"¡Inicien el ataque!" - exclamó Rea mientras ordenaba a los soldados el disparar con sus ballestas.
Ren estaba haciendo un trabajo estupendo en distraer al monstruo mientras lo soldados reducían lentamente el HP total de la criatura.
Elisabeth estaba preparada para dar apoyo, después de todo, esas eran sus habilidades, a pesar de su personalidad, Elisabeth tenía una habilidad bastante útil para los primeros capítulos, aunque luego de la mitad del juego ella era prácticamente inútil, en cuanto a la función de esta habilidad era simple, hacía que el valor ofensivo de las armas de los soldados aumentaran a un valor total de 20 puntos, siempre y cuando las armas tuvieran un valor inferior a 50 puntos, lo que convertía las armas de los soldados en máquinas de destrucción al menos en los dos primeros escenarios. En cuanto a la contra de esta habilidad, era simple, Elisabeth era una mujer que solo velaba por sí misma, es por eso que para que el jugador pudiera hacerla trabajar, él tenía que usar un avatar masculino y tener una alta afinidad con la chica noble, y aún con todo eso Elisabeth solo podría usar esta habilidad un máximo de 1 vez por misión, aunque esa no era la peor parte, sino el hecho de que para poder conseguir la afinidad necesaria para que Elisabeth use su habilidad, el jugador necesita darle muchos recursos, los cuales tomaría al menos dos o tres escenarios, lo que volvería esta habilidad en una inútil porque para ese tiempo, el valor de las armas sería de al menos 80 a 100 puntos.
Rea miró a Elisabeth, quien simplemente sonrió en respuesta mientras los soldados sentían cómo su poder aumentaba considerablemente.
"¡ROAR!" - Ren soltó un poderoso rugido mientras continuaba bombardeando a la criatura con todos los hechizos de fuego que tenía en su repertorio, aunque esto era algo contraproducente, después de todo, el maná del chico aunque enorme, no era infinito - "¡Siente la ira de Ifrit, [Ignis Infernalis (Fuego Infernal)]!"
Una profunda aura divina empezó a rodear el cuerpo de Ren mientras el su piel empezaba a brillar de un intenso color carmesí, solo para que luego de unos segundos su cuerpo fuera cubierto por un mar de llamas - "¡ROAR!"
"¡Mierda, él está usando [Conexión Divina]!" - exclamó Elisabeth con el rostro pálido.
"¡Imposible, esa habilidad solo puede ser desbloqueada cuando Ren logra desbloquear por completo el anillo de los sabios!" - exclamó Rea mientras sentía cómo su cuerpo empezaba a liberar una enorme cantidad de sudor.
Los soldados rápidamente retrocedieron porque el fuego era demasiado poderoso, sin contar que no entendían qué mierda era lo que estaba pasando.
"¡Chicas! ¡Díganme qué es lo que sucede!" - exclamó Eric con el rostro pálido por el miedo.
"Ren está usando una habilidad llamada [Conexión Divina], un poder que está conectado con su sangre de héroe y su habilidad única, [Torre de Babel]" - respondió Rea mientras se limpiaba el sudor de su frente - "Esta habilidad logra crear una conexión con un ser divino y hacer que este tome posesión del cuerpo de su majestad, ganando un enorme poder, aunque para poder activar esta habilidad, el usuario necesita dos cosas, un catalizador adecuado (cosa que no tiene), y haber creado un contrato con dicha entidad (cosa que tampoco ha hecho porque el altar de Ifrit está en medio del desierto)"
Rea estaba confundida, perpleja de la extrañeza de la situación, en especial porque no tenía sentido, a menos que ella estuviera ignorando algo.
Lentamente, ella observó los alrededores, solo para notar cómo su el anillo de los sabios había desaparecido, de hecho, ella podía notar un intenso brillo rojo en uno de los dedos del príncipe, lo que demostraba que el anillo había volado por voluntad propia donde estaba su dueño.
"Bueno, eso explica el catalizador, pero todavía no se entiendo el por qué del contrato o cómo es que logró crear la conexión cuando el anillo recién estaba en su primera fase de desbloqueo" - pensó Rea con el ceño fruncido. Ella nuevamente empezó a mirar por los alrededores, solo para sentir cómo la situación se estaba empezando a salir de las manos.
Ren estaba absorbiendo todo el maná del gran cañón mientras su cuerpo estaba cambiando de forma a la de un demonio de llamas, aunque lo peor era que ella, tanto los demás soldados, podían escuchar el sonido de unos huesos rompiéndose.
"¡Ren!" - exclamó Erika con terror mientras veía cómo su amado tomaba una forma extrañamente familiar.
"¡Tranquila, no hagas algo loco!" - exclamó Elisabeth mientras intentaba tomar la mano de la chica de cabello rojo, aunque antes de que pudiera hacer algo más, ella vio cómo Erika corría donde estaba el demonio de fuego - "¡Erika!"
Rea intentó correr detrás de la chica de cabello rojo, solo para que ella fuera detenida por un pilar de fuego - "¡Erika, regresa, eso es peligroso!"
Erika no parecía estar escuchándolas, ella simplemente corrió donde su amado con lágrimas en los ojos mientras los extraños glifos en su espalda empezaban a brillar con un intenso color dorado.
"¡¿Despertar?!" - exclamó Rea mientras sus pupilas se contraían - "¡Espera, no vayas!"
El [despertar] era un momento delicado para un héroe, porque era básicamente contactarse con sus ancestros para que ellos le dieran una fracción de su poder, en otras palabras, mientras más fuerte fuera este ancestro, más poderoso sería el héroe, en el caso de Erika, bueno, su clan venía directamente de la sangre de la diosa Belldandy...
"¡Tengo que ir, si interrumpen su despertar, es posible que ella no pueda volver a moverse!" - exclamó Rea mientras miraba alrededor en búsqueda de alguna forma de poder resistir las calurosas llamas infernales que estaban rodeando el campo de batalla, y eso sin contar que el elemental de tierra parecía haber detectado el cambio en el aire y estaba observando detenidamente a Erika, quien estaba empezando a liberar dos alas blancas de ángel.
Sin pensarlo dos veces, el elemental se lanzó contra la sacerdotisa de la diosa, solo para ser detenido por un pilar de fuego.
"Tú... NO LE HARÁS DAÑO!" - rugió Ren mientras mostraba su nueva forma, una especie de ogro con enormes cuernos de carnero que tenía su cuerpo cubierto por una armadura de llamas. Su cuerpo de un verde oscuro y músculos grandes y robustos que le hacían parecer una máquina de muerte, un guerrero implacable que parecía irradiar un aura caliente que podría quemar incluso el mismo aire.
"R-Ren..." - murmuró Erika mientras abría lentamente los ojos al sentir un aura cálida frente a ella - "&%!$#"
Ren la miró antes de abrir su enorme mandíbula llena de dientes afiladas y responder - "!%&$$!!"
Erika sonrió ligeramente antes de que su cuerpo brillara cada vez más fuerte, al punto que los soldados tuvieron que cerrar los ojos.
Elisabeth y Rea simplemente se miraron entre ellas, confundidas de esta situación porque podían notar cómo el cuerpo de Erika parecía estar siendo rodeado por una especie de huevo de luz mientras sus alas angelicales se extendían por más de dos metros.
"¿Alguna vez viste esto?" - preguntó Rea mientras miraba a su amiga.
"No, esto es nuevo, estoy confundida" - respondió Elisabeth mientras negaba con la cabeza - "Es como si el mundo nos estuviera diciendo de esta forma que será mejor que pensemos bien las cosas porque ahora todo está por cambiar, en otras palabras..."
"Nuestro conocimiento es posiblemente inútil en esta situación" - murmuró Rea mientras se mordía el labio - "Esto es malo... la única ventaja que nosotros tenemos es que sabíamos lo que sucedería en el futuro, pero ahora..."
Elisabeth simplemente sacudió la cabeza mientras escuchaba a Ren, quien estaba usando la forma de Ifrit, estaba luchando cuerpo a cuerpo contra el enorme elemental de tierra.
El príncipe rápidamente invocó un martillo gigante de fuego mientras empezaba a darle fuertes golpes a la criatura, todo mientras protegía a Erika en su forma de huevo de luz de los ataques del monstruo de tierra.
El elemental de tierra solo podía rugir con furia al ver que su plan no estaba saliendo como pensaba, y la situación empeoraba con cada segundo que pasaba, incluso cuando él estaba empezando a pensar con mayor claridad. Era un sentimiento desalentador que lo primero que sintió, fue la desesperación de no poder superar esta barrera cuando estaba a punto de evolucionar en una criatura superior.
"¡ROAR!" - el elemental de tierra rugió con fiereza mientras hacía temblar todo el gran cañón con su poder, demostrando su enorme poder.
Ren le devolvió el rugido mientras sus músculos empezaban a convulsionar, solo para que de sus poros salieran cientos de llamas. La figura monstruosa del chico lentamente empezó a cambiar a una más bestial - [Ignis Monstrum (Monstruo de Fuego)]
El príncipe soltó un nuevo rugido mientras saltaba contra el elemental de tierra y le daba una firme mordida que le sacó un pedazo de su cuerpo.
El elemental soltó un rugido de dolor mientras miraba con terror cómo su "carne" era cercenada de su cuerpo, lo cual era extraño porque su raza consistía en una cantidad de maná elemental que lentamente empezaba a desarrollar consciencia, en otras palabra, él no tenía un cuerpo físico que ser destrozado, pero este... monstruo estaba causándole daño físico.