El Espacio Demoníaco 10 parecía un abismo sin fin, y el protagonista estaba atrapado en su oscuro interior. La presencia ominosa de Nyx, el Ojo de la Oscuridad, llenaba el ambiente con una opresión insoportable. La voz susurrante del demonio resonaba en su mente como una letanía retorcida.
"Navegas por las aguas de la oscuridad, pequeño mortal", murmuró Nyx, sus ojos destellando con un resplandor malévolo. "Este lugar es mi reino, donde las sombras se retuercen y la luz se desvanece. Pero ¿qué te trae aquí, valiente intruso?"
El protagonista, consciente de que su valentía era su mejor arma en este oscuro enfrentamiento, reunió toda su determinación y respondió con firmeza: "Busco respuestas, Nyx. Respuestas sobre los secretos de Nihonara y cómo detener la maldición que nos aqueja".
La sonrisa siniestra de Nyx se ensanchó mientras las sombras a su alrededor parecían danzar en respuesta a su estado de ánimo cambiante. "Oh, las respuestas que buscas son elusivas como las propias sombras", susurró. "¿Estás dispuesto a pagar el precio por ese conocimiento?"
El protagonista comprendió que este enfrentamiento no sería resuelto mediante la fuerza bruta, sino a través de una astucia superior. Sabía que debía encontrar una manera de desafiar la habilidad ocular de Nyx y escapar de este abismo en el que estaba atrapado.
Con una mezcla de determinación y astucia, el protagonista comenzó a trazar un plan para burlar a Nyx y encontrar una salida de este oscuro laberinto. Sabía que la lucha por la supervivencia y la búsqueda de respuestas debían continuar, sin importar cuán formidable fuera su adversario.