Continuando con su tarea para la tribu, Vera y Maco siguieron talando árboles.
—Sabes bien que Mia siempre fue de espíritu libre. Me preocupa que esté triste por su compromiso —
Dijo Maco.
Vera solo alzó sus hombros.
—¿Quién sabe? El matrimonio es algo natural para una dama, talvez ella este feliz por tener una pareja —
Maco dio un largo suspiro.
—Espero que sí, la flor de la tribu no puede marchitarse por ser regada por agua sucia —
Maco y Vera hablaban sobre el compromiso de Mia, pero ¿Qué hay de Mia?
Mia es una chica muy tierna y con un pensamiento lleno de curiosidad, pero esa curiosidad parece empañada por el miedo.
En una cabaña algo solitaria, Mia estaba pensando en su compromiso.
Su corazón tenía miedo.
Miedo de casarse, no por su pareja, sino por las responsabilidades y su felicidad.
Mia siente que todo será diferente una vez se case.
¿Por qué?
Bueno, porque una vez se case será la matriarca de la Tribu y ella no quiere terminar como la anciana.
Siempre ha tenido curiosidad por las cosas y todavía hay cosas que no ha visto ni experimentado.
Pero sabe también que esta es su deber, ella es la ñusta de la tribu y su casamiento es importante para la tribu y para el jefe.
Al final, Mia solo puede suspirar y resistir el impulso de llorar.
La tribu debe ser fuerte y ella también.
Mia salió de su habitación aún deprimida, pero con ganas de aprovechar el tiempo para descubrir más cosas.
Mia vagó por los campos de algodón, pasó por las barricadas que limitan con el bosque y se adentró a buscar algo que le anime.
Las plantas le solían interesar, después de todo son las que más abundan, pero después de un tiempo ya no le llamaban la atención. Así que comenzó a interesar por los animales.
Mientras se agachará solo un poco podría ver una variedad de animales. Hoy le tocó a una pequeña hormiga que recorría una hoja en el suelo.
La pequeña hormiga muy valiente saltó desde lo alto de la superficie de la hoja para alcanzar la tierra, por suerte no parecía haber recibido ningún daño.
Mia se preguntaba, si yo fuera de ese tamaño y me atreviera a saltar desde donde saltó la hormiga ¿Me dolería o seguiría mi camino como la hormiga?
Mientras se distraía tratando de imaginar ese escenario, la pequeña hormiga seguía su camino en busca de alimento. Cuando ella ya se dio cuenta de que la pequeña hormiga se había ido, ya era muy tarde para comenzar a buscarla.
Lastimosamente, Mia no la volvió a encontrar, lo cual hizo que estuviera un poco desanimada, pero se volvió a animar cuando encontró un insecto parecido a un escarabajo que volaba entre las hojas.
Decidida a atraparlo persiguió al insecto en su parabólica trayectoria, después de unos minutos ni ella ni el insecto se podían ver cerca del lugar, en cambio, Mia estaba cerca del río, triste, de nuevo no pudo encontrar al insecto que seguía.