El Berserker, mientras tanto, se detuvo al final del pasillo y se volteó a mirar a todos. Jane y Tarin atacaron con todas sus fuerzas, pero las flechas rebotaban en la piel del zombie y los carámbanos simplemente se rompían en pedazos. El fuego parecía que era lo único que podía hacerle daño, pero no pareció afectar mucho al zombie.
Miriam curó a Adam lo mejor que pudo, pero no tuvieron ni tiempo de hablar cuando el Berseker comenzó a correr hacia ellos de nuevo.
Mientras tanto, cierta persona estaba pendiente de la pelea. Tracel observaba todo desde su apartamento y, si bien estaba seguro de su plan, el poder del zombie Berserker le había sorprendido.
"¿Un zombie puede adquirir tal poder? ¿No es un poco ridículo?" Pensó. Según la información que su hermano le había dado sobre el superbloque, habían otros 5 zombies con ese poder en el edificio. Tracel maldijo cuando se dio cuenta de que quizá tendría que comenzar a tomarse en serio lo de subir de nivel. Salió de su trance y llamó a Carlos.
—Adam está combatiendo, comiencen a limpiar los apartamentos más fáciles. Hagan lo que hagan no se acerquen a los apartamentos peligrosos, el poder de los zombies es mucho mayor de lo esperado.
En el superbloque, Carlos y su grupo escuchaban el ruido de la pelea en curso mientras intentaban escuchar a Tracel en el teléfono.
—Bien, comenzaremos —dijo Carlos antes de colgar.
—Ahora nos toca a nosotros. Mi grupo comenzará a limpiar la planta baja. Alfred y los demás subirán al tercer piso.
—¿Quieres que bajemos las escaleras? ¡Adam y su grupo parecen estar luchando en el pasillo! —exclamó uno de los hombres.
Carlos pensó un momento y al final concluyó que valía la pena sacrificar la planta baja por la ventaja que obtendrían en todos los demás pisos. Alfred observaba a su padre atentamente. Se dio cuenta enseguida de que estaba sudando y que la mano que sostenía sus espada le temblaba ligeramente. Él también estaba muerto de miedo, sobre todo al pensar en los anteriores combates en los que había estado involucrado. Un breve vistazo a todo el grupo le reveló que los demás no estaban mucho mejor, y que solo el hecho de que su padre pudiera mantener una aparente calma evitaba que todos entraran en pánico.
"El plan de mi padre puede funcionar, pero… ¿Podemos limpiar los apartamentos sin la ayuda de Adam?" Alfred comenzaba a dudarlo.
Carlos marcó en su celular otro número y se comunicó con otro grupo de supervivientes en el piso 8.
—¿Han? ¿Me oyes?
—¿Ya es hora?
—Si, comienza a limpiar los apartamentos y evita las zonas peligrosas.
—Perfecto.
En el piso 8, Han colgó el celular y se limpió el sudor de la frente. A sus espaldas estaba un grupo de cuatro personas que le observaban con preocupación.
—Será mejor que nos pongamos en marcha.
Los demás asintieron y luego se apartaron para dejar pasar a una quinta persona que hasta entonces estaba fumando junto a la ventana. En sus manos sostenía un rifle de asalto y vestía su uniforme de la Guardia Nacional.
El desastre había agarrado a Noah en medio de su rutina de patrulla. Luego de abandonar el extraño sitio oscuro, apareció en el estacionamiento, justo frente al superbloque.
Luego de su súbita aparición, tuvo la suerte de que ninguno de los zombies respondiera a su presencia en los primeros segundos. Sin embargo, esto no duró mucho tiempo, pues él y las pocas personas en el estacionamiento se vieron atacadas por todas partes
Noah logró retirarse al superbloque y, en medio de su ataque de pánico, ascendió un piso tras otro hasta alcanzar el octavo, en donde limpió los pasillos de zombies. Finalmente, allí mismo, se reunió con un grupo de sobrevivientes.
—En marcha —dijo Noah antes de salir del apartamento.
Mientras tanto, en el primer piso, la pelea contra el Berserker continuaba. Esta vez el zombie no cargó con todas sus fuerzas, por lo que logró detenerse justo después de que Adam lograra esquivarle al entrar en uno de los apartamentos.
Marlen intentó acercarse y atacar con su hacha, pero no pudo penetrar la gruesa piel del zombie. En cambio, el zombie la golpeó con el antebrazo y la hizo volar por encima de la reja y hacia la planta baja. Marlen cayó en el barranco, entre la hierba alta, y desapareció de la vista.
—¡Hermana!
Miriam saltó hacia la planta baja antes de que Adam pudiera detenerla. Sin tiempo para maldecir, el Berseker se acercó a él e intentó golpearle de nuevo.
Adam esquivó el golpe y disparó otra ronda de llamas antes de retroceder hacia el apartamento. El fuego continuó consumiendo la gruesa capa de piel que parecía detener todos los ataques.
Por suerte para Adam, el Berserker era lento en espacios estrechos. Razón por la cual logró retroceder hasta uno de los cuartos y esperar a que otra carga del lanzallamas pudiera utilizarse.
Adam se escondió y preparó una emboscada. Cuando su arma estuvo preparada, respiró profundo y esperó el momento correcto. El Berserker entró en el apartamento, destruyendo todo lo que le interrumpiera el paso. Finalmente se detuvo y comenzó a revisar todas las habitaciones. Jane y Tarin le siguieron en silencio, sin provocarle, conscientes de que sus ataques serían inútiles.
Adam esperó escondido junto a la puerta y, justamente, cuando el zombie se agachó para entrar, disparó el lanzallamas directo a su rostro.
Esta vez el fuego surtió efecto y el zombie gritó de dolor. Adam, que en un principio pensaba escabullirse por entre el zombie y la puerta, tuvo que retroceder cuando el Berserker comenzó a destrozarla, junto con el muro y un viejo televisor que estaba cerca.
Para cuando el zombie recuperó el control y observó a su alrededor, Adam notó que le faltaba un ojo y parte de su cara estaba desfigurada.
No tuvo mucho tiempo para sorprenderse por el poco daño que había causado, pues el zombie le detectó de inmediato. Adam repitió el ataque anterior con su última carga, pero el Berserker alzó uno de sus brazos, bloqueó la llamarada y avanzó hacia él, ignorando las nuevas quemaduras.
Adam rodeó al zombie e intentó acercarse a la salida. En ese momento, Jane apareció y disparó una flecha desde el pasillo, que rebotó en la espalda del Berserker sin causarle daño.
—¿Qué pasa con esta cosa? ¡Nada funciona! —gritó ella exasperada.
Adam también pensaba lo mismo, pero estaba muy ocupado intentando evitar ser aplastado contra la pared. El Berserker, esta vez, se tomó su tiempo para acercarse paso a paso a Adam, sin dejar de mirar el lanzallamas.
Observando esto, Adam levantó el arma, y cuando el berserker levantó el brazo para detener las llamas, Adam corrió hacia el pasillo.
El Berserker tardó unos segundos en darse cuenta de lo que pasaba, por lo que Adam logró rodearle y esquivar un golpe por unos pocos centímetros.
—¡Fuera del apartamento! ¡Ahora!
Tarin y Jane retrocedieron junto con él. Miriam y Marlen aún no se veían por ninguna parte, pero Adam estaba más preocupado por ellos mismos. El Berserker cargó contra ellos desde atrás. Adam siguió a los demás fuera del apartamento, pero escuchó los pesados pasos del Berserker justo a sus espaldas.
Adam se lanzó al suelo a tiempo de esquivar a la mole que le seguía. El zombie siguió adelante, destrozó la reja del pasillo y cayó a planta baja, golpeando el barranco en el fondo y haciendo un ruido horrible.
Por suerte, en la planta baja no había otro de los zombies peligrosos, pero de los apartamentos y pasillos comenzaron a salir una miríada de zombies Stalkers junto con Crawlers y Brawlers.
Además, algunas de las llamas que aún consumían el cuerpo del Berserker prendieron fuego a la hierba seca y un gran incendio se extendió pronto por todo el barranco.
—¿Ahora que hacemos? —Tarin estaba temblando.
—Bajar y encontrar a Marlen y Miriam. Vamos.
Antes de que bajaran, en los pisos superiores se escuchó el sonido de varios disparos y lo que parecía una gran pelea. Adam miró hacia arriba y frunció el ceño, pero decidió que primero debía acabar con el Berserker antes de preocuparse por otra cosa.
Aprovechó el breve momento, en el cual el incendio todavía no alcanzaba la planta baja del edificio, para saltar y matar a los zombies más cercanos. No tardó mucho tiempo en encontrar a Marlen, que luchaba contra dos Brawlers mientras protegía a Miriam
Sin embargo, antes de que el grupo se reuniera, el Berserker volvió a la acción. Lleno de ira y completamente cubierto en llamas, salió de en medio del incendio, dispuesto a matar a Adam.
El zombie cargó contra él con una furia inigualable, mucho más rápido de lo que era antes. Jane y Tarin dispararon otra vez y, para su sorpresa, sus ataques funcionaron.
—¡Sigan atacando, en algún momento morirá! —gritó Adam.
Sin embargo, los ataques no detuvieron al Berserker. Este siguió adelante imparable y alcanzó a Adam, que volvió a cubrirlo en llamas antes de ser golpeado y enviado contra la pared.
El golpe fue mucho más fuerte que antes. De un solo golpe Adam quedó gravemente herido y perdió la conciencia.
Marlen se acercó con cuidado, pero cambió de opinión cuando vio el estado en el que había quedado Adam
—¡No paren de atacar! —gritó, mientras pensaba en una manera de atacar.