En el pasillo de abajo se encontró con buenas noticias. Había un par de zombies muertos. Alguien los había matado recientemente. Aún quedaba un puñado de ellos, pero no causaron muchos problemas. Pronto, Adam se encontró frente a media docena de cadáveres calcinados. Se acercó al primer apartamento y tocó la puerta. Para su alivio, abrió una de sus vecinas.
—¡Adam! Así que estás vivo después de todo.
—Si, Jane, me alegra que estés bien. El mundo se ha vuelto loco.
—Te invitaría a pasar, pero tengo la casa vuelta un desastre y la verdad es que no esperaba que nadie se atreviera a salir de su apartamento.
Jane era una mujer hermosa, y aunque Adam y ella habían tenido un par de citas, nada había salido de ello. Su personalidad era tan brillante como el sol, y a pesar de la situación en la que se encontraban, ella seguía hablando y sonriendo como siempre. Sin embargo, Adam notó que tenía los ojos enrojecidos y que su tono de voz era diferente. Era obvio que todo esto le había afectado, por lo que procedió a explicar de nuevo lo que sospechaba.
—Te ayudaría, pero no puedo más. No sabes lo cerca que he estado de morir. Solo maté a estos zombies en el pasillo cuando noté que podía hacerlo sin riesgos. No estoy preparada para algo más fuerte.
Adam se sintió algo decepcionado. Estaba a punto de despedirse cuando la puerta del apartamento de al lado salió volando de un golpe y un zombie apareció gruñendo. Adam maldijo, blandió el lanzallamas y disparó, mientras que Jane cerró su puerta de golpe.
[Zombie Crawler]
Para su horror, el zombie saltó, evitó las llamas y se pegó al techo como una araña, avanzando hacia él con una velocidad espeluznante.
Adam corrió por su vida, subiendo los escalones de tres en tres hacia su apartamento. El zombie se agarró de las rejas de la escalera para subir, pero Adam presionó la boca del lanzallamas contra la mano del Crawler, que gritó con rabia y saltó al suelo. El monstruo detuvo unos segundos a observar la horrible quemadura que había dejado el metal caliente en su mano y luego subió las escaleras, tras su presa.
Contando los segundos, Adam se dio cuenta de que el zombie le alcanzaría antes de que pudiera recargar su arma, así que se detuvo y se preparó para un combate desesperado, justo frente al apartamento de los Marriz.
Se ocultó detrás del muro junto a la escalera y esperó. El zombie llegó unos instantes después, dando enormes zancadas y muy enojado. Adam gritó, se abalanzó contra él y presionó la boquilla ardiente del lanzallamas contra su pecho. El súbito ataque le hizo perder el equilibrio, por lo que Adam logró llevarlo hasta la reja y arrojarlo hacia abajo.
Sin embargo, antes de caer, el zombie logró agarrarse de la baranda. Adam presionó nuevamente la boquilla contra sus dedos y este cayó desde el cuarto piso aullando de dolor. Esto alertó a todos los zombies en los demás pisos e incluso a algunos en el edificio de enfrente.
Adam se asomó y miró hacia abajo, pero como se temía, el zombie aún estaba vivo y más enojado que nunca. Se levantó y comenzó a escalar los pisos saltando de baranda en baranda, ignorando el dolor de sus quemaduras.
Adam retrocedió hacia el pasillo y esperó a que el zombie subiera. No pasó mucho tiempo hasta que la criatura apareció y le miró desde la baranda con lo que parecía una inteligencia maligna.
Adam no disparó, esperó a que el zombie se acercara, cosa que hizo despacio y sin despegar la mirada del lanzallamas. El monstruo era más inteligente de lo que él esperaba, por ello intentó conservar la calma y no apresurarse. La criatura continuó avanzando y él retrocediendo. Dejó atrás el apartamento de los Marríz y se dirigió paso a paso hacia el de Emma.
Para ello dobló una esquina y se agachó detrás del muro, perdiendo de vista al zombie por un momento, cosa que casi le hace perder la vida. En vez de seguir por el pasillo, el zombie saltó, pasó por sobre el hueco de las escaleras y sobre el muro y cayó detrás de Adam.
Adam se dio cuenta de lo que sucedía justo en el último momento, y solo se salvó porque se detuvo a esperar a que el zombie cruzara la esquina. La criatura saltó hacia él mientras Adam se giraba desesperado. Sintió un fuerte golpe en las costillas, donde el zombie, utilizando su brazo como una lanza, le atravesó con sus largas uñas. Pero en ese momento, y por puro instinto, alineó la boquilla del lanzallamas con la cabeza y disparó.
La cabeza del zombie se cubrió de llamas e instantes después explotó violentamente, dejando el pasillo aún peor de lo que estaba.
Adam cayó al suelo en agonía por el dolor. Pero aún en esa situación tuvo la suficiente claridad mental para arrastrarse hacia su apartamento y usar una poción de salud
El resultado fue increíble. Su herida se cerró y el dolor cesó. Pero Adam no se detuvo, también consumió uno de los antídotos de Emma. No tenía que ser un genio para adivinar que los zombies probablemente podían infectar humanos. Luego de unos minutos sin que sucediera nada, respiró aliviado.
Sin embargo, las pociones de salud parecían venir con un efecto secundario bastante desagradable. Adam tenía hambre y sed, como si llevara días sin comer ni beber. Además, sentía un cansancio tan grande que estuvo a punto de quedarse dormido en ese instante.
Adam se levantó dispuesto a preparar algo para comer, pero se llevó una desagradable sorpresa. De los grifos salía un chorrito de agua ridículo, lo que frustró un poco la preparación de una pasta. Lo mismo pasó con la cocina de gas, solo una hornilla funcionaba y apenas desprendía una llamita. Supuso que tenía que ver con la limitación de los servicios de la que hablaba el sistema.
"¡Dios santo! No ha pasado ni media hora desde que todo esto inició y siento que he estado combatiendo durante días" Pensó.
Al final decidió no pensar más y devorar lo que había preparado para luego irse a dormir. Al principio dudó si dormir era una buena idea, pero estaba tan agotado que no tenía otra opción. Así que decidió descansar solo media hora y así no perder tanto tiempo.
Justamente cuando cerró los ojos y estaba a punto de dormirse, un nuevo mensaje le sobresaltó.
[Ingeniero ha subido a nivel 3].
[Nuevas habilidades desbloqueadas:].
[Experticia básica con lanzallamas: has sobrevivido combates difíciles utilizando un solo tipo de arma, la próxima vez encontrarás su manejo mucho más fácil].
Antes de que pudiera alegrarse por lo sucedido, se quedó dormido. Media hora más tarde despertó con el ruido de la alarma que había colocado en su teléfono. Se sintió como si hubiera dormido toda la noche.
Se levantó de su cama y fue a abrir la puerta de su cuarto, pero la puerta se abrió de golpe cuando jaló la manija. Alarmado, pensó que había un enemigo oculto, pero cuando nada sucedió, miró su mano extrañado. ¿Qué había sucedido?
Incapaz de dejar el asunto de lado, intentó repetir el proceso y probar otras cosas. Al final se dio cuenta de que era más fuerte que antes. La prueba definitiva era que ahora podía levantar con mucha más facilidad una pesa con la que hacía ejercicio anteriormente.
Luego de algunos experimentos más, se dio cuenta de que también era más ágil y parecía estar en mejor condición física. El cambio no era tan grande, pero si era perceptible. La única explicación que encontró era el nivel que había ganado antes de quedarse dormido.
Un poco más animado ante la idea de que no solo los zombies se estaban haciendo más fuertes, Adam agarró su lanzallamas y probó su nueva habilidad.
La experticia en armas mecánicas le permitía saber lo básico sobre todas las armas de ese tipo, pero la nueva habilidad estaba concentrada en el lanzallamas. Con solo sostenerla se dio cuenta de que el arma era mucho mejor de lo que imaginaba. Por ejemplo, presionando el gatillo solo un instante, podía disparar varias llamas antes de que tuviera que esperar a que se volviera a recargar. También aprendió mucho sobre las propiedades de la llama que disparaba. Adam lo había notado ya, el fuego del lanzallamas era bastante potente.
Ahora entendía que el fuego poseía propiedades mágicas que le permitían consumir hasta las cenizas todo lo que tocara; todo de una manera mucho más rápida.
Con más confianza salió de su casa preparado para limpiar el resto del edificio. Fue entonces cuando se dio cuenta de que los gritos y gruñidos de las constantes peleas en todas partes se habían detenido. Solo de vez en cuando podía escucharse alguna que otra pelea y, para el horror de Adam, en el super bloque de enfrente, observó zombies caminando por los pasillos, algunos de ellos de apariencia diferente.
Adam no pudo encontrar a ninguna persona matando zombies, lo que le llevó a preguntarse por qué él estaba haciéndolo. Si bien sabía que sus razones tenían sentido, no podía evitar pensar que Tarin y Jane, a los cuales les había explicado lo que intentaba hacer, se negaron a ayudarle. Todos continuaban encerrados en su casa, esperando que los zombies no les atacaran.
Además, ahora se daba cuenta de que subir de nivel era muy importante, pues los zombies estaban evolucionando constantemente y aquellos con nivel bajo serían presa fácil para aquellos monstruos.
Se dio cuenta de que su talento era mucho más poderoso de lo que había pensado. Mientras los demás estaban todavía paralizados por el miedo y la incertidumbre, él no dudaba ni un segundo en adaptarse al nuevo mundo.