Todos estaban contentos y alegres, la ceremonia había comenzado y ahora se podía comer y beber.
Sin embargo, la felicidad y las risas no duraron demasiado, un terrible temblor azotó a todo el Tahuantinsuyo, algunos muros se cayeron, pero el templo no surgió daño significativo.
— ¡Todos, debemos mantener la calma! —
Antes de que el Inca hablara, su hijo Vilca ya había utilizado su poder para calmar a todos.
Coya Cusi se enorgullecía de su hijo en situaciones como esta.
— ¡Su majestad! —
Nuevamente de improvisto, una voz se alzó de entre todos, eran sacerdotes quienes venían con prisa y preocupación.
El Inca se puso solemne y dijo.
— Será mejor que me explique qué está pasando —
La sacerdotisa principal también tenía una mirada solemne, ella más que nadie sabía sobre el comportamiento de los Dioses y este fenómeno no indicaba nada bueno.
— Mi señor, el sacerdote principal de Pachacamac está muerto —
Una sola frase había congelado este templo del Sol.
Todos sabían que algo que involucre al Dios Pachacamac no era bueno.
— Explica detalladamente ¿Cómo es posible que tal cosa sucediera? —
El Inca ya estaba molesto, no solamente porqué tal suceso había pasado en su reinado sino también por que había pasado justo en el Inti Raymi.
— Nosotros no sabemos, nadie tiene permitido entrar al santuario sagrado sin la autorización del sacerdote principal. Pero cuando el sacerdote no dio señal de vida, de inmediato entramos, solo para encontrar al sacerdote convertido en una momia miserable, todo su cuerpo esta desprovisto de vida —
— Algunos de nosotros creemos que fue causa de la ira de Pachacamac —
Mientras mas decía el sacerdote, más oscura era la cara del Inca.
— ¡Silencio! No se debe teorizar o comprender las acciones de los Dioses —
— Ahora todos, regresar a sus casas, mañana seguiremos el Inti Raymi. Así he hablado —
Todos obedecieron las ordenes del Inca, y en el templo solo quedó el Inca, la sacerdotisa principal y un sacerdote.
— Siento en tu corazón un disturbio, los allisupa tiemblan por tu mirada —
La sacerdotisa principal se acercó al Inca.
— Si Pachacamac ha actuado, significa que la ha encontrado. Se supone que el sello era irrompible ¡¿Porqué aun así la encontró?! —
El Inca interrogó con la vara a la sacerdotisa.
— Del destino no se puede escapar, y mucho menos del poder de Pachacamac, solo ha estado ignorándolo todo este tiempo, la pregunta sería ¿Porqué la encontró justo ahora? —
El Inca se quedó callado por unos segundos, antes de dirigirse al sacerdote.
— Ahora eres sacerdote principal del culto a Pachacamac, instruye a todos que deben apaciguar su ira por cualquier medio. Ahora vete, tienes deberes que cumplir —
El sacerdote nervioso aceptó el cargo e inclinándose se retiró.
Ahora solo estaban la Sacerdotisa y el Inca.
— Sacerdotisa, me estoy muriendo. No me queda mucho tiempo, esa es la razón que buscas. El poder se me escapa de las manos, y mi muerte será el momento más débil del Imperio —
— Como ultima voluntad, consulta a los Dioses, diles que protejan a Vilca. Que su reinado sea largo y próspero —
La sacerdotisa agrandó los ojos ante la noticia de la muerte del Inca, Sin embargo, agachó la cabeza y dijo.
— Será como usted pida mi Señor —
Hoy sería una noche muy pesada, todos rezarían por consuelo y comprensión. La Diosa Quilla fue muy rápida en su llegada, la noche ya estaba aquí.