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Chapter 16 - CAPITULO 16

SARA

Me siento realmente mal, no sé qué he hecho para que Carlos tenga tantas dudas en mi cabeza, su inseguridad realmente me lastima, nunca antes me había sentido así, muchas cosas pasan por mi cabeza mientras nado al otro lado del río, por una milésima de segundo pienso en dejar de nadar y que el agua termine con mi miseria, volvieron a mi todos los malos recuerdos, el día de mi violación, los psicólogos y sus frases estúpidas que en realidad no sirven de nada, los medicamentos, todo me golpeo de lleno y no pude evitar llorar y pensar que el no cree en mi porque fui abusada, entonces empiezo a creer que es mi culpa, que todo lo malo que pasa es mi culpa, me siento y pongo mi rostro entre mis rodillas y las lágrimas empiezan a salir con más fuerza, no logro detenerlas, siento cuando Carlos se sienta a mi lado y solo puedo decirle que se vaya, realmente no quiero verlo, quiero estar sola, me lastimo demasiado, no soy capaz de decir nada más, mi voz se ahoga con mi llanto, él se queda unos minutos a mi lado en silencio, mientras yo me calmo, luego levanto la cara, sé que tengo los ojos hinchados y rojos pero no me importa, debo enfrentar la realidad, nuestra relación no tiene futuro, lo veo a los ojos y veo miedo y pánico, pero no hay más nada que hacer. Carlos digo, él me mira y empiezo a hablar, creo que tienes razón para desconfiar de mí, después de todo soy una niña que fue violada, creo que el hecho de que me violaran también fue mi culpa, sus ojos se ponen rojos y aprieta sus labios, mientras yo continuo hablando, yo te amo, pero creo que lo mejor es que terminemos esta relación que no tiene y nunca ha tenido futuro, nuestra diferencia de edad y forma de amar son muy diferentes, yo confió en ti, pero tú no confías en mí, hace mucho tiempo que sé que le pagas a alguien en el colegio para que me vigile, siempre quise creer que era porque te preocupabas por mi seguridad, pero hay es hora de que acepte la realidad, lo haces para tenerme vigilada, lo0 haces por tu maldita desconfianza, he tratado de demostrarte de muchas maneras que puedes confiar en mí, tenía la esperanza de que lo hicieras, pero hoy me demostraste que no es así y nunca será así, entonces antes de que nos hagamos más daño terminemos nuestra relación, puedes seguir visitando a mis padres como de costumbre, después de todo eres amigo de la familia, pero por favor limita al mínimo tu interacción conmigo, veo una lagrima rodar por su mejilla, mientras yo trato de hacerme la fuerte, pero no lo logro y también empiezan a salir mis lágrimas, se queda en silencio y solo me mira, yo no sé qué más decir, me levanto y me dirijo al puente, quiero sentir mejor y necesito adrenalina, voy a saltar del puente, es algo que hice una vez hace unos años y se sintió muy bien, lo necesito ahora nuevamente, en ese tiempo tenía como diez años creo, como voy de espalda no puedo verlo, pero lo escucho llamarme, sin embargo no me detengo, no puedo hacerlo, y dentro de mi digo lo siento Carlos.

CARLOS

Todas sus palabras me golpearon como mil bofetadas, nunca me imaginé que mi actitud le causaría tanto dolor, le hice tanto daño que ahora se culpa por haber sido abusada, se culpa por mi desconfianza, se culpa por todo, cuando reacciono, estoy llorando y ella ya no está a mi lado, la veo caminar hacia el puente y la llamo con la esperanza de que se detenga, pero no lo hace, y mi corazón se rompe, solo puedo pasarme las manos por la cara y arrepentirme de mi estupidez, la perdí por mi inseguridad, de la cual ella ni tiene la culpa, sé que no voy a encontrar a nadie mejor que ella, la seguridad en su voz cuando me dijo terminemos me dice que nunca me va a perdonar, la veo caminar hasta la mitad del puente y creo que va a seguir pero no lo hace, se detiene y camina hasta las barandas metálicas del mismo, mira hacia dónde están sus padres, tiene una sonrisa en su rostro, una sonrisa que asusta, luego me mira como si se estuviera despidiendo para siempre, el pánico me invade, pero una voz en mi cabeza dice que ella no se puede suicidar, ella es fuerte, no haría eso, la veo subirse a las barandas y quiero correr, pero mi cuerpo no reacciona, no logro mover ni un solo musculo, solo puedo rogar en mi cabeza para que no lo haga, la gente que está viendo empieza a preocuparse, ella abre los brazo y de frente se deja caer, cuando la veo en el aire reaccionó, y un grito ahogado sale de mi garganta, si ella se suicida por mi culpa, no puedo seguir viviendo, los segundos se hacen eternos, ella cae al agua y veo a su papá correr a la orilla, pero no hay ni un signo de preocupación en su rostro, entonces empiezo a pensar con claridad, tal vez ella ya había hecho esto antes, pasan como 15 segundos y la veo salir del agua, empieza a nadar hacia donde está su padre, en ese momento me derrumbo, caigo sentado en la arena y me doy cuenta de que de verdad la amo, el miedo que sentí cuando vi que iba a saltar, es algo que no había sentido antes, no lo puedo describir como miedo, es más como terror, sentí como mi alma abandonaba mi cuerpo, la necesito en mi vida, no quiero estar sin ella, de eso estoy seguro.

SARA

Por la adrenalina que sentí al saltar del puente valió la pena el regaño de mi papá cuando salí del agua, él ya me había dicho que no lo hiciera, pero no pude evitarlo, después del regaño camine hasta donde estaba mi mamá y no pude evitar mirar al otro lado, ahí seguía él, ahora no estaba de pie, estaba sentado, con la cabeza entre las rodillas y las manos en la cabeza, creo que lo asuste, pero bueno, ya no debería importarme, dejo de pensar en eso, no puedo mostrar cómo me siento frente a mis padres, me cambio de ropa, ya no tengo ganas de nadar, me quedo con mi mamá por un tiempo y llega la hora de irnos a la casa, Carlos llega y tiene los ojos rojos, me mira y yo volteo la cara, no quiero verlo, en camino a casa habla con mis padres, ellos le preguntan que le sucede y él les cuenta que su novia le termino, ellos asombrados le dicen que no sabían que tenía novia, él les dice que es su culpa por desconfiar de ella y ellos dicen que seguro cuando se le pase la rabia lo perdonará, el solo les dice que lo duda, que tiene una personalidad muy fuerte y es muy decidida igual que yo, en realidad no quiero escuchar su conversación por lo que me concentro en el paisaje de camino a casa, cuando llegamos salgo corriendo del carro, entro a la casa y voy directo a mi habitación, y ahí me golpea la realidad, la cama y los recuerdos, me ducho y me acuesto a dormir, me levanto en medio de la noche de una pesadilla, maldita sea volvieron las pesadillas, maldito Carlos porque tenía que hacerme las cosas difíciles, quiero seguir durmiendo, así que bajo a la cocina por un vaso de agua para tomar mis pastas para dormir, veo la luz encendida en la habitación frente a la mía y sé que él está ahí, los recuerdos de la tarde vuelven a mí en cámara lenta, entro a mi habitación, estoy teniendo un ataque de ansiedad justo en este momento, empiezo a sentir que no valgo nada, que mi vida no vale nada, que no vale la pena seguir viviendo, empiezo a llorar, abro el cajón del nochero y veo una cuchilla que tengo hace mucho tiempo ahí, y pienso, que irónico, siempre la he tenido y me doy cuenta que desde que abusaron de mí, el pensamiento de que sería mejor morir nunca se ha ido, de lo contrario no la abría guardado, tomo en una mano las pastillas y en la otra la cuchilla y pienso que método será más efectivo, entonces llega una voz a mi cabeza que dice, úsalos juntos, entonces tomo pastillas, no sé cuántas, no las conté, luego paso la cuchilla por mi muñeca haciendo presión suficiente para cortar las venas, pensé que dolería, pero no es así, no duele, me acuesto en la cama y espero a que llegue la muerte, empiezo a perder fuerzas, mi visión se vuelve borrosa y todos los momentos tristes y felices pasan por mi mente en cámara lenta, me acuerdo que no dejé una nota ni nada, pero ya no importa, no me arrepiento de nada, lo último que pasa por mi mente antes de hacer en la inconciencia es él y yo juntos, cuando lo bese por primera vez el día de mi cumpleaños.