En medio de sus viajes, Lin Yang conoció a una joven guerrera llamada Mei Ling. Compartían una pasión por las artes marciales y un fuerte sentido de la justicia.
A medida que su amistad se convertía en amor, Mei Ling se unió a Lin Yang en su misión de proteger a los inocentes. Juntos, lucharon contra ladrones y bandidos, defendiendo a los débiles y restaurando la paz en las tierras.