LA PREGUNTA
El estar sentada por varios minutos mirando al horizonte en una tarde con un cielo entre rojizo y naranja tenue hizo que mi mente se perdiera entre mis pensamientos, llegando a uno en especial.
— ´´Dalia nunca te acerques a los cazadores, mantente lejos de ellos como lo haces con las fieras salvajes, ellos son aún más peligrosos y crueles´´ — replicaba mamá de forma contaste y persistente día a día, para que jamás lo olvidara.
El motivo aún era confuso para mí, pero lo más importante que debía saber era que un infierno se desataría en el momento que uno de ellos colocara sus manos en mí, el solo pensar en eso hacía que una corriente de escalofrió recorriera toda mi espalda hasta llegar a mi nuca, dejando una sensación horrible en todo mi ser, haciéndome volver a la realidad.
Voltee y vi a mi hermano acercase a mí.
—Es hora de irnos o mamá se preocupará, andando Lía— dijo mi hermano mientras se acomodaba su ropa arrugada por el duro trabajo que había hecho en todo el día, moviéndose en dirección a casa.
´´Lía´´ era la forma cariñosa en la que se dirigía Tyler hacia mí, era su apodo favorito de hermano mayor y a mí me gustaba mucho.
—¡Espera! ¿Has olvidado que día es hoy? No podemos llegar a casa con las manos vacías, Tyler, mama se pondrá muy triste. Lo sé. — No podía simplemente ir a casa así, no podía y no quería.
—¿Pero de hablas? Tyler pensó por un momento, luego entendió a que me refería, se golpeó la frente con la mano abierta compensando su pérdida de memoria momentánea. Tienes razón, lo había olvidado, pero ¿que podríamos llevarle? Es tarde y lo sabes, será peor para nosotros si no llegamos pronto. —
Ambos volteamos y contemplamos el atardecer por unos segundos antes de mirarnos nuevamente. —Se lo que estás pensando y mi respuesta es NO, andando—
—Pero Tyler, las flores del otro lado del puente son hermosas, sé que es peligroso, pero mamá las amará, solo por hoy. No podemos llevarle nada más que eso, anda hermano por favor, solo será un momento… — Y antes que pudiera terminar mi suplica intensiva Tyler suspiró y asintió lentamente su cabeza ante mi oferta.
Corrimos lo más rápido que pudimos cruzando de apoco el gran puente de la cuidad que unía las fronteras de la gran y poderosa cuidad de ´´Kratos´´ y la miserable e insignificante cuidad de D´mell, tuvimos que serpentearnos entre la multitud, a pesar que ya estaba cerca la noche, las calles estaban repletas de gente como si fueran tan solo medio día. Mi hermano agarro fuertemente mi mano con la suya para evitar que me perdiera, después de empujar a diestra y siniestra a quien se nos cruzaba en el camino logramos llegar al otro lado del puente.
Me quede perpleja mirando este lado del puente, nunca antes lo había cruzado, la sensación era increíble, un sentimiento de liberación y énfasis cubrió mi boca hasta que mi hermano haló mi brazo y me hizo mirarlo.
—Concéntrate, estamos de pasada recuérdalo. Debe ser rápido, corremos peligro, tú corres peligro. Y antes de girarse por completo, me miro y me dijo con voz baja pero firme. Y Lía no te alejes de mí, entendido— asentí en confirmación ante mi hermano.
Él tenía razón lo único y más importante era tomar las flores más lindas a la vista para mamá, al menos este día debíamos darle algo que demostrara lo importante que era para ambos.
Estaba tan entusiasmada recogiendo las flores que me fui alejando gradualmente de mi hermano y acercando a las tiendas cercanas del lugar. Sin querer tropecé con alguien, el golpe hizo que mi cabeza doliera, enseguida me disculpe, pero cuando alce la mirada pude ver quien tenía enfrente y la horrible sensación del escalofrió, miedo y horror rodeo mi cuerpo por completo.
Tenía enfrente de mi a un ´´cazador´´ mi mente quedo en blanco, pude reconocerlo de inmediato por su inconfundible mascara oscura en forma de algún depredador que por el momento la tenia de un lado de su cabeza mostrando su rostro, mientras mi cuerpo se congelo el tipo me miro.
—Eh, ¿estas bien? Lo lamento no te vi, me entretuve mirando todo el lugar que no pude notar a una personita tan pequeña y linda como tú. — Comentó el cazador con una sonrisa picarona hacia mí.
Como no respondí enseguida se quedó observándome por unos segundos, hasta que su aura se volvió sombría y aterradora, sentía como si mi pobre alma estaba siendo absorbida por los ojos de un depredador. Entonces hizo la pregunta que jamás debía responder.
—¡Tu! ¿Qué signo del zodiaco eres? Sentía como toda mi vida pasaba enfrente de mis ojos y mi destino ya marcaba mi final, mis piernas perdieron fuerza por completo y estaba a punto de caer hacia atrás cuando de pronto algo ocurrió, una carreta con canastas encima apareció y volcó por unos baches justo enfrente del cazador haciendo que retrocediera enseguida.
En menos de lo que entendía la situación, mi hermano corría sosteniendo fuertemente mi mano llevándome a través del puente a toda velocidad, gracias a todo el polvo que cubrió la zona del impacto y la actuación inmediata de mi hermano, el cazador me perdió de vista.
Después de un rato de haber corrido sin descanso detrás de Tyler, mi mano y mis pies empezaron a doler uno por el fuerte apretón que aún se mantenía y los otros por todos lo que habíamos corrido.
—¡Para Tyler! Me lastimas, ya no puedo correr más, detente, ¡Que me sueltes!… y antes que terminara de hablar Tyler se metió a un callejón y me lanzó frente a un muro, mi espalda dio contra el muro y caí al suelo, el dolor cubrió toda esa parte y apenas volví a abrir mis ojos empecé a toser muy fuerte por la falta de aire que ocurrió de un momento a otro.
Iba a hablar y mi hermano lo hizo primero. —¿Qué rayos pasaba por tu mente? Te dije claramente ´no te alejes de mi´ ¿estás loca o eres tonta Dalia? ¡Sabes lo que hubiera pasado si no actuaba enseguida y te alejaba de ese tipo, siquiera lo sabes!
Cerré mi boca enseguida, mi hermano estaba muy enojado, él no usaba mi nombre completo a menos que de verdad lo estuviera; tampoco tenía palabras para negar lo que estaba diciendo, tenía razón, fui muy tonta al no fijarme hacia donde iba y alejarme demasiado. Lo único que podía hacer era disculparme por mi error.
—Lo lamento, fue mi error. Yo solo quería recoger muchas flores bonitas para mamá, de verdad lo siento, yo… mis lagrimas cayeron sin que pudiera detenerlas. No lo haré de nuevo Tyler, te lo prometo. —
El aún se veía muy enfadado y estaba a punto de decir algo con mucha fuerza, pero no lo hizo; en su lugar tenso la mandíbula, respiro muy profundo, dejo salir un gran suspiro y me miro.
—Para de llorar, se nos hace tarde, mamá debe estar muy preocupada. Sentí un nudo en la garganta enorme mientras mi hermano se iba alejando de mí, hasta que me miro de reojo y me dijo. Y venga Lía sécate las lágrimas, andando. —
Yo solo sonreí aliviada y apresuré el paso junto a él en dirección a casa, sosteniendo las pocas flores que aún se mantenían en mis manos a pesar de todo lo que había sucedió.
***
Al llegar a casa y abrir la puerta, pude notar como realmente nuestra madre estaba muy preocupada. Mi madre se balanceo frente a mi primero dándome un abrazo muy fuerte haciendo que su dulce aroma de ´lavanda´ que siempre desprendía se acentuará en mi nariz y cubriendo también gran parte de mi cara con su hermoso cabello semi rizado color café castaño.
—¡Mama!
Me interrumpió en cuestión de segundos.
—¿Estas bien hija? Volteo hacia Tyler y lo miró con algo de enfado. ¿Dónde estaban? ¿Por qué tardaron más que lo de costumbre?
El solo se mordió el labio mientras miraba el suelo, no quería que fuera reprendido por mi culpa, así que saque las flores que aún estaban en mis manos y se las dí a mi madre.
—¡Feliz cumpleaños mamá! perdónanos por favor, nos retrasamos porque queríamos darte aunque sea este pequeño regalo mamá, trabajas todo el día en la recolecta de flores de la cuidad y sabemos que te gustan mucho. —
Mi madre trabaja recolectado flores todo el día, de allí su dulce aroma, las lavandas eran flores que la cuidad D´mell daba que era lo que al menos esta triste cuidad tenía para mantener a los que vivian en sus alrededores, pero, aunque mamá trabajaba incansablemente en eso, nunca podía darse el lujo de tener al menos un ramo de dichas flores, es por eso nuestra necesidad de darle algo parecido a un ramo este día especial.
Mi madre se sorprendió mucho al ver el aparente ramo desgastado de flores en mis pequeñas manos y sonrió, luego tomó las flores, se acercó a mí y me dio un tierno beso en la frente para después levantarse mirar a Tyler y darle un pequeño y también tierno golpecito en la frente.
—Eh mamá, duele— dijo Tyler hacia nuestra madre mientras se sonrojaba y miraba hacia otro lado.
—Es hora de cenar, niños—continuaba mama en lo que nos guiaba a la cocina.
Las cosas transcurrieron normales el resto de la noche y pude observar cómo mamá veía constantemente el ramo de flores que había colocado en un florero que encontró, sabia que le encantarían, luego optó por mandarme a dormir ya que se había hecho tarde, no dí ninguna excusa para evitarlo porque el cansancio se apoderaba de mi en cada paso que daba, aun así, no quería irme, sabía que apenas dejará la sala, mamá regañaría a mi hermano de una u otra forma.
Entonces fingí obedecer, fuí a mi habitación me recosté en la cama y cerré mis ojos, aparenté dormir, me hubiese gustado no dormirme realmente esa noche, porque ese momento fue el verdadero inicio de mi desgracia.