En el pasillo…
"Veo que has aguantado bastante" dijo Noa mientras veía como Silvia estaba andando con unas piernas temblorosas.
*Hah* *Hah* Silvia estaba jadeando. Había llegado a sus límites pero todavía eran las 19:00 de la noche. Todavía quedan unas 2 o 3 horas antes de las sesiones de sexo entre Noa y Silvia.
"Hmm. Vamos a terminar esto. Te enseñaré mi as en la manga" dijo Noa mientras cogía la mano de Silvia.
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En los distritos bajos de la ciudad…
En este distrito se juntaba gente turbia como comerciantes de esclavos, ladrones, asesinos, bandidos, prostitut@s, etc.
Noa tenía una ropa y capa completamente negra. Lo hizo de tal manera para que aumentase su estatura y complexión. Así la gente de su alrededor no se daría cuenta de que era un niño.
Silvia llevaba la misma ropa que antes pero al estar todo el día cachonda se podía ver que tenía ambos muslos mojados por el jugo vaginal y ambos stickers de sus pezones se habían caído en el camino.
Lo bueno era que los caminos de los distritos bajos raramente estaban iluminados. Eso dificulta la visión, así que las personas normales tenían que acercarse mucho para poder ver lo que estaba pasando.
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Despues de unos 5 minutos de caminata…
*Hah* *Hah*
Silvia estaba aun más cachonda que antes. Hasta el punto en que tenía prácticamente toda la parte delantera empapada de leche, sudor y babas.
*Sonido de silbando y gritando como si estuvieran en un burdel*
"Silvia, creo que hay una fiesta ahí. Vamos a divertirnos un poco" dijo Noa un poco entusiasmado ya que era la primera vez en la que asistía a una fiesta en este mundo.
"..." Silvia no respondió. En la mente de Silvia solo había dos cosas. Uno, no desmayarse por cada orgasmo que tenía. Dos, no soltar la mano de Noa.
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Cerca de la fiesta callejera…
*Ahn* *Ahn* se podía oír gimiendo a mujeres de fondo.
Había muchos hombres de una gran variedad de razas alrededor de algo parecido a una tarima.
Encima de la tarima había algo parecido a una subasta de esclavos dondo podías ver a mujeres desnudas con un cartel colgando de su cuello con su respectivo precio.
En el lado derecho había 3 grandes filas super largas de hombres. Al final de la fila había 3 cajas con un agujero en la altura de la cintura. Eran productos de prueba. Había mujeres dentro de las cajas y lo único que sobresalía era su vagina y ano. También había un retrato dibujado de cada una de ellas pegadas en la parte superior de la caja.
Era una escena un tanto asquerosa ya que podías ver escritas en sus muslos o culo las veces en las que habían eyaculado y donde habían eyaculado.
Noa pudo ver los números que estaban escritos en los muslos de la mujer de la primera caja. Ponía vagina 439 y ano 912. La mujer prácticamente ya no se movía y tenía tan abierto el ano y la vagina que hasta cabían 3 penes por cada aguajero.
En el lado izquierdo había una carpa custodiado por dos guardias. Al ver que Silvia se había desmayado y totalmente fuera de condición. Noa decidió esconderla en un cubo y lo cubrió con una manta totalmente negra.
Después utilizó su [Movimiento sombra] para entrar dentro de la capa sin que los guardias se dieran cuenta.
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Dentro de la carpa había muchas jaulas y en el fondo de la sala había dos salas VIP. Noa volvió a utilizar su movimiento sombra para subirse al respiradero y echar un ojo a lo que había dentro de cada una de las salas.
En la primera sala, Noa pudo ver a un hombre gordo contando dinero mientras lo metía en algo parecido a una caja fuerte.
En la segunda sala podía ver a un hombre musculoso que parecía un empleado tocando cada rincón de una mujer esposada.
Primero el hombre cogió la cabeza de la mujer y dijo "cara… Calidad alta" mientras apuntaba en un papel parecidos un contrato. Rompió toda la ropa de la mujer y dijo "Tetas… muy pequeñas, de muy baja calidad". Ciertamente eran muy pequeñas. Eran tan pequeñas que si no fuese porque la mujer tenía una vagina pensarías que era un niño o hombre.
El hombre se agacho y con sus dedos estiró el ano y vagina y dijo "Vagina… Virgen y muy estrecho, de muy alta calidad. Ano… Pequeño y estrecho, de muy alta calidad. Después sacó algo parecido a un sello y selló el contrato. Después de recitar algo parecido a un conjuro, el contrato se quemó y aparecieron unas cadenas negras para el cuello de la mujer.
Al ver como la tasaban y la vendían. Y a eso le sumabas lo que pasó afuera. Noa no pudo evitar vomitar la cena que tuvo recientemente.
Noa empezó a pensar una manera de salvarlas. Había 15 guardias que tenían la chapa de aventureros de rango C y un guardia que tenía la chapa de aventurero de rango A. Era imposible salvar a todas con solo dos magias [Movimiento sombra] y [Magia de Creación].
"Joder ¿Enserio soy tan débil?" dijo Noa al ver la diferencia de poder de combate.
Finalmente, Noa abandonó la idea de salvarlas.
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Cuando trató de salir de la capa activando [Movimiento sombra] una mano le agarró la esquina de su capa. Noa se giró inmediatamente mientras buscaba una ruta de escape.
"¿?"
Noa vió a una niña de unos 5 o 6 años y tenía todo su cuerpo tan sucio que se podía decir que había manchas de piel en la suciedad. Al ver a la niña agarrando su capa lo primero que pensó fue salvarla. Pero si lo pensamos lógicamente… ¿Qué le pasaría a las demás esclavas cuando el jefe se diera cuenta que una de ellas había escapado exitosamente? Posiblemente cogería a un par de ellas y las torturaba para poner ejemplo.
En otras palabras. Si Noa salvaba a la niña. Él estaría sentenciando a las demás esclavas a sufrir una tortura inmaginable.
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Después de 5 minutos…
Noa no pudo dejar a la niña y al final salió con ella.
Tardaron aproximadamente unos 10 minutos hasta reunirse con Silvia que todavía estaba desmayada. Le tomó otros 10 minutos para despertarla.
Justo en el momento en que iban a abandonar la subasta de esclavos. Noa pudo ver borrosamente a un par de hombres cortar la cabeza de un par de esclavas. Noa pensó "por mi culpa ellas murieron. No. Yo las maté". Después volvió a vomitar y se sintió extremadamente culpable y dijo "tengo que darme más prisa en volverme más fuerte" mientras los sus ojos pasaban de tener un color azul claro a tener un rojo sangre.
"¿Estás bien?" dijo Silvia que pudo ver a Noa vomitar.
"Si, estoy mejor que nunca" dijo Noa con una voz que emanaba determinación.
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Alrededor de las 20:30 en la habitación de Noa…
Los ojos de Noa volvieron a la normalidad.
"¿Crees que la señora aceptará a esta niña como hija adoptiva?" preguntó Silvia mientras bañaba a la niña.
"Si se lo pido, seguramente sí" dijo Noa mientras buscaba dentro de su armario algo de ropa para la chica.
"Dudo que lo vaya a aceptar" dijo Silvia.
"¿Por qué? Mi madre es bastante buena al fin y al cabo" dijo Noa.
"No, no quería decir que tu madre fuera mala y por eso no lo adoptaría. Es que la niña es una semi-demonio. Tiene un cuerno en la cabeza" dijo Silvia mientras continuaba limpiandola.
"¿Como?" dijo Noa mientras abría la puerta del baño bruscamente.
La niña tenía un cuerno en la frente. El cuerno estaba partido por la mitad y claramente lo hizo un humano y no se rompió naturalmente. Tenía una piel un poco azulada pero que no se notaba mucho. Un color de pelo blanco plateado y ojos azules. Su cuerpo era el de una niña de alrededor de 5 o 6 años de edad como Noa. Y siempre tenía una cara con ausencia total de emociones y una personalidad tímida.
Noa al ver que Silvia tenía razón empezó a pensar en una manera de cubrir el cuerno. Al principio pensó en taparlo con una decoración como una pajarita o algo parecido. Pero no quedaba nada bien. Después intentó cubrirlo con el pelo, pero también quedaba antiestético y raro. Por último lo cubrió con vendas y lo hizo pasar como si estuviese herida. Era la única manera en la que temporalmente podía mentir a su madre y decidió pensar en otra forma de ocultarlo más tarde.
"Vale con esto es suficiente para convencer a madre por ahora" dijo Noa.
"Ah. Casi se me olvida la cosa más importante ¿Como te llamas?" preguntó Noa con una sonrisa de oreja a oreja a la chica semi-demonio.
"..." la chica no había respondido.
"¿No sabes como te llamas?" preguntó Noa.
"..." la chica no respondió otra vez, pero sí que movió la cabeza tratando de decir que no.
"Ya veo… ¿Te importa que te ponga yo un nombre?" dijo Noa.
"S-S-i-i-Si" la chica tartamudeaba mucho cuando hablaba. Se notaba que no hablaba mucho cada día así que le costaba bastante.
"Espera un momento" dijo Noa mientras pensaba un nombre para la chica.
"Te llamarás… Aradia" dijo Noa mientras miraba el cuerno blanco transparente y brillante como la luna.
"A- ra--- Aradia" repitió la chica como si estuviera memorizándolo.
"Silvia ayúdame a llevarla con mamá" dijo Noa.
"Creo que será mejor que la lleves tú. No quiere soltar tu mano" dijo Silvia mientras hacía una cara un poco envidiosa.
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*Toc* *Toc*
"¡Mamá! ¿Estás dentro?" preguntó Noa.
"..." no hubo respuesta.
"Voy a entrar" dijo Noa mientras ordenaba a Silvia quedarse fuera porque sabe que a Elisa no le gustaba mucho.
"¿Mamá estás en el dormitorio?" preguntó Noa.
"..." no hubo respuesta otra vez.
"Que raro. Normalmente debería estar en su habitación" dijo Noa.
*Ahn* *Ahn* se pudo oír de fondo a una mujer gimiendo.
Noa fue a la dirección del orígen del sonido. Era el baño y pudo oír a su madre gimiendo. Sus padres estaban teniendo sexo.
Como era importante lo que Noa quería preguntar. Se armó de valor y tocó la puerta del baño y dijo "Mamá… ¿Estás bien? ¿Por qué estás gritando?".
"Para cariño, creó que oí la voz de Noa" dijo Silvia mientras sacaba el pene de Jonathan.
"¿Noa? Él normalmente duerme pronto, habrá sido tu imaginación" dijo Jonathan mientras volvía a meter el pene otra vez dentro de la vagina de Elisa.
*Ahn* Elisa gimió cuando el pene de Jonathan entró de repente.
"Mamá voy a entrar" dijo Noa fuera de la puerta.
"¿Ves?" dijo Elisa un poco enfadada mientras sacaba el pene de Jonathan y se cubría con una toalla.
*Sonido de la puerta abriéndose*
"¿Qué pasa mi pequeñín?" preguntó Elisa medio desnudo y toda sudada.
"Ehmm. Tengo una cosa muy importante que preguntarte pero si estabas en medio de algo con papá te lo podría preguntar mañana" dijo Noa.
"No, no estábamos haciendo nada importante. Jaja" dijo Elisa.
"Bueno… ¿Puedes salir un momento ¿Quiero pedirte un favor?" dijo Noa.
"Vale, dame un segundo" dijo Elisa mientras volvía a entrar dentro del baño y cogió la ropa que estaba por todo el suelo.
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5 minutos después…
"Vale, ya estoy listo… Pero tiene que ser rápido porque papá me está esperando" dijo Elisa.
"Vale" dijo Noa mientras se apartaba y enseñaba a Aradia.
"Quiero tener una hermana" dijo Noa.
"¿Cómo? ¿De dónde la sacaste?" dijo Elisa un poco preocupada por la niña.
"Fui a tener un paseo nocturno con Silvia y me la encontré durmiendo en la intemperie. Me pareció muy triste que hiciese eso así que lo traje a casa" dijo Noa.
Elisa supo que si rechazaba la propuesta de Noa era equivalente a rechazar su intención de ayudar a otros. Y además dar de comer a una niña más no era ningún problema para una familia tan rica como la de Elisa.
"Vale, pero que sea la última vez. La siguiente vez que veas a alguien así tienes que entregárselo al mayordomo. Él le ayudará a encontrar su familia" dijo Elisa tratando de terminar la conversación rápido para seguir divirtiéndose con Jonathan.
"¡Gracias! Eres la mejor madre del mundo" dijo Noa mientras le daba un abrazo muy fuerte.
"Diviértete mucho con papá" dijo Noa mientras se iba a su habitación.
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Dentro de la habitación de Noa…
Como Aradia no se separaba de Noa da igual lo que hiciese. Al final decidió no tener la sesión de sexo de hoy. Después de comer algo ligero, todos se fueron a dormir en la misma cama. Silvia, Aradia y Noa.
La imágen que daban era un tanto acogedora ya que podías ver a Noa utilizando la teta derecha de Silvia como almohada y Aradia copiaba a Noa haciendo lo mismo en la teta izquierda de Silvia. Eran como dos hermanos durmiendo con su madre.