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Chapter 12 - Dientes afilados

Dos noches después, Moondai dormía plácidamente en la cama que había sido de Yan, había tomado el cuarto como suyo. La puerta se abre fácilmente, ya que no había nada que bloqueara la entrada. 

La luz del pasadizo entró por la puerta cayendo justo en el rostro de Moondai, al abrirlos pude ver a Daniel entrando sigilosamente con la máscara puesta y el hacha en la mano, por poco se cae de la cama del susto al intentar ponerse de pie, pensando lo peor. 

- prepárate, saldremos en unos minutos - habló por debajo de la máscara, por el tono supo que se trataba de una orden, se retiró enseguida dejando lo confundido, Moondai no pensó en contradecirlo. 

Al salir de la habitación, lo encontró en el sofá leyendo en el periodico, apuntaba algunas cosas sobre la hoja con ayuda de un marcador rojo, tenía su máscara a un lado para poder ver mejor, dio un vistazo al reloj colgado en la pared, las manijas indicaba que era la 1 de madrugada - ¿a donde iremos? - preguntó ladeando la cabeza 

Finalmente Daniel alzó la vista - vas a ayudarme en hacer mi trabajo, Moondai se congeló de la impresión, abriendo los ojos de par en par - ¡¿he?! ¿hablas de… matar?

- no puedo hacer mucho con una pierna lastimada - bajó la mirada hacía el vendaje - y al no haber nadie más tú tendrás que ayudarme - nuevamente volvió su mirada a él fijamente, no hubo ninguna respuesta, él se había quedado pasmado, era incapaz de hacer algo así, supo que Daniel hablaba enserio cuando se puso de pie, acomodando su máscara para evitar ser visto, se aproximó a él, entregando le un hacha de carnicero y un saco de tela con dos agujeros para los ojos - no te preocupes por no saber como, siempre hay una primera vez para todo - lo escuchó decir mientras caminaba hacía la salida.

Aunque por dentro quisiera huir o pedir ayuda a alguien, caminó detrás de él sin objeciones en medio de calles poco iluminadas y solitarias, desde ahí miro de reojo a Daniel, la diferencia de altura era notable, se veía imponente y decidido, - quisiera saber algo - Daniel no le dirigió la mirada, solamente asintió con la cabeza como respuesta - ¿por que no me mataste? dijiste que no te gusta dejar testigos, me parece extraño que te rindieras tan fácil - por un momento temió en que se replanteará el asunto y pudiera acabar mal para él, sin embargo ambos siguieron andando - estaba cansado - fue lo único que respondió, esto lo dejó más intrigado. 

Lanzó un quejido y se llevó la mano al sentir un terrible dolor punzante en la cabeza, había pasado tiempo desde que no había tomado sus pastillas, no era un buen momento para tener una de sus crisis, Daniel lo observó, extrañado por su actuar, pero Moondai logró recomponer la postura pronto, pretendiendo que nada pasaba, entonces Daniel posó su mirada sobre su objetivo - subamos al techo, lo siguió con la mirada hasta que se metió a un callejón, tuvo que ir tras él.

Observó con asombro cómo se subía a un depósito de basura y con mucha agilidad trepó hasta llegar a la cima, la herida en su pierna no afectaba mucho en lo hábil que era - sube – ordenó nuevamente.

Moondai miró a todo su alrededor, buscando alguna forma de como subir, suspiro angustiado, intentó trepar de la misma manera, sin embargo quedo con los talones tocando el vacío, intentó desesperadamente recuperar el equilibrio para evitar caer de espaldas, por suerte Daniel lo tomó del cuello de su chamarra y tiró de ella, llevándolo fuera del borde

Al parecer estaban en el techo de una discoteca, tenía el nombre en luces neón sobre el techo, Daniel se asomó para ver la calle - ¿Dónde estás? – susurró. Moondai se acercó a él con mucho cuidado de acercarse al borde, antes de recibir otra orden – agáchate – se estiró para tomarlo del cuello de la polera y tirar lo abajo - ¿a quién buscas? - cuestiono 

Daniel sacó de su bolsillo un pequeño papel, era un recorte de un periódico donde se podía ver el rostro de un hombre 

- se trata de un ladrón y estafador 

- ¿vas a matarlo? ¿por qué no esperas que la policía se encargue de él? - tensó la mandíbula con nerviosismo 

- la policía hará justicia a su manera, un par de años si es que no hay dinero para sobornarlos, eso no es suficiente 

- La policía sabe lo que hace - insistió, ansiando volver a casa sin tener que matar a nadie pero esto solo enfureció al enmascarado - ¿crees que merezca vivir, alguien así? - alzó la voz, podía sentir su enojo a través de la máscara 

Moondai no sabía qué decir. Escucharon voces que provenían desde el callejón, ambos se asomaron a ver qué sucedía, una persona jalaba del brazo a una chica, ella parecía no saber lo que estaba pasando, de hecho, apenas podía andar sin que sus piernas se enredaron, la arrinconó contra un muro, la chica se negaba en voz baja, débilmente intentaba empujarlo para sacárselo de encima 

La situación hizo que Moondai frunciera el ceño con un mal sabor de boca - y bien… ¿Qué harás al respecto? -escuchó la voz de Daniel a su lado, podía sentir su mirada en él, esperando una respuesta, aunque quisiera parar lo que estaba pasando, sentía su cuerpo rígido, apretó los dientes, ofuscado - los puntos en los que te puedes enfocar es en la entrepierna, el cuello y en el estómago - Daniel volvió a hablar con toda tranquilidad mientras aún se podía escuchar los quejidos y forcejeos de la chica - es mejor que te des prisa 

- no puedo hacerlo - se lamentó, cansado de la actitud de la chica, la empezó a estampar contra el suelo, una y otra vez, él no quería ver lo que estaba sucediendo - pero hay que hacer que pare, hay que…

Daniel suspiro, se puso de pie y miró hacia abajo - observa - bajó de un salto, llamando la atención de ambos, aunque cojeaba más a comparación antes de subirse al techo, no les dio tiempo de reaccionar cuando Daniel dio un hachazo justo en la rodilla de aquel hombre, él gritó sosteniéndose su pierna, la chica aprovechó el momento para huir.

Él se hizo aún lado dejándola pasar y nuevamente atacó, Moondai estaba horrorizado, podía escuchar los gritos y quejidos de dolor del abusador. Daniel se divertía un poco haciendo sufrir a su víctima al hacer grandes cortes en sus extremidades, evitando que se escape mientras lo arrinconaba poco a poco. Pronto pudo percibir aquel aroma de la sangre.

Desde que Daniel apareció Moondai se había privado de consumir la carne que había comprado, por lo que ese hedor le estaba abriendo el apetito nuevamente.

Daniel terminó de darle el último golpe en la cabeza, terminando con su miseria, miro a todos lados procurando que nadie aparezca, tal vez la música a gran volumen favoreció que nadie de adentro pueda escuchar los gritos.

Moondai bajo de un salto afanoso por probar la sangre que se desparramaba sobre el suelo, pero al instante se arrepintió de haber llegado ahí, se quedó debatiendo consigo mismo 

- ¿Cuándo fue la última vez que comiste algo? - escucho la voz de Daniel

- ¿He? 

- ¿Qué eres? es extraño que solo tengas carne guardado en la heladera, además de una piel pálida - hablaba mientras se acercaba a él, de un rápido movimiento le abrió la boca, sujetando la mandíbula inferior, ladeó su cabeza de derecha a izquierda analizando la forma de su dentadura - interesante, estos dientes de piraña servirían bastante bien para desgarrar carne cruda y fresca - lo soltó manteniéndose firme manteniendo su apariencia intimidante - ¿Qué pasó con la mujer que vivía contigo? ¿acaso tu…? 

El rostro de Moondai mostró un gesto de indignación – ¡no! yo jamás le haría daño 

- Entonces ¿Qué eres? 

- no lo sé - frunció el ceño sintiéndose abrumado y el hambre lo martirizaba, Daniel se agachó frente al cadáver, manchó sus guantes de látex oscuros con la sangre de la víctima para poder dibujar su firma en la pared - tarde o temprano tendrás que comer algo con o sin vida y no te lo voy a volver a dejar así de fácil - volvió a hablar 

Moondai prefirió desviar la mirada, haciendo lo posible para ignorar el olor, aun dispuesto a mantener su dieta libre de carne humana.