En las noticias de todo el mundo…
[ÚLTIMA HORA – 2 de agosto de 2044. Cunde el pánico en todo el mundo. Decenas de miles de jugadores del esperado videojuego de realidad virtual profunda The World Afterwards no despiertan por causas desconocidas.]
[We are gamers, el estudio independiente que gestiona el videojuego afirma no saber qué está pasando. Están tratando de sacar a todos los jugadores y cerrar los servidores.]
[Centenares de miles de personas no despiertan de The World Afterwards desde hace horas. Las autoridades están en alerta máxima, se movilizan profesionales médicos para monitorizar el estado de los jugadores.]
[La Interpol está colaborando con el FBI y otras organizaciones intergubernamentales para encontrar al creador de The World Afterwards. Actualmente se encuentra en paradero desconocido junto con otros altos cargos de la desarrolladora We are gamers.]
[ACTUALIZACIÓN DE ÚLTIMA HORA: Se han contabilizado casos de muertes espontáneas de jugadores de The World Afterwards. Las autoridades recomiendan no desconectar a la fuerza a los jugadores.]
[Ya son casi nueve millones de personas de todas las edades atrapadas alrededor de todo el mundo en el videojuego de realidad virtual profunda The World Afterwards. Se han contabilizado más de 10.000 fallecidos. Prácticamente todos los países del mundo declaran el estado de emergencia.]
Los servidores de The World Afterwards se abrieron el 1 de agosto del año 2044 a las 15:00h UTC. La gran mayoría de los jugadores que iniciaron sesión durante las seis primeras horas siguen sin desconectarse.
En las oficinas de la empresa desarrolladora de TWA, dos jóvenes programadores comentaban acerca de lo que habían escuchado recientemente en las noticias y en las redes sociales.
–Todas las cadenas de noticias del mundo hablan de lo mismo…
El primero en hablar fue el chaval con gafas de pasta. Sus ojos azules no se apartaron del monitor que tenía al frente.
–Es un caos…
El otro chaval suspiró desde el ordenador contiguo, reclinándose en su silla y frotándose los ojos con sus gruesos dedos.
–Y todas las miradas puestas en el estudio. –añadió el primero mientras se acariciaba suavemente la perilla.
–¿Alguna idea de qué podemos hacer?
Esa era una pregunta que a muchos les gustaría poder responder. De hecho, en esos momentos, los altos cargos de la empresa estaban reunidos intentando desesperadamente encontrar alguna solución al gravísimo problema que se habían encontrado hace escasas horas.
–Qué va, si solo soy un becario, igual que tu… Además, dicen que el CEO está desaparecido junto con los altos cargos y algunos desarrolladores. – respondió rascándose su cabello negro, que llevaba recogido en una coleta.
–Los primeros en abandonar el barco antes de que se hunda, eh… Alex, tendríamos que irnos nosotros también.
–…Ya.
♦
Woooaaahhh… Ahora mismo estoy en otro mundo…
Eran las 16:06 del 1 de agosto de 2044, Wulf se conectó tan pronto como llegó a casa después del trabajo de verano. Tras pasar unos quince minutos en el creador de personaje, entró finalmente en The World Afterwards. Cuando abrió los ojos, estaba en la ciudad capital del reino de Lonia, Barona.
Dios, es como en los tráileres, todo parece real. ¡Absolutamente real…! Los edificios, el suelo, el cielo… Los pájaros… Todo va tan fluido que no podría distinguir entre videojuego y realidad… A esta tecnología la llamaban "Realidad Virtual Profunda", ¿no? Asombroso…
Esa tecnología se basaba en provocar artificialmente un estado similar al sueño. Cuando "despiertas" en el juego, tienes control de tu cuerpo y utilizas todos tus sentidos. Todo esto mientras el cuerpo real se mantiene tumbado. Para conseguir una calidad gráfica tan extremadamente realista, el sistema aprovecha los recuerdos de los jugadores para dar una capa de realidad a lo que ha sido diseñado por los desarrolladores. Es decir, aprovecha los cerebros de las personas para funcionar.
Lo único diferente al mundo real es el HUD, que parece que lleves unas lentillas de realidad aumentada. ¡Oh! Lo puedes conectar y desconectar cuando quieras sólo pensando en ello… Ya veo, así la inmersión es total…
Como en cualquier videojuego, tienes un HUD con la información básica: puntos de vida, maná, acceso rápido a menú principal, etc. Es ciertamente muy austera, no hay minimapa ni tampoco brújula, aunque esto te lo dan "físicamente" al empezar en el juego para que te puedas guiar.
No hay barra con hechizos… Hmm. Supongo que los tienes que activar con comando de voz o con el movimiento del cuerpo.
Wulf se acercó a la ventana de un edificio cercano y se echó un vistazo a sí mismo en el reflejo.
Ahora sólo me falta una armadura ligera de cuero, así me podré mover fácil y rápidamente… Justo como quería.
Wulf llevaba unas vestimentas de principiante con prácticamente ninguna protección. La parte del torso consistía en una camiseta oscura con algunos arneses de refuerzo de cuero. Los pantalones eran algo más claros que la camiseta, de un marrón oscuro, y calzaba unas botas de cuero. En su cinturón, también del mismo material, colgaban varios ítems.
…Bueno, vamos a buscar a… Red. Supongo que se habrá puesto el nombre que me dijo…
♦
¡Ooohh…! ¡Así que esto es la nueva tecnología de Realidad Virtual Profunda…! ¡Me veo hasta las huellas dactilares! Buah… Valió la pena haberle hecho caso a… Wulf, supongo que le tendré que llamar así mientras estemos en este mundo…
Unos minutos después de Wulf, Redwill entró en The World Afterwards. Su amigo le había insistido día si día también que le acompañase de aventuras. Nada más entrar, se pasó buen rato concentrado en sus sentidos: tocando las cosas a su alrededor, oliendo la brisa marina, admirando las fachadas de los edificios que le rodeaban, oyendo el murmullo de una ciudad viva… Lo sentía todo tan real…
¡Qué pasada! ¡Ahora soy un mago! Jejeje… ¡Oh! Así que esto es lo que me explicó Wulf…
Redwill se acercó a una ventana y se miró a sí mismo en el reflejo, regocijándose con el aspecto de su cosplay de aprendiz de hechicero. Su uniforme de un lila oscuro, le hacía parecer que se había apuntado a cierta escuela de magia.
En ese momento, se dio cuenta que algo pesado colgaba de su cinturón. Era el Almanaque del Aventurero, un ítem mágico multiusos que hacía de menú, mapa, registro de actividades, bestiario y de bloc de notas, entre otras muchas características. Era el equivalente al "smartphone" del mundo real. Estaba encuadernado con cuero, pero tenía algunas decoraciones metálicas. En una de las caras de la portada se había engarzado una gema con tonalidad cereza y en el lomo estaba serigrafiado un símbolo con una brújula, una lanza y un bastón.
Veamos… ¡Se abrió el mapa por sí solo! Hmm… La pluma azul debo ser yo… Y la morada supongo que es la plaza donde he quedado con Wulf. …Si voy por esta calle y giro por aquí… Bien, lo tengo. Jejeje, me pregunto qué especto tendrá Wulf…
♦
–¡Hey, Red! ¡Aquí! –gritó Wulf, alzando la mano.
– "Holi".
Tras andar un rato por la zona admirando la ciudad de Barona, Wulf fue a buscar a Red a la plaza principal, delante de la catedral. Esa localización se situaba cerca de los respawns de inicio, siendo un punto de reunión para muchos jugadores.
El equipo de Realidad Virtual Profunda recogía tus rasgos físicos principales y los plasmaba en el juego. Además, se habían descrito los cambios estéticos que se pensaban añadir antes de entrar al juego, así que no les costó reconocerse de entre la multitud de jugadores y NPC que recorrían la plaza.
Redwill le estaba esperando sentado en un banco y le devolvió el saludo con una sonrisa.
–¿"Holi"…? ¿Así saludas ahora?
–Me parece más "friendly".
–…N-no sé qué decirte. –Wulf no supo bien como entender la idiosincrasia de su amigo y cambió de tema–. Bueno, ¿qué te parece? ¿Está guapo verdad? Parece todo tan real…
–Ya ves, pero me preocupan las notas de la uni. No sé si me voy a poder controlar, tiene pinta que esto va a ser un vicio. Y suficiente justo voy ya… –bromeó Redwill. El juego estaba siendo todo un descubrimiento para él.
–¡Jajajaja! A ver si nos aplicamos más…
–No soy como tú, que se me quedan grabadas las cosas en la cabeza al instante.
Redwill respondió a la puyita farfullando un sarcasmo y cruzándose de brazos. Su ceño levemente fruncido indicaba que estaba un poco molesto.
–No tengo memoria fotográfica, cabrón… Mis notas tampoco son las mejores.
–Eso dicen todos los empollones…
–¿Mmm?
Redwill susurró casi imperceptiblemente en respuesta a la "humildad" de Wulf, que no entendió lo que dijo.
–B-bueno, ¿vamos al lío? ¿Me explicas un poco como va esto? Señor pseudo beta-tester.
El aprendiz de hechicero no quiso seguir con el tema e instó a su amigo a que le explicara el funcionamiento básico del juego.
–Pseudo beta-tester… Bueno, veo que has dominado bien el mapa del Almanaque del Aventurero… Lo primero, vamos a añadirnos a la lista de amigos y formar un grupo.
–¡Rrrecibido! –contestó Redwill, llevándose la mano derecha a la sien, imitando el saludo militar.
Para ello, ambos abrieron el menú del Almanaque del Aventurero. Las gemas de los cuadernos y los colgantes que llevaban se iluminaron brevemente, en respuesta al vínculo de amistad que crearon en el juego.
–¡Oh! ¡Mira! ¡Brilla! –se asombró Redwill al ver las gemas iluminarse.
–Estas son nuestras chapas de identificación, –Wulf agarró la chapa que llevaba en el cuello– recogen nuestras estadísticas y se comunican con los otros elementos del Kit del Aventurero.
La chapa que enseñó Wulf era de color plateado, su forma era similar a las que llevan los militares. En una de las caras se había serigrafiado su nombre, junto con nombre del servidor Iberia. Mientras que, marcado en el reverso, se podía ver el mismo símbolo que vio Redwill en el almanaque. Una pequeña y fina gema de color cereza había sido engarzada en la parte inferior de la chapa, sobresaliendo por ambos lados.
–¿El Kit del Aventurero?
–Si, te lo dan al llegar al juego por primera vez. Son básicamente las Chapas del Aventurero, el Almanaque del Aventurero, la Brújula del Aventurero y la Bolsa del Aventurero. Todo este equipo se comunica entre sí para hacer las funciones de HUD del juego: menús, mapas, guías, inventario…
Wulf mostró uno por uno sus ítems de su Kit del Aventurero. Todos estaban decorados de una forma similar, con cuero, tonos plateados y siempre con una gema de color cereza.
–Hmm… A todo le veo sentido, pero… ¿Y esa… eh… riñonera? –Redwill señaló con un dedo el morral de cuero que sujetaba Wulf.
–…Se llama Bolsa del Aventurero. Sirve para guardar tus ítems sin tener que llevar una mochila enorme. Dentro tiene un mini portal donde puedes meter lo que necesites. El equipo se comprime y descomprime así –Wulf sacó una poción de su bolsa y aprovechó para colgársela del cinturón–. Es muy cómodo, pero el espacio no es ilimitado.
–¡Yo también quiero!
Dicho esto, Redwill imitó a su amigo y sacó una pequeña esfera azul de su propia bolsa. Una vez en su mano, la esfera creció y se transformó en una poción. Sus ojos brillaban de excitación.
–Bien. Siguiente tema. Miremos nuestras estadísticas y habilidades. A ver que nos ha tocado…
Wulf volvió a sacar el Almanaque del Aventurero.
Como todo videojuego de tipo MMORPG, los personajes de los jugadores se regían por ciertos valores de estadísticas. Estas cifras determinaban el desempeño de dichos personajes y The World Afterwards no era distinto en ello. Es una de las bases de todo videojuego.
–¡Eso es! ¡Ahora desvelaremos todo mi poder! ¡Jejejeje!
Redwill, de forma exageradamente dramática, puso una sonrisa maléfica.
–Lo que tú digas… –Wulf hacía ver que no, pero en el fondo le hacían gracia esas tonterías–. El hardware del juego te escanea el cuerpo y el desarrollo de tu cerebro, con esos datos distribuye 40 puntos de estadísticas iniciales. Además, las habilidades que tienes más altas al inicio también crecerán más fácilmente, pero eso no significa que no puedas subir las demás.
–¿Y cómo las subo?
–Las estadísticas suben a medida que las usas. Si lanzas muchos hechizos, con el tiempo se harán más fuertes. Igual que si levantas peso muchas veces, cada vez podrás levantar uno mayor.
Tal y como explicó Wulf, The World Afterwards premiaba la experiencia y el esfuerzo. Si bien "nacías" con aptitudes mejoradas para ciertas cosas, a base de esfuerzo podías llegar a dominarlo todo. Aunque ese talento inicial seguía siendo un pequeño extra que podía hacerte diferenciar de los demás.
–Ya veo… ¿Y esto que es? Poderes… me gusta como suena.
Redwill abrió también su Almanaque del Aventurero y leyó por encima el contenido.
–El juego también te otorga ciertas habilidades según tu perfil físico y psicológico. Un tipo de magia o arte marcial, una habilidad única y una pasiva. Mira, yo tengo esto. –Wulf mostró su cuaderno a Redwill.
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Datos personales
Nombre: Wulf Raza: Humano Hermandad: Ninguna
Estadísticas
Nivel: 1 HP: 70 MP: 100
Fuerza: 4 Destreza: 11 Constitución: 7 Intelecto: 10 Espíritu: 8
Poderes
Magia de Creación: magia para crear materia a partir de maná. Único hechizo: Crear.
Rastreo de Maná: permite ver el maná de los alrededores.
Tirador: +30% de precisión con ataques a distancia.
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–Hmmmm… Magia de Creación… ¿Será porque te gusta fabricar cachivaches con esa impresora tuya? –concluyó Redwill mientras leía las estadísticas de Wulf.
–Deja de analizarme… –se quejó Wulf, exasperado.
–Fuerza 4, tu valor más bajo, si es que siempre has sido un enclenque… ¡Jajajaja!
–Cállate. ¡A ver tú! ¡Listo!
–¡Mira-mira mis super estadísticas! –dijo Redwill con una sonrisa de oreja a oreja, mostrando su libreta.
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Datos personales
Nombre: Redwill Raza: Humano Hermandad: Ninguna
Estadísticas
Nivel: 1 HP: 70 MP: 100
Fuerza: 5 Destreza: 7 Constitución: 7 Intelecto: 10 Espíritu: 11
Poderes
Magia Arcana: magia de elemento Arcano.
Agujero de Maná: absorbe un hechizo enemigo, sea cual sea.
Especialista en apoyo: -50% de tiempo de enfriamiento de hechizos de apoyo. No es posible aprender hechizos ofensivos.
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–Pues anda que tú… Sólo me superas en un punto de fuerza.
Wulf suspiró después de leer detenidamente las estadísticas de Redwill. A grandes rasgos plasmaban lo que realmente eran, era incluso inquietante ser juzgados tan fácilmente y con tanta exactitud por una máquina.
–A mí me parece que no es muy preciso el sistema, me ha puesto la misma inteligencia que tú. –puntualizó Redwill.
–Claro, es que tu problema no es ser tonto. Es ser un vago…
Redwill era bastante inteligente y era capaz de sacar buenas notas cuando se lo proponía. Pero no dedicaba mucho tiempo a sus estudios, era más asiduo al bar que a las clases. Y él era plenamente consciente de ello.
–Hmph… Pues ya puede ser.
Redwill se encogió de hombros.
–En fin, parece que te ha tocado Magia Arcana, una de las magias más raras. Y encima una pasiva que no te deja aprender hechizos ofensivos. Nunca te han entusiasmado las peleas, eh…
La habilidad pasiva de Redwill Especialista en apoyo reducía significativamente el tiempo de enfriamiento de los hechizos de apoyo. Era una habilidad muy poderosa, pero venía con el hándicap de no poder utilizar hechizos de ataque. Lo que hacía a Redwill bastante indefenso por sí solo, pero muy poderoso con aliados.
–¡JAMÁS …usaría la violencia! –exclamó Redwill, alzando su mano izquierda en un gesto dramático. Seguramente estaba repitiendo una escena de alguna serie famosa.
–Buen discurso –Wulf quiso ir al grano y volvió al tema original– pero, en fin, en este juego tendremos que pelear. Así que vamos a la armería. Como aventureros novicios, podemos escoger el equipo de principiantes que queramos, paga el Gremio.
Otro de los ítems que llevaban en el inventario era una tarjeta con el escudo de la brújula que se podía utilizar para adquirir una armadura y un arma para principiantes en casi cualquier armería de las ciudades principales. Los comercios que las aceptaban, luego reclamaban el coste del equipo al Gremio de Aventureros.
–Voy a coger la espada más grande que haya. –dijo Redwill.
–Hombre, yo creo que deberías escoger algo acorde a tus estadísticas y poderes… Aunque también es verdad que la gracia de este juego es que no hay clases como tal, así que puedes jugar con las armas y hechizos que quieras… Ya se irá viendo con el tiempo cuál es el meta.
♦
Mientras charlaban, los dos aventureros novatos llegaron a un pequeño edificio situado entre dos casas en el centro de Barona. Era una zona donde no había mucha gente, totalmente diferente al bullicio de la plaza de la catedral. El edificio daba impresión de ser muy viejo y no inspiraba mucha confianza. Algunas de las tejas de color rojizo, totalmente diferente al estilo de los demás edificios, estaban en mal estado. La fachada estaba agrietada y se le había descolchado el yeso. Un cartel de madera con dos espadas haciendo una "x", confirmaba el tipo de establecimiento que era. En la parte trasera, humeaba una enorme chimenea, que competía en altura con los edificios colindantes.
–Alex me recomendó este sitio. –comentó Wulf, deteniéndose delante de la armería.
–Pues no parece la gran cosa…
Redwill arqueó una ceja. El aspecto de la construcción no le dio una buena primera impresión.
–Entremos a ver…
Con Wulf liderando el paso, ambos entraron en la armería.
–¡Bienvenidos! ¿Aventureros novatos? Me presento, soy Henry, propietario de la armería Cruce de Espadas.
El dependiente y dueño de la tienda saludó con una sonrisa de vendedor a los aventureros desde detrás de un mostrador de madera. Tenía aspecto de estar en torno a los cincuenta, con una barba frondosa que empezaba a descolorarse y el cabello recogido en una coleta. Si en vez de un delantal de herrero, llevase una armadura, bien podría ser el capitán de la guardia real. Daba impresión de ser alguien fuerte.
El pequeño local de aspecto austero estaba repleto de diferentes armas y armaduras. A primera vista los objetos a la venta no parecían gran cosa, pero al fondo se podían apreciar algunas armas con joyas engarzadas que tenían pinta de ser bastante valiosas.
–Buenas. Pues sí, necesitamos equipo básico. –respondió Wulf.
–Vaya nombrecito tiene la tienda… –susurró Redwill a su amigo mientras disimulaba tapándose la boca.
–Shht.
Wulf le devolvió el susurro para que no dijera nada descortés. Pero en el fondo algo de gracia sí que le hizo.
–¡Perfecto! ¿Ya sabéis en que os vais a especializar?
El armero Henry respondió alegremente a los aventureros novatos. No alcanzó a oír su intercambio de palabras en voz baja.
–Creo que Red lo va a tener más fácil, ya que tiene Magia Arcana y estadísticas apropiadas para gastar maná. El único rasgo extraño es que no puede usar hechizos ofensivos. –dijo Wulf, presentando a su amigo.
–Cierto. –asintió Redwill.
–Ya veo, Magia Arcana… La base de todas las magias… No puede atacar… ¡Pues marchando una Capa de Mago Aprendiz y un Bastón con Gema Menor!
El armero no tardó nada en llegar a una conclusión, pues para los magos puros como él poco había que escoger, como mucho entre usar varita o bastón. Entró enseguida a la trastienda y salió rápidamente con equipo para Redwill.
–¡Gracias! Me voy a probar el equipo.
Redwill agradeció la amabilidad de Henry y empezó a equiparse la capa.
–¡Peeerfecto! Y tú, ¿qué vas a querer?
El dueño de la armería dirigió su atención al otro aventurero, siempre manteniendo su sonrisa alegre de vendedor.
–Pues… –Wulf dudó–. La verdad es que no lo tengo claro, me hacía ilusión ser algo así como un mago de batalla. Combinar un arma cuerpo a cuerpo y magia, pero la magia que me ha tocado… No sé ni que es, no la conocía…
–¿Me dejas tu chapa de aventurero?
–Claro.
Después de coger la chapa de la mano de Wulf, el armero sacó un Almanaque del Aventurero de debajo del mostrador y se quedó un rato pensativo, leyéndolo. Tras unos segundos pausa, puso una cara un poco amarga y compartió en voz alta sus pensamientos.
–…Ya veo… Magia de Creación, ¿eh? No soy un experto, pero hasta donde yo sé, es un tipo de magia extremadamente rara… Creo que tiene un uso más enfocado a la artesanía que al combate.
–Me lo imaginaba… Sabía que no valía para ser aventurero… Qué mala suerte tengo…
Cuando vio la descripción en sus estadísticas supo que no sería algo bueno, y se lo acababan de confirmar. Wulf suspiró, completamente abatido. Este revés le hizo bajar los hombros y la cabeza. La esperanza que tenía de poder ser fuerte en este mundo se hizo añicos. No servía para luchar, no servía para ser aventurero.
–…Hmm… Se me ocurre que quizá puedas crear un proyectil y lanzarlo de alguna forma. Podrías ir al campo de entrenamiento y probarlo antes de lanzarte a un combate de verdad. –sugirió Henry al ver la frustración del pobre aventurero novato. Una sonrisa amable volvió a su rostro.
–Vale…
Aunque no estaba del todo convencido, Wulf consiguió un poco de esperanza. Él siempre había sentido que atraía a la mala suerte. Esta vez le había tocado una magia muy rara y que no es apta para el combate, justificando ese pensamiento.
El armero, viendo que la expresión de su cliente se suavizó un poco, prosiguió con el tema del material para principiantes.
–¡Mucho ánimo con eso! De todas formas, por lo que veo tu destreza e intelecto son bastante altos. Una espada ligera como un estoque o un sable serian perfectos para ti.
–Si, me imaginaba algo así… Me gusta el sable.
–¡Pues marchando un Sable Crudo de Hierro y una Armadura Ligera de Cuero Sencillo! Creo que este sable en concreto va a tener la medida perfecta para ti. Es de un estilo con muy poca curvatura, para que puedas hacer estocadas y cortes, es más completo.
Henry entró otra vez a la trastienda y dejó el equipo sobre el mostrador. Wulf cogió el sable por el mango y lo blandió varias veces. Imitando la forma de pelear que tendría un pirata, rotó el arma sobre su cabeza y realizó alguna estocada, como si cortara un enemigo.
–A ver… Hmph hmph. Se siente bien, pesa menos de lo que parece. Me gusta.
–Jeje, nada satisface más a un artesano que sus creaciones sean bien valoradas. –sonrió Henry, complacido.
[Fwosh~] [Fwosh~]
Wulf blandió el arma varias veces más, disfrutando con el agradable sonido que hacía al cortar el aire. Cuando estuvo satisfecho, se acabó de poner la armadura.
–¡Oooh! ¡Así sí! ¡Ahora parecemos aventureros de verdad! –exclamó Redwill, emocionado.
Se estaban mirando en un espejo de cuerpo completo que había cerca del mostrador.
Redwill sujetaba su bastón con una gema morada en la punta con la mano derecha, la capa de color blanco con detalles lilas le daba el toque definitivo para parecerse a un hechicero de verdad.
Wulf había enfundado el sable y se lo había colocado en el cinturón, junto con las protecciones de cuero, parecía un soldado novicio de caballería ligera.
–Heh. Y que lo digas. –Wulf también estaba entusiasmado con su apariencia, su aventura en The World Afterwards estaba cerca de empezar.
Tras despedirse de Henry, el dueño de la armería Cruce de Espadas, se dirigieron al campo de entrenamiento para practicar con su nuevo equipo y la magia.
♦
–Que poca gente, ¿no? –murmuró Redwill.
–La mayoría de gente siempre se salta el tutorial del juego… Bueno, mejor, así estaremos más tranquilos. –respondió Wulf, encogiéndose de hombros.
Habían llegado al campo de entrenamiento. Era un espacio abierto en medio de la ciudad delimitado por una cerca de madera, que contenía dummies que simulan enemigos repartidos a cierta distancia uno de otro a lo largo del campo. Había de muchos tipos diferentes, desde dianas típicas de tiro con arco, hasta muñecos con forma de jabalí. Los únicos presentes en el campo eran el NPC encargado del mantenimiento, un grupo de tres aventureros, otro aventurero que estaba solo y ellos dos.
–Vamos a ese dummy con forma de Minotauro.
–¡Ok!
Wulf escaneó la zona con la vista y señaló un muñeco con cabeza de toro y cuerpo humano que se encontraba a cierta distancia de los demás aventureros.
El Minotauro, hecho de madera y paja, sostenía una gran hacha con sus manos en una postura en guardia, como si estuviera a punto de atacar. Era bastante realista e intimidaba cuando te acercabas… Pero a estos valientes aventureros no les importó lo más mínimo.
–¿Que hechizos tienes Red? –preguntó Wulf.
–Mmm… –Redwill abrió su Almanaque del Aventurero–. Pues Agujero de Maná, que absorbe un hechizo enemigo. Disparo Arcano, un ataque que hace poco daño y baja la defensa. Filo Arcano añade daño arcano a un arma aliada durante unos segundos. Y Grilletes Arcanos, que lanza una trampa en el suelo que atrapa al enemigo que la pise.
Normalmente en los videojuegos de este tipo se suele empezar con muy pocas habilidades. De hecho, en TWA te dan más habilidades de inicio que en la mayoría de MMORPG para que la curva de aprendizaje sea más llevadera, al ser un juego de realidad virtual.
–Es bastante para ser nivel 1. Yo tengo Rastreo de Maná, que sirve para detectar enemigos. Crear, con el que puedo crear lo que me imagine a partir de maná. Y, al no tener maestría en artes marciales, únicamente tengo Patada Marcial, que sirve para hacer retroceder al rival y los golpes básicos Corte ligero y Estocada Pesada que se pueden combinar entre ellos.
–Hm… ¿Nos cargamos este Minotauro?
Redwill estaba ansioso por empezar y no mostró mucho interés en lo que explicó Wulf.
–No creo que podamos siendo nivel 1, pero vamos a darle.
Wulf también lo estaba. Normalmente era de los que se saltaban el tutorial de los juegos, pero esta vez lo quiso "hacer bien", además de probar su magia rara.
–¡Leeeet's go!
Sin más palabras, Wulf desenfundó su sable y se lanzó hacia el Minotauro de paja. Al mismo tiempo, Redwill lanzó dos hechizos consecutivos Filo Arcano al sable de su compañero y Disparo Arcano al "enemigo". Wulf alcanzó el Minotauro justo después de que este recibiera el hechizo del mago, lanzando un combo de varios cortes ligeros junto con estocadas pesadas.
Al acabar la última estocada se retiró unos pasos hacia atrás. En ese instante, apareció un círculo mágico bajo los pies del Minotauro y de él surgieron unos grilletes de color blanquinoso con un brillo con tonalidad lila que le rodearon las patas. Wulf levantó su mano izquierda hacia el monstruo de paja y activó Crear.
En su cabeza imaginó un proyectil en forma de bala hecho de piedra. Antes de crear nada, notó como parte del maná que fluía por su cuerpo fluía hacia una de las piedras del suelo, para retornar en dirección a su mano. Frente a su palma se empezó a fabricar la bala de piedra que estaba imaginando. Tardó poco más de un segundo en crearse, pero una vez acabada, cayó al suelo ante la impasible fuerza de la gravedad. La bala se clavó en el suelo por la punta.
[Plof]
–Ah… –Wulf se quedó atónito.
–… ¿Todo este rato y esa pose para esto? En serio, me ha parecido eterno. –se burló Redwill mientras cruzaba los brazos.
–Cállate. Mierda, encima he gastado mucho maná al intentar acelerar el proceso.
Wulf se moría de vergüenza, llevándose las manos a la cabeza. De fondo se oyeron unas risas.
–¡¡JAJAJA!! ¡¡JAJAJA!! ¿Qué ha sido eso?
–¿Qué clase de magia es esa?
–Eso no parece que funcione bien en combate.
Al darse la vuelta, Wulf y Redwill se dieron cuenta de que el grupo de tres aventureros, dos chicos y una chica, estaba mirando como practicaban. Es más, no pudieron evitar reaccionar con carcajadas al intento de ataque a distancia de Wulf.
–Es Magia de Creación. –Wulf respondió a la pregunta del chico más alto–. Puedo crear lo que imagine. Aunque primero tengo que "escanear" con maná el material con el que quiero crear. Y parece que no se puede lanzar lo que he creado como con los hechizos de las otras magias…
–Vaya, no sabía que existía un tipo de magia así. Mmm, parece magia para artesanos… –opinó el chico alto.
–¡Qué mala suerte tienes! ¡Te ha tocado una magia inútil para luchar! –espetó la chica.
–Bueno, no te queda otra que luchar con el sable. –declaró el chico impasible.
Ugh…
Todos esos comentarios fueron dardos lanzados directamente al ego de Wulf.
Era un grupo peculiar, un chico lobo con espada y escudo, una elfa con un bastón y un humano que parecía un ninja. Parecían muy jóvenes, adolescentes de trece o catorce años.
Que jóvenes que son. Quizá demasiado para un juego como este… De hecho, creo que es para más de dieciocho años si no vas acompañado.
Antes de que Wulf dijera nada, el chico lobo habló.
–Ups, no nos hemos presentado. Esta chica gritona es Lana, nuestro apoyo y sanadora. –la elfa le lanzó una mirada llena de rabia por su descripción –. El seriote es Naru, nuestro DPS. Y yo soy Wolferin, el tanque del equipo.
El aventurero de la raza de los hombres lobo llevaba una armadura de placas de hierro pesada, aunque al ser nivel 1 sólo le cubría las partes más críticas. En su espalda llevaba un escudo de tamaño medio y en su cinturón colgaba una espada corta recta. Un par de orejas de perro y una cola gris dejaban claro su raza, aunque el resto de su cuerpo parecía igual que un humano.
La elfa de pelo verde claro y orejas puntiagudas vestía una toga similar a la de Redwill, con el mismo blanco, pero con detalles verdosos. Su bastón también era similar, la única diferencia era el color azul profundo de la gema. Las pecas que cubrían su cara junto con las coletas simétricas la hacían parecer aún más joven de lo que era.
El humano llevaba una armadura similar a la de Wulf, pero de estilo asiático, que le daba un aire a un ninja. Se tapaba la cabeza con una capucha, al estilo del famoso videojuego de asesinos. Colgada horizontalmente de su cinturón por la espalda, llevaba una daga corta curvada, similar a un wakizashi o katana corta.
–Mucho gusto, yo soy Wulf y este es Redwill. Veo que tenéis un equipo bien equilibrado.
–¡Si! Lo pensamos durante mucho tiempo antes de que saliera el juego. Queremos ser de los mejores y formar una Hermandad. –respondió el chico lobo, asintiendo enérgicamente con la cabeza.
–¡Vamos a ser los más fuertes! –añadió la elfa, con una sonrisa de oreja a oreja.
–Tenemos una maga con doble magia. –concluyó el ninja.
Doble magia, ¿eh? Con que por eso ha dicho que era apoyo y sanadora… Me pregunto qué tipo de magias serán. –reflexionó Wulf.
Aunque en TWA podías llegar a aprender de todo, empezar conociendo dos magias verdaderamente era una ventaja. Si querías aprender una nueva magia necesitabas encontrar un rarísimo y caro grimorio o pedir a un maestro hechicero especializado en la magia que quieras aprender, y posteriormente entrenar hasta dominarla. Algo similar sucedía con las artes marciales.
–¡Jeje! ¡Ya se! –a la elfa se le iluminaron los ojos de excitación y aplaudió una vez como si hubiese tenido una buena idea–. ¿Queréis hacer un duelo? Dos contra dos, Naru y yo contra vosotros dos. ¿Que os parece?
En una ciudad segura como las principales capitales no está permitido el combate gracias a un potente círculo mágico alimentado con tecnología antigua. Pero está permitido crear una simulación de puntos de vida para poder realizar duelos de prueba. Los combatientes pactaban ofrecer maná para convertirlo en puntos de vida ficticios, con características equivalentes a las reales.
Buah… Van fuertes estos chavales, pero puede ser una muy buena práctica.
Wulf consideró seriamente su oferta. Aunque su objetivo era cazar monstruos, nunca venía mal un poco de experiencia de combate contra jugadores.
–Que, Wulf. ¿les damos una lección?
Redwill se giró hacia su amigo con una sonrisa burlona.
–Por supuesto. Vamos allá.
Y Wulf le devolvió el gesto.
Su primera pelea en The World Afterwards iba a ser un duelo PVP. Los dos aventureros estaban deseando probar sus habilidades de verdad, y no contra un muñeco de práctica.
–Jejejeje… Ahora vais a ver nuestra arma secret- ¡Mfgh!
La chica se veía visiblemente complacida y habló de más. Pero el chico ninja evitó la filtración tapándole la boca con la mano.
–Shht no digas mucho.
Ignorando el enfado de Lana por haberla hecho callar, ambos equipos se situaron uno frente al otro con una formación idéntica, el mago de apoyo en la retaguardia y el luchador a melé al frente.
–¡Atentos! ¡Cuando golpee por tercera vez mi escudo empezará el combate! –exclamó el chico lobo.
Un ninja y un mago de apoyo contra un espadachín y un mago de apoyo… Tenemos estructuras casi idénticas, el único problema es que también es sanadora y su magia de apoyo es una incógnita. Hmm… Bueno, eso no importa, al final el que derrote al mago de apoyo contrario primero será el vencedor. Seguro que el ninja irá a por Red, intentaré tumbarlo para ganar tiempo e ir a por la sanadora.
Wulf trazó mentalmente una estrategia.
[¡BAM!] [¡BAM!] […] [¡BAM!]
–¡Que empiece el duelo!
Prácticamente en el mismo instante en el que se oyó el tercer golpe, los dos luchadores a melé saltaron hacia delante a toda velocidad, mientras que los magos alzaron sus bastones para lanzar sus hechizos. El ninja enemigo brilló levemente de color verde, mientras que el sable de Wulf lo hizo de un color blanquinoso.
Verde… Seguramente un hechizo de cura constante en el tiempo. Magia de Naturaleza.
Los dos luchadores a melé se acercaron directamente el uno hacia el otro. No parece que ninguno tenga pensado atacar al mago de la retaguardia.
¿Qué hace? ¿Va directo a por mí? ¿Quiere enfrentarse a mí?
Wulf no entendía la táctica de su adversario, pero tenía clara la win condition.
…Bueno, en cuanto encuentre una oportunidad iré a por la maga.
Los dos luchadores a melé empezaron a intercambiar golpes. Aunque, por ambos bandos, la mayoría de los intentos de cortar al rival fallaban.
–¡Hya!
–¡…!
¿¡…!? ¡Cuesta mucho acertar!
Wulf se sorprendió ante su propia torpeza.
Acertar a un rival en movimiento era más difícil. Era el primer combate de ambos y además eran nivel uno, lo que aun dificultaba más golpear, pues la ayuda del juego era menor por sus bajas estadísticas.
¡He vuelto a fallar! ¡Así no hacemos nada!
Tras varios intercambios Wulf empezó a frustrarse, sin magia curativa que lo respalde, su lado era el perdedor. El combate se estaba estancando, las barras de vida de ambos bajaban muy lentamente. Aunque la del ninja se recuperaba, mientras que la de Wulf no lo hacía.
–Tajo Siniestro. …Tch.
Naru chasqueó la lengua al fallar la habilidad. Aunque tenía cierta ventaja, también se estaba frustrando. Consiguió golpear a Wulf un par de veces, pero le costaba mucho acercarse por el mayor alcance del sable frente a su wakizashi. Si seguían así, el combate podría durar horas.
Es por eso que el chico ninja decidió cambiar de estrategia y dejó distancia entre ambos. No obstante, después de echar una mirada hacia atrás, enseguida volvió a correr hacia Wulf.
¿Qué hace…? ¡Parece que no saben luchar…!
El extraño movimiento dejó a Wulf descolocado, para él no tenía sentido lo que hizo el chico y bajó un poco la guardia.
Naru pegó un salto delante de Wulf, que estaba totalmente estupefacto. Sin embargo, no podía desaprovechar que en el aire el chico estaba indefenso, así que blandió el sable para cortarle. Si acertaba, Naru recibiría mucho daño por la inercia acumulada, pero…
[¡Pam!]
–¡Ugh…! ¿¡Qué!?
Se oyó un ruido similar al de un petardo. El chico ninja saltó por encima de Wulf, que había recibido un impacto en todo su cuerpo que lo empujó hacia atrás. Antes del golpe, pudo ver de reojo que el bastón de la maga elfa se había iluminado levemente.
–¡Wulf! –gritó Redwill.
–¡Estoy bien!
¡Mierda! ¡Ahora va a ir a por Red! ¿Qué ha sido eso, una explosión? Pero no se ha visto luz… ¡…Un golpe de viento! Magia de Viento, entonces. Ha usado el viento para impulsar a su compañero y aturdirme a mí. Nada mal.
Wulf entendió enseguida el "arma secreta" de esos adolescentes. Sonrió para sus adentros ante tal exhibición de compenetración entre compañeros.
Ayudándose con el sable, se levantó a toda prisa y fue tras el ninja. Mientras tanto, Redwill no estaba de brazos cruzados, había lanzado un Disparo Arcano a la maga y, al ver que el ninja había sobrepasado a su compañero, escondió una trampa de Grilletes Arcanos.
–¡Wulf! ¡No te preocupes por mí, aguantaré!
Redwill gritó para que su compañero fuese a por la maga.
Viento… Golpe de aire… ¡Claro!
Pero no lo oyó. Wulf tenía otras ideas en mente.
¿¡Qué hace Wulf!? ¡Hmph! ¡Maldito ninja…!
Redwill perdió un poco el temple.
Naru llegó mucho antes a Redwill y empezó lanzar cortes rápidos. Pero el mago no se iba a dejar atacar sin más, trató de mantener a raya al enemigo dando golpes amplios con su bastón. Esto ralentizó el ataque del chico ninja, aunque al final recibió daño y su vida bajó un tercio. Hasta que llegó Wulf.
Desde el flanco derecho del ninja, paró con el sable un corte que definitivamente iba a alcanzar el hombro de Redwill. Siguió con varios cortes rápidos para finalizar con una Patada Marcial. Consiguió separar al ninja de Redwill, situándose entre ambos, como al principio del duelo. La única diferencia es que ahora tienen a la maga en el flanco izquierdo y el chico ninja no la cubría. Era una posición más favorable.
Los luchadores a melé siguieron intercambiando golpes con el apoyo de los magos. Ninguno cedía su posición, Wulf estaba deseando rotar hacia la maga, mientras que Naru quería recuperar su posición frente a ella.
Mientras se desarrollaba esa pelea táctica, la barra de vida de Wulf bajaba, a diferencia de la del ninja, que gracias a las curas de la sanadora se mantenía llena. El combate volvía a estar estancado a favor de Naru y Lana.
Tenemos que cambiar esto. Hay que mover ficha.
Wulf decidió tener la iniciativa esta vez. Aprovechó su posicionamiento para hacer un gesto a Redwill sin que los enemigos lo pudieran ver. Le señaló con el dedo índice y luego señaló con el pulgar hacia la hechicera.
–¡Red! ¡Que no le cure más!
–¡Recibido y recibido! –Redwill aceptó ambas órdenes, tanto la verbal como la visual.
Se movió en dirección a la maga elfa mientras preparaba un hechizo. A su vez, esta estaba preparando un hechizo de curación instantánea por la luz verde que emanaba su bastón.
–¡Agujero de Maná!
Redwill activó su habilidad especial.
–¿¡…!? –Lana abrió los ojos de par en par por la sorpresa, al ver que su hechizo no surtía efecto.
El maná que estaba a punto de ser lanzado fue absorbido justo frente al bastón. Las corrientes de maná revolotearon hacia un solo punto, haciendo torbellino, como agua colándose por un orificio. La elfa no entendía lo que había pasado y dudó por un momento.
–¡Lana!
–¡V-voy! –tartamudeó la hechicera, que preparó otro hechizo.
El normalmente sosegado ninja, alertado por el movimiento de sus contrincantes, gritó a su compañera para recibir apoyo y saltó hacia adelante.
–¡Ráfaga de viento!
[¡Pam!]
¿¡Qué!?
Volvieron a realizar el combo con la magia de viento. Pero esta vez el asombrado no era Wulf, si no el ninja, que vio como su contrincante saltaba como él, pero en dirección a su compañera elfa.
Justo después de oír la respuesta de la maga, Wulf se situó a la derecha de Naru, dejándole vía libre hacia Redwill. No obstante, un instante después, se activó el hechizo de viento, impulsando a Wulf hacia la hechicera. Ahora el duelo se había convertido en una carrera para ver quien eliminaba antes al caster enemigo.
–¡Red! Te dejo al ninja, bájale la defensa todo lo que puedas. –dijo Wulf con su calma habitual.
–Sin problema. –Redwill respondió sin dudar. Aunque se quedaba solo ante un DPS…
Esto es otra cosa. Tiene un plan. –pensó el hechicero.
Ambos magos intentaron alejarse de sus perseguidores mientras daban apoyo a sus compañeros. Redwill mantuvo la mejora en el arma de Wulf y se preparó para lanzar Disparo Arcano.
–Ni de broma, soy mucho más rápido.
Al ver que perdía el control de la situación, Naru también perdió la calma y se impacientó.
–Eso ya lo veremos… –respondió Redwill con confianza.
–… ¡Mierda!
Te pillé.
Poco después de aterrizar en el suelo, el ninja se frenó en seco. Un círculo mágico de luz arcana apareció en sus pies y de él salieron unos grilletes que ataron sus piernas. Había pisado los Grilletes Arcanos que Redwill había dejado escondidos anteriormente. Se había movido estratégicamente para que el chico ninja cayera en la trampa. El hechicero aprovechó el momento para lanzar todos los Disparos Arcanos que podía mientras se alejaba.
Mientras tanto, Wulf había recortado distancias con Lana y estaba empezando a bajarle los puntos de vida. La elfa, que había gastado mucho maná durante el combate, no podía recuperar la cantidad de daño que estaba sufriendo. Aun intentando defenderse con el bastón, en unos segundos quedaría eliminada.
–¡Naru! –gritó la hechicera elfa a todo pulmón–. ¡Ráfaga de Viento!
[¡Pam!]
En un último esfuerzo desesperado, Lana lanzó un hechizo justo antes de ser eliminada. El viento volvió a impulsar al ninja, que ya había salido de la trampa, hacia Redwill. Éste, a su vez, preparaba el último Disparo Arcano que podía disparar con el poco maná que le quedaba.
Defensa bajada al máximo, ¿y ahora qué, Wulf? –se preguntó Redwill.
No sabía que estrategia tramaba su amigo, pero este era el momento de ponerla en práctica. El hechicero no tenía forma alguna de defenderse del ninja, acabaría con él enseguida.
Ahora… ganamos.
Como si le leyera la mente a su amigo, Wulf dio por concluido el combate, con su propia victoria.
Entonces, se dio la vuelta y alzó la mano izquierda. Sujetaba un proyectil de piedra que había preparado con antelación mientras luchaba contra la maga. Acumuló maná en su mano, y…
[¡Pam!]
El proyectil salió disparado hacia el ninja, que acababa de aterrizar delante de Redwill, y lo golpeó en el cuello. El gran daño del proyectil, con golpe crítico y la bajada de defensa, fue suficiente para eliminarle. Wulf y Redwill ganaron el duelo.
¡Ouch…! –Wulf se lamentó por el dolor en su palma. El ataque también le había hecho daño a él–. Tengo que buscar algo de protección en la mano…
–Fuuu… Pudiste disparar con tu magia rara, GG. –les felicitó Naru deportivamente.
–¡Sois muuuy fuertes! –exclamó Lana.
–Si todos los duelos son así de divertidos en este juego, creo que me haré asiduo a las arenas, ¿eh, Wulf?
Redwill le dio un toque a Wulf con el hombro. En su rostro se había dibujado una sonrisa cómplice.
–Jeje, funcionó. No es una magia inútil…
Wulf se sintió aliviado con su éxito usando la Magia de Creación como magia de combate, y encima con unos resultados satisfactorios. Aunque tuvo que gastar prácticamente todo su maná, consiguió acabar con un adversario con la vida al máximo de un solo golpe.
–¡Ya ves! ¿Cómo lo has hecho?
El chico lobo se acercó, que había estado al margen, haciendo de árbitro.
–Creé mucho aire en muy poco espacio, imitando su hechizo. Gracias por la idea. –Wulf se dirigió a la hechicera elfa, asintiendo para expresar agradecimiento.
–Jejejeje de nada. –la elfa se rio, feliz por ser de ayuda a los demás.
–Pero… Gasta mucho maná, casi me quedo seco sólo con ese ataque…
A Wulf a penas le quedó un uno por ciento del maná disponible. Por poco se desmaya. En The World Afterwards, si te quedas sin maná, el cuerpo pierde el conocimiento para poder recuperar cuanto antes un mínimo de maná para funcionar. No es mucho el tiempo que se pasa desmayado, pero puede ser fatal en medio de un combate.
–Mmm… Parece que puede salvarte de un apuro, pero sigue sin parecerme una magia apta para el combate. –opinó el chico lobo.
–Ya…
Wulf volvió a poner los pies en el suelo. Wolferin tenía razón. Era un hechizo que sólo podía usarlo una vez, como mucho dos si bajaba su potencia. En un combate largo es mucho mejor la eficiencia en el gasto de maná. Su uso se reducía a situaciones concretas para girar las tornas en un combate. Bueno, menos da una piedra.
–Pero Wulf, ¿no me dijiste que la magia también se entrena? Quizá si la entrenas gastes menos maná, ¿no?
–Si… De hecho, quizá sea lo único que pueda ser mejorable de esta magia. No pierdo nada por intentarlo. –respondió Wulf con cierto tono de resignación.
–Así se habla. –zanjó Redwill, golpeándole en la espalda con la mano derecha.
–¡Pues nosotros mejoraremos más para venceros la próxima vez! ¿A que sí, Wolferin, Naru?
Lana no se quería quedar atrás.
–¡Claro! –el chico lobo asintió alegremente.
–Por supuesto. –también lo hizo el ninja, de forma más solemne.
Los aventureros se añadieron a la lista de amigos. Media hora después, el grupo de tres se dirigió al exterior de la ciudad a empezar con sus aventuras. Wulf y Redwill se quedaron solos un rato más en el campo de entrenamiento para practicar y a plantear estrategias y combos contra monstruos.
Oh, el solo-player ya no está.
Wulf notó que el aventurero elfo que estaba solo, presenció el duelo y, en algún momento tras el combate, se marchó sin decir una sola palabra.
♦
–Llegó el momento. Vamos a matar monstruos. –anunció Wulf.
–¡Hell yeah!
Redwill levantó el puño derecho al aire como celebración.
Estaban listos para salir fuera de la ciudad. Pasaron unos veinte minutos preparándose, ya que Redwill no conocía la mayoría de características del juego y este género de videojuegos era bastante nuevo para él. Wulf quería empezar con buen pie y que su amigo no se desilusionara con la curva de aprendizaje.
Tras salir del campo de entrenamiento, siguieron charlando mientras caminaban por la ciudad en dirección al Gremio de Aventureros, la organización mundial que regula a los aventureros. Allí se recogen las peticiones de misiones de los NPC, se clasifican y anuncian dichas misiones, se compra y vende equipo, pociones y demás. También puedes dejar tus ahorros e ítems en el banco del Gremio, además de crear y dar de baja una hermandad. Hay una sucursal en prácticamente cada pueblo de cualquier servidor del mundo, era una organización con mucho poder dentro de TWA. Wulf y Redwill pensaban aceptar las misiones de caza para principiantes en la sucursal de Barona.
–Red, ¿cuánto tiempo más vas a estar conectado? –preguntó Wulf para ordenarse mentalmente los siguientes pasos del día.
–Mmm, un par de horitas más seguramente. ¿Y tú?
–También pensaba eso más o menos.
Wulf había quedado por la noche con un amigo para hablar de TWA. Además, mañana también debía trabajar.
–No te creo, conociéndote seguro que vas a viciar unas cinco o seis horas más… –se burló Redwill. Pero tampoco era tan descabellado lo que dijo.
–Pero a ver, ¿por quién me tomas? ¿No se supone que el responsable soy yo?
–¡Jajajaja! Cuando se trata de juegos dejas de serlo… El vicio te puede.
–…Bueno, el caso es que tenemos tiempo de sobra para pillar unas cuantas misiones de cacería.
Wulf desvió la mirada, y el tema de conversación. Redwill le conocía bien.
–Yep. –asintió el hechicero manteniendo su sonrisa burlona. Wulf no le podía mirar a la cara.
Después de recoger unas cuantas misiones de cacería para nivel uno, se dirigieron a la puerta oeste de la muralla que protegía la ciudad. Era la típica muralla medieval, pero con un color gris muy claro, casi blanco, y con torreones con tejados puntiagudos de color azul que te hacían sentir estar en un mundo de fantasía, realmente hacía juego con la resta de edificios de la ciudad. La puerta daba una imagen imponente. En la caseta sobre la puerta, dónde estaba el mecanismo de apertura, se veía la cresta del reino. Tenía un fondo en forma de escudo, con dos pergaminos enrollados a los lados, una corona encima y un sol completo en el centro sobre unas olas. Había bastante ambiente en el sitio entre los jugadores aventureros, los NPC y los guardias.
Cuando estaban por cruzar la puerta, vieron como un grupo de aventureros con equipo de principiantes entraba corriendo a la ciudad. Sus expresiones eran serias y parecían muy agitados.
–¡Corred! ¡Rápido! ¡Vamos a la catedral!
–¡No puede ser que haya desaparecido! ¡Y sigue sin estar en la lista de amigos…! ¡Yo lo añadí, estoy seguro!
–¡Esto es muy raro, no debería desaparecer, no funcionaba así en la beta!
Los aventureros pasaron por su lado sin prestarles atención, totalmente concentrados en correr hacia el interior de la ciudad. Dijeron cosas verdaderamente alarmantes.
–…Algo malo ha pasado, Wulf. –comentó Redwill. Se podía ver preocupación en su rostro, totalmente diferente a la emoción que tenía hace unos minutos.
–Sí. Por lo que han dicho parece que alguien ha desaparecido. Y encima es un grupo de beta-testers…
Wulf suponía que los participantes en la beta cerrada conocían mejor el juego y se podrían dar cuenta antes de los posibles bugs. Sin embargo, él había oído de primera mano que los habían resuelto todos…
–¿Vamos a la catedral a ver? A lo mejor es un bug, estaría bien saber que es. –propuso Redwill.
–Sí, vamos. –asintió Wulf–. …Me molesta que sea precisamente la catedral donde se dirigen.
–¿Por qué?
–Porque es el respawn principal de la ciudad.
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Siguiendo al grupo de aventureros, Wulf y Redwill llegaron a la plaza de la catedral en apenas cinco minutos. Se había juntado mucha gente, mucha más de lo que habían visto durante el día. Cualquiera pensaría que era algún tipo de evento, el problema es que parecía un funeral. Todos tenían expresiones serias de consternación, algunos incluso se habían sentado en el suelo cabizbajos, muchos otros estaban llorando y varios grupos de aventureros discutían acaloradamente entre ellos… Desde luego algo tremendamente grave había pasado.
–Pero, ¿qué narices está pasando…? –preguntó Redwill, alarmado por el estado de ánimo que se respiraba en la plaza de la catedral. Enseguida le respondieron.
[¡BAM!] [¡BAM!] [¡BAM!] [¡BAM!]
–¡Atención! ¡Queremos anunciar algo a todos los presentes en la plaza!
Un jugador aventurero humano exclamó desde lo alto de la escalera de la catedral. Llevaba una armadura y armas que ya no eran las típicas de novato, ya había avanzado algunos niveles. Tenía un estilo occidental, parecido al de un templario por la combinación de blanco, rojo y el gris del metal. Debía rondar la treintena de años, el pelo rubio casi le llegaba a los hombros y no se podía apreciar un solo pelo en la barba. Detrás tenía un NPC con pintas de alto cargo de la iglesia, con la típica toga de sacerdote de tonos rojizos y un sombrero alto y elaborado con detalles dorados.
–¡Saludos a todos! Soy Arthus, beta-tester y líder de la hermandad Caballeros de la Cruz Carmesí.
Parece que esté haciendo roleplay… –pensó Wulf.
–Estoy aquí, acompañado del cardenal Bishan, para dar un anuncio de suma importancia. –Arthus señaló al sacerdote anciano–. Avanzo que no son buenas noticias.
–¿¡…!? –la muchedumbre calló y aguantó la respiración, aunque muchos ya sabían cuáles serían las siguientes palabras del guerrero que parecía un templario.
–Voy a ser breve y conciso. Actualmente, los jugadores tenemos dos complicaciones: el botón de desconexión ha desaparecido y no funciona el respawn de los altares.
…
…
…
¿¡QUÉ…!?
♦