Después de la derrota a manos de la Sombra de la Noche, Lin Yang se retiró a una cueva remota para recuperarse y reflexionar sobre su derrota. Juró que nunca volvería a ser superado y entrenó con aún más diligencia.
Dedicó días y noches a perfeccionar sus habilidades, fortaleciendo su cuerpo y mente. Aprendió técnicas de lucha secretas y estudió los manuales de los grandes maestros.
Finalmente, Lin Yang emergió de la cueva, completamente transformado. Su determinación y poder habían alcanzado un nuevo nivel. Estaba listo para enfrentar nuevamente a la Sombra de la Noche y desentrañar el misterio detrás de su identidad.