No puedo creer lo que ha acabado de suceder, como he podido ser tan ingenua en fijarme en un hombre así y haber creído en todas sus mentiras. Ryan Hall, es una completa farsa y hoy me ha mostrado su verdadero yo. Caí en su trampa como una reverenda idiota, fue un actor excelente conmigo y yo la más grande ridícula de la historia.
- Alexa, estás bien?, te hizo algo?, por favor respóndeme. - Me pregunta Damián con angustia, preocupación y rabia, mientras acuna mi rostro con sus manos.
No puedo contestar, tengo mi mente y mi mirada en otro lado mientras salen lágrimas de mis ojos. Estoy como paralizada pero a la vez mi cuerpo tiembla de una forma incontrolable.
- Creo que ella está en shock, voy a llamar al médico. - Comenta Andy mientras saca su celular del bolsillo.
- Ella está bien?. - Le pregunta Lisa a Damián llorando.
- Si peque, ella está bien y lo estará, te lo prometo. - Le dice con un tono un poco más dulce.
- Ven muñeca, no te preocupes por Alexa, vamos a limpiarte esas lágrimas y a que comas algo. - Le dice Kelly a Lisa, tratando de consolarla y alejándola del lugar.
Damián me levanta del suelo lentamente pero cuando me pongo de pie, inmediatamente me quejo de mi tobillo, al parecer me lo he torcido cuando traté de escaparme de Ryan. Damián se arrodilla para ver mi tobillo mientras hace que coloque mis manos sobre sus hombros para no perder el equilibrio y caerme.
- No te preocupes, te tengo y no te voy a soltar. - Me dice mientras revisa mi tobillo.
Damián se levanta y comenta que tengo el tobillo inflamado, pasa uno de sus brazos por mi cintura para sostenerme un poco fuerte.
- Estoy acá contigo y no voy a ningún lado. - Me comenta mientras con su otra mano me limpia las lágrimas con dulzura.
Su mirada es triste, pero como me gusta verme reflejada en ella… nos quedamos así por unos segundos pero luego reacciono después de un momento.
- Y Aurorita cómo está?. - Pregunto buscándola con la mirada y tratando de zafarme del agarre de Damián, pero él solo lo intensifica aplicando más fuerza, usando ahora los dos brazos alrededor de mi cintura.
- Alexa, tranquila, te vas a lastimar el tobillo, no te muevas. Aurora está bien, ya la están revisando. - Me dice mirándome a los ojos y yo sólo puedo pensar en que siento su respiración y su aliento en mi rostro. El contacto de sus manos en mi piel desnuda de mi cintura por la camisa medio levantada, se siente increíble.
- Andy!!!. - Dice Damián levantando un poco la voz y girando el rostro en dirección hacia donde se encuentra él, yo aprovecho ese lapso de tiempo para respirar con alivio, cerrando mis ojos por microsegundos, tratando de recomponerme para no cometer un error. Sólo me digo que él es el novio de mi mejor amiga y no puedo desear que me bese. Qué demonios me está sucediendo?.
- Qué sucede?. - Pregunta Andy al llegar a donde estamos.
- Cómo está Aurora?. - Hace la pregunta Damián sin dejar de mirarme.
- Está bien, le va a doler la cabeza un par de días pero nada más, solo fue el susto. - Responde Andy y luego se toca el auricular para escuchar algo que al parecer le están diciendo.
- Gracias Andy, ahora se va a calmar?, ya escuchó que ella está bien. - Me dice cuando ya estamos solos de nuevo.
Es la segunda vez que estoy tan cerca de Damián, bueno, él me carga para subirme o bajarme, pero esta vez es distinto.
Damián es un hombre demasiado atractivo, tiene unos ojos verdes que me fascinan, su piel es blanca pero la tiene algo bronceada, tiene los brazos fuertes. Él es bastante musculoso ya que hace mucho ejercicio, pero tampoco es una musculatura exagerada. Su cabello es castaño claro y corto, pero no tanto porque puede realizarse los peinados que están de moda para hombres. Damián es alto, creo que había visto en su currículum que mide como 1,80 centímetros más o menos.
Siempre he pensado que él es un hombre muy guapo, pero ahora que lo observo con más detenimiento y más cerca, entiendo porque el primer día en que lo conocí, Gisselle había hecho tanto escándalo y porque tiene a Kelly embobada, hasta el punto de mantener su cercanía en secreto. Es como un modelo de revista.
De pronto él me saca del trance en el que estaba nuevamente, cuando sin darme cuenta me levanta del suelo y me carga otra vez en sus brazos porque ya no estaba forcejeando con él.
- No Damián, qué haces?. No me puedo ir sin saber cómo están los demás agentes y empleados de la casa. - Le digo tratando de hacer que me baje.
- Lo siento Alexa, pero necesitas descansar y esta vez no te voy a dar gusto. Los demás están bien y ya los paramédicos los están revisando. Además, necesito revisarte el tobillo. - Me dice acomodándome en sus brazos y dirigiéndose hacia la casa.
Prefiero guardar silencio y no hacer nada más, ya que al ver su rostro y su mirada, puedo darme cuenta que aún tiene una lucha interna para contener lo que no quiere que salga. Lo que había acabado de suceder con Ryan le ha tomado todo su autocontrol.
Uno de los agentes interrumpe el paso de Damián hacia la casa al decirle que Bale lo necesita de inmediato y luego este se ofrece a llevarme a mí habitación pero Damián se rehúsa hacerlo.
- Yo seré quien va a llevar a Alexa a su habitación y en cuanto termine con ella, iré a buscarlo. Dile eso… - Responde.
El agente asiente y se va de inmediato, el estado de ánimo de Damián es demasiado visible.
- Bale puede esperar, tiene muchas cosas que solucionar y creo que va a estar bastante ocupado. - Dice en un susurro mientras avanza conmigo en brazos.
Ese resto del día hubo mucho movimiento en la casa, Damián no quiso ir a ninguna parte hasta que me viera el doctor y supiera que todo estaba bien y que no estuviera más lastimada de lo que me veía. El doctor me inyectó un analgésico y un desinflamatorio para el tobillo.
Cuando el doctor está hablando con mi nana, Damián se acerca a mí, haciéndose el que me iba acomodar las almohadas para poderme decir al oído que no fuera a beber nada de lo que me trajeran y que tenía que tener cuidado con la comida. Asiento con la cabeza cuando me dice esas indicaciones, pero al mismo tiempo me pongo muy nerviosa por su cercanía al sentir su aliento y el roce de sus labios en mi oreja. Un escalofrío recorre mi espalda, las manos me comienzan a sudar y en mi estómago siento como un vacío. Luego él se aleja de mí pero sin dejar de estar al lado de mi cama.
- Gracias Damián, así está mucho mejor. - Digo en un tono de voz normal para que los demás que están con nosotros no sospechen de nada.
En la noche no puedo dormir y la verdad tampoco quiero hacerlo, por eso no me he tomado el calmante porque hay muchas cosas en las que tengo que pensar para tratar de aclarar muchas de ellas.
Mi cabeza está hecha un caos, repaso una y otra vez lo que ha sucedido y lo que he sentido el día de hoy.
Cuando volví a ver a Ryan, sentí un profundo desprecio hacia él, es una persona completamente extraña para mí. Esa emoción que supuestamente sentía cuando lo veía, ya no estaba, ya no lo quería, eso sí me había quedado bastante claro, de hecho me comencé a cuestionar si realmente estuve enamorada de él.
Se supone que cuando estás realmente enamorado no es tan sencillo dejar de sentir cosas por la otra persona sin importar cuánto te pueda llegar a lastimar. Olvidar unos sentimientos tan fuertes llevarían demasiado tiempo poder superarlos o tal vez nunca se podrían sacar de ti, pero conmigo no sucedió así, por eso me cuestiono si realmente había estado enamorada o si el dolor y la traición fueron tan fuertes que hicieron que mis sentimientos se murieran de golpe.
Por otro lado, también tengo muy claro que siento mucha rabia conmigo misma por ser tan débil, tan ingenua en haberle creído a un hombre como él, en haber caído en su trampa, en su engaño con la otra mujer. Para mí, ya todo está completamente claro, él solo se había acercado a mí por dinero, posición y vaya a saber que otras razones tenía.
Me levanto de la cama y al parecer, el tobillo está mejor pero molesta un poco, tomo asiento en la silla del tocador con cierta dificultad pero ya tengo mejor movimiento en mi cuerpo. Me miro en el espejo y dejo de recogerme el cabello para centrarme en mí, bajo los brazos y comienzo a observarme. Nunca me ha interesado mí apariencia, por ninguna parte veo que soy una mujer bonita como todos dicen, lo que veo es a una mujer promedio que cuando se arregla se ve un poco mejor.
Yo no soy tan sofisticada y no me obsesiono por estar a la moda como Gisselle y no puedo compararme con Kelly. Ella es hermosa, por eso aún la persiguen tanto los hombres como ocurría en la universidad. Tú puedes salir con ella usando la ropa más fea que te puedas imaginar, sin maquillaje, despeinadas y los hombres se quedaban embobados mirándola.
De repente, me viene a la cabeza todo lo que he visto las últimas semanas entre ella y Damián. Al parecer, mientras estuve en el hospital, ellos se volvieron bastante cercanos y claro, se complementan. Los dos son muy atractivos, al parecer les gusta pescar y hacen ejercicios juntos. Muchas veces durante mis terapias, los he visto hablar durante bastante tiempo, se cuentan cosas de cada uno y se ríen de ambos. Se puede ver que disfrutan mucho de la compañía del otro, pero cuando los veo juntos, siento algo que nunca he sentido y solo puedo pensar que quiero cambiar mi lugar con ella en esos momentos.
Como puedo sentir envidia de ella quien es mi mejor amiga, que ha sido durante todos estos años como una hermana para mí, que antes que nada debería sentirme feliz por ella por haber encontrado a un hombre maravilloso, pero no es así. Me siento como la peor persona del mundo y por eso había decidido refugiarme en el trabajo para disminuir mi contacto con ellos, porque la culpa y los remordimientos me sobrepasan y son insoportables.
Dejo de pensar y me termino de recogerme el cabello, miro el reloj y son las cuatro de la mañana, me dirijo al closet para sacar un conjunto deportivo para ir hacer ejercicio a ver si saco un poco la frustración que tengo.
Me visto lo más rápido que puedo, cojo el bastón que me acaba de dar el médico porque me quito las muletas y salgo de la habitación. No sé cuánto me tomó llegar hasta el gimnasio, pero creo que si hubiera hecho una carrera contra una tortuga, definitivamente ella hubiera ganado y hasta con ventaja.
Comienzo hacer la rutina de ejercicios que hago con mi terapeuta, cuando termino la rutina, me doy cuenta que ya está amaneciendo y me siento en la colchoneta que estaba usando en el suelo y me quedo mirando ese espectáculo natural por los ventanales enormes que tiene el gimnasio, bebiendo agua que había sacado de la llave.
De repente, escucho un ruido que proviene del jardín, me levanto tan rápido como puedo para apagar la luz, hasta me lastimo el tobillo. Miro detenidamente y veo que son Damián y Andy, que al parecer van hacer ejercicio, respiro profundamente y con un gran alivio cuando veo que son ellos y no otro extraño que se hubiera metido a la casa.
Cuando vuelvo a mirarlos y me encuentro próxima a encender la luz, me doy cuenta de que Kelly se reúne con ellos y como el resto del jardín y el gimnasio están completamente en silencio, alcanzo a escuchar que ella va a salir con ellos a trotar. Me escondo para que no me vean y luego ellos salen sin darse cuenta de mi presencia.
Respiro profundo otra vez y comienzo a sentirme horrible de nuevo, así que vuelvo a quitarme la chaqueta deportiva que me había colocado mirando el amanecer porque supuestamente ya había terminado de ejercitarme, pero algo me invade y empiezo a darle golpes al saco de boxeo como si mi vida dependiera de eso.