En las afueras del marquesado Fotia, se podía ver un llano con parches de rojo sangre y muchos cuerpos esparcidos.
Un hombre, vestido de negro y capa roja se encontraba parado en medio con espada en mano.
"Amigo mío, antes de morir al menos le hubieses enseñado a pelear, ni siquiera usé magia para eliminarlos. Espero me perdones, pero creo que fue tu culpa por haber malcriado tanto a ese chico"
Luego de decir esto, caminó hasta las puertas ubicadas en las murallas de la ciudad.
Al ver que su señor se acercaba, los soldados que se encontraban custodiándola hicieron un saludo a su señor.
Uno de los soldados llevó un caballo hasta Gladius para que este lo montara el resto del camino. Gladius hizo una seña de no querer montarlo.
Siguió adelante mientras contemplaba la ciudad que con tanto esfuerzo había logrado construir y no pudo evitar lamentarse al imaginar lo que le ocurriría al entrar en guerra con el propio Rey.
Un grupo de guardias iba despejando el camino, ya que las personas de la ciudad al reconocer que era su señor quien caminaba como uno más de ellos por la ciudad, se acercaban y extendían la mano para saludarle y desearle lo mejor.
En otros lugares y reinos hacer algo como esto podía llegar a costarles la vida, pero en este lugar Gladius era bien conocido por saludar directamente a la multitud.
El pecho de Gladius dolía al mirar especialmente a mujeres y niños que ahora sonreían, pero en el futuro estas sonrisas serian reemplazados por sufrimiento, miseria y hambre.
Todo porque alguien que heredó una posición que no se ganó por sus propios medios, siente envidia de lo que otro tiene.
Al entrar a la sala en el castillo, se podía ver que Sergio y Serg mantenían sus posiciones anteriores.
"Killa y Adara, serán trasladadas a otro lugar. Serg, tú te encargaras de su seguridad"
Dijo Gladius al sentarse.
"¡Sí, señor! Pero…"
"No te preocupes, no comenzaremos la pelea ahora, vamos a pelear contra el mismísimo Rey y llevará un tiempo de preparación. Te llamaré antes de comenzar nuestra lucha"
"Una sabia decisión, mi señor"
Para Sergio, la decisión de llevar a sus sobrinas a un lugar seguro era lo ideal.
"El problema, es que no sé cuál sería el mejor lugar para mantenerlas seguras. ¿Alguna sugerencia?"
"El Reino Oscuro, mi señor" Sugirió Sergio.
"Pero he escuchado que en ese lugar siempre es de noche, en el habitan muchos tipos de criaturas y no hay habitantes humanos allí" A Serg no le parecía buena idea este lugar.
"Exactamente por estos motivos, aunque descubran que las señoritas están allí, encontrarlas sin saber su ubicación exacta sería algo muy difícil; la falta de humanos es algo bueno ya que siempre puede haber alguien que los delate y es preferible vivir entre monstruos debilitados que entre humanos venenosos. Al menos estos, atacan de frente"
"Sergio tiene razón en lo que dice, especialmente la última parte. Está decidido, irán a vivir al Reino Oscuro. Partirán mañana mismo, Sergio, ve encargándote de escoger a las personas encargadas de su cuidado, recuerda que no pueden ser muchos para no llamar la atención y tendrían que ser aquellos en los que más confíes"
"Por supuesto señor, también me gustaría disminuir el personal que trabaja en el castillo para disminuir las posibilidades de otro espía, además de advertir a los que se queden de lo que ocurrirá con ellos si lo traicionan"
"Muy bien, pero hazlo cuando las niñas se hayan ido, ahora tu única prioridad es hacer los preparativos para su viaje"
"Sí señor ¿Usted mismo irá a informar a las señoritas sobre el viaje?"
"Así es"
Sergio y Serg abandonaron la sala para hacer los preparativos.
Ahora que sabía quién era su enemigo y el poder que este poseía, Gladius no se sentía cómodo sabiendo que sus hijas podían estar en peligro mientras permanecieran en este lugar.
Al llegar a la habitación de Killa, Gladius se detuvo y respiró profundo, luego tocó.
Killa estaba acostada en su cama leyendo un libro, mientras que Adara contemplaba desde el balcón una bella ciudad frente a sus ojos. La niña pasaba la mayor parte del tiempo junto a su hermana mayor, ya que no había nadie de su edad en este lugar con quien pudiese jugar.
"Adelante" Dijo Killa al escuchar los toques en la puerta.
Al abrir la puerta el viejo Gladius se puso un poco sentimental al ver a sus dos hijas, sus ojos se aguaron, pero ocultó este detalle de ellas.
Adara, al percatarse que fue su padre quien entró a la habitación, corrió a sus brazos. La niña solo tenía diez años, pero era increíblemente hermosa.
"Te has acordado de nuestra existencia y has venido a jugar"
En realidad, Adara hablaba por ella misma, ya que Killa tenía diecisiete años y consideraba estos juegos muy infantiles, siempre decía que no sin importar cuanto insistieran su padre y hermana.
¿Alimentar hormigas? ¿jugar a las escondidas? ¿Ver quién aguanta más la reparación bajo el agua? Claro que no, aunque no consideraba columpiarse o tirarse bolas de nieve como algo tan infantil y a veces participaba.
"Lo siento querida, pero vengo a decirles que tendrán que irse por un tiempo, mírenlo como una aventura en la que conocerán nuevos lugares"
Al escuchar esto, los ojos de Adara brillaron con emoción, pero se escuchó un "jmm" viniendo de Killa.
"¡¿Y cuándo nos vamos?!" Preguntó una emocionada Adara.
"Mañana mismo"
"¡Siii! ¡Me voy a empacar!" Y así una niña muy traviesa se dirigió a su habitación a empacar mayormente muñecas en una maleta.
"Dime ¿qué ocurrió realmente?"
Una vez que Adara abandonó la habitación, Killa aprovechó la oportunidad para preguntar.
"Existe una probabilidad muy alta de que la persona detrás de lo ocurrido a tu madre sea el propio Rey…"
Al escuchar esto Killa se puso muy furiosa, recordaba perfectamente a su madre y también la forma tan lenta y dolorosa en que murió. Los gritos de dolor que sentía cada noche y a los encargados de cuidarla saliendo con cubos llenos de trapos embarrados de pus y sangre.
"Quiero mantenerlas alejadas para garantizar que estén seguras y también mi nieto ¿Cuál será su nombre?" Preguntó Gladius mientras le entregaba una pequeña caja dorada.
"Arima" Respondió Killa mientras inspeccionaba la pequeña caja en sus manos.
"¿Sabes que es un nombre para niñas verdad? Espero y mi nieto no te guarde rencor al crecer" Luego de decir esto, Gladius comenzó a reír.
"Jmm, sabes lo que significa ¿Verdad papá?"
"Alma"
"Mm, me gusta mucho. Tengo que usar esto para hacer el símbolo de la familia en su oreja, ¿verdad?"
"Así es, tienes que hacerlo en su octavo día de vida"
"Mm, lo entiendo. Dime, como planeas pelear contr-"
¡¡BOOM!!