—¿Quién era? —dijo la voz desconocida.
El tono de la voz estaba lejos de lo que Christine conocía. Su corazón saltó y tembló ante esas palabras por miedo, pero se compuso rápidamente. Pudo contarle todo a Jeslyn porque estaba esposada y, además, Jeslyn nunca fue conocida por ser violenta, así que calmó su corazón y preguntó.
—¿Q-quién era qué? —dijo Christine, aunque parecía haberse compuesto, esos ojos demoníacos que la miraban no permitieron que su confianza regresara.
—¿Quién es la joven señorita? —preguntó la voz desconocida.
Se sorprendió por la noticia de la traición de su padre y sabe que necesita castigarlo, pero eso solo puede suceder después de que salga de la cárcel. Entonces, descubrir quién era la joven señorita podría ser su punto de partida.
Los ojos de Christine se abrieron de par en par, pero rápidamente fingió que no estaba sorprendida, sin embargo, ese cambio fugaz no escapó a los ojos de Jeslyn.
—No sé de qué estás hablando —dijo Christine.