante pensar que serás super poderoso como si nada?

—Si, supongo que soy demasiado arrogante, para empezar, no tenía una oportunidad... oye, la próxima vez, dame una probada de realidad.

Feng empezó a reírse.

—¿De qué estás hablando? Lo hiciste bastante bien para un principiante, me sorprende que puedas reunir tanto ether con relativa facilidad.

—Gracias.

—¿Porqué?

—No podría haber contactado con el espíritu solo.

Feng estaba siendo tratado por el sacerdote.

—¿No le has dado un nombre? Bueno, supongo que todo fue muy repentino.

Luego de eso Feng se marchó, no mucho después yo también fui tratado y luego empecé a vaguear por el pueblo.

«¿Un nombre? Ahora que lo pienso llamarla espíritu en todo momento puede ser molesto, ya me lo pensaré mejor más tarde... ¿Dónde se metieron esos dos?».

No lograba ver a Gell ni a Aoi.

«¿Me dejaron atrás? En serio, estos chicos pueden llegar a ser... no importa, supongo que iré a ver al gremio».

Caminé hasta el gremio, no quedaba muy lejos de los campos de entrenamiento así que lo más probable es que ellos se encontrasen ahí.

—Tal y como sospechaba.

Gell estaba comiendo como un cerdo y Aoi estaba consintiéndolo con todos sus caprichos.

«Esto es demasiado, destruiré esta escena melosa».

Me acerqué a su mesa y me senté descaradamente.

—Oye Aoi, ya que estás generosa invítame a una botella de sake.

Aoi se molestó.

—Ni siquiera tienes edad para beber sake.

Empecé a reír.

—Solo estaba bromeando, no me gusta que me inviten.

Aoi se molestó aún más.

—Lo que sea, ¿no fue doloroso? Te dije que no lucharas.

Empecé a rascarme el cuello.

—Bueno... tienes razón.

Aoi empezó a sermonearme, pero algo más importante desvió mi atención.

Había una figura sombría vendiendo pieles en la recepción, reconocí la capucha, pero me limite a observarla, era la amalgama con dos rostros, estaba seguro de ello.

Esperé a que se marchara del lugar, Aoi parecía preocupada.

—Oye Hayato, pareces estar tenso, ¿estás bien?

Dejé la mesa y abandoné el lugar.

—Estaré bien, solo tengo que comprobar algo.

Empecé a seguir esa cosa desde la lejanía, necesitaba saber porqué me atacó, ahora parecía ser dócil y se movía tímidamente entre la multitud.

No parecía comportarse igual que antes, simplemente me dedique a perseguirla, hasta que se detuvo en un edificio abandonado.