Capitulo 9.
Me despierto porque alguien me mueve mucho, gruño y abro los ojos encontrándome con un Amid moviéndome de manera frenética, le gruño y él se aleja como si de verdad le diera miedo, cuando aunque lo quisiera un golpe mío no le haría nada.
-Qué bueno que despiertas- me dice y pongo los ojos en blanco, idiota.
-¿Qué despierto?- le grito y le lanzo una almohada- me has despertado tu idiota- el se ríe y veo que solo lleva un short playero mostrando su trabajado cuerpo
-Ya vamos a zarpar, se que te gustan esas cosas así que alístate, y ponte un lindo traje de baño que quiero ver ese bello trasero que te gastas- en ocasiones era tan vulgar que me hacía sentir incómoda.
-Oh cállate- el sale de la habitación y yo sonrió.
Amid es un idiota, pero es mi primo y mejor amigo, no me imagino una vida en donde el no este, y aunque estoy más que segura que cuando logre mi cometido el se irá lejos de mi no puedo rendirme. Me paro de la cama y voy al pequeño baño en dónde me ducho, hago mis necesidades y me observo desnuda frente al espejo, soy una linda chica no debo de sentirme cohibida por anda en el mundo, tomo un traje de baño sin verlo mucho y luego encima me pongo un vestido playero y estoy lista, o eso creo, ya que tenía muchos nervios de la reacción que tendría Amir al verme en traje de baño.
Camino hacia la parte del comedor o uno de ellos y me encuentro a todos sentados en la mesa mientras comen y ríen, Taylor me ve y su cara cambia de inmediato se que no le caigo bien y está bien, yo destruiré a su familia, pero eso ella aún no lo sabe, pero aunque suene tonto pareciera que lo sospechara desde hace mucho tiempo.
-Buenos días- murmuro y me siento al lado de mi primo ya que ese lugar está vacío y estaba segura de que ninguno de los presentes quería que me le sentará al lado.
-Buen día Katherine, niñas- dice Amir Garnet y sus hijas le sonríen, cosa que no hicieron conmigo, porque son unas maleducadas.
-Buen día Katherine- dicen en coro por obligación y no porque les nazca, pero o importa, hoy no me importa eso, no me importa no caerle bien a ellas, si no se quieren divertir conmigo tomaré a una de las camareras y me daré la vida que merezco, no me dañarían mi viaje.
Tomo mi desayuno en silencio mientras las niñas hablan sin parar y Amid se ríe, al terminar de comer Taylor se sienta en las piernas de su esposo mientras lo besa en la mejilla y el la toma de la cintura, no puedo ver esa escena por mucho tiempo así que aparto la vista y me paro viendo a Amid, no quería que ellos notarán los celos que me daban cuando veía esa clase de actos.
-Venga te mostrare porque soy la reina de los clavados- el se ríe pero me sigue, se que Amir nos sigue con la vista así que hago algo muy atrevido y me saco el vestido lanzándolo a una silla mientras corro para ganarle a Amid, espero que su esposa haya notado que su mirada recorrió todo mi cuerpo de manera descarada.
Llegamos a la parte más alta del yate mientras unos de los chicos de la tripulación nos dice todo con lo que cuenta el yate y Amid y yo alucinamos, minutos después llegan Adhara, Taylor y el señor Garnet, nos ven con una sonrisa que les devuelvo, yo no caería en el juego de su esposa e hijas, yo si sabía como comportarme como una señorita.
-Amid y yo vamos hacer una competencia de clavados, ¿te nos unes?- le pregunto a Adhara pero esta me ve mal, como si yo estuviera loca.
-No deseo partirme la cabeza por andar de cabra loca lanzándome del yate- su tono de voz está lleno de prepotencia que me hace sonreír, niña estúpida, quería ver cómo se pondría cuando yo fuera su madrastra.
-¿y usted señora Garnet?- Taylor niega con una sonrisa fingida, porque sabía que lo hacía solo porque se encontraba su esposo e hijo, porque de lo contrario ni me hubiese visto.
-No cariño, ya no tengo edad para esas cosas- me encojo de hombros y veo a Amid el cual se está preparando, pero antes de que saltemos el señor Garnet se quita la camisa y se nos acerca, evite soltar un suspiro al verlo.
-Yo si saltaré chicos.
-Cuidado te lastimas papa- le dice Amid con sorna y su padre rueda los ojos, la verdad es que el señor Amir Garnet estaba en mejor forma que su hijo.
-Estoy en mejores condiciones que tu jovencito- me rio y trueno mis dedos.
-Ok, a la cuenta de, 1, 2, 3- grito y los tres corremos un poco para luego saltar
Siento el aire en mi cara y luego el agua, me hundo y abro los ojos, dios aunque me arde la vista, esto es bellísimo subo y respiro Amid se encuentra a mi lado y segundos después aparece el señor Garnet riendo, nadamos un rato en las aguas cristalinas de las Bahamas mientras nos reímos y nos lanzamos un poco de agua, me siento tan bien en estos momentos, los chicos de la tripulación nos dicen que tienen las motos de agua lista, pero que solo son dos, así que hago un puchero, yo quería mi propia moto.
-Venga súbete conmigo- me dice Amid pero niego.
-No mejor yo subo primero y luego subes tú, era una mejor idea.
-Que no, no te pongas pesada Mosses, súbete conmigo- ruedo los ojos y tomo la toalla que me pasa una de las camareras para quitar el exceso de agua de mi cabello.
-No me montare contigo, no sabes manejar una moto de agua Amid, tendremos un accidente- le recuerdo pero a él no parece importarle lo más mínimo.
-Tampoco es tan difícil- se excusa causando que su padre ría, no era difícil pero yo valoraba mi vida.
-Yo si se manejar, ven Katherine móntate conmigo- me dice y cuando voy a aceptar aparece Taylor con un pequeño traje de baño, al parecer quería llamar la atención de todos porque los hombres de la tripulación no evitan verla.
-¿Amor me llevas a dar una vuelta?- le pregunta con coquetería y una sonrisa.
-Iba a llevar a Katherine- la gran señora me ve con altanería y le lanzo una sonrisa de lo más hipócrita, tenía que dejar que disfrutará lo más que pudiera porque en algún tiempo solo le quedarían los recuerdos.
-No se preocupe Sr. Garnet, lleve a su esposa yo espero a que Amid se estrelle para que sea mi turno.
Ellos se van en las motos de agua mientras que uno de los chicos de la tripulación acompaña a Amid para enseñarle, me siento para verlos mejor y veo a la camarera, es muy bonita, no la había notado antes aparenta unos 30 años, su piel es blanca pero no un blanco pálido si no un blanco broceado y su cabello rojo, sus ojos son marrones oscuros y le sonrió, se veía como una persona que me aceria bien.
-¿llevas mucho tiempo trabajando acá?- me sonríe y se acerca y eso me gustó, no me gustaban las personas que no se atrevían a verme a los ojos y ahablarme a la cara.
-¿Katherine verdad?- asiento y ella me sonríe- llevo trabajando y viviendo 10 años acá en las Bahamas.
-Me imagino que te debe de gustar mucho, yo amo este lugar, me da paz y tranquilidad, en Londres no puedo ser una cabra loca como me dijo la odiosa de Adhara- la chica se ríe y me parece tan conocido esa risa, pero no se de dónde, debo de estar loca- ¿te he visto antes?
-No lo creo señorita- hay algo en ella que me parece tan extraño pero asiento, porque deben de ser cosas mías, no hay otra razón más que me esté volviendo loca.
Cuando el señor Garnet y su señora llegan se ven molestos, Taylor se baja de la moto sin ni siquiera verlo y camina rápido, mientras que su esposo se baja serio, nos ve y nos lanza una sonrisa que no llega a sus ojos, como si lo hiciera por mero compromiso.
-¿ahora si me dará ese paseo?- le pregunto con coquetería y el sonríe mientras niega como si no pudiera creer que fuera tan descarada.
-¿Pues qué esperas para montarte?
El señor Garnet conduce a alta velocidad mientras rio, nos alejamos mucho del yate, el maneja muy bien, aprovecho el momento para enredar mis brazos fuertemente en su pecho y pegarme lo más posible a su cuerpo, cuando se que nadie ve lo que estamos haciendo ya que estamos muy lejos dejo un beso en su hombro y acaricio suavemente su pecho, siento que se tensa pero aun así no dice nada, va bajando la velocidad hasta que se para, siento que su corazón está acelerado aunque el aparenta tranquilidad.
-¿Por qué haces eso?- me pregunta sin girarse y suspiro, porque no hacerlo?
-No lo sé, usted tiene algo que me atrae, como si fuera un imán- confianzo porque era la pura verdad, tenía algo que me llamaba a pecar.
-Ya hablamos de eso Katherine- me recuerda en un tono de cansancio como si no quisiera lidiar con eso en este momento.
-Lo sé Sr. Garnet, la verdad discúlpeme- la verdad es que no lo sentía, aprovecharía cada oportunidad que tuviera para tocar su piel
-Falak...
-Desde hace mucho tiempo nadie me llamaba así- le digo y él se medio voltea y me sonríe y yo no sé porque.
-Ese es tu nombre, nose porque todos se empeñan en llamarte Katherine- muerdo mi labio inferior y me encojo de hombros, Katherine era más sencillo más elegante.
-Mi madre se llamaba Falak también y mi padre no tolera que nadie se la recuerde, y en eso entra mi nombre- era la pura verdad lo sabía muy bien aunque tratara de hacer como si nada.
-Tu madre era una chica muy bella, aunque muy joven para toda la responsabilidad que tenía encima, desde ahora te llamare Falak- el al parecer estaba empeñado en eso.
-No creo que a Farid le guste eso- el se ríe y niega como si no le importará.
-No le diremos a tu padre, tu familia es algo loca Falak- él hace una pausa para luego continuar- aunque llevan nombres árabes se presentan con su nombre no árabe- me rio, era algo muy nuestro, éramos tan árabes como londoniences.
-No hay algo como nombre no árabe- el asiente serio como si estuviera pensando sus próximas palabras.
-Claro que si, tu tía Fernanda se llamaba Kalila Fernanda, pero todos sus amigos la conocían como Fernanda, nadie conocía su primer nombre, tu papá se llama Farid Fabián, pero se presenta como Fabián y tú, Falak Katherine.
Seguimos hablando por un largo rato, en donde nos reímos y el recuerda como era mi tía, la describe como una mujer extremadamente bella, pero que él no supo tratar, ambos cometieron muchos errores, errores que yo no me permitiré cometer, yo no hare lo mismo que mi tía, yo si hare un buen trabajo, no permitiré que el vuelva a los brazos de la Gordon.
Cuando volvemos al yate noto como Taylor está furiosa pero no le tomo importancia, que se vaya enterando de una vez que la dueña de su esposo soy yo, es mejor que se vaya dando cuenta. Porque yo no dejare ir a Amir Garnet, me dejaba a dejar que esto se quedará así, tenía que demostrarle que el era mío.