Chereads / Un multiverso de la mente humana "Reencarne en IT" / Chapter 2 - Capitulo 2 Las heridas

Chapter 2 - Capitulo 2 Las heridas

De nuevo?... donde estoy... Cierto, caí de un barranco, una sensación de adormecimiento sustituye el dolor que había en mi brazo y mi pierna, estaba recostado sobre una cama. Unas sábanas blancas y un cuarto frío. Me senté sobre la cama mientras mi vista se ajustaba a mi alrededor, estaba en una habitación muy limpia, el brazo que aun podía mover estaba conectado con una intravenosa, mientras en una pantalla se mostraba mi pulso, el cual curiosamente estaba normal, considerando todas las emociones que estaban surgiendo de mi en ese momento. Un cabestrillo aseguraba mi brazo, era uno de verdad, no uno improvisado en mi brazo izquierdo.

Es de noche, y en la esquina de la pequeña habitación, al lado de una ventana que dejaba pasar la luz del exterior hacia el cuarto poco iluminado, se encontraba un sillón jinda y en él estaba un hombre, parecía estar en sus treinta, barba rojiza un poco larga pero arreglada, y una gorra color azul oscuro, tapado hasta el pecho con una cobija gruesa... era papá. Al estar sentado empecé a recordar, el vacío, la luz, el universo y la caída.

Lo único que puedo atinar a pensar es que todo es verdad, todo lo que me conto la luz, pero existe una gran pregunta que me intriga sobre todas las demás.

- ¿En qué universo estoy? – me preguntaba.

Me descubrí la pierna y que alivio, aún tengo pierna, esta vendada y se nota un tono rojizo bajo los vendajes, de un color no tan fuerte como cuando estaba sangrando, al parecer, está empezando a sanar, quiere decir que no ha pasado mucho tiempo desde el accidente. empecé a moverme hacia la orilla de la cama, dejando caer mi pie derecho por el borde de la cama, y al intentar mover mi pierna vendada, o vaya... a pesar de las obvias drogas que me dieron para calmar el dolor, aun duele.

Juntando la voluntad y el valor para intentar caminar deje caer un poco de peso sobre ambas piernas deslizándome con lentitud en la orilla de la cama, o vaya error, hice lo posible para no dejar salir un grito de dolor al sentir el peso sobre mi pierna vendada, haciendo que me recargara solo sobre la pierna derecha. Al voltear sobre mi lado derecho, al lado del estante con la intravenosa, se encontraba una muleta de mi tamaño, no había notado lo grande que se veía todo, hasta que vi la muleta.

Dando un pequeño vistazo al cuarto pude notar que una de las dos puertas que tenía el cuarto estaba entreabierta, la cual dejaba ver lo que parecía un baño. De una manera muy torpe y sumamente difícil, me las arregle para caminar con la muleta mientras jalaba el estante con ruedas que tenía el suero conectado a mi brazo. Quería llegar al baño, no, tenía que llegar, necesito las respuestas, necesito que mis recuerdos, los recuerdos del cuerpo en el que estoy empiecen a fluir.

Al entrar en el baño, jale el pequeño escalón frente al lavabo para poder verme de manera más clara en el espejo. Lo que vi, sería muy difícil de explicar, vi un rostro muy familiar de un completo extraño, al parecer... soy un niño, de entre nueve a diez años, de tes clara y un cabello rojizo naranja muy oscuro, tenía la cara llena con raspones y arañazos que presumo fueron del arbusto que golpee mientras caía del barranco.

Los recuerdos de una vida que no era mía comenzaron a fluir en mi cabeza, nací en un pequeño pueblo de Virginia, Estados Unidos, rodeado completamente por bosques, crecí con mi madre, mi padre y mi abuelo, mi padre y mi abuelo son leñadores, al igual que el padre de mi abuelo, no conocí a mi abuela ya que había fallecido antes de que yo naciera. Vivimos en una casa a las orillas del bosque, me encanta el olor del bosque, sobre todo después de un día lluvioso, al igual que a mamá, mamá... ya no está con nosotros, la enfermedad se la llevo tan rápido, cuando yo apenas tenía seis años, fue... muy difícil.

Tras recordar todo lo malo que me había pasado al morir mamá recordé todo lo que había vivido con papá y el abuelo, ellos eran buenos conmigo, duros, pero buenos, al parecer nuestros antepasados inmigraron a Estados Unidos desde Escocia hace mucho tiempo. Empecé a recordar el día que había pasado todo. Estaba acompañando a papá, lo hago a menudo los días que no hay escuela, él tiene que cumplir con cierta cuota de árboles talados a la semana, y suele trabajar sábados para poder pasar más tiempo conmigo entre semana. Me gusta acompañarlo, siempre me sentí cómodo entre los árboles, así como la libertad que el bosque infunde, disfruto explorarlo.

Ese día, me aleje un poco de papá mientras él estaba ocupado, el abuelo había ido a la camioneta por algunas herramientas, ya que fuimos los tres juntos. Caminaba entre unos árboles, los cuales estaban demasiado juntos unos con otros, no parece normal, era como si los hubieran puesto así a propósito para desentonar con el bosque. Al ir caminando entre estos árboles, se podía notar un arbusto que se extendía entre la línea de árboles, se sentía una ráfaga de aire muy fuerte, a pesar de todos los árboles, así que camine hacia la dirección de viento, pero cuando crucé esta pared de arbustos se terminó el suelo súbitamente y... ahora estoy aquí, trate de sujetarme de unas ramas que me golpearon y al parecer no funciono.

- Debieron ser las ramas del arbusto que estaba a la mitad del barranco- pensé en voz alta.

Me pregunto porque estoy en el cuerpo de un niño tan... grande, sé que mi edad actual no es considerable, pero debería haber empezado como un recién nacido según la luz, o tendrá algo que ver con "Destino", llegue a la conclusión de que todo esto cumple con alguna razón.

Estaba ahí parado mirándome al espejo, recortando mi rostro, mis complejos, mis músculos y extremidades que se sentían como si no fueran mías, empezaban a recobrar su memoria muscular. A su vez los recuerdos de mi niñez seguían llegando, mis cumpleaños, mi madre, mi padre, lo mucho que sufrió su perdida, y lo mucho que aún sigue sufriendo, mi abuelo. No me percate el tiempo que dure parado frente al espejo, cuando una voz proveniente de la puerta me hizo salir del trance en el que me encontraba.

- ¡¡¡LOGAN!!! ¡¿qué haces?! – grito mi padre.

La sorpresa me hizo voltear muy rápido sobre mi costado, tan rápido que puse demasiado esfuerzo en mi pierna herida, haciendo que se contrajera por el dolor y rompiendo con el cuidadoso equilibrio que tenía para evitar forzarla.

El pequeño banco en el que me encontraba se deslizo un poco, lo que rápidamente deduje mientras caía, sería un golpe muy fuerte contra el piso, tense todo mi cuerpo y aprete los dientes esperando el golpe, cuando papá me atrapo.

- ¡Logan!... ¿Pero qué diablos estás haciendo? - pregunto papá con un tono de enojo al decir mi nombre, pero mientras las palabras salían de su boca, su tono de voz se volvía más suave y triste mientras me abrazaba cada vez más fuerte. Sentí algo cálido en mi frente, que estaba pegada a su barba, él estaba llorando.

De nuevo, no se cuánto tiempo paso, pero sentí que fue mucho tiempo, el me abrazaba y cada vez que me empezaba a soltar volvía a abrazarme de nuevo, como si tuviera miedo de que yo desapareciera si me soltaba.

- ¡Señor Scott que paso! - dijo una enfermera, la cual había entrado a la habitación tomando a mi padre por sorpresa

- Disculpe, Logan ¿estas bien? - pregunto mi padre mientras revisaba mis heridas.

- No creo que este bien, pero al menos no estoy más lastimado que antes de entrar al baño - dije y lo que recibí fue una mirada de alegría de mi padre y una mirada de enojo de la enfermera.

La enfermera era una señora de unos 50 años con una mirada muy fría la cual se notaba por la sombra bajo sus ojos que ya había pasado su turno hace un buen rato.

Mi padre procedió a levantarme con mucha gentileza, y me recostó en la cama mientras la enfermera no rompía contacto visual conmigo, rayos, estaba muy enojada.

- No se preocupe señor Scott atenderemos al pequeño, usted vaya a descansar, le recuerdo que no permitimos visitas tan noche, pero dadas las circunstancias hicimos una excepción - dijo la enfermera

La enfermera tenía razón, cuando puse atención a mi padre note que estaba muy cansado, parecía que no se había ido del hospital desde que entré y no podía decir cuánto tiempo estuve ahí sin despertar.

- No se preocupe estoy bien, me quedaré con Logan - dijo mi padre, y la enferma solo atinó a señalar nuevamente que solamente se le permitía estar ahí porqué el doctor lo acepto, después de un parte de regaños de su parte solo se retiró, después de dejar algo de cenar y cambiar mi intravenosa.

Cuando por fin estuvimos solos papá y yo, me miró e hizo creó que la más sensata pero no más inteligente de las preguntas que se podían hacer,

- ¿Como te sientes hijo? - dijo de una manera muy cálida.

Yo solo mire mi brazo y después mi pierna para decir.

- Creo que bien... sea lo que sea que me dieron para el dolor, es muy bueno – conteste.

Papá empezó a reír después de lo que dije y la puerta se abrió de nuevo, más fuerte mientras se escuchaban los regaños de la enferma.

- ¡Señor, ya le dije que tiene que esperar hasta mañana! – dijo la enfermera, con un tono de voz alta que denotaba enojo.

Era el abuelo el cual escucho decir a la enfermera que yo había despertado, lo que lo hizo ir hasta mi habitación y cerrar la puerta al entrar, dejando a una muy molesta enfermera detrás de ella.

El abuelo hizo la misma pregunta a lo que solo respondí que muy bien, papá solo soltó una pequeña risa, comenzamos a hablar de lo que había pasado, al parecer llevo 3 días en el hospital, me tuvieron que operar la pierna, ya que al parecer la rama que la atravesó quedó muy cerca de una artería y si la retiraban sin cuidados hubiera sido muy malo para mí, aunque no había peligro ahora y esta sanaría pronto. Mi brazo por otro lado tardaría al menos 2 meses en sanar por lo que me perdería el verano, lo que en realidad era la menor de mis preocupaciones.

La plática se tornó un poco más seria, y la pregunta de cómo había caído por el barranco naturalmente surgió. Les conté lo que recordaba, los árboles, la línea de los arbustos y como estos no permitían distinguir el precipicio, al parecer papá también estuvo a punto de caer cuando escucho mi grito, ya que venía desde el suelo, el bajo con las cuerdas que usa para su trabajo mientras el abuelo iba por ayuda con la camioneta.

Era comprensible su sorpresa al ver cómo me había aplicado primeros auxilios antes de desmayarme. Al parecer los doctores concordaron que cualquier otro niño y posiblemente la mayoría de los adultos hubieran muerto después de esa caída, ya sea por los golpes o por las hemorragias resultantes, pero me había aplicado un torniquete y un entablillamiento de una manera exitosa, lo que me había salvado la vida, los más sorprendidos al parecer fueron los rescatistas y los paramédicos al enterarse que no había sido mi padre el autor de ellos.

Después de una plática explicando que era lo que había pasado, el abuelo decidió salir de la habitación, estaba empezando a amanecer y tenía que ir a casa a bañarse ya que al parecer ninguno de los dos había dejado el hospital en esos 3 días, a lo que les lance una mirada de oigan ustedes me obligan a bañarme todos los días, a lo que el abuelo le dijo a mi padre que volvería después de dormir un poco para que papá fuera a casa a hacer los mismo, papá solo asintió y el abuelo salió de la habitación para seguir siendo regañado por la amigable enfermera.

Después de un rato de seguir conversando acerca de qué haríamos cuando me dieran de alta y lo asustado que estuvo papá de perderme como a mamá, otra enfermera entro a la habitación, se notaba que estaba empezando su turno, ya que estaba fresca y llena de energía, cargaba una charola con un poco de fruta picada en un envase de papel, un plato de huevos y jamón, acompañados de una gelatina y un vaso de agua. Me tomo si signos vitales y anoto todo en una hoja al pie de mi cama. Papá estaba cansado, se le notaba en la cara, tomo su manta y se acomodó en el sillón, mientras acerque la pequeña mesa con el desayuno, estaba muy hambriento, en un momento tenía una charola con comida y después ya no había nada.

Me quedé viendo a papá mientras dormía y seguía recordando más cosas de la vida que no viví, amigos, vecinos, cosas tal vez con menos importancia. Mi abuelo llegó a medio día para que papá fuera a casa, él no quería irse pero el abuelo y el doctor que llegó detrás e insistieron, por lo que no le quedó de otra que aceptar.

El abuelo se sentó en el sillón mientras el doctor me revisaba, me felicitó por no quejarme del dolor mientras me revisaba y contó lo sorprendido que estaba al saber que yo mismo me había aplicado primeros auxilios a ese nivel, sin desmayarme antes de terminarlos, señaló que era un chico duro a lo que el abuelo rio.

- Claro que sí es un Scott, somos escoceses – dijo el abuelo, lo que hizo soltar una carcajada al doctor.

Esto no le sentó muy bien al abuelo, ya que él hablaba enserio. Al parecer todo está bien, y es posible que me den de alta en un par de días después de tenerme en observación.

Tal parece que todo está bien con mi vida, pero me preocupa no poder saber en qué multiverso estoy, solo sé que estoy en Estados Unidos, es el año 1986 en el estado de Virginia y por el momento no me dice nada, no tengo ni la más remota idea... sea donde sea que esté, es claro que me tomara por sorpresa.