Pasaron los días y las guerrillas no parecían terminar… calando lenta pero constantemente en la familia se fueron viendo ciertos roces entre los miembros y se podía ver como todos estaban más irritables, justo cuando comenzaban a perder la esperanza, un dia frio y gris su padre entró por la puerta con un viejo baúl en sus brazos y un perro acompañándolo. "Esto pertenecía a tu tío", dijo su padre con voz melancólica y unos ojos apagados mientras dejaba el baúl en el suelo. "Lamentablemente, perdió la vida en una de las últimas guerrillas. Como no tenía más familia cercana, me dieron sus pertenencias y a su fiel compañero, Rex".
El perro, un labrador de pelaje negro, miró a Lukas con ojos tiernos. Lukas extendió con algo de duda su mano y acarició la cabeza de este, sintiendo una conexión instantánea con él. Rex pareció sentirse muy a gusto con esta caricia por lo que casi al instante comenzó a mover la cola de lado a lado mientras cerraba los ojos. Mientras Lukas acariciaba a su nuevo compañero, su padre dejó el Baúl en el suelo y se dirigió a hablar con su madre en la otra habitación.
En su curiosidad, al ver esto y cuando su padre salió de la habitación Lukas se acercó y abrió el baúl, lo primero que vio fueron fotos y objetos que no conocía. Había retratos de su abuelo como un joven soldado, junto con cartas y medallas que mostraban su valentía en tiempos de guerra. Pero lo que más llamó su atención fue un antiguo revólver que pertenecía a su abuelo. Lukas sostenía el arma con reverencia, sintiendo el peso de la historia y el legado de su familia en sus manos.
Mientras Lukas sostenía el revólver en sus manos, una mezcla de emociones lo invadió. Por un lado, sentía fascinación por el arma antigua y sus detalles, con múltiples patrones intrincados en su cubierta de un color dorado le dieron una sensación de ser mucho más profundos de lo que podía imaginar, no sabía qué podrían significar o ser pero se sintió abrumado por un momento al tomarlo en sus manos. Pero al mismo tiempo, más allá de su curiosidad y asombro, también sentía un leve temor y preocupación. Sabía que las armas podían ser peligrosas y la guerra misma era una prueba de ello.
Con cuidado, Lukas colocó el revólver de vuelta en el baúl, junto con las fotos y las cartas de su abuelo. Se dio cuenta de que la guerra había sido parte de la historia y su abuelo ya había enfrentado retos similares a los que él estaba pasando.
Después de contemplar todo lo que tenía el Baúl con curiosidad y darse cuenta que no había nada más por ver Lukas cerró el baúl con cuidado y miró a su alrededor. La habitación parecía más pesada, como si la carga del pasado y la guerra estuviera presente en cada rincón. Observó a su padre y a su madre conversando en voz baja, ambos con gestos cansados y preocupados en sus rostros. Lukas se acercó tímidamente a sus padres, y detrás de su pequeño cuerpo asomó la cabeza de Rex quien llamó la atención de todos con un suave ladrido, viendo al pequeño Lukas acercándose, sus padres dejaron de hablar y lo miraron. "Bien, que había en el Baúl hijo?" preguntó su padre con un tono de duda. Algo se podía sentir diferente en su tono, pero no lo notaron en ese momento. Había recibido el baúl esa misma mañana pero no se había atrevido a abrirlo hasta el momento debido al dolor que sentía pensando en la pérdida de su hermano.
Lukas respiró hondo y tomó un momento para recopilar sus pensamientos antes de responder a su padre. "Había fotos y objetos de nuestro abuelo. Era un soldado valiente, papá", dijo con voz suave pero firme. "Vi sus medallas y las cartas que mostraban lo valiente que fue" Lukas aún era joven, inmaduro, sin embargo el ambiente en el que se encontraba lo hacía ver constantemente cosas que lo estaban haciendo madurar más rápido de lo que debería y parecía que pese a los cuidados sobreprotectores de sus padres, tambien se podia ver un deseo de ese crecimiento, quizá la inocencia no es un bien adecuado en situaciones como esta.
Su padre parecía visiblemente molesto por lo que dijo Lukas en ese momento, dio un suspiro y salió de la habitación mientras su madre se quedaba junto a él y miraban la espalda de su padre alejarse en dirección al patio a fumar. Lukas sin entender el comportamiento de su padre continuó inocentemente con su relato mientras su madre lo escuchaba atentamente "y me di cuenta de que no sabía el significado de todo lo que encontré en el baúl. había un arma muy rara, al tomarla me sentí asustado". Dijo Lukas mientras bajaba la mirada y su voz se desvanecía al acabar su relato.
Su madre asintió con comprensión, acariciando suavemente el cabello de Lukas. "Es natural que te sientas abrumado por todo lo que estás descubriendo, cariño", dijo con ternura. "Tu abuelo fue un hombre valiente y, al igual que él, sé que tú también tienes el coraje para enfrentar los desafíos que te esperan".
Lukas asintió, agradeciendo el apoyo de su madre. Sin embargo, una pequeña preocupación seguía rondando en su mente. "Mamá, ¿qué hay de papá?", preguntó con cautela. "Siento que algo no está bien entre él y yo. Siempre parece molesto cuando menciono al abuelo".
Su madre suspiró y miró con tristeza hacia la puerta por donde su esposo había salido momentos antes. "Tu padre y tu abuelo tenían una relación complicada", confesó. "Antes de que la guerra se revelara al público, tu abuelo se involucró en ciertas operaciones en el ejército y eso lo cambió. Aunque estaba decidido a proteger a su familia, se volvió más distante y severo, especialmente con tu padre y tu tío".
Lukas quedó sorprendido por esta revelación. Hasta ese momento, solo había conocido al abuelo como el hombre valiente y cariñoso que le había dejado un legado en el baúl. Nunca imaginó que también había tenido una faceta difícil y problemática.
"Tu abuelo creía firmemente que era necesario prepararse para enfrentar lo peor", continuó su madre. "Eso lo llevó a tomar decisiones difíciles que afectaron a tu padre y a tu tío. Y aunque tu padre entendió sus razones con el tiempo, todavía carga con la carga de aquellos tiempos difíciles".
Lukas reflexionó sobre las palabras de su madre, tratando de asimilar toda la información. Ahora entendía un poco más la actitud de su padre y por qué siempre había tenido esa insistencia en que él y su hermano se unieran al ejército. También comprendía por qué su padre parecía resentido con el pasado y con su abuelo.
"No entiendo, mamá", admitió Lukas con sinceridad. "Quiero entender a papá y lo que ha pasado en nuestra familia, pero a veces se siente como si todo estuviera oculto bajo una capa de secretos y misterios".
Su madre asintió con tristeza. "Sé que no es fácil, pero te aseguro que tu padre te ama y solo quiere lo mejor para ti", dijo con cariño. "Dale tiempo y espacio para que él mismo pueda abrirse contigo. A veces, las heridas del pasado tardan en sanar, pero con paciencia y comprensión, podrán superarlo juntos como familia".
Lukas sintió un nudo en su garganta, y tragó saliva mientras se sentía abrumado por los sentimientos, entendía que podría haber pasado algo entre su padre y su abuelo, pero tenía miedo de preguntar cuando imaginaba a su padre molesto con él, pero sus dudas no quedarían insatisfechas por mucho tiempo.